22 ; mala suerte IV
Ven
Jimin observó su reflejo en el espejo que antes pertenecía a Namjoon. Se colocó la camisa blanca y su pantalón deportivo celeste y sonrió. Por fin tenía su ropa de vuelta, pues Namjoon le hizo el favor de buscar la mochila llena de sus cosas en el bosque.
Peinó su cabello hacía atrás y ladeo la cabeza al observar su reflejo. Se seguía sintiendo extraño no usar el collar antimarcas o la venda cuando estaba acompañado de otras personas, pero por otro lado se sentía mucho más libre.
El omega bajó las escaleras y besó ambas mejillas de Taehyung, que estaba en su sillita entrenadora en el comedor.
—¿Todo bien? —Yowon preguntó frente a la estufa, con un lindo delantal amarillo pálido y las mejillas levemente sonrojadas.
El omega asintió —¿Te ayudo en algo?
—¡Para nada! ¿Puedes por favor avisarle a Seokjin y a Sunah que ya está lista la cena?
Jimin asintió, y después de dedicarle una sonrisa a Seungheon y a Namjoon que ya estaban comiendo en la mesa rectangular, el albino se dirigió hasta la sala, donde la pareja se encontraba.
Antes de poder pronunciar una palabra, una voz en su interior se hizo presente.
"¿Dónde estás? Por fin ya todo terminó"
El omega sonrió y tocó su nuca.
"Con los Kim, ven, por favor"
"Ya voy. Y...¿Cómo debemos actuar, Ji?"
"Supongo que un poco cariñosos, pero no tanto"
Jimin se imaginó a Jeongguk con una enorme sonrisa. No tenía ni un pelo de tonto, sabía lo mucho que el alfa se contenía a su lado.
Sunah miró la sonrisa de Jimin, y con una sonrisa de entre confusión y ternura, habló.
—¿Qué tanto haces, Jimin-ah?
Jimin por un segundo se sintió avergonzado —Oh, estoy hablando con Gguk. Ya viene.
—¿Y te duele? —El albino negó extrañado cuando la rubia señaló la marca en su cuello —¿Entonces porque tocas tu marca?
—...Para hablar con él —Contestó casi con obviedad
—Oh no —Habló Seokjin con una linda sonrisa en su cara —No es necesario tocar tu marca para hablarle —El albino lo miró con asombro —¡Inténtalo!
El albino cerró los ojos y se concentró en Jeongguk. En su alfa.
"Aquí te espero"
—¡Oh! ¡Es cierto! —Sonrió —Pero en fin, la cena ya está lista.
Sunah se puso de pie, y después de darle un corto y lindo abrazo al omega, miró a Seokjin.
—Antes queremos darte algo.
Jimin frunció levemente el entrecejo en lo que Sunah lo llevaba al comedor y Seokjin desaparecía de su vista.
—¿A mí?
—¡Claro Jimin-ah!
El albino tomó asiento en donde Sunah le indicó y después de que le cerraran los ojos, escuchó la voz de Seokjin.
—Sorpresa.
Cuando abrió sus ojos, Jimin se quedó sin palabras. Una bonita guitarra acústica negra estaba entre las manos de Seokjin.
De repente todos los recuerdos de sus primeros días en Canus regresaron a su mente. Cuando Seokjin tocaba la guitarra para él tras la puerta de la habitación del hospital donde estuvo internado.
Cuando le tenía miedo a todos y Seokjin se la fue ganando poco a poco con la linda música que le llevaba todos los días. Cuando el omega le puso ese instrumento en su regazo y sintió la sensación tan hermosa y extraña que eran las cuerdas en las yemas de sus dedos.
Los pequeños callos, la vibración en los dedos, el dolor en la mano. Las canciones tristes y las animadas.
La paciencia y el cariño de Seokjin.
Jimin se puso de pie y abrazó al omega aunque tuviera la guitarra entre sus manos. Lo rodeo por los hombros y cerró los ojos.
—Yo también te quiero mucho —soltó el omega castaño con una sonrisa.
Cuando Jimin lo soltó, el castaño le entregó la guitarra y al albino le brillaron los ojos.
—Toca algo, Jimin —Seungheon habló, llevándose el último bocado de comida a su boca.
—No creo que deba —El omega sonrió avergonzado —Ya debí haber perdido la práctica.
