ღ21

❤️‍🩹

Sintió sus ojos pesados ante el escaso descanso que había tenido durante toda la noche, su alarma sonando, a pesar de que había mantenido su celular con él toda la noche y claramente había estado al pendiente de la hora.

Finalmente eran las siete de la mañana y su alarma había alertado que tenía que levantarse de la cama para poder prepararse ante la futura llegada de Jungkook. Ni siquiera había ordenado su maleta con las cosas que llevaría a la casa de los hermanos y se sintió tonto por no haberla hecho, después de todo estuvo despierto la mayoría de la noche.

Se miró en el espejo del baño y suspiró ante su especto, sintiéndose más feo de lo que ya se sentía anteriormente, en especial porque tenía una enorme bola morada sobre su rostro.

Se sentía repetitivo, como si todos los días tuviera los mismos pensamientos, especialmente a los que se referían a sí mismo.

―Hasta en mis pensamientos soy aburrido―susurró, negando con la cabeza para poder comenzar a arreglarse, porque no quería dejar a Jungkook esperando demasiado tiempo por su atraso.

Después de darse una ducha rápida se colocó ropa cómoda, siendo lo que normalmente usaba cuando se quedaba solo en el departamento. Camiseta grande y pantalones deportivos sueltos, haciendo que se viera más pequeño entre la ropa floja.

Sacó una de sus maletas y la colocó sobre la cama para poder comenzar a empacar. Primero colocó los artículos de limpieza personal, toalla y otras cosas necesarias que los hermanos no podrían prestarle claramente.

Abrió su armario para ver la poca ropa que tenía, haciendo una mueca ante la misma, porque realmente todo se veía bastante viejo y descuidado, siendo ese el real estado de su ropa. Se avergonzaba un poco de eso, ya que había visto la ropa que usaba Soobin, la cual era muy bonita y se notaba de una gran calidad, cuando él tenía que ir a los descuentos de las tiendas de usados para poder comprar algo de ropa para él.

Recordaba cuando Hanju le daba dinero para que comprara ropa para él, diciéndole que no tenía tiempo como para andar en un centro comercial comprando ropa, por lo que le decía a su pareja que la consiguiera para él. Normalmente lograba atinar con los gustos de su pareja, pero cuando no, el mayor lo obligaba a ir a la tienda para devolver la ropa y conseguir algo mejor.

A él solamente lo dejaba comprar ropa de tienda de usados y realmente a Taehyung no le molestaba, sino todo lo contrario. Pensaba que podía encontrar prendas muy buenas a un gran precio, por lo que eso no era el problema principal. El real problema era que le daba una mínima parte de dinero para poder comprar algo para él, teniendo que ir con las prendas muy económicas, las que normalmente tenían daños o rotos, por lo que no duraban mucho.

Lo único bueno que había sacado de aquello, era que ahora sabía coser y remendar ropa, ya que se había visto en la necesidad de arreglar su ropa y era algo que le había salvado de muchos apuros hasta ese momento.

Igualmente, el remendar su ropa no le garantizaba el no sentir vergüenza al ver la ropa de otras personas.

Guardó sus prendas con cuidado, organizándolas para que pudiera meter sus zapatos sin muchos problemas y pensó en si necesitaba más cosas.

Jamás se había quedado en una casa ajena, por lo que no sabía exactamente qué llevar.

Colocó cinco pares de calcetines y cinco calzoncillos, no entendiendo por qué llevaba tantos si solo estaría un día y un poco más. Igualmente llevó varias prendas por si algo sucedía, además de unos supresores e incluso medicamentos extras de los que normalmente debía consumir.

―Me iré un tiempo, pero les dejo el dispensador con la comida necesaria para el tiempo que me iré, ya está programada―habló como si los mininos fueran capaces de entenderlo, ambos viéndolo con las orejas atentas―Igualmente programé el juguete para que se mueva varias veces al día, para que no la pasen aburridos en nuestra ausencia.

Revisó que todo estuviera bien programado, notando que todo estaba bien.

Cuando se levantó, el celular comenzó a sonar, por lo que correteó descalzo hasta donde este estaba, notando que era una llamada de Jungkook.

Contestó rápidamente, colocándose el aparato en la oreja.

