Cuando llegamos a la puerta de la cafetería una pareja de ancianos salía en ese momento, Jungkook se acercó a sujetarles la puerta para que pudieran salir. El matrimonio le dio las gracias y se marchó calle arriba tomados de la mano.

— ¿Ángel?

Entre al local y me dirigí directamente a mi zona favorita del local, me gustaba sentarme ahí ya que desde esa localización podía observar el local y la calle por los grandes ventanales que habian junto a los sillones de piel marrón.

Hoy la cafetería no estaba tan bulliciosa como en otras ocasiones.

Jungkook dejó sus cosas en el sillón de enfrente.

— Espera, voy a pedir algo — dijo dándose la vuelta dirigiéndose hacia la fila.

Aproveche para llamar a Tae y decirle donde estábamos por si venían antes y ver como le estaba yendo con Hobi.

Tae nada más ver la llamada de Jimin, descolgó el teléfono gritando si estaba todo bien.

— ¡Ay! — me queje alejándome el teléfono de la oreja. — Si estoy bien, te llamaba para decirte que estoy en la cafetería con Jungkook comiendo y para saber como te va con Hobi.

— Mierda — se quejó Tae al otro lado de la línea.

— ¿Qué pasa Tata? — pregunte.

— Casi se me cae la pintura — respondió.

Me reí.

— ¡Oye no te rías! ya veras tu cuando te vea — dijo riendo también. — Y respecto a Hobi es muy simpático.

— ¿Solo simpático?

— Si solo simpático — río Tae al otro lado de la línea.

— Mimi bebe te dejo que ya ha vuelto Hobi, luego iremos a por ti a la academia.

Antes de colgar Jimin pudo escuchar a Hobi preguntando a Tae si era Jimin.

— ¿Mochi?

— Hola Hobi — respondí.

— ¿Cómo estás? ¿está todo bien con Jungkook? — pregunto Hobi.

— Si está todo bien, hemos parado a comer algo — explique.

— Si, lo sé me acaba de enviar un mensaje — respondió.

— Bebe te dejamos que aún nos quedan cosas por hacer, luego nos vemos. — ¿Quieres despedirte de Tata?

— No Hobi no hace falta.

Me extraño que Tae se dejase llamar Tata a la primera cuando no lo solía hacer.

Después de un buen rato Jungkook volvió de nuevo.

— ¿Me has echado de menos? — preguntó mientras se sentaba.

— Eh — respondí apagando el teléfono y guardándolo.

Me había sorprendido su pregunta.

— Perdona, lo decía de broma — dijo echándose hacia atrás.

Ambos nos quedamos en silencio, hasta que Jungkook volvió a hablar.

— Y Jimin dime ¿de dónde eres? — preguntó viéndome.

— Eh, soy de Busan — conteste acomodándome en el sillon.

— ¡¿Qué?! — pregunto sorprendido.

Asentí mirándolo.

— Yo también lo soy — continuó hablando mientras se señalaba.

Vaya qué coincidencia ¿no?

En ese momento llegó Luka a entregarnos nuestra comida.

— Te he pedido una ensalada y un sandwich de pollo — habló Jungkook señalando la bandeja. — Si quieres de lo mío puedes coger también.

— Muchas gracias Jungkook — respondí pinchando un trozo de jamón york de la ensalada.

— ¿Y desde cuándo llevas viviendo en Seúl? — preguntó llevándose un trozo de carne a la boca.

— Llevo viviendo con Tae y Jin desde la preparatoria — respondí.

— ¿Jin? ¿quién es? — pregunto.

— Oh, él es el hermano mayor de Taehyung — explique.

— Entiendo.

Nos quedamos en silencio, hasta que volvimos a la academia.

Jimin se puso a ensayar mientras que Jungkook se quedó en un rincón observandolo, quedándose dormido.

Mi teléfono sonó, era Tae diciéndome que ya estaban ahí.

Me acerque a Jungkook quien se encontraba dormido y le toque el hombro para que se despertara.

— ¿Pasa algo? — preguntó abriendo sus ojos.

— No, no — negué con las manos. — Ya he terminado.

— Vale, pues ves a cambiarte y te espero en la entrada — dijo levantándose.

Tomé mis cosas y me dirigí a los vestuarios a cambiarme, mientras que él se dirigía hacia la entrada.

Cuando salí Tae vino junto a mi y me abrazó.
— ¿Nos vamos? — pregunto Tae.

Asentí.

Nos despedimos de Rouse y salimos de la academia seguidos de Jungkook y Hobi.

— Nos vemos mañana en clase — habló Jungkook despidiéndose.