—¡Has nuestra cena más amena! ¡Vamos! —Ahora Yowon habló.
Namjoon miró al albino con ambas manos en su cara y con una tierna sonrisa.
—Bueno, lo intentaré.
Cuando apenas tomó asiento, su cabeza se movió por sí sola, captando cierto olor llegar cerca de la puerta de madera.
—Gguk.
El omega se puso de pie en tiempo récord, dejando la guitarra en la silla en lo que Sunah se apresuraba a abrir la puerta.
El olor a menta ya se podía detectar en la entrada, y cuando lo miró a los ojos, desde el fondo de su corazón sonrió.
Jeongguk dio dos pasos al frente y sin pensársela mucho, llevó a Jimin entre sus brazos.
—¿Cómo estás, precioso? —preguntó, enterrando la nariz en el cabello un poco húmedo del albino y soltado feromonas de protección para que lo envolvieran por completo.
Jimin aspiró su aroma y soltó un suspiro que llevaba mucho tiempo conteniendo —Mucho mejor ahora —hizo el esfuerzo para no llorar.
Los Kim miraron la escena, extremadamente curiosos y algo sorprendidos. Uno que otro se giró levemente a Namjoon para ver su reacción.
El castaño los miró con una sonrisa que hizo que sus ojos se hicieran pequeños y luego siguió tratando que Taehyung comiera un poco de su arroz, abriendo la boca con los ojos grandes para ver si su hermano menor lo imitaba.
Jeongguk dejó un dulce beso en la frente del albino y luego caminó hacia Yowon, sin percatarse del sonrojo y el corazón acelerado que había causado en su omega.
Jimin se reprimió. Quería abrazar la espalda del pelinegro y sentir más de cerca las feromonas que tanto necesitaba, esas que solo tenía su alfa. Aspirar su varonil y perfecto aroma y cerrar los ojos para intentar tener un descanso decente.
Pero cuando lo vio saludar y abrazar a los miembros de la familia Kim, supo que tenía todo el tiempo del mundo para hacer eso.
El albino se sentó de nuevo, y después de sonreír hacia Yowon, volvió a tomar la guitarra entre sus manos y con delicadeza deslizó uno de sus dedos por todas las cuerdas.
"No luzcas sorprendido. Que parezca que ya sabes que toco"
El alfa tomó asiento junto a Namjoon y observó con atención como Jimin comenzaba a tocar una canción.
El ritmo era lento y algo triste. Observó cómo sus manos se movían fácilmente por los trastos y sonrió cuando vio que sus uñas estaban de un color negro, probablemente a causa de Sunah.
Por un segundo creyó que iba a cantar, pero ese momento nunca llegó. Lo más cercano que hizo fue tatarear algunas partes de la canción, pero después se concentraba en seguir tocando y su voz no se volvía a escuchar.
"Tocas precioso"
El alfa no pudo contenerse y soltó un cumplido por el enlace. Sonrió cuando en el rostro de Jimin apareció una sonrisa de la nada y tocó un poco las cuerdas con un poco más de entusiasmo que antes.
Yowon miró a Namjoon a los ojos, y el castaño asintió.
—Gguk, necesito hablar contigo.
El pelinegro levantó una de sus cejas y asintió, claramente extrañado. Namjoon caminó hacia la puerta y lo miró. Jeongguk se acercó suavemente al omega y pellizcó dulcemente su nariz con una sonrisilla, como si acabara de decirle "ahora regreso" y después siguió a Namjoon.
—Espero que esto sea sumamente importante porque Jimin está allá dentro tocando precioso —El alfa habló en broma.
—Lo es.
Jeongguk sonrió, pero cuando vio que Namjoon no, supo que algo andaba mal.
—¿Qué pasa hermano?
—Lo único que te pido es que te calles y me escuches.
El pelinegro endureció la cara —¿Qué pasó, Namjoon?
—Cuando te llegó el celo, Jimin casi fue atacado por un intruso en el bosque.
—¡¿Cómo que casi fue atacado?! —habló con firmeza —Más te vale que haya sufrido mucho cuando lo mataron.
—Escapó.
Jeongguk levantó ambas cejas —¿Escapó?
—S-
—¡¿SE PASARON MIS INSTRUCCIONES POR LOS HUEVOS?!
—¡PELEAMOS CON ÉL, GGUK!
