Pedido por Dream_joestarwh
Tema: AU One Piece.

Bestia: Crocodile como cocodrilo y reader como gorrión.
Tipo de contenido sexual: normal.

Advertencia: este capítulo contiene contenido sexual. Si no te gusta este tipo de contenido, no sigas leyendo, aunque eso implique que perderás información de la historia.

CROCODILO Y GORRIONA

Sir Crocodile, conocido como el Rey de Arabasta, es respetado y odiado al mismo tiempo. Su avaricia es tan grande que consigue cualquier cosa con solo usar el chasquido de sus dedos. Realmente disfrutaba ver cómo la gente pobre se arrodillaba ante él pidiendo clemencia, ya sea por comida o por agua.

La naturaleza suya de cocodrilo le incitaba siempre a ser cruel. No siente compasión por ningún ser vivo.

El rey miraba desde su balcón su reinado, mientras fumaba su típico puro. Le gusta sentir el sabor de las hierbas en su boca. Un exquisito paladar. Tiene ganas de salir. Él tiene el poder para hacer eso; así que, llamó a sus sirvientes para que le consiguiera un traje adecuado. Quiere que todos le vean con respeto y miedo.

En definitiva, lo disfrutaba.

Crocodile caminaba con orgullo por las calles de Arabasta sintiendo las miradas de todos los pueblerinos de su reino. Él está con una sonrisa amplia mostrando que no teme a nada. Además, quien intenté matarlo, es inútil porque él posee una Fruta del Diablo que lo transforma en arena. Ningún arma funciona contra él.

Cuando sus ojos se desviaron a la izquierda viendo un pasillo y una chica observando desde las sombras, su mundo fue a cámara lenta. Estaba viendo un pequeño ángel caído del cielo, literal. Sus alas y sus plumas destacan que es una especie de ave. Tan descuidada y mal nutrida.
Una vagabunda hermosa.

Crocodile desvió su camino para ir hasta ella ante las atentas miradas de todos, incluida ella. Esa joven se encogió en su sitio por temor a que él levantase la voz o le dijera algo indebido. Es su rey. Debe respetarlo.
Ya enfrente, Crocodile analizó de pies a cabeza a la peli-(c/c). Definitivamente tenía que ser suya.

—Llevadla a mi castillo y aseadla como es debido —ordenó.

Eso sorprendió a más de uno. La joven ave no está entendiendo el comportamiento de su rey. A lo mejor lo decía porque olía mal. Nunca lo sabrá hasta descubrirlo.

Después del paso y del regreso al castillo, los sirvientes estaban bañando a la chica, quien hacía años que no se tomaba una buena ducha. Lo más raro de todo era que gente desconocida la estuvieran bañando, pero de una forma delicada, como si temieran cometer algún fallo y que el rey les dijese algo al respecto.

Un vestido elegante, un poco de maquillaje sin quitar su naturalidad y cabello peinado. Ella se vio al espejo y se sintió sumamente extraña. No se reconocía. Le costaba mucho apreciar su belleza de gorriona.

Una de las sirvientes le pidió que la acompañase porque el rey quiere que esté presente en la hora del almuerzo. ¿Para hacerle compañía? Seguramente es una burla. Siempre he escuchado que el rey es un verdadero tirano que no siente compasión con nadie. Ella no dijo nada. Simplemente siguió a la sirvienta hasta el gran comedor.

Crocodile está sentado encabezando la gran mesa con diferentes platos. La sirvienta continuó guiando a la joven para sentarse al lado del rey. El moreno esbozó una pequeña sonrisa.

—Veo que detrás de esos harapos había una belleza oculta —murmuró—. Por favor, siéntate para almorzar conmigo.

Esa invitación sorprendió a la chica. Se sentó al lado del rey, viendo cómo uno de los camareros le ofrecía comida. ¿En serio va a comer con él?

—Me gustaría saber el nombre de mi invitada.

—... ___, su majestad.

