Parte 4
Podía sentir arder mi abdomen mientras padre clavaba aún más la daga. Podía sentir mi carne rasgarse mientras las gotas de sangre comenzaban a correr frenéticamente, manchando mi camiseta y el suelo.
Va a matarme, estoy seguro de que quiere matarme.
Siempre ha sido así, él tratando de dominar cada parte de mi mente a como dé lugar. Él siempre queriendo que comparta todo, cuando al final, lo único que quiere es que todo sea para él. Irónico para alguien que ve el comunismo como única opción.
Lo pateé lejos mientras desencajaba el arma y aplicaba presión. Me había dado por el lado derecho, y joder, si México no hubiera tomado mis energías, podría soportar el dolor mejor. Padre estaba decidido a matarme por haber tocado a México, lo sabía, lo supe por ese golpe a las costillas que me dio. Lancé otro atinándole a la cara, pero padre me sujetó para no caer.
Hubiera deseado no haber estado tan cerca de las escaleras, porque en ese jaloneo, ambos caímos por las escaleras. Pude sentir mi cuerpo dañarse mientras caíamos. Mi celular comenzó a sonar frenéticamente, y la casa comenzó a temblar, joder, joder, no por favor.
Todas esas notificaciones, cada una de ellas, significaban estragos en mis tierras. Temblores en mis territorios, grietas en el suelo, climas malos. Todo porque me encontraba luchando sin parar con mi padre. Todo porque padre no puede superar a México, todo por ese jodido... tuve que morderme la lengua, ¿Qué se supone que estaba por decir? ¿Tercermundista? Él no tiene la culpa de lo que está pasando ahora con mi padre y yo.
Entre puñetazos, pude ponerlo debajo de mí, apretando su cuello para que dé una vez por todas muriera, tenía que exterminarlo ya, o sería muy peligroso para todos si él lograba regenerarse, fui un estúpido al creer que tendría mi amoroso padre de vuelta, solo lo tengo a él, que ahora le importa una mierda mi vida.
Pero...
Recibí de nuevo una notificación. Ahora, mucha de mi gente enfermaba, joder, es todo por él.
Acabé soltándolo. Porque si no lo soltaba, toda mi comunidad se vería afectada.
– Rusia. – dijo soltando un tosido arrastrándose lejos de mí. – No lo comprendes, ¿Verdad? Como alguien como yo sigue con su cuerpo country aquí. Confiaste en tu gente y mírame, poco a poco mis colores comienzan a brillar de nuevo. No puedes ganar en la guerra fría, y ellos lo saben. Así que, estas condenado a mí. – lanzo otro tosido comenzando a reincorporarse. – Mientras tu gente me recuerde y me desee cerca. Yo seguiré viviendo, y tú, eres demasiado suave como para matarlos a todos ellos. – eso me golpeó más fuerte que mis heridas.
No podía matar, ni deshacerme de padre, porque mucha de mi gente aun desea su regreso, y ese deseo hace que aun conserve su cuerpo country. Si lo mato, toda esa gente morirá.
– Hazte un favor, y deja a mi Мексика en paz. Ya que tenemos la relación, solo úsalo. Te odiará, pero, yo podré recuperarlo y así, lograré una alianza con el imperio caído. Tus tierras se verán beneficiadas, te lo prometo. – escupió un poco de líquido negro de su boca y después me miró. – Es lo mejor para todos, tú no podrías nunca amar a México como él desea. Pero, yo sí. Al final Rusia, seamos sinceros, entre tú y yo, hay una gran diferencia. Tú no eres más que una copia barata de mí, sin poder, sin respeto, un borracho fiestero más, sin amigos, sumido en su depresión. ¿A quién crees que elija México? ¿A alguien como tú? Por dios, primero regresaría a los brazos de USA antes de salir con un perdedor. Que deshonra que te rebajaras a esto Rusia, todo ese potencial que tienes se ve opacado por tu actitud como país.
No dije nada a ello. Si pienso que él tiene razón, me debilitare más de lo que estoy. Y si USA me ve debilitado, usará toda su tecnología para al fin poder vencer a mi equipo y tomar el control. No debo pensar en ello, no puedo, soy mejor que él, lo probaré, le probaré a México que no soy mi padre, que no soy un niño, que soy Rusia, y como la gran Rusia, lo conquistaré como se debe.
– Lárgate de mi casa. Solo vete. Cuando vuelva ...tsk. – me levanté mientras mi sangre ya manchaba todo el piso. – Cuando vuelva, espero no verte aquí. Si eres mejor que yo, ¿Por qué no sales? Hazlo, y vence a ONU antes de que él te mate.
Aun no entiendo de donde saque la fuerza para levantarme y salir.