― ¡Hyung!

―Alguien se escucha emocionado―escuchó la risa ajena al otro lado de la llamada, haciendo que se avergonzara ligeramente por su emoción―Espero que la emoción sea por mi llamada y no por ver a mi hermano menor.

Claramente no era un reclamo real, solo estaba molestando al menor.

―Estoy emocionado por ambos, hyungie. Sabes que me gusta pasar tiempo contigo y también quiero volver a ver a Soobin―sonrió con ligera coquetería, inclinando su cabeza mientras movía sus pies, sintiéndose tan tímido de repente.

―Eso es bueno, me alegra que no negaras el que yo también era parte de la emoción―rio también, haciendo que Taehyung sintiera mariposas en su estómago debido a la risa contraria, gustándole mucho la misma.

―No lo negaría, sabes que no me gusta mentir―se encogió de hombros, caminando lentamente frente al sofá.

―Eso es lindo―el omega apretó los labios, sintiéndose tan cómodo en ese momento―Igualmente ¿Estás listo? Puedo ir por ti ahora, fui a dejar a Soobin al instituto y realmente me dieron ganas de desayunar fuera de casa ¿Te apetece o ya comiste?

―No he comido y ya tengo todo preparado. Realmente no sabía qué cosas llevar, pero espero que no me falte nada en la visita―caminó hasta su habitación para ver su maleta, siendo un bolso café con una bandana de colores rojos, verdes y grises en el agarradero de cuero falso.

Jimin le había regalado ese bolso pocos días antes, por lo que ese día podría utilizar la maleta que lo había enamorado desde el primer momento que la vio.

―Si algo te falta te lo vamos a conseguir, no te preocupes demasiado por eso, lo realmente importante es que disfrutes el día con nosotros y que puedas desestresarte un poco―habló dulce, comenzando a escucharse algo de ruido alrededor, siendo señal de que estaba caminando para poder salir de su departamento―Iré por ti ahora, voy subiendo a la camioneta.

―Bien, hyungie. Entonces me llamas cuando estés cerca del edificio o cuando ya estés aquí y yo bajaré ¿Te parece bien?

―Sí, te llamo en un momento. Baja con cuidado.

―Conduce con cuidado.

Colgó la llamada después de la despedida y abrazó su maleta con ansias, correteando a la entrada después de apagar las luces para poder colocarse los zapatos, porque si se iba así emocionado, era capaz de ir sin zapatos sin darse realmente cuenta.

Se vio a sí mismo en el espejo de cuerpo completo, pensando en que no se veía tan mal, si no se veía el rostro.

Se colocó una mascarilla para poder cubrir su nariz y se mantuvo al pendiente de su celular.

Cuando este comenzó a sonar, lo tomó nuevamente y lo apegó a su oreja, al mismo tiempo que comenzaba a salir de su departamento.

―Ya estoy frente a tu edificio y hay una niña que me mira constantemente―dijo con gracia, haciendo que el menor no comprendiera, subiéndose al ascensor.

― ¿Una niña? ¿Cuál niña?

―Ven y verás.

El menor se rio confundido, viendo que el mayor había colgado la llamada, por lo que ya no pudo preguntar.

Las puertas del ascensor se abrieron y pudo caminar por el recibidor, en donde podía ver el auto de su hyung desde dentro.

Cuando salió, vio que Jungkook estaba fuera de su auto y estaba apoyado a un lado de este, por lo que lo vio rápidamente.

―Hyung ¿Cuál es la niña que te observa? ¿Es un fantasma? ―se rio, haciendo que el mayor riera también, colocando una mano sobre la cintura ajena, para que se acercara.

―Ahí, con su mamá―señaló discretamente, el castaño viendo a aquella dirección y viendo a una niña con su madre sentadas en una banca que estaba cerca del edificio, la niña manteniendo sus redondos ojos sobre Jungkook, pareciendo como si estuviera hipnotizada.

―Creo que le gustas―se carcajeó el menor, haciendo que el alfa alzara sus hombros con una sensación rara en el cuerpo, pero pensando que también podía ser adorable.

―O quiere matarme con sus ojos, porque no deja de verme―sonrió, colocando su vista nuevamente sobre el menor, quien tenía su mascarilla puesta, aunque la hinchazón se notaba por debajo de sus ojos, aunque no los obligaba a cerrarlos― ¿Cómo te sientes?