—Un nombre singular y bonito —dijo para dar un bocado al trozo de carne—. Por favor, puedes comer con tranquilidad. Mis mejores chefs siempre preparan los mejores platos del mundo.

La joven ___ está con un poco de duda. En las calles siempre intentaba robar en los puestos para sobrevivir y, cuando consigue unas simples migajas de pan, la golpean o la humillan.

Con mucho temor cogió con sus dedos el tenedor y pinchó un trozo pequeño de mango. El aroma que desprendía es riquísimo y no dudó en llevarlo a la boca. Sus ojos se abrieron con rapidez y, con desesperación, cogió el plato para comer con mucha rapidez.

Crocodile rió por lo bajo viendo con sus propios ojos la hambruna.

—Está claro que llevas mucho tiempo sin comer una buena comida. Me alegra que te esté gustando —dijo.

—Está… buenísima… —comentó con la boca llena.

—No hables con la boca llena. Es de mala educación.

___ captó el mensaje y tragó toda la comida.

—P-Perdón…

—No te preocupes. Puedo ver la dulzura e inocencia en tus ojos —aclaró.

—¿Puedo hacerle una pregunta?

—Tienes todo el derecho del mundo.

—¿Por qué me invitó? Soy… una simple vagabunda —dijo con cierta tristeza en su voz.

—Digamos que me has llamado la atención desde que te vi —respondió a la pregunta, mientras su cola de cocodrilo se movía con cierta impaciencia—. No todas las mujeres me impactan en el primer momento.

—¿Qué quiere decir?

—Es evidente que soy un rey solitario. Y un rey necesita una reina.

Las mejillas de ___ se tornaron rosas. Es evidentemente que Crocodile es atractivo, pero ¿ella?

—¿Y usted piensa que yo soy esa reina que tanto busca? —volvió a preguntar con mucha timidez.

—No quiero que las cosas vayan rápido porque tú no me conoces y viceversa. Quisiera que las cosas vayan despacio, que tú te sientas cómoda y me seas sincera en todo momento.

La pequeña golondrina se quedó sin palabras. No sabe expresar sus siguientes emociones ante el rey de Arabasta. Solo inclinó la cabeza aceptando la propuesta. Ella misma desconoce si puede amar a un hombre cruel y sin corazón, pero es como si la vida le estuviera pidiendo que le diese una oportunidad.

Las semanas van pasando y ___ se ha acostumbrado casi a la vida perfecta en el castillo. Crocodile le estaba dando regalos, ya sea vestidos o joyas, pero su mayor sorpresa es que no las aceptaba. Detrás de esos ojos (c/o) se escondía una bondad que él nunca experimentó. Mucho tiempo viviendo en la pobreza, la convirtieron en alguien que no desea el mal.

Y se nota cuando trata a los sirvientes. La adoran. La consideran una bendición en ese castillo. Y también la más hermosa por su gran belleza.
Ya Crocodile amenazó a más de uno que intentase tocarla.

El hombre más cruel de Arabasta, por primera vez, sintió su corazón palpitar ante un ser inofensivo. Un sentimiento que nunca llegó a experimentar a pesar de su avanzada edad. Él no carecía de amor, pero puede que sea diferente está vez.

Últimamente, estaba regalando flores a ___ casi llenando su cuarto de ellas. Ese gesto es nuevo para ella, en el sentido de que parece que iba en serio.

En un principio, en las horas de las comidas, eran largas y aburridas porque no se deleitaba en hablar mucho. Ahora es todo lo contrario. Ellos disfrutan de la compañía del otro.

Y si hablamos de compartir habitación aún no ha llegado a eso. Crocodile prefería que ___ estuviese en plena confianza antes de tomar un gran paso. La joven agradece que sea compasivo.

La luna llena llegó. Todo el reino de Arabasta sabe lo que significa. Las mujeres decidieron encerrarse en sus casas para que los Alfas detecten su esencia. Los Omegas son frágiles en esa época del año porque significaban la unión con un Alfa.