Y peor aún, no entiendo porque fui con Alemania. Sabía que su casa era lejos, pero, parecía que solo quería alejarme de mis tierras. Hice lo que pude en el jet para parar el sangrado, vi borroso cuando aterrizamos. Y después allí, no recuerdo nada más.
– Alemania... – desperté algo alterado viendo sus colores mientras este parecía estar vendando mi herida.
– No hables Rusia, toma. – dijo descubriendo uno de sus brazos poniéndolo cerca de mi rostro. – Necesitas mi ayuda, así que comienza a absorber en lo que acabo de limpiar aquí. Hazlo rápido antes de que me arrepienta de esta decisión. Tienes suerte de que haya protegido tus tierras cuando USA se enteró de tu estado.
Ni siquiera lo dudé, mordí por su muñeca en lo que Alemania con su otra mano limpiaba la sangre de mi abdomen. No sabía que decir después de que me brindara tanta ayuda. Solo seguí absorbiendo, y mi celular sonó de nuevo, notificándome que un grupo de ayuda proveniente de Alemania había llegado a mis tierras, para ayudar a reparar los daños. Joder, necesito tener más cuidado.
Mi celular no es un celular común, me sirve para poder comunicarme, pero, también me avisa de todo lo que ocurre en mi tierra, ya que está conectado a mí. Supongo que, Alemania supo que me había pasado algo cuando todos esos desastres juntos azotaron mis tierras.
– ¿Qué pasó Rusia? ¿Fue USA? Pensé que ustedes mantenían su rivalidad de una manera más...fría. – dijo mirándome. – Además, ¿Por qué diablos viniste a mi casa?
– Solo no quería estar en mis tierras. – respondí, para seguir tomando los recursos de Alemania.
– Creo que eso es suficiente. Tus colores son vivos de nuevo, así que no hay necesidad de más. – Por supuesto, Alemania no me iba a dar más, aunque lo necesitara. – No quiero un problema con USA si te ve más fuerte después de tus desastres. ¿Qué diablos te pasó?
– Mi padre me apuñalo porque lo hice enojar. – dije soltando un suspiró tratando de reincorporarme. – Joder, que solo hace mi vida más complicada. Si solo... – me quede estático viendo como Alemania me miraba, joder, lo había olvidado. Las naciones muertas, desaparecen, pero, en el caso de mi padre, sigue con vida porque aún mi gente sigue anhelando su regreso. Y eso es normal, pero, en cuanto a mi padre, ONU tiene la tarea de exterminarlo porque la vida de mi padre se considera peligrosa. Así que cuando no murió por completo, se ocultó con nosotros. Joder, si Alemania me delata, ONU me dará un castigo enorme por ello, y si me debilita, USA aprovechará y me ganará en la guerra fría. ¡Blyat!
Alemania se levantó de su lugar y se sentó en un sofá frente a mí. Se tomó el tiempo de envolver su muñeca en vendas mientras ladeaba su cabeza mirándome.
– Alemania, te pido que... no, te imploro que no digas nada y...
– URSS... vaya, así que no es el único que conservó su cuerpo. Tu gente sigue pensando en él. – suspiró aflojando la corbata que usaba hasta retirarla. – Es un enorme problema y si ONU lo ve con vida, no sabes lo que te hará por mantenerlo oculto. Además, que el problema no es solo ONU, si USA se entera de que tu padre sigue con vida, tu guerra fría con él será mil veces peor. Y si llegan a una guerra nuclear, dios, me siento mal por Canadá y México.
Cuando dijo su nombre me estremecí, no quería perderlo, no quería que resultara dañado por mis problemas. ¿Qué diablos son estos sentimientos de golpe?
– Lo sé, pero... ¿El único? ¿Quién más conserva su cuerpo?
Alemania me respondió sin si quiera hablar. Simplemente seguí su mirada y lo vi.
Allí estaba, Third Reich caminando con una revista hasta sentarse en el sofá a un lado de Alemania. Allí estaba, ese sujeto que torturo a su propia gente, allí estaba, aquel que disfrutaba del dolor.
Third Reich encendió el gas de la chimenea y Alemania se estremeció, haciendo que el nazi riera. Alemania no soportaba el fuego, no soportaba el gas, así que, para comer, solían cocinarle, porque no podía soportar encenderlo. Alemania sufrirá durante toda su vida, ya que acercarse al fuego hace que todas las memorias de lo que hizo Third Reich golpeen en su cabeza, todo el dolor de las personas llega a él.
Supongo que su gente recibió el karma que pedían. Su país está condenado a sufrir para toda la eternidad con las memorias trágicas de su pasado.
– ¿Sigues teniéndole miedo al fuego Alemania? – rio suspirando. – El fuego y el gas solo dañan a los que manchan el linaje, hijo. Recuerda, toda esa gente lo merecía. Además, ¿Qué importa? Ya es algo del pasado.
