ღ09

💔

―Todo lo que sientes es completamente válido y sé que anteriormente se intentaba quitar mérito a tus emociones, pero ahora te das cuenta de que las cosas no son así y de que tú vales más de lo que crees.

Taehyung se encontraba con su psicóloga en ese momento, quien también ayudaría al proceso de la denuncia, para encontrar aquellas huellas que Hanju había dejado dentro de él, siendo estas de apoyo para demostrar que la violencia había sido legítima.

―Yo, creo que lo veo mejor ahora. Pero hay momentos en los que siento que estoy siendo demasiado exagerado e incluso a veces siento que mis amigos lo piensan y me abruma―confesó, haciendo que la beta asintiera, comprendiendo perfectamente a lo que el chico se refería.

―Todos esos pensamientos intrusivos son comunes, fueron años de malos tratos y daño psicológico que marcaron fuertemente en ti. Sin embargo, es importante recordar que estas inseguridades se basan en el temor de ser una carga...

Una semana había pasado desde el día de las hamburguesas, tiempo en el que Taehyung se había estado sometiendo a múltiples pruebas para el juicio y la validación de la denuncia. El omega sabía que el proceso era necesario y al principio no estaba del todo a gusto, pero hasta ese momento no estaba arrepentido.

Se sentía un poco mejor al poder expresar sus emociones a alguien que no pertenecía a su círculo, porque aquello no podía hacerlo con nadie más, no porque no confiara en ellos, sino que sentía que colocaría más presión sobre ellos y no era la idea.

No era fácil expresar todo, pero con lo que había contado se sentía más liviano.

―Bien, es todo por hoy ¿Tienes alguna pregunta del proceso? ―consultó como en todas las sesiones, normalmente el omega diciendo que no tenía dudas, pero ese día sí las tenía.

―Uh, sí. Pero en realidad son sobre el juicio―la psicóloga asintió, escuchando atentamente―Yo tengo miedo de no hacer las cosas bien, realmente no sé cuál tendrá que ser mi intervención en todo ese tiempo y no quiero entrar en pánico. Puede que ahora esté tranquilo, pero es porque no lo he visto en persona hace tiempo y sé que no puede acercarse, pero ese día, él estará ahí.

―Realmente es inevitable el que no sientas miedo ese día, en especial que, como dices, no lo has visto hace tiempo y hacerlo te traerá más recuerdos de los que quieres retomar. Pero vamos a practicar ese día los ejercicios de respiración que hemos implementado y debes recordar que su presencia ese día debe ser solamente un recuerdo de lo que fue y una esperanza de que no volverá a ser.

Jimin era quien normalmente iba a recogerlo a sus citas en el psicólogo, pero ese día no podría ir por él, ya que tenía exámenes. Por lo que había dicho que podía ir al departamento por su cuenta.

Aún no se sentía del todo seguro con eso, pero quería darse la oportunidad.

―Muchas gracias, nos vemos el lunes―se levantó de la silla y dio una reverencia, la mujer devolviéndola un poco más pequeña.

―Nos vemos, ve con cuidado.

Tomó su maleta y se colocó el gorro de pescador que Jungkook le había regalado, siendo su favorito, en especial porque parte de su rostro no se veía y eso lo hacía sentirse más seguro por las calles.

Días atrás había dicho que se sentía un poco incómodo al andar por la calle solo, en especial porque tenía toparse con alguien que conociera su ex y le comentara que andaba sin compañía, por lo que Jungkook le había regalado uno de esos gorros de pescador para que pasara más por desapercibido.

Al principio pensaba que se veía muy extraño, porque jamás había utilizado algo como eso, pero después de un tiempo terminó por acostumbrarse y realmente le había encontrado el gusto.

Incluso le hacía gracia cuando Jungkook llegaba al departamento con uno o cuando se veían fuera y ambos mantenían esos sombreros.

Le gustaba sentirse apoyado hasta en las cosas más pequeñas, por lo que no había podido dejar de agradecerle a Jungkook.

Había comenzado a retomar las clases en la universidad, realmente tenía muchas cosas acumuladas a las cuales atender, pero poco a poco lograba salir de ellas. Ese día sería el primero que iría de forma presencial nuevamente y se sentía listo.

O al menos quería pensar que se sentía listo.

Tenía que ir al departamento para arreglarse y después ir a la universidad, por lo que sus ánimos podían bajar considerablemente ante la pereza.