―Me siento mejor, duele, pero no como antes―dijo, colocando una mano sobre el torso de Jungkook, más por comodidad que por otra cosa―Los medicamentos son de ayuda.

Jungkook asintió, levantando una mano cuando notó algo por debajo de los ojos del menor, sabiendo que no era por la hinchazón, sino por otro motivo.

― ¿No has dormido correctamente? ―preguntó suave, colocando sus manos en el rostro contrario con cuidado, sus pulgares acariciando suavemente las ojeras.

Sus ojeras habían crecido considerablemente ante sus problemas del sueño, porque no había podido consumir los medicamentos para el sueño, por lo que sabía que su aspecto era muy deplorable en ese entonces, sintiéndose un poco avergonzado por lo mismo.

―Uh, no mucho, la verdad―sabía que no tenía caso el mentir, en especial porque Jungkook tenía alguna clase de super poder que lo hacía saber si estaba mintiendo o no―Yo no he podido tomar los medicamentos aún y...hay algo que no me deja dormir bien―comenzó a comentar, queriendo decirle al mayor sobre sus pesadillas, pero sentía que no era el momento ni el lugar adecuados.

― ¿Te gustaría hablarlo en el departamento? ―bajó sus manos del rostro contrario, sintiendo una fuerte necesidad por regresarlas al rostro contrario.

―Sí, me gustaría―asintió.

Se separaron y Jungkook le abrió la puerta del copiloto al menor, quien agradeció con una sonrisa y entró a la camioneta, acomodando su maleta en el espacio donde se colocaban sus pies. Jungkook no tardó en entrar igualmente y comenzar el viaje, la música encendiéndose al encender el auto.

Llegaron a un restaurante pequeño, el cual se veía muy acogedor y en realidad no había demasiadas personas, por lo que podían tomarse la libertad para hablar todo lo que desearan sin que nadie los escuchara o interrumpieran.

Taehyung se sentó frente al mayor, dejando su celular a un lado sobre la mesa.

― ¿Qué te gustaría pedir? ―le tendió el menú, para que pudiera ver lo que ofrecían.

―Uh, realmente todo se ve muy bueno, así que puedes elegir lo que más te guste―se encogió de hombros, haciendo que el mayor lo viera con ambas cejas ligeramente elevadas.

― ¿Qué es lo que a ti te gustaría pedir? ―volvió a preguntar, haciendo que el omega suspirara, repasando el menú una vez más.

―Quizá el combo diez―señaló, haciendo que el alfa asintiera, encontrándose de acuerdo con la elección, porque no era nada pequeño o demasiado barato, como el castaño acostumbraba a elegir para comer poco y no molestar a la otra persona.

―Me parece bien, has estado mejorando en tu alimentación, poco a poco te veo mejor―inclinó su cabeza, viendo el rostro del menor, el cual poco a poco comenzaba a tener mejillas un poco más regordetas, siendo eso realmente un alivio.

―Me siento un poco mejor y como, antes realmente lo hacía poco―sonrió, sintiéndose bien con el halago.

―Eso es muy bueno, después lograrás sentirte mucho mejor―dejó el menú sobre la mesa, haciéndole una seña amable a una de las meseras para que pudiera tomarles el pedido.

Taehyung mantuvo su vista atenta en Jungkook mientras le indicaba a la mesera lo que querían comer, perdiéndose en la belleza del alfa, quien, sin realmente quererlo, mostraba tanta masculinidad y hermosura con tan solo sonreír o hablar.

Sabía que no estaba bien el ver a Jungkook de esa forma, porque él debía mantenerse al margen con los alfas después de la horrible experiencia que había sobrepasado, pero no podía evitar el verlo atentamente y pensar en que era un hombre casi perfecto.

Era guapo, amable, solidario y una persona hermosa con una personalidad que lo hacía brillar. No entendía cómo alguien como él estaba soltero.

― ¿Todo en orden? ―preguntó el alfa ante la atenta mirada del menor sobre su persona, haciendo que el omega se avergonzara ligeramente, desviando la mirada.

