Cap. 19
Las cosas regresaron a la normalidad, tengo mi cuerpo y Michael el suyo, todo está en orden. Además él y yo comenzamos a salir, juztamente hoy me invitó para ir al cine a ver una película. ¡¡Estoy tan emocionada!!
Claro, se pueden ver unos corazoncitos brillar en tus ojos cuando hablas de él. -Interrumpe Jonny pero no dejaré que arruine mi ánimo.
-No molestes, todo está bien.
Ah... no, no todo está bien. Nunca supieron quién ocacionó el incendio de la escuela y tampoco saben en dónde está Elliot.
-Son detalles insignificantes.
Hay algo que no me gusta.
-Basta. -sacudo mi cabeza para callarlo y me miro una vez más al espejo.
Tengo una musculosa gris con motivos de flores en el pecho, una falda de jeans y unas medias largas hasta las rodillas. Mi cabello solo suelo y con poco maquillaje.
-Ya estoy lista. -me digo sonriendo.
-¡Jane! ¡El chico de cabello raro vino a buscarte! -me dice mi mamá desde abajo.
-¡Ya llegó! -doy un salto y reviso que cada detalle esté bien.
Estas hermosa Jane, un principe violeta te espera.
-Que gracioso, Jonny.
Gracias.
Bajo las escaleras y Mike se encuentra hablando con mi madre -Hola. -digo aclarando mi garganta.
-Wau... Jane. -habla Michael sin apartar la mirada. Pero no me mira a los ojos, sino que está mirando mis piernas.
Maldito hormonal.
-¿Nos vamos? -dice él sonriendo.
-Sí. -asiento y me despido de mi mamá prometiendo que no volvería tan tarde.
-Te vez muy hermosa. -murmura Michael en mi oído. Justo antes de subir al auto, él me da una nalgada y me da una sonrisa pervertida.
¡¿Qué pretende es idiota?! ¡No puede tratarte así! -Dice Jonathan furioso.
-Cálmate, no fue tan malo. -lo traquilizo y suspiro.
Llegamos al cine y él estaciona el auto en un lugar un poco más apartado que los demás. Mike coloca su mano en mi cintura mientras caminamos pero su mano siempre quiere bajar un poco más.
¡¡Solo quiere sexo!! Lo se por la posición de su mano.
-No lo hace a propósito, no exageres.
¡¡Quiere tocarte el trasero, no estoy exagerando!!
-¿Estás bien? -me pregunta Michael.
-Sí. -sonrío y lo abrazo. Cuando ya estubimos en nuestros asientos en el cine, no puedo prestar atención la pelicula porque la mano de Michael quiere subir por mi pierna y meterse debajo de mi falda.
Haz que pare, ya es demasiado.
-Para Mike. -murmuro estando seria.
-¿Por qué? -él se acerca a mi cuello y deja un pequeño beso ahí -Te gusta ¿No?
-Voy a ir al baño un momento. -me pongo de pie y camino a paso rápido al baño.
Lo ves, actúa como pervertido violador de menores.
-No tiene sentido lo que dices, Jonathan. -niego mientras abro la canilla para mojar mi rostro con un poco de agua.
Quiero decir que actúa muy extraño.
-Tal vez ahora me trate con un poco más de respero. -pienso y cuando levanto mi vista hacia el espejo, doy un saltito al ver a Mike detrás de mí.
-Solo eres tú. -respiro con tranquilidad hasta que noto que él cierra la puerta con seguro.
¡¿Qué es lo que hace?!
-¿Qué estás haciendo? -pregunto un poco intimidada al ver su rostro, tan diferente y aterrador.
-Solo quiero que pasemos un momento a solas. -responde sonriendo de costado.
Antes de que pueda procesar lo que está pasando, siento mi espalda chocar contra la pared con azulejos del baño, Michael me sostiene de las muñecas y las lleva encima de mi cabeza, luego me inmoviliza con su cuerpo.
-No sabes las ganas que tengo de tenerte. -susurra en mi oído.
Trata de liberarte, esto es demasiado. -Dice Jonathan estado furioso.
Yo por mi parte, me siento asustada y confundida. Él, con su mano libre, comienza a tocarme y luego baja a mis piernas para empezar a subir lentamente por debajo de mi falda.
¡Haz algo!
-No puedo. -niego cerrando los ojos con fuerza.
Sino haces algo, yo lo haré.
En ese momento, le doy un arrodillazo en su humanidad obligándolo a que me suelte.
-¡Ah! -reprime un grito y me apresuro a salir del baño. Corro fuera del cine rápidamente pero una vez en la calle, no me muevo ni un paso.
Aléjate de él, es peligroso.
-Quiero ir a casa. -murmuro sentándome en el cordón de la calle.
Creo que fui un poco rudo. ¿Qué le pasa? No sólo son las hormonas.
-No lo entiendo. -digo negando.
-Jane... -escucho su vos a mis espaldas.
¡¡Corre, ahora!!
-Quiero hablar contigo. -habla y puedo notar que está ¿Triste?
Escucharé lo que tiene que decir y eso es todo.
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