—En estos momentos no soy Gguk, soy tu puto alfa ¡Ahora explícame que mierda pasó!
Namjoon bufó con la mandíbula perfectamente marcada —Ese día Jaeno, Yoongi y yo estábamos haciendo guarda en esa zona del bosqu-
—¡PRIMERO LO DE JIMIN!
Namjoon, a lo largo de toda su vida, jamás había escuchado ese tono de voz en Jeongguk. No sabía si se debía a que ahora era el supremo o a que tal vez jamás se había enojado tanto. Pero era aterrador.
—Lo encontré en el piso llorando, realmente mal. Me acerqué, pero no reaccionaba. Se arañaba los brazos y lloraba a mares. Lo revisé pero estoy seguro que no lo hirió. Lo terminé trayendo aquí con mamá. Los primeros días tuvo pesadillas y apenas ayer salió del cuarto y comió.
—¿Te dijo algo?
—Lo mejor es que hables con él, no sé mucho.
—Lo haré —Suspiró —Ahora sí. ¿Qué pasó?
—Como te decía, ese día Jaeno, Yoongi y yo estábamos haciendo guarda en esa zona del bosque. Jaeno lo detectó por su olor y cuando fuimos, ese alfa estaba caminando hacia Jimin, que estaba en el piso llorando. Peleamos con él pero era demasiado fuerte. Después Yoongi y Jaeno lo siguieron y se unieron las Lee y Jungwoo. Me quedé con Jimin porque en serio se veía mal.
—¿Quién más se unió?
El castaño negó —Solo nosotros.
—¿Qué más pasó? —Contestó seco y con los ojos obscuros —Sé lo más específico posible.
—Sunji lo siguió cuando se metió en su territorio. Fuimos tras ella pero al parecer lo perdió de vista y nos regresamos. Nos podíamos meter en problemas por lo mismo del acuerdo. Solo sé que tu padre mejoró la seguridad y solo te estábamos esperando para hacer la junta.
—Será mañana a primera hora. Ahora ¿Cómo era el intruso?
—Era un pelirrojo, como de mi tamaño. Sólo sé que se llama Taesung.
Jeongguk frunció el ceño de nuevo —¿Estás seguro que se llama así?
—Segurísimo.
—Es que no tiene sentido, Taesung es el alfa de Haro. No tiene porque mierda entrar y mucho menos atacarnos, no lo entiendo.
Namjoon tragó en seco. Se había enfrentado al alfa de la manada vecina y no tenía ni idea.
—Solo te digo lo que sé —Respondió simple.
—¿A qué hora pasó todo eso?
—Alrededor de las dos de la mañana.
—Mierda.
Jeongguk cerró los ojos y llevó su mano al puente de su nariz.
"Ji, ¿podemos irnos ya? ¿o prefieres quedarte un poco más?"
"Vámonos"
—Jimin y yo ya nos vamos. Mañana a primera hora te quiero en el consejo. También a las Lee y a Jungwoo. Trae a todos los que estuvieron contigo en la pelea.
Antes de darle oportunidad de responder, Jeongguk caminó hacia la puerta y entró, observando como Jimin ya se había puesto de pie para despedirse de todos.
Era evidente que los Kim habían escuchado la conversación, por lo que no pusieron ni un pero cuando la "pareja" decidió que ya era hora de irse. En otra ocasión hubiesen insistido un poco más para que se quedaran, invitándolos a cenar, pero la pura mirada de Jeongguk lo decía todo.
Jimin subió a la habitación y después de bajar con la mochila en sus hombros, los dos se despidieron adecuadamente y Jimin aprovechó para abrazar a Seokjin y a Sunah una vez más.
Cuando salieron, Jimin observó el rostro serio y casi triste de Namjoon, recargado justo donde habían tenido una linda plática el día anterior. Dejó la guitarra en una de las sillas que estaban en el porche, se acercó a él bajo la mirada de Jeongguk y lo abrazó por la espalda.
—Gracias por todo, Namu —Sonrió cuando el alfa se giró para mirarlo a los ojos —Nos vemos pronto.
El alfa abrazó de vuelta al omega y cuando el albino regresó junto a Jeongguk, el alfa se giró.
—Gracias, Namjoon.
El castaño pudo ver en los ojos del pelinegro nada más que agradecimiento. Podía entender la impotencia que estaría sintiendo en esos momentos y entendiendo sus sentimientos, asintió.
