— ¿Estás ya? — pregunto tomando sus cosas.

— Eh, si — conteste. — Te espero fuera — dije tomando mi mochila.

— No te preocupes me iré así — dijo tomando su mochila.

Los tres salimos del vestuario.

— ¿Ya estáis? — pregunto Hobi acercándose a nosotros

— Si ya estamos — respondió Jungkook.

— Bien, Kookie lo dicho — hablo Hobi. — Si pasa algo llame — siguió.

Hobi se me acercó.

— Mochi, si este sinvergüenza te hace algo — hablo señalándolo. — ¿Dónde hay que darle? — preguntó sonriendo de manera maliciosa.

— Eh, patada en sus partes bajas — respondí poniéndome totalmente rojo.

— Estoy aquí, eh — protestó. Pero Hobi no le hizo caso y se giró hacia Tae.

— Bueno precioso tú y yo tenemos trabajo — hablo viéndolo. — Tengo que ayudarte con el material que vas a necesitar, así que no hay que perder el tie

Tae se giró hacía mi.

— Me voy — dijo mientras hacía un puchero y me daba un abrazo.

— Cuidate — me susurro al oído.

— Si, no te preocupes — contesté separándome de él.

Nos despedimos y nos dirigimos a la entrada de la secretaria.

Cuando la secretaria nos vio llegar salió de detrás del mostrador.

— ¿A dónde vais? — pregunto.

— Él se tiene que ir y yo lo voy a acompañar — respondió Jungkook.

La mujer me miró, asentí.

— Si — respondí. — El profesor Erik nos ha dicho que la clase de Educación Física se suspendía por la preparación del Festival — explique.

La mujer asintió.

— ¿Y no os quedáis ayudar? — pregunto viéndonos.

— Tengo una competencia muy importante en menos de un mes — conteste.

— ¿Y no podía haberte acompañado algún omega? — pregunto viendo a Jungkook.

Parecía que no se lo creía mucho.

Jungkook se quedó viéndola.

— ¿Hay algún problema o algo? — pregunto.

Jungkook tomó mi mano.

— Si no le importa nos vamos ya o mi amigo llegará tarde a sus ensayos — dijo estirando de mi.

Vi que la mujer iba a protestar, pero Jungkook echó a correr sin soltarme de la mano.

Cuando llegamos a la salida, Jungkook se quedó viendo nuestras manos. Tenía que reconocer que se veían bien...

Hice la mención de apartar la mano, me estaban sudando las manos un montón, fijo que lo había notado.

— ¡Oh, perdona! — dijo soltándome sin mucha gana. — ¿Te he hecho daño? — pregunto.

— No, tranquilo estoy bien — contesté secandomelas en el suéter.

— ¿Te sudan las manos? — pregunto. — A mi me pasa

No dije nada, no sabia que responder y me estaba muriendo de vergüenza.

Cuando el bus llegó, ambos subimos.

— ¿Sabes cómo llegar? ¿cual es la parada?— preguntó Jungkook.

— Si — conteste sentándome con asiento de separación.

Jungkook se quedó viéndome.

— Puedes sentarte a mi lado no muerdo — hablo dando unos golpecitos al asiento del medio.

Agache la cabeza.

— ¿Oh prefieres quedarte ahí? — pregunto dejando su bolsa en el suelo.

Asentí.

Durante el viaje Jungkook no volvió a decirme nada, y lo prefería.

Saqué el libro que me habían regalado por mi cumpleaños Tae y Jin, y me puse a leer.

Jimin dio una mirada rápida a la calle.

— Ya estamos — dije tomando mis cosas y levantándome dirigiéndome a la puerta.

Jungkook tomó su mochila y me siguió.

Cuando bajamos Jungkook se ofreció a llevarme la mochila, pero me negué colocandomela al hombro.

Puede escucharlo suspirar.

— Anda dámela — dijo cogiendomela, colocandosela sobre sus hombros.

Antes de que pudiera protestar Jungkook se alejó.

— Ángel — me llame parándose. — Me tienes que guiar ¿por dónde es? — pregunto.

¿Me había llamado Ángel?

— Es un poco más adelante — respondí acercándome donde estaba.

Después de quince minutos, ambos llegaron a la entrada de la academia.