Era una nueva mañana en la isla; el cielo se encontraba oscuro a causa del horario de las seis en punto, sin embargo en los dormitorios la luz inundaba los pasillos, las habitaciones y comedores debido a que todos los alumnos se encontraban alistándose para recibir sus primeras clases.

-Un nuevo día, una nueva aventura dijo Yugi mientras se miraba.

Después de haber terminado de alistarse, este joven bestia una playera de color negro, unos jeans del mismo color acompañado de una chaqueta amarilla con franjas blancas, la cual todos los duelistas que pertenecían a los Ra amarillos utilizaban  para diferenciarse de los demás de dormitorios o rangos por así llamarlo.

-Bien creo que será mejor que vaya a desayunar, pero antes de retirarme creo que será mejor guardar el tesoro de Yami pensó mientras guardaba en una cajonera la carta del Mago oscuro, para después de aquel acto proceder ir al comedor de los Ra.

***

Mientras tanto en el dormitorio de los obeliscos azules, David aún se encontraba un poco somnoliento a causa del brusco cambio de horario y su extraño sueño que no lo dejaba en paz, así que con gran esfuerzo se sentó en su cama a tratar de recobrar más fuerzas, hasta que a su mente nuevamente vinieron varias escenas del sueño.

-Cómo es posible que continúe soñando aquella pesadilla que me impide dormir tranquilamente, simplemente no lo comprendo -pensó mientras miraba fijamente la cobija que cubría sus piernas.

Después de aquel pensamiento aquel joven acudió al baño para darse una ducha,  para que al terminar comenzará a vestirse, peinarse el cabello y perfumarse. Al concluir esté bestia una playera negra junto con unos jeans del mismo color, acompañado de una chaqueta azul marino con franjas blancas la cual todos los duelistas que pertenecían a los Obeliscos azueles utilizaban para resaltar su rango. Una vez que David estaba completamente listo se miró al espejo para revisarse una cicatriz que tenía en la parte trasera del cuello.

-Ya solo es una pequeña cicatriz, supongo que ya no tardará mucho en desaparecer por completo pensó al momento de mirarse al espejo mientras sostenía su cabello con la mano derecha, ya que esta marca era ligeramente cubierta por su cabellera azul celeste.

En ese momento sin dar aviso de su llegada, Zane entro a la habitación del joven ruso para informarle que era hora de partir.

-David tenemos que ir al comedor a desayunar, sino se nos hará más tarde -dijo el joven de cabellera larga azul marino.

-Tranquilo ya estoy listo, solo me estaba revisando una pequeña cicatriz que tengo desde hace seis años.

-¡Una cicatriz! ¿Pues qué fue lo que te sucedió David? -expreso un tanto sorprendido, ya que no es común que ese tipo de heridas sucedan.

-Solo te puedo decir que según mis padres me caí de un caballo y me golpee cerca de la nuca hace seis años que fuimos de vacaciones, para entonces yo tenía diez años de edad, pero para serte franco yo no lo recuerdo.

-Entonces estas vivo de puro milagro.

-Si así se le puede llamar, entonces creo que si Zane.

-Vaya, bueno David bajemos al comedor a desayunar para después retirarnos al salón de clases, al parecer el primero en darnos clase es Banner.

-Tienes razón Zane, así que andando dijo para después de ello proceder a dirigirse al comedor  para comenzar a desayunar.

Pasaron las horas, para entonces ya eran las 7:30am, por lo que a dicha hora todos los alumnos de aquel instituto se dirigieron a sus respectivos salones a tomar su primera clase. Yugi quien se encontraba pensativo a causa de la cruel indiferencia de David, caminaba sin comprender porque se sentía tan triste y herido.

-No comprendo porque me ha marcado tanto el rechazo David, pero gracias a ese episodio ahora comprendo el dolor que le cause a mis amigos cuando los rechacé -pensó.

David quien caminaba junto con Zane en el pasillo principal se toparon con el joven de Domino a quien conocían como el legendario rey, quien tenía la mirada distraída y pérdida a causa de los diversos recuerdos de su pasado. David quien noto tanta distracción aprovecho el momento para causar que Yugi tropezara con su pie.

-¡aaaah! grito mientras caía al suelo.

David continuo caminando junto con Zane como si no hubiera pasado nada, sin en cambio el pequeño Yugi no se quedó callado ante tal acto.

-¡Qué te pasa! ¿Por qué me pusiste el pie David? grito aquel adolescente mientras se levantaba.

David al escuchar aquellas palabras sonrió y encaro a Yugi sin miedo a lo que aquel chico fuera decirle.

-Lo lamento tanto Yugi, no me di cuenta que estabas ahí ya que al igual que tú también iba distraído dijo con seriedad y sarcasmo en su voz con la intención de burlarse de Yugi.

Después aquellas palabras David se retiró de aquel lugar para continuar su camino, mientras que Yugi solo observaba a David con nostalgia y tristeza, ya que éste le recordaba tanto a su fallecido hermano.