Sin mucho esfuerzo, Jeongguk tomó la guitarra acústica con una mano y se colgó la mochila de Jimin en uno de sus hombros. El albino sonrió en agradecimiento y ambos comenzaron a caminar hacia su casa.
—Disculpa si me excedí con mi comportamiento —El alfa fue el primero en hablar —Te juro que no sé cómo actuar exactamente.
—No tienes que disculparte. Creo que lo hiciste perfecto.
—¿No te incomodé? —El albino negó con las facciones suaves —Me alegro. Y tenemos que hablar cuando lleguemos ¿sí?
Jimin asintió, sabiendo perfectamente de qué tenían que hablar.
El camino fue corto, y mientras caminaban el uno junto al otro, Jeongguk miraba despistadamente la mano del albino, más cuando sus manos chocaban al caminar.
Quería tomar su mano. Quería entrelazar sus dedos con los de él y luego mirarlo a los ojos mientras le dedicaba la sonrisa de conejo de la que Jimin tanto se burlaba.
—Siento raro caminar a tu lado sin tu chaqueta colgando de mis hombros.
—Vine corriendo, lo siento —rascó su nuca —Ni siquiera la tomé del perchero por las prisas.
—Está bien, está bien. No es reclamo.
Jeongguk asintió y sin darse cuenta, sus facciones se entristecieron. La imagen de Jimin llorando en el suelo del bosque y haciéndose daño a sí mismo le rompió el corazón y ciertamente no podía irse de su mente. Él despertándose con miedo a causa de las pesadillas y más débil por no comer.
Jimin lo observó con curiosidad, pero no dijo nada hasta que llegaron a la casa. Jeongguk abrió la puerta con sus llaves y le abrió la puerta al albino.
Jimin le quitó todas sus cosas de encima, entró a la casa corriendo hacia la sala y dejó la guitarra y la mochila en uno de los sofás. Se giró, pero cuando no vio a Gguk, regresó a la puerta, donde lo vio recargado en la misma y con la cabeza gacha.
—¿Por qué esa cara tan larga, conejo?
Jeongguk sintió cálido en su interior por el apodo que le había dado el albino, pero toda sensación se esfumó cuando cayó en cuenta de su realidad.
—No te protegí.
Jimin cerró los ojos, ahora entendiendo esa sensación de intranquilidad que sintió todo el camino
—Jeongguk.
—No sabes lo que me estoy odiando en estos momentos —El alfa habló despacio, entonando cada palabra con lentitud y con un obvio dolor.
Jimin negó —¿Cómo ibas a saber?
—Aun así. Pasaste un horrible momento, solo. Por mi culpa.
—¿En qué mundo lo que pasó es tu culpa?
—En el mío.
—Pues no —Respondió casi agresivo —¿Qué fue lo que te dijo Namjoon?
—Que cuando atacaron a Taesung se estaba acercando a ti y que estabas en el piso, muy mal —Jimin asintió —¿Qué te hizo, Jimin?
—Primero... necesito contarte algo.
Como si se tratara de una alarma, algo dentro del pelinegro, comenzó a parpadear.
—¿Estás bien? —Habló acelerado.
—No lo sé.
—¿Qué pasa?
Jimin volvió a cerrar los ojos. Aunque por un lado no quería volver a tocar el tema de su clan, Jeongguk tenía que saber lo que había ocurrido. Pero no solo eso.
Quería contarle. Tal vez no eran las mejores circunstancias, pero, realmente quería abrirse con Jeongguk.
—Vamos a mi cuarto ¿Sí?
El alfa asintió repetidas veces y siguió a Jimin dos pisos arriba. El albino abrió la puerta y con pasos lentos se dirigió a su cama, seguida de Jeongguk.
—Siento tus nervios y miedo, Jimin —El alfa habló apenas tomó asiento frente a él —Por favor dime que pasó ¿Sí te alcanzó a hacer algo? Namjoon me dijo que te revisó y no encontró heridas, ¿No lo hizo bien o-
—Yo lo conozco.
Jeongguk se quedó inmóvil —¿Conoces al alfa de Haro?
Jimin asintió —¿Nunca te conté que viví en Haro?
El alfa miró hacia el piso, tratando de recordar, pero nada —No lo sé. ¿Pero a qué viene todo eso?