Las curaciones eran solamente una vez a la semana en ese entonces y debía admitir que se sentía un poco frustrado, ya que no veía a Jungkook de forma regular como antes. No es que lo extrañara precisamente, sino que su presencia siempre era agradable.

Aunque la verdad a eso se refería normalmente cuando se habla de extrañar a alguien, pero no lo admitiría con esas palabras en ese momento.

En su camino, sacó su celular, viendo que tenía mensajes de Jungkook.

Jungkook:

Realmente yo también sentiría pereza de tener que hacer eso, así que no te culpes, no eres el único.

Pero puedo ir por ti cuando estés listo, de hecho, me queda de paso el edificio y así no tendrás que tomar el transporte público dos veces.

07:16 am.

¡Hyung!

No quiero ser una molestia, de verdad. No es necesario que vengas por mí, pero gracias.

Lamento contestar hasta ahora, acabo de salir de mi cita con la psicóloga.

7:46 am.

Jungkook:

No te preocupes, sé que tienes la cita a esa hora.

No es una molestia, pasaré por ti cuando me aviases.

De hecho, no. Pasaré a tu departamento en veinte minutos, porque si te dejo el trabajo de avisarme, no lo harás y me dejarás plantado de una forma distinta a la habitual.

7:48 am.

No te dejaría plantado :c

Pero bueno, realmente mis palabras no harán que no vengas, así que te espero.

7:50 am.

Sonrió al terminar de escribir y guardó nuevamente su celular en el bolsillo, para poder retomar su camino.

Sería mentira decir que su vida había mejorado en todo ese tiempo, que todos los miedos e inseguridades lo habían abandonado, porque era una completa mentira. Solamente estaba intentando dar lo mejor de sí y llevar las cosas lo mejor posible, escondiendo en muchas ocasiones lo que sentía en realidad.

Sus problemas con el sueño habían empeorado considerablemente, en especial porque ahora las pesadillas eran muy recurrentes y cuando estas aparecían, no podía retomar el sueño en toda la noche. Lograba dormir máximo cuatro horas todos los días, siendo ese un día bueno, pero en la mayoría terminaba viendo vídeos en la tablet que Jimin le había prestado para sus deberes.

Claramente no se lo ocultaba a su psicóloga, pero a sus amigos sí.

Maquillaba con cuidado sus ojeras, para que no se notara tanto que estaba muerto en vida, no importándole el tener que maquillarse por la mañana antes de salir de su habitación, porque de igual forma no podía conciliar el sueño.

Sentía que no prestaba atención y las tareas no le quedaban como desearía, por lo que había comenzado a consumir bebidas energéticas.

Cuando llegó al departamento, se lanzó sobre su cama con pereza, no teniendo nada de ganas de ir a la universidad, pero sabiendo que tenía que retomar su normalidad en cuanto a las clases, en especial porque comenzaba a agobiarse al estar en el departamento todo el día.

Sonrió cuando el gatito macho, llamado Miu, comenzó a restregar su cabeza en su mentón, haciendo que le dieran pequeñas cosquillas y que cerraran los ojos.

―Miu, tengo mucho sueño―se quejó, comenzando a acariciarle las oreja―No me da sueño en la noche, pero por las mañanas sí―Es frustrante, pero aún no quiero consumir los medicamentos, me da miedo.

Antes de continuar sus citas con la psicóloga, Taehyung había pasado con un psiquiatra, quien le recomendó unos medicamentos que le ayudarían con sus problemas del sueño y unos antidepresivos que serían controlados por Jimin y Yoongi, los cuales por el momento no estaba consumiendo, pero que habían sido recetados para cuando el psiquiatra lo viera adecuado.

Tenía las citas con el psiquiatra una vez al mes y con la psicóloga una vez a la semana.

La psicóloga era parte del proyecto de apoyo de la universidad, por lo que no pagaban nada a ella, solo al psiquiatra.

Le daba miedo consumir las medicinas para dormir, porque sabía que su alimentación en esos momentos no era la mejor, además de que había tenido malas experiencias con las pastillas anteriormente y no quería que en un ataque de ansiedad le diera por consumir el bote completo.

― ¿Crees que es mejor que ellos me den mis medicinas para el sueño también? Así no habría riesgo de que me las tome en un golpe de estupidez―le seguía hablando al minino, quien mantenía sus ojos cerrados ante las caricias, ronroneando como un pequeño motor.