-Si Yami estuviera a mi lado me hubiera defendido de David. Vaya al parecer el día de hoy me he dado cuenta de todo lo que perdí a causa de mi actitud infantil pensó nostálgicamente mientras veía como aquel joven ruso se alejaba del pasillo.

Yugi continúo su camino hasta llegar al salón de clases. Una vez en dicho lugar tomo asiento en la parte media, mientras que David junto con Zane se encontraban sentados en la parte de superior del aula, ya que esta era una especie de auditorio.

-¿Por qué te cae mal Yugi Muto?  le pregunto Zane a David quien se encontraba un poco pensativo.

-No sabría explicarte Zane, lo único que sé es que en esta academia no hay lugar para los dos dijo un tanto egoísta mientras ideaba un plan para provocar que Yugi abandonara la academia.

-Te ayudare en tus planes David, solo dime que debo hacer y lo haré.

-Gracias Zane pero no creo necesitar tu ayuda, pero si la llegara a necesitar te la pediré respondió con un poco de seriedad.

-Como quieras David, solo recuerda estoy para ayudarte en todo.

Mientras que ambos jóvenes dialogaban, Yugi no podía dejar de pensar en Yami, en sus amigos y en David, quien extrañamente le tenía un gran odio.

-Todo por querer estar solo perdí lo más valioso que tenía, perdí a mis amigos, a mi hermano y a mi protector. David se parece tanto a mi hermano pero sin en cambio son tan diferentes, David es una persona fría y llena de rencor, mientras que Yami era una persona valiente, gentil y protectora a la cual prácticamente yo asesine pensó tristemente.

Yugi no pudo contener su dolor y tristeza que involuntariamente derramo algunas lágrimas en su libreta. Después de aquel pensamiento pasaron algunos minutos que dieron paso al inicio de clase impartida por el profesor Oswald Fudou, quien impartiría la materia de diseño de cartas de duelo de monstruos.

-¡Buen día jóvenes! -dijo aquel profesor con entusiasmo al momento de entrar al aula.

-Buenos días profesor contestaron en coro todos los presentes.

-Yo soy el profesor Oswald Fudou y seré su profesor de diseño de cartas del duelo de monstruos, si lo recuerdan esta academia los prepara para trabajar en grandes empresas dedicadas a la ingeniería en duelo de monstruos y tecnología innovadora como Kaiba Corp.

Los alumnos al escuchar al profesor se emocionaron ya que muchos deseaban trabajar junto con Maximillian Pegasus en la creación de nuevas cartas.

-Bien, necesito ver sus habilidades artísticas para evaluarlos y ver que tanto necesitamos trabajar con ustedes, así que cada uno de ustedes se va a autorretratar en el lienzo de 10x10cm que tienen en sus escritorios. No hay pretexto alguno para no entregarme su trabajo ya que en sus escritorios tienen todo lo necesario, así que comiencen -ordeno para después de ello proceder a tomar asiento en sus escritorio.

Los alumnos al escuchar la orden comenzaron a trabajar con el cuadro que había pedido el profesor Fudou, aunque la mayoría no eran muy buenos artistas. Sin en cambio David y Yugi eran excelentes ya que desde una edad muy temprana ya lo practicaban.
Yugi al comenzar a dibujar su rostro recordó un momento tan alegre que de pequeño compartió con Yami, donde dicho recuerdo causo alegría y una gran sonrisa en su semblante.

..RECUERDO

-¡Yugi, ya no te muevas! -exclamo un joven de mirada sería pero semblante alegre, de cabello tricolor, ojos color violetas, piel blanca y de aproximadamente ocho años de edad.

-Es que no me acomodo en donde tú me colocaste Yami, siento que no me veo.

-Claro que si te vez Yugi, ahora acomódate bien que si no ahora si vas a salir mal en la fotografía y por tanto también en mi pintura.

-Pero no es justo, si tú vas a tomar la fotografía no vas a salir  y tú también eres parte de esta familia  dijo molesto aquel joven de siete años de mirada tierna e inocente.

-En eso tiene razón tu hermano hijo mío -dijo la madre de ambos jóvenes.

-Pero entonces ahora como le hago.

-Creo que conozco la solución de este problema -dijo el abuelito Solomón con alegría.

Solomón tomo de un armario el tripie de la cámara fotográfica para colocarla en un lugar adecuado, para después de ello proceder a programar el disparo en diez segundos la cual tomaría la fotografía automáticamente.

-¡Digan quesito! –dijo el abuelo Solomón.

-¡Quesito! dijo la familia en coro.

La cámara automáticamente tomo la fotografía de la familia, para que enseguida apareciera el pedazo de papel fuera de la cámara con la imagen.

-Toma Yami ahora si esta toda la familia,  así que tómala y comienza con tu obra pequeño picazo dijo el anciano mientras le daba la fotografía a su pequeño nieto.