―Sí, solamente estaba pensando―rio avergonzado, pero regresó la vista al mayor―Yo he estado algo distraído últimamente, creo que los problemas con el sueño es lo que me tiene así.

― ¿Te gustaría que hablemos sobre eso? ―preguntó Jungkook mientras colocaba sus manos sobre la mesa, sintiendo la necesidad de tomar las manos contrarias, pero sabiendo que no era correcto o al menos lo sentía de esa forma.

―Hm, bueno. Yo he estado teniendo pesadillas últimamente, son muy recurrentes y cuando las tengo, el sueño se me va por completo―comentó avergonzado, comenzando a jugar con sus dedos ante el nerviosismo, viendo a Jungkook―Las pesadillas siempre son similares, con Hanju haciéndome daño de alguna forma y yo terminando muerto o cerca de estarlo.

Aquello hizo que el alfa se sintiera nervioso, no logrando comprender cómo alguien podía ser fuerte a pesar de esas cosas, ya que él jamás podría pasar por todo eso y levantarse al día siguiente como si nada.

― ¿Esta noche tuviste alguna pesadilla? ―preguntó al ver los ojos hinchados y las ojeras marcadas, sabiendo que esa situación llevaba días presentándose.

―Sí, soñé que estaba en la cocina de mi anterior casa y que él llegaba...―suspiró mientras veía a los lados, asegurándose de que nadie lo escuchara―Quiero seguir hablando, pero creo que me sentiría más cómodo en el departamento ¿Sí?

Jungkook asintió rápidamente, tomando finalmente una mano del menor y dándole un apretoncito cariñoso.

―Claro que sí, no te preocupes.

La comida llegó finalmente y comenzaron a comer, Taehyung sintiendo mucha hambre de repente y comiendo gustosamente, haciendo que el alfa sonriera encantado, porque estaba ansioso de poder ver a Taehyung de mejor forma física, sin que sus brazos se vieran tan delgados y que sus pómulos se marcaran exageradamente.

― ¿Soobin come antes de salir de casa? ―preguntó mientras dejaba su plato vacío sobre la bandeja en la que les habían llevado la comida.

―Sí, le hago el desayuno para que no gaste mucho de su dinero en el instituto. Normalmente sale tarde y compra el almuerzo allá, pero como está en temporada de exámenes sale más temprano y podemos comer juntos.

― ¿Es por eso por lo que tienes tanta experiencia con la cocina casera?

―Sí, en realidad aprendía a cocinar lo básico por mí mismo, pero después mejoré por Soobin, porque no quería darle lo mismo todos los días―dejó su plato sobre la bandeja igualmente, limpiándose la boca con una servilleta―Es muy agradecido, pero igualmente no quería que se aburriera de mis comidas.

―Eso es muy lindo de tu parte, eres un gran hermano―lo felicitó, el mayor sintiéndose halagado.

―Gracias, me esfuerzo por ser bueno con Soobin―sonrió con un sonrojo― ¿Nos vamos?

―Sí, vamos.

Se subieron nuevamente a la camioneta y Taehyung tenía un dolor en su pecho que no comprendía del todo a qué iba, pero se había formado cuando no pudo seguir comentándole a Jungkook sobre sus pesadillas, como si el dolor no hubiera logrado salir correctamente y ahora lo estaba molestando en su pecho.

Tenía ganas de decirlo y probablemente se soltaría a llorar como un bebé cuando lo dijera, pero en realidad necesitaba soltarlo.

―Bien, no tenemos cuarto para invitados, pero tengo dos opciones y puedes elegir la que más te guste―dijo Jungkook de repente mientras se estacionaban en el parqueo del edificio, para poder bajarse―Tienes disponible mi habitación, con mantas nuevas y todo limpio o puedo prepararte el sofá cama, que, aunque se escuche incómodo, en realidad no lo es para nada.

Normalmente no dudaría en darle su habitación al menor, pero sabía que aquello podía generar un conflicto en el menor, en especial si no le brindaba más opciones, por lo que era mejor presentarle aquellas opciones.

― ¿Dormirías bien en el sofá cama? ―preguntó ligeramente inseguro.