Las pesadillas eran lo que más le molestaban, porque en ellas recreaba todos los momentos horribles que su mente consciente buscaba eliminar. También tenía pesadillas en donde Hanju terminaba matando a sus amigos y llevándolo con él a la fuerza, para después matarlo a él.

Despertaba sudado, con la piel fría y los ojos inundados en lágrimas, era una sensación horrible y en ocasiones prefería no volver a dormir, para que esas pesadillas espantosas no regresaran a él.

Siempre que salía de casa se sentía perseguido, cuando se quedaba en el departamento solo colocaba el seguro en todos lados, desde las ventanas hasta la puerta principal. Temblaba de miedo cuando escuchaba un ruido extraño y en ocasiones llamaba a alguno de sus amigos para poder revisar el lugar y saber el origen del ruido.

Su cabeza dolía constantemente, su mente maquinaba pensamientos negativos todo el día y su cuerpo le gritaba que necesitaba descansar, pero ante el temor de las pesadillas, no se permitía dormir correctamente.

Nada de eso se había eliminado, sino todo lo contrario. Por lo que, el salir solo a la calle era un avance considerable, pero no era el único problema que mantenía antes.

Su marca seguía siendo una molestia y día a día se colocaba más oscura, siendo eso lo normal dentro de un lazo roto. Su cuerpo seguía siendo demasiado delgado, diciéndole que tenía que asistir al nutricionista, pero no yendo porque ya era mucho dinero.

Los huesos de su torso se notaban sin dificultad y su fuerza era nula, por lo que era propenso a enfermarse con facilidad.

Sus amigos eran su punto de apoyo más grande y realmente, el único que tenía.

En medio de pensamientos angustiantes, no se dio realmente cuenta cuando cayó dormido. Miu manteniéndose a su lado y dándole un poco de confort en medio de su sueño.

Por lo que, cuando Jungkook llegó quince minutos después, se sintió algo confundido al no tener una respuesta al otro lado de la puerta, por lo que se tomó la libertad de colocar el código de la puerta y entrar al departamento.

Dejó sus zapatos en la entrada y mientras tanto examinó el lugar, notando que todo estaba preparado como para que alguien estuviera en casa.

Llegó silencioso a la habitación y vio al castaño acomodado en su cama, completamente dormido y con el minino entre sus brazos, quien también parecía estar gozando de una buena siesta.

―Sabía que no estabas durmiendo correctamente―susurró, tomando la manta caliente que el menor tenía en una esquina de la cama, estirándola con cuidado para colocarla sobre el cuerpo del menor―Puede que los chicos te conozcan más que yo, pero aún no saben detectar cuando mientes.

Jungkook sabía que su alfa y el omega de Taehyung se habían llevado muy bien, ambos congeniando en una relación silenciosa, especialmente porque el lobo omega estaba demasiado lastimado como para interaccionar correctamente con el de Jungkook. Además de que los supresores eran una barrera considerable, que no les permitía conectarse de forma adecuada.

Pero Jungkook lo sabía, su alfa era bastante claro en cuanto a la tranquilidad que quería brindarle al lobo de Taehyung, quien se rehusaba a comunicarse con su humano ante lo dañado que se sentía.

No sabía realmente a qué se debía esa conexión, pero quería ayudar al omega castaño de cualquier forma posible, por lo que no cuestionaba y simplemente seguía lo que sentía.

Salió de la habitación con una pequeña sonrisa y cerró ligeramente la puerta, no sin antes apagar la luz.

Sacó su celular y dejó su maleta sobre el sofá, para poder entrar a la cocina. Marcó un número de sus contactos y apegó el celular a su oreja, rebuscando entre la nevera para ver qué cocinar.

―Hola, soy Jeon Jungkook, el estudiante de medicina que está realizando las curaciones al lazo roto del estudiante Kim Taehyung―se mantuvo callado por uno segundos―Sí, quería notificarle que Taehyung ha comenzado a consumir sus medicamentos recetados por el psiquiatra, por lo que ha dado un brote de efectos secundarios que lo han dejado realmente cansado, por lo que no podrá asistir a sus clases de hoy.

Se sentía como un padre justificando las faltas de su hijo, pero la encargada del programa había dicho que tenían que informarle de todo lo relacionado a el proceso y lo académico.

