21 ; mala suerte III *

⚠️ Advertencia: Contenido explícito ⚠️

Alguien

Jeongguk jadeó, pasando la palma de su mano alrededor de todo su grosor. Se dobló un poco hacia delante para mirar su pene y trazó una de las venas que se saltaban con su dedo pulgar hasta llegar a su glande, que acarició con su dedo índice y pulgar, esparciendo la gota de líquido preseminal por toda la zona rosada.

Dejó caer la cabeza hacía atrás, sintiendo hasta el recorrido de una gota de sudor pasar por su pecho, y con repentino entusiasmo comenzó a mover su mano con velocidad a lo largo de su pene.

Gimió, sin temor a ser escuchado. Apretó su mano izquierda en las sábanas y cerró los ojos.

Hizo presión en todos los dedos, a excepción del índice, que no dobló, para que cada que su mano subía este tocara suavemente la punta, como tanto le gustaba.

Volvió a mirar y se concentró solo en la base del tronco, usando su mano izquierda para acariciar sus testículos. Cerró los ojos y se dejó caer de nuevo por la sensación.

No quería ser una persona asquerosa, pero no pudo evitar pensar en los labios de Jimin cuando halló su olor en una de las almohadas que antes había usado.

¿Cómo sería besarlo?

Hundió la cara en la almohada y se imaginó a sí mismo pasando la lengua por su cuello, con él gimiendo por lo bajo, cerca de su oreja. En el recorrido que haría, como mordería sus clavículas, como lamería el lóbulo de su oreja, como besaría el filo de su quijada.

Aspiró más fuerte el olor a nectarina y lo observó sonrojada y con los ojos brillantes, sin que las piernas le dejaran de temblar. Lo besó, con tanta tranquilidad, que casi podía sentir los labios de Jimin sobre los suyos. El albino seguramente lo abrazaría por los hombros o lo tomaría de una mejilla. O tal vez lo acercaría a él tomándolo por la espalda baja. 

Jeongguk volvió a imaginarse sus labios, o específicamente en cómo se verían sus labios gruesos alrededor de su gruesa polla.

Trató de quitarse esa imagen mental, pero no pudo. Se separó de la almohada y soltó otro gemido, pero esta vez imaginando que las manos que rodeaban su pene no eran las suyas, sino las del albino. Esas manos blancas y delgadas. Se imaginó lo pequeñas que se verían a comparación de su miembro. Las manos de Jimin envolvían su pene y subían una y otra vez, pasando por la cabeza y apretando más fuerte por todo el tronco.

En sus ojos grises con tupidas pestañas blancas, mirándolo directo a los suyos mientras él metía uno de sus testículos a la boca y seguía usando ambas manos para masturbarlo.

Se imaginó como se sentiría su lengua en esa zona sensible y sin poder evitarlo dobló los dedos de los pies, sin poder quitarse de la mente esa bendita imagen mental. ¿Solo los succionaría? ¿Los lamería? ¿O sería juguetón y le clavaría los dientes de manera suave?

Apretó más su miembro y recorrió su tronco una y otra vez, hasta que sintió el orgasmo cada vez más cerca. Ahora Jimin había abandonado los testículos y con su suave lengua lamió todo el largo, hasta que llegó a la punta y metió su miembro por completo a la boca.

Jeongguk no necesitó más y se corrió, esparciendo su semilla por todo su abdomen y un poco en sus piernas.

Abrió los ojos y miró su desastre. ¿Cómo se vería Jimin con el rostro lleno de s-

El alfa se sentó de golpe y negó repetidas veces.

Se arrepintió de inmediato sobre lo que acababa de hacer. ¿Cómo mierda la iba a ver a los ojos cuando todo eso acabase? ¿Con que cara se iba a parar frente a él?

Se sintió asqueado de sí mismo.
Pero no, él ya no sería un degenerado. Él no le faltaría el respeto de esa manera otra vez.

Se puso de pie y con los pañuelos que siempre tenía cerca, comenzó a limpiarse. Primero el abdomen y luego los muslos, de la cama ya se encargaría luego.

Se metió a la ducha de nuevo y cuando se lavó el miembro sintió como poco a poco se endurecía. Abrió el agua helada de golpe y suspiró cuando su plan había funcionado, pues su erección comenzó a bajar.

Cuando salió de la ducha y terminó de secarse, bajó las escaleras, completamente desnudo, y abrió el refrigerador para buscarse algo de comer.

Cuando sacó lo que había quedado de la última pasta