En el castillo se escucha a Crocodile gruñir cual cocodrilo. Su cola no paraba de menearse, como si quisiera que está tortura acabas pronto. La verdad está frustrado. Necesita desfogarse y las almohadas de su gran cama no servían para nada. En su mente aparecía la figura de ___ desnuda ante sus pies clamando ser poseída.

—Mierda —jadeó con mucha molestia—. ¡Daz! ¡Trae a ___! —gritó a pleno pulmón.

La mano derecha del rey obedeció con creces. Él sabe que si toca un pelo a la chica de alas de gorrión, se despediría de su cabeza. Sus pasos fueron acelerados para que Crocodile no le haga esperar.

Enfrente de la puerta de la cámara de ___, su olfato distingue un olor riquísimo. Está claro que la peli-(c/c) entró en celo también. Sus manos empiezan a sudar ante este ambiente y tragó saliva; sin embargo, solo es un sirviente que debe cumplir las órdenes de su rey. Sus nudillos tocan con suavidad la puerta recibiendo una respuesta:

—¿Sí?

—Señorita ___ —habló Bones, sintiendo su garganta seca—, el rey quiere verla en sus aposentos.

Ella abrió la puerta con mucho cuidado de que Daz Bones no se abalanzara sobre ella. ___ está temblando de pura excitación.

—A-Acompáñeme, por favor —indicó el hombre.

___ asintió con lentitud e iba saliendo de la puerta. Ella siguió al hombre casi costándole respirar. Sus pasos son lentos y le costaba mantenerse de pie. Solo deseaba que Bones no la tocase porque perdería el control. Solo desea que el único hombre que la toque es Sir Crocodile.

Solo tardaron unos quince minutos que fueron largos y una tortura para ambos. Daz Bones volvió a tocar la puerta con los nudillos esperando la respuesta por parte de su rey. Abrió la puerta y dejó que ___ entrase.

Al hacerlo y cerrar, ella no le dio tiempo de reaccionar porque ese hombre la aprisionó en la puerta para besarla con ferocidad. ___ gimió con sorpresa, pero en ningún momento lo rechazó porque estaba ansiosa. Sus manos agarran las ropas de Crocodile, mientras él seguía besándola con posesión donde su lengua jugaba con la suya. El Alfa está siendo dominante y debe poseer a la Omega.

Crocodile, con la fuerza de un cocodrilo, la cogió en brazos para llevarla hasta la cama y empujarla. No tuvo cuidado con sus alas de gorrión.

—S-Su majestad —gimoteó.

—No puedo más. Necesito follarte ahora mismo —gruñó, agarrando uno de sus tobillos para atraerla.

—Y-Yo… Nunca…

—Me supongo que no porque hueles a virgen —dijo con voz ronca.

Los dos presentes ante la excitación, es difícil ignorar sus deseos carnales. ___ se volvió sumisa ante ese hombre que la volvió a besar con más pasión que nunca. Con sus manos arrancaba las ropas de aquella joven, que estaba gimiendo en su boca.

___ no podía creer lo que estaba pasando. El Alfa, el hombre más fuerte de su reino, la estaba poseyendo. La besaba con tanta intensidad que la hacía marear. Sus manos temblaban mientras intentaba desabrocharle la hebilla del cinturón, pero sus dedos temblaban demasiado.

Los labios de Crocodile se separaron de los suyos por un momento y recorrieron su cuello, dejando un rastro de besos calientes a su paso. Le mordisqueó la piel, haciéndola gemir en voz alta. Podía sentir su erección presionando contra su muslo a través de sus pantalones.

—Joder —murmuró en voz baja mientras por fin lograba desabrocharse los pantalones—. Estás buenísima, ___.

___ dudó un momento antes de extender la mano para tocarlo a través de la tela de sus calzoncillos. Sus dedos rozaron su pene, lo que le provocó un gemido de placer.

—No seas tímida  —gruñó Crocodile mientras empujaba la mano de ___ hasta que ella pudo sentir su longitud dentro de su palma.