– Cállate. – Alemania se puso pálido levantándose. – Te dije que no salieras, vuelve a tu dormitorio. Me estas causando más problemas de los que puedo soportar, si tan solo pudiera...
– Pero no puedes, al menos que quieras que toda esa gente que me añora muera...oh. – Esos ojos intensos y rojos se postraron en mí. Y después su sonrisa me causo un suave escalofrió. – ¿Que tenemos aquí? el pequeño bebé de URSS. ¿Por qué dejas entrar escoria a tu casa Alemania?
– Third Reich... – dije mirándolo a un pálido por mis heridas. – Imposible, es imposible que siga con vida, la gente de Alemania nunca en la vida pensaría en que usted regresara.
– Todos dicen eso, pero heme aquí, con mi cuerpo aún. Aunque claro, sin poder salir y condenado por mi propia gente. Ahora Alemania me oculta de los demás, como supongo que tú estás ocultando a tu padre. – Third Reich sonrió y sentí un suave escalofrío en la espalda. – Si los demás se enteran ustedes sufrirán un castigo enorme por tenernos aquí. ¿No es el deber de su ONU acabar con nosotros? Quiero ver a ese idiota intentando matarme.
– ¡Solo vete de aquí! – gritó Alemania, pero el nazi lo sujeto acercándolo a la chimenea. – ¡Basta! ¡Suéltame!
Nunca había visto esos ojos de terror en Alemania, nunca lo había visto tan temeroso del fuego, tan asustado y encajando las uñas al suelo mientras el Nazi se divertía empujándolo cada vez más y más. El terror en los ojos de Alemania, la sonrisa del nazi, todo, todo parecía repetirse como aquella vez.
Me levanté y sujeté el uniforme de Third Reich para jalarlo hacia atrás. Este giró los ojos mientras Alemania se liberaba y cerraba el gas apagando por completo la chimenea. Nadie dijo nada hasta que Alemania pudo superar esa crisis y levantarse.
– Solo deja de llorar por esclavos, Alemania. – dijo el nazi sentándose. – Los inferiores no son personas, son mugre debajo de las uñas. – hice un gesto de disgusto y Third Reich devolvió su mirada hacia mí. – Bien Rusia, ¿Cómo está tu padre? ¿Sigue pensando en ese tercermundista inmundo de sangre mestiza? Dios, si se hubieran unido y hubieran creado un estado compartido, hubiera sido una vergüenza para la descendencia de la gran URSS.
Sentí una enorme ira en mi cabeza de golpe. ¿Cómo le dijo a México?
– ¿Mestiza? Él es un imperio, él es muchos imperios, el único inferior si nos comparamos en historia, somos nosotros.
– ... oh, no puede ser, también tú. – el nazi hizo un gesto de molestia arrojando su revista a la chimenea apagada. – ¿Qué tiene ese tercermundista?
– ¿Disculpa? – dije sin comprenderlo.
– Escucha Rusia, te contaré una historia ya que nos hiciste el honor de manchar toda nuestra sala con tu sangre y me trajiste buenos recuerdos. – Third Reich aclaró su garganta. – tu padre era muy diferente antes, solíamos pelearnos por muchas cosas, pero al final todo lo arreglamos en la cama. – dijo el nazi y solo el sentimiento de asco pasó por mi mente. Había olvidado que ellos habían sido amantes. – Pero, cuando rompimos nuestra relación, pensé que era solo cuestión de tiempo para que él regresara a mí.
– Nunca lo hizo. – contesté y Reich soltó una risa sarcástica.
– Lo hubiera hecho si no hubiera estado detrás de ese indio. – sonrió estirándose en el sofá. – Aunque esto le trajo problemas al enano, verás, México y Usa tenían una relación, URSS se la pasaba cortejando y dándole regalos, de todo al mestizo. Eventualmente, el chiquillo se acabó enamorando de URSS, justo como él quería. Tú padre deseaba poder probar a México y tenerlo a su lado. Pero, cuando la relación de México y USA terminó, llegaron los problemas y rencores. Y el enano, pensó, en resolver primero los problemas que había causado antes de comenzar una relación formal con URSS. Pero...
– Mi padre lastimó a Мексика. – dije frunciendo el ceño. – Lo lastimó mucho esa noche.
– Así es, así que se quedó sin él. Debilitado y envuelto en su propia mente, tu padre enfermó. Y bueno, todos sabemos lo que pasa cuando nos enfermamos, las tragedias llegan.
– Chernobyl. – dije, y el nazi asintió.
– Después de ello era cuestión de tiempo que muriera. Y lo hizo. Pero, URSS es demasiado orgulloso. Según la información que saqué, México estaba dispuesto a perdonarlo, pero tú padre nunca llamó o trató de disculparse. Así que, el hecho de que lo perdiera fue su culpa. Y ahora, mírate a ti...