-De acuerdo abuelito dijo Yami alegre mientras tomaba la fotografía.

Yami comenzó a pintar mientras que su familia solo observaba como lo hacía. Después de varias horas Yami concluyo su obra maestra para proceder a mostrar su cuadro a la familia.

-Eh terminado familia cruzo los brazos y observo su pintura con satisfacción.

-¡Qué hermoso cuadro Yami! -dijo al mismo tiempo toda la familia del pequeño Yami Muto.

-Si verdad levantando sus manos en modo de satisfacción y alegría.

En ese momento el pincel que traía en su mano derecha salió volando en el aire, por lo que al descender cayó en Yugi provocando que le pintara su ropa y su mejilla.

-¡Yami! Nada más deja que te atrape grito para iniciar un jugo con Yami.

-Pues atrápame si puedes hermano respondió alegre mientras corría por la casa intentando atapar a Yami para pintarle la mejilla con el pincel.

...FIN DEL RECUERDO...

Yugi termino de recordar aquel mágico momento que había sido tan especial para él y su familia; estaba inspirado a causa de dicho recuerdo que en segundos comenzó su autorretrato. Mientras tanto David ya iba bastante adelantado con su pintura que solo le faltaba un pequeño detalle para concluirlo.

-El color de mis ojos son de color violeta, pero no tengo color violeta así que tendré que combinar los colores pensó el joven ruso con bastante seriedad.

David comenzó a combinar colores y una vez listo pinto el último detalle de su cuadro, pero al concluir no sintió la gran emoción que siempre sentía cuando dibujaba o pintaba cartas o personas.

-Por alguna razón siento que acabo de pintar a otra persona y no a mí, pero ¿por qué? Yo me veo en el espejo y soy idéntico al cuadro que acabo de pintar, pero simplemente no me siento satisfecho pensó mientras tocaba ligeramente su pintura.

En ese momento David observo nuevamente su cuadro, donde su mente y su visión optaron por jugar con el mostrándole por un pequeño lapso de tiempo un rostro completamente diferente al que había pintado, un rostro muy similar a de Yugi. David al ver tal rostro no pudo creerlo que prefirió cerrar sus ojos y tratar de calmarse.

-Estoy enloqueciendo, lo que vi solo tuvo y tiene que haber sido una alucinación pensó.

Después de aquel pensamiento volvió a abrir sus ojos para observar nuevamente su pintura, la cual estaba tal y como la había pintado. Se encontraba bastante asustado ya que jamás le había sucedido algo por el estilo.
Pasaron algunos minutos por lo que ya se encontraba más tranquilo, así que se dirigió al escritorio del profesor Fudou para avisarle que ya había terminado su pintura, pero al caminar hacia abajo paso por el lugar de Yugi quien estaba bastante concentrado.

-Eres un niño patético Yugi Mutopensó un tanto molesto aquel joven de cabello azul celeste.

David miraba con rencor a Yugi como si este joven le hubiera hecho mucho daño en el pasado, así que sin pensarlo lo empujo discretamente provocando que el rostro del joven de domino fuera a dar a su pintura. Yugi retiro su rostro del lienzo, pero al levantar la mirada su cara estaba cubierta de pintura de diversos colores.

-Vaya Muto, acaso no sabes que los lienzos se pintan con pincel y no con la cara jajaja dijo David mientras se burlaba del legendario rey de los duelos.

Todos los alumnos al escuchar las palabras de David fijaron su vista en Yugi, por lo que al verlo pintado de payaso comenzaron a carcajearse y a burlarse de él. Yugi al escuchar las risas de sus compañeros derramo lagrimas ya que era demasiada la vergüenza que sentía en ese momento.

-¡Ya basta! grito con fuerza y con algunas lágrimas en los ojos.

Aquellos duelistas ignoraron a Yugi ya que continuaron riéndose de él, acción que no pudo soportar más por lo que prefirió abandonar aquel lugar para dirigirse a su alcoba.

-¡Por qué a mí me tiene que pasar todo lo malo! grito aquel joven mientras lloraba de furia en su cama.

Después de aquel grito se levantó de la cama y acudió a lavarse la cara, para después de ello sentarse en una silla para contemplar al Mago oscuro de Yami.

-Hermano mío, ahora me doy cuenta que siempre he necesitado de tu protección dijo tristemente al mirar al Mago oscuro, quien era el único vínculo con él.

Mientras tanto en el salón de clases, David se encontraba muy complacido por lo sucedido con Yugi, ya que se limitó a sonreír disimuladamente.

-Solo espera un poco más Yugi Muto, porque esto solo ha sido el principio de tu tormento pensó maléficamente.

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Ending: Takes me nowhere – The Offspring.

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Holaaa a todos espero que este capítulo les haya gustado. ¿Es el comienzo de tu tormento? ¿Logrará que Yugi abandone la academia? ¿Podrá en algún momento David saber porque su odio inexplicable hacia yugi? Bueno pues sigan leyendo esta fantástica historia.