Jimin mordió el interior de su mejilla —¿Qué... sabes del exterminio de mi clan?
—Que el jefe del pueb— Y Jeongguk guardó silencio, sintiendo como el coraje poco a poco crecía dentro de él.
Jimin miró hacia el piso, sabiendo que el alfa ya había conectado los puntos —Sí. Él fue el que mató a mi familia.
A Jeongguk se le nubló la mirada —Lo voy a matar.
Jimin trató de guardar la calma cuando sintió lo que Jeongguk. Entre ira, asco y coraje.
—Cuando escapé estaba muy mal, Gguk —trató de continuar —Si no hubiera sido por Yowon y Seokjin yo hubiera muerto en el bosque. Pensé que él me daba por muerto pero ahora sabe que estoy vivo y sabe dónde estoy.
—Oh por dios, lo voy a matar.
—Yo también, pero no te estoy contando esto para que lo mates Gguk. Sino para que sepas, que si se metió al territorio o si vuelve, es por mí. Ya sabe que vivo aquí.
Jeongguk inhaló. Tenía que pensar con la cabeza fría y no dejarse llevar por la ira. Si actuaba por cuenta propia las consecuencias iban a ser mucho peor y el no sería el único que sufriría las consecuencias.
Estaban hablando del alfa de Haro. El jefe de una de las cuatro manadas del territorio del bosque Magno.
Tenía que pensar, pero la pregunta principal era la que no se había hecho.
—¿Cómo lo supo que estabas aquí? —habló para sí mismo.
—No tengo ni idea —cuando Jimin respondió a la pregunta, el alfa se sorprendió un poco, porque su respiración cada segundo se aceleraba y sus manos comenzaron a temblar —Te juro que no me acerco a la fron–
—Hey, hey —El alfa abrazó de inmediato a Jimin cuando sus ojos se volvieron más brillosos de lo normal —Aquí estoy. Tranquilo.
Jimin se aferró a la camisa de alfa y hundió su cabeza en su pecho. Agradeció mentalmente que el alfa ya estaba comenzando a soltar de nuevo las feromonas que tanto necesitaba y con toda la pesadez del mundo, cerró los ojos.
—Ven.
Jeongguk se dejó caer en la cama y Jimin se refugió en su pecho. No sabía con exactitud qué hacer. Recordó cuando fue él quien estuvo en esa posición e hizo memoria sobre lo que él había hecho.
Con un poco de miedo, comenzó a pasar las yemas de sus dedos por el cabello blanco de Jimin, sintiéndose más tranquilo cuando notó que Jimin parecía disfrutar de ese gesto.
—¿Quieres hablar de eso?
—Ahora no. Perdón.
—No te disculpes —se apresuró a contestar —No tienes que contármelo.
—Quiero hacerlo —Lo abrazó más fuerte —Solo que no hoy.
Jeongguk por puro instinto dejó un beso en la coronilla del albino.
—Jamás voy a permitir que alguien te toque un solo pelo —a pesar de que la frase no se escuchaba romántica en lo absoluto, el tono de voz que uso el alfa lo hizo parecer así —Siempre te voy a proteger.
"Lo sé"
El alfa sonrió y abrazó a Jimin, esta vez sin contenerse mucho.
En otra situación, el alfa hubiera muerto de felicidad por tener a Jimin de esa forma, acurrucado en su pecho, tranquilo y entre sus brazos. Pero esta vez era la excepción. No iba a meter sus sentimientos. Su prioridad era, es y será que el omega esté bien.
Esa noche iba a dejar su amor a un lado, y cuando Jimin cayó dormido, no se aprovechó y se quedó con él. Llenó las almohadas de su olor y de feromonas de protección y las colocó cerca de él, y alrededor de toda la cama para que ese sentimiento de relajación no se acabara.
Apagó la luz de su habitación y le dio una última mirada desde el marco de la puerta.
—Te juro no te vas a volver a sentir así, Jimin. Ahora tienes quien te proteja con su vida.
Dato Interesante
Hay cuatro manadas de licántropos "relativamente" cerca.
Canus ; norte / noreste
Haro ; sur
Sorní ; este
Mitre ; oeste
Jeongguk sabía que Jimin había pertenecido a uno de los tres últimos, pero no sabía exactamente a cual.
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