– ¿Yo?
– Si, estás enamorado de él, dime, ¿Qué es lo que ves en ese chico? ¿Qué es? ¿Qué tiene de especial?
– No lo sé. Realmente no tiene nada de especial. Sus hermanos también tienen cultura y riquezas, Perú, Argentina, Chile, Colombia, podría nombrar a más y más, todos ellos comparten eso. Por dios, España también comparte de ello. Su cuerpo no es el mejor, su rostro tampoco es especial, su estatura no lo hace adorable, sus cicatrices están por todos lados. Ni siquiera es tan agradable, quiero decir, Canadá es más agradable, Polonia es mas lindo y agradable, entonces no sé, no lo sé Reich, no sé qué tiene.
El nazi me miró de arriba abajo, y después negó con la cabeza.
– ... Oh dios, si no lo sabes es peor. Si hubieras dicho recursos, pensaría en deseo, si hubieras dicho cuerpo, diría pasión, pero dijiste, "No lo sé", o sea, que solo comenzaste a amarlo sin darte cuenta. Comenzaste a desearlo, a querer protegerlo. Estás enamorado de él, de lo que representa. Es una lástima que el linaje de URSS sea manchado por sangre tan barata. Pero bueno, al final eres una decepción para URSS, así que, tal para cual. Conquista a México, que entre perdedores deben entenderse.
No podía soportar sus insultos, no hacia mí, si no, hacia México. Así que solo me levanté, tomándome el torso para mandar un mensaje a mis asistentes.
– Volveré a casa, Alemania. Gracias por todo, y gracias por ayudarme. No diré nada de Third Reich. Cuando me recupere te devolveré todos los recursos, y ayuda que me brindaste, до свидания (adiós.)
Ni siquiera esperé a que Alemania me contestara.
Solo salí y esperé a que llegara mi gente. No podía sacarme de la cabeza las palabras de Reich. Pensé que solo era un deseo, después solo atracción sexual, ahora, parece que realmente me estaba enamorando de él sin darme cuenta. ¿Desde cuando comencé a prestarle atención? ¿Cómo es que se metió debajo de mi piel?
Ah, parece que alguien si pudo invadir durante el invierno, sin importar que tan frio este, su sonrisa derritió cada muro de hielo que puse.
– Ahora entiendo porque USA quiere construir ese muro. – dije al aire, soltando una leve risa. Ese muro debe ser para que México no vuelva a meterse en el corazón de USA. Y creía eso, pero, al parecer, no me pude explicar bien, porque mi celular sonó. ¡Blyat! Mis sentimientos se reflejaron en mi gobierno, ahora, han declarado que apoyan la opinión de construir el muro. – ¡NO! – grité pateando una lata. – ¡Проклятие! ( Maldición) tengo que llegar rápido y hablar con México antes de que me odie. Debo explicarle que no es eso lo que quise decir, lo que quería decir... era...
Tomé mi Ushanka y la bajé para ocultar mis ojos y parte de mi rostro por el sonrojo que invadió mis mejillas. No puedo decirle que me gusta aún, porque si lo digo, pensara que es por sus recursos. Si lo digo, todo saldrá mal.
Ahora lo importante era regresar a casa, y llamarlo para explicarle la situación.
Y debí haber llegado rápido.
Debí hacerlo, debí estar en mi casa.
Porque mientras yo viajaba de regreso. Alguien había tocado a mi puerta, vestido con un abrigo y bufanda, vestido con un ligero gorro, cargando un portafolio. Usaba delicados guantes mientras trataba de calentar sus dedos con un poco de su aliento. Tenía hermosos tatuajes en su cuerpo, tatuajes de imperios caídos reflejados en su historia, tenía una mirada intensa, y era tan hermoso, tan hermoso para un corazón de hielo.
Toco dos veces y al abrir, supe que lo había expuesto a muchas cosas. Debí saber que iría a mi casa, porque prometió firmar los papeles, debí saber que me buscaría, debí pensarlo mejor.
Pero no lo hice.
– Rusia, hijo, lo lamento, me deje llevar por mi... – allí estaba mi padre, abriendo la puerta para después mirar a la persona frente a él. Mirando a México quien daba pasos hacia atrás impresionado por verlo, mirando como la cara del latino se ponía pálida viendo a mi padre de nuevo frente a frente. – Мексика...
– ... Se supone que moriste... – dijo impresionado – ... URSS... – el latino sacó su teléfono para marcar a ONU, como señal de emergencia, pero no pudo, porque una mano lo sujetó quitándole el móvil.
– No lo hagas, déjame hablar contigo.
– ... ¡RUSIA! – gritó.
Y allí, mi Мексика no pudo gritar más.
Porque padre lo jaló dentro de la casa cerrando detrás de él.
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