―Sí, como te digo, es bastante cómodo hasta para dormir―explicó, porque aunque el menor sabía que era cómodo para estar un tiempo, muchos dejaban de ser cómodos al tiempo de estar acomodados sobre ellos―Tú eliges, dime rana y yo salto.

El menor rio ante aquello.

―Bueno, puedo dormir en el sofá, gracias por preguntarme hyungie―agradeció con una sonrisa.

―No es nada.

Llegaron finalmente al departamento y Bam corrió emocionado hasta la puerta, instintivamente, Taehyung se escondió detrás de Jungkook por el susto, ya que se había acercado de repente lo había sorprendido.

―Tranquilo Bamie, asustas a Taehyung―le pidió con voz dulce mientras le acariciaba las orejas, el cachorro colocando sus patas delanteras sobre el rostro contrario, haciendo que Taehyung jadeara atemorizado.

Ya no le tenía miedo a Bam, pero cuando estaba en su tamaño normal y estaba más tranquilo. Cuando hacía ruidos extraños y gruñidos mientras se agitaba de forma violenta le seguía aterrando.

―Lo lamento, es solo que está emocionado, seguramente sintió tu olor―le dijo para calmarlo, el omega colocando sus manos sobre los hombros contrarios y asintiendo, viendo al cachorro sobre el cuerpo contrario―Se calmará, no te preocupes.

―Sí, yo espero.

Bam logró calmarse un poco y bajó sus patas delanteras del cuerpo contrario, en ese momento olfateando mientras movía su cola de lado a lado, pasando por las piernas del mayor para poder olfatear las piernas de Taehyung, haciendo que el omega sonriera pequeño y comenzara a alejarse poco a poco del contrario.

―Hola bonito, lo siento, pero me sigo asustando fácilmente―habló mientras se agachaba para poder darle cariños a Bam, quien aceptó con gusto los mimos, cerrando sus ojos y moviendo la cola de lado a lado sin parar―Es que tu tamaño me asusta.

―Te dejé las chanclas de goma que usaste en tu visita anterior, si prefieres algo distinto, puedes pedirlo y lo conseguiremos―le dijo Jungkook, haciendo que el menor asintiera, viendo las mencionadas y levantándose.

―Estas están muy bien, hyung. Gracias―se quitó sus zapatos y las colocó en la zapatera, colocándose las chanclas de goma.

Entró al departamento y dejó su mochila sobre el sofá que sería su cama esa noche y vio al mayor llegar hasta él.

―Puedes cambiarte en el baño que está aquí y yo me cambiaré en mi habitación, ropa cómoda―sugirió, el menor asintiendo mientras abría su maleta, para poder sacar la ropa― ¿Trajiste un abrigo? El día está helado y según el pronóstico estará más frío en la tarde.

El menor revisó rápidamente, solamente encontrando ropa normal y la cómoda, viendo al mayor con el labio inferior entre sus dientes.

―Pronto tendrás una colección de mis suéteres en casa, pero no te angusties, yo te traigo uno―lo consoló con una sonrisa, haciendo que el omega asintiera con un ligero sonrojo.

Jungkook debía admitir que no se había fijado en el pronóstico para nada, simplemente sentía frío y sabía que el menor lo sentía más y que probablemente en el transcurso del día fuera peor. Pero lo que realmente le había ofrecido eso era porque le gustaba ver al menor con su ropa, en especial por la diferencia de tallas, por lo que era más un ofrecimiento por ternura propia.

Regresó rápidamente con un suéter de color negro, el menor extendiéndolo y jadeando enamorado al verlo, ya que tenía un dibujo de un gato en el medio, no siendo algo caricaturizado, sino un estilo más moderno.

― ¡Oh! Tienes ropa muy bonita, este suéter me gusta mucho―chilló emocionado, sabiendo que tendría que devolverla, pero no pudiendo ocultar su gusto por la misma.

―Pues ahora es tuya, de nada―antes de que el menor pudiera quejarse, Jungkook corrió a su habitación para no darle la oportunidad.

― ¡Hyung! ―bufó, viendo cómo la puerta se cerraba, sin recibir respuesta a su queja.

Soltó una risita mientras veía la prenda nuevamente, abrazándola contra su cuerpo y sintiendo su cuerpo cosquillear al sentir el aroma del alfa, cerrando sus ojos como una colegiala enamorada.

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