Capítulo 43 💛

Cuando entramos a la cocina Jungkook se dirigió hacía un armario.

Me acerque a él para preguntarle si lo podía ayudar en algo.

- ¿Puedo ayudarte? pregunte poniéndome a su lado.

- Si, mira en ese cajón de abajo, sacame por favor una hoya - dijo señalando hacia un cajón que estaba atrás mío.

Me di la vuelta y me agaché para abrirlo y sacar la Hoya.

- ¿Este? - pregunté volviéndome hacia Jungkook.

- Eh, si si ese - respondió.

Saque la hoya y la coloque sobre el fuego que acaba de encender Jungkook.

- Pasame el aceite, ángel - pidió estirando su mano hacía mi.

Cogí la botella aceite que tenía al lado mío y se la pasase. Nuestros dedos se rozaron.

- Tendrás que ponerle una tapa - dije señalando hacia la hoya, viendo que un par de palomitas acaban de salirse de esta.

- Oh, sí es verdad - respondió.

De repente Jungkook me tomo de la cintura y me sentó encima de la encimera haciendo que me sorprendiese.

Jungkook saco la tapa y la colocó sobre la hoya.

Jungkook volvió a poner toda su atención en el omega el cual parecía un cachorro moviendo sus piernas.
De repente oí los gritos de Tae, cuando quise bajar a ver que pasaba Jungkook me paro.

- Estrara bien, no te preocupes - dijo poniéndose entre mis piernas.

Me aleje de él.

- Perdona no quería asustarte - hablo acariciándome las piernas, pero hizo que me pusiese más nervioso.

Jungkook paro de acariciarme las piernas y tomó mi cara entre sus manos.

Vi a Jungkook acercarse a mi este comenzó a darme pequeños besos alrededor de mis labios, inconscientemente lo cogí de su camiseta haciendo que se acercase más, este no dudo en desaprovechar la oportunidad para poder besarme en los labios. Fue un beso suave pero con pasión... ¿iba a volverme adicto a sus besos?

Jungkook se separó para que pudiésemos respirar. Este apoyó su frente sobre la mía quedando a pocos centímetros nuestras caras.

-¿Qué me has hecho, ángel? - pregunto.

Mientras que ambos estábamos en nuestro mundo pude oír mi teléfono sonar en la sala.
- ¿Mi teléfono está sonando? - pregunte separándome para poder ir a buscarlo.
- Mierda - oí como se quejaba Tae.
- Mimi, es mi hermano se lo cojo, ¿vale? - chillo Tae desde la sala.

- Las palomitas ya están - habló Jungkook separándose de mi para ir a coger un bol grande.

- Toma - dijo entregándome el bol de las palomitas e yendo a la nevera.

- Ya podemos irnos - habló señalando hacia la puerta.

Desde el pasillo podía oír Tae disculpándose con Jin.

Cuando ambos llegamos a la sala me senté junto a Tae quien me estaba pasando el teléfono en ese momento.

Nada más cogerlo pude oír la voz de mamá, estaba ya despierta.

- Mamá, ¿estás bien? - pregunte.
- Si mi cachorrito lo estoy - respondió.
- ¿Tú cómo estás, bebe? - pregunto.

Jimin le explicó a su madre como estaba y lo que estaba haciendo.

No me había dado cuenta de que estaba llorando si Tae no me hubiese secado una lágrima que estaba cayendo por mi cara. Le sonreí por el gesto.

-Bueno, bebe te dejo que te diviertas, te quiero mucho - habló mamá.

- También te quiero mucho - respondí sonriendo.

-Te paso a Jin - dijo.

Oí el intercambio de un par de palabras y como Jin cogía el teléfono.
- Mimi, ¿cómo estas todo bien? ¿Te acuerdas de qué hacer si pasa algo?

- Hola, hyung - saludo. - Si, no te preocupes - respondí.

- Pasame a al tonto de mi hermano.

- Vale, espera - dije pasándole de nuevo el teléfono a Tae.
-¿Dime? - pregunto Tae.

- No, no no te preocupes, yo lo cuido.

- Si adiós, te quiero feo.

- Vale, voy espera - dijo Tae poniendo el altavoz de su teléfono.
- Mimi, te quiero - hablo Jin.
- Y yo mi amor - hablo también mamá.
- Yo también os quiero - conteste.

- Os quiero a los dos - dijo Tae despidiéndose.

- Nosotros también, pequeño - le contestó mamá dando por finalizada la llamada.

Después de la llamada... Hobi decidió que era hora de hacer algo diferente con los omegas.

-¿Qué os parece si jugamos al Party Dance? - pregunto Hobi.
- Si, si - respondí levantándome contento amaba ese juego.
- Eso es injusto, vosotros vais a clases de danza - protesto Tae.
- ¿Entonces qué quieres jugar, Tata? - pregunté volviéndome a sentar.
- ¿No tenéis algún juego de luchas que podamos jugar los cuatros? - pregunto Tae girándose hacia Hobi y Jungkook.

Vi a Jungkook asentir con la cabeza y sonreír.

- Si, si que hay uno, solo que hay dos mandos- hablo levantándose.

- Bien, Mimi tú ponte con Kook - habló Tae moviéndose hacia un lado.

¿Qué? espera que quería hacer Tae.

- Kook tendrás que enseñarle los movimientos básicos - dijo Tae mientras que le hacia un hueco a Hobi, el cual se sento detras suyo.

Jungkook hizo lo mismo que Hobi y se sento detras mio, mi espalada quedo bastante pegada a su torso.

Esta me la iba a pagar Tae, que vergüenza quería gritar.

- Ok, ángel coge el mando - hablo suavemente contra mi cuello mientras me entregaba el mando.

Me juego lo que sea a que Tae se estaba partiendo de risa.

Cogí el mando que me daba Jungkook.

Cuando lo cogí Jungkook puso las suyas sobre las mías y comenzó a explicarme como iban los comandos, sabia algo por Tae pero nunca me habían gustado mucho los videojuegos siempre prefería ver a la gente jugar.

Tanto Jimin como Tae se quedaron profundamente dormidos...

De repente note a Tae abrazarme y comenzar a soltar feromonas amargas y pequeños gruñidos lo que hizo que me moviese un poco me resultaba desagradable ese aroma, Tae solía utilizarlo cuando se sentía amenazado.

Tae solía utilizar estas feremenonas cuando se sentía amenazado o sentía que alguien a quien a él le importaba podría estar en peligro.

Tae al ver que su amigo se había movido se dio cuenta que estaba soltando las feromonas agrias, así que se relajo y comenzó a soltar su característico olor a miel, Jimin volvió a relajarse.


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