Los ojos de ___ se agrandaron por sentir aquella longevidad. Su sexo está humedeciéndose cada vez más, imaginándose a Crocodile dentro de ella y sacarle más gemidos que nunca. Está tan centrada en su pene, que se olvidó que el moreno comenzó a morder su cuello cerca de su glándula Omega o descendía para besar y chupar sus pezones.

Los ojos de ___ se abrieron de par en par al sentir su longitud dentro de su palma. Su sexo se estaba poniendo cada vez más húmedo, imaginando a Crocodile dentro de ella y sacándole más gemidos que nunca. Estaba tan concentrada en su pene que se olvidó de la morena que ahora le mordía el cuello cerca de su glándula Omega o bajaba a besar y chupar sus pezones.

—Joder —murmuró Crocodile en voz baja mientras se alejaba de ___—. No puedo creer lo mojada que estás.

___ se sonrojó profundamente ante sus palabras, sintiéndose avergonzada por lo excitada que estaba. Nunca había estado con un hombre antes, y mucho menos con un Alfa como Crocodile.

Crocodile dio un paso atrás y miró a ___ con una mezcla de deseo y confusión en sus ojos.

—No tienes miedo, ¿verdad? —preguntó vacilante.

___ negó con la cabeza rápidamente, queriendo que él supiera que no estaba asustada sino increíblemente emocionada por lo que estaba sucediendo entre ellos.

—Bien —dijo Crocodile con voz ronca mientras se bajaba los pantalones—. Te necesito ahora mismo.

Necesitaba a Crocodile, a su rey cocodrilo. Ella es una gorriona vagabunda a punto de tener una experiencia increíble. No necesitaba estar preparada porque está suficiente lubricada. Crocodile empujó con fuerza su pene dentro de la vagina de ___, lo que la hizo gemir en voz alta. Nunca antes se había sentido tan llena y podía sentir que él golpeaba todos los puntos correctos. Comenzó a embestirla con un ritmo que era a la vez implacable y apasionado.

—Oh, parece que alguien quería que me lo follara —dijo riéndose mientras continuaba embistiéndola—. Estás tan jodidamente buena.

___ gimió en respuesta, sin importarle lo que él decía mientras él continuaba. Ella nunca había experimentado algo así antes, y no podía tener suficiente de eso.

Crocodile se inclinó para besarla profundamente, mordiéndole el labio con tanta fuerza que le dejó una marca. ___ jadeó ante el dolor repentino, pero no se apartó. En cambio, se empujó hacia él, queriendo más de sus besos ásperos.

Sus cuerpos se movían juntos en perfecta armonía mientras ambos buscaban su propio placer. Estaban perdidos en el momento, ajenos a todo lo que los rodeaba.

___ podía sentir la cola de Crocodile enroscándose alrededor de su pierna, abriéndola aún más. La sensación era incómoda y excitante a la vez, lo que la hacía gemir más fuerte que antes. Podía sentir su dureza presionando contra su clítoris, y sabía que él no quería nada más que hacerla correrse.

—Joder —murmuró Crocodile en voz baja mientras continuaba embistiéndola—. Te sientes tan bien.

___ asintió en respuesta, incapaz de hablar, perdida en el placer de su tacto. Nunca había experimentado algo así antes y no quería que terminara.

Crocodile se apartó de ella abruptamente, dejando a ___ sin aliento. Ella lo miró con confusión y decepción escritas en todo su rostro.

—¿Qué? ¿Qué estás haciendo? —preguntó vacilante.

Crocodile le sonrió antes de responder sarcásticamente:

—Solo me aseguro de que estés lista para mí.

___ puso los ojos en blanco ante su comentario, pero no dijo nada más mientras él daba un paso atrás para quitarse el resto de la ropa. Ella lo observó atentamente mientras él se acariciaba varias veces, mostrando su gran virilidad crecer, antes de finalmente regresar a ella con una sonrisa en su rostro.