―Oh, entiendo. Entonces creo que es una coincidencia afortunada, será un alivio para él para cuando despierte, no quería perderse la clase de hoy―sonrió, dejando las verduras dentro de un colador, para poder lavarlas―Sí, yo me iré dentro de poco, ya que tengo que ir a la consolidación de mi récord mensual sobre las prácticas, pero Taehyung no se quedará solo.

Asintió, aunque la mujer no podía verlo.

―Muchas gracias y trabajaremos en el tema del celular, entiendo que es una dificultad de comunicación y lo vamos a solucionar. Sí, adiós.

Quitó el celular de su oreja y colgó la llamada, sintiéndose aliviado.

Le habían dicho que la clase de Taehyung se había cancelado, por lo que no tenía que ir. Aquello se había notificado en el grupo de la clase, pero como el omega no tenía teléfono, no podía ver los mensajes. Por lo que tenían que solucionar aquello de alguna forma.

Hizo un platillo rápido, dejando incluso más comida en herméticos para que el menor pudiera calentarlos otro día, dejándolos en la nevera.

No se iría sin decirle a Taehyung lo que le habían comentado de la clase, pero tampoco podía quedarse demasiado tiempo.

Sin embargo, un omega tembloroso se acercó lentamente a la cocina, el mismo sobresaltándose cuando lo encontró ahí, notando que su presencia lo había asustado.

―Buenos días, hubieras descansado un poco más―lo saludó con una sonrisa, el castaño jadeando aliviado, para después entrar a la cocina con timidez.

―Y-Yo escuché ruido y me asusté―confesó apenado, viendo con ojos redondos toda la comida que el mayor había preparado, sintiéndose hambriento de golpe.

―Lo lamento, es solo que te vi dormido y no quería despertarte. Por cierto, antes de que te preocupes, llamé a la universidad y me dijeron que tu clase de hoy fue cancelada, por lo que no hay problema de que no vayas―aquello hizo que Taehyung suspirara aliviado, porque casi le daba algo al despertarse y ver la hora―Te dejo algo para que comas, me tengo que ir.

Taehyung apretó los labios con nervios, viendo a los lados mientras apretaba los dedos de los pies, no queriendo que el mayor se fuera y que lo dejara solo.

― ¿No puedes quedarte? ―preguntó con voz baja, viendo a Jungkook quitarse el delantal que había usado.

―No puedo, lo siento. Es que tengo que ir a la universidad para que revisen mi registro mensual de las prácticas en el hospital. No tardaré nada, por lo que puedo venir después de eso―sonrió, notando lo asustado que el menor estaba, notándolo desde que se sobresaltó al verlo―Así puedes aprovechar para descansar un poco.

―No me gusta dormir cuando estoy solo, me da miedo―confesó, siendo completamente sincero―Me da miedo cuando estoy solo, pero cuando estoy cansado, todo es peor.

Jungkook sintió mucha pena en ese momento por el menor, por lo que no podía dejarlo solo, su lobo y él mismo jamás se lo perdonarían.

― ¿Quieres acompañarme? Puedes quedarte en mi auto mientras voy, dejaré el aire acondicionado y puedes poner música si quieres―ofreció, haciendo que el castaño sonriera esperanzado, asintiendo sin pensárselo demasiado.

― ¡Sí, por favor! Iré a colocarme ropa más cómoda, seré rápido―chilló, como si fuera un niño al cual le habían dicho que lo llevarían al parque de diversiones.

―También trae tus medicinas para el sueño, la tomarás cuando vengamos de regreso, para que así hagan efecto cuando estemos aquí de nuevo―dijo en alto, haciendo que el omega se sorprendiera por eso, regresando a la sala con una mueca de confusión.

― ¿C-Cómo sabes que tengo medicinas para eso?

―Porque es imposible que tengas un sueño tan malo y que hayas salido de la cita con el psiquiatra sin medicamentos para eso―Taehyung apretó los labios, pero le tendió el bote blanco con las pastillas.

―Eres muy inteligente, no me gusta.

Después de compartirse una sonrisa más, ambos comenzaron a prepararse para salir y después comerían lo que Jungkook preparó.

El omega sabía que era una tontería y que seguramente se hubiera visto como un miedoso, cosa que no era cierta, pero eso consideraba. Pero se sentía tan feliz de que el mayor no lo cuestionara, sino que lo comprendía sinceramente y le brindaba su apoyo sin necesidad de pedirlo.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top