Esa escena causó que ___ mojase aún más. El olfato de Crocodile lo percibió al igual que sus ojos. Esa vagina está aclamando que lo posea ya. Él la acostó de lado para que él se colocara por detrás. Es la posición de la cuchara, una postura íntima porque podrá sentir la envergadura en tu interior.

___ gimió en voz alta cuando Crocodile entró en ella por detrás, lo que la hizo estremecerse de placer. Podía sentir su polla estirándola de maneras que nunca antes había sentido, y disfrutó cada segundo de eso.

Crocodile la agarró de la pierna y la levantó, colocándose detrás de ella para poder embestirla de nuevo. Era una sensación nueva para ___ y no pudo evitar soltar un gemido de excitación.

Él la miró con una sonrisa burlona en el rostro mientras continuaba embistiéndola sin descanso.

—Te gusta eso, ¿no? —preguntó con sarcasmo.

___ asintió en respuesta, incapaz de articular palabra alguna mientras el placer recorría su cuerpo. Podía sentir que se acercaba cada vez más al orgasmo con cada embestida.

Crocodile se inclinó para besarle el cuello una vez más antes de morder su grandula de Omega con la suficiente fuerza como para dejarle una marca. ___ jadeó ante el dolor repentino, pero no se apartó. En cambio, se empujó contra él con más fuerza, queriendo más de sus besos ásperos.

Ambos estaban perdidos en su propio mundo de placer, ajenos a todo lo que sucedía a su alrededor. La habitación se llenó de gemidos y del sonido de carnes chocando entre sí mientras ambos buscaban su propia liberación.

—C-Crocodile —gimió su nombre—, voy a correrme.

—Yo también, joder. Tu coño está… apretando mucho mi polla.

—¡N-No diga esas cosas! —exigió con mucha vergüenza.

—Oh, pequeña. Aún te queda mucho por aprender —rió por lo bajo.

Ella a iba reclamar, pero un gemido agudo y alto se le escapó cuando notó el orgasmo ansioso explotar en su interior. Luego Crocodile eyaculó, llenándola con su semen caliente. El cuerpo de ___ está temblando ante la excitación. Su Omega interna está chillando de alegría de que él sea el primero.

Sin embargo, un pensamiento negativo surgió en su mente. ¿Y si la usó para calmar sus ansias?

No. Eso cambió porque sintió un brazo rodear su cintura y la cola de él enrocarse en su pierna. ___ giró un poco su cuerpo para verlo. La fiera se ha calmado. Sus ojos están cerrados y respiraba con suavidad. Eso significaba que está durmiendo.

Ella rió con suavidad viendo la tierna escena.

Desde ese momento pasaron cuatro años. La joven ___ estaba sentada en un balcón del jardín desértica, mientras acariciaba su prominente barriga y miraba a sus hijos correr con mucha felicidad. Son una especie de hibridación entre cocodrilo y gorrión. Estaba esperando a su tercer hijo con Crocodile.

Hablando del Rey de Roma, él apareció para sentarse a su lado. Había terminado de una reunión super importante.

—¿Qué tal ha ido? —preguntó.

—El Gobierno Mundial y sus acuerdo estúpidos —insultó para luego exhalar humo por la boca.

—Veo que nada bueno…

—Dentro de poco recibiremos una gran ayuda para la comida y el agua. Estamos escasos de provisiones.

—Te has ablandado un poco con tu pueblo.

—Por tu culpa y por culpa de ellos. —Sus ojos oscuros se centran en sus hijos—. Este monstruo… no pensaba enamorarse y sentirse blando —dijo, refiriéndose así mismo.

—Las personas cambian. —Ella apoyó la cabeza en su hombro.

—Y más aún cuando me siento influenciado por alguien a quien quiero.

Ese comentario causó que ella se sonrojara por completo. El amor que siente hacia Crocodile es tan inmenso, que no prefiere a otro hombre.

Da gracias a la vida que lo haya sacado de esa desgracia.

Espero que les haya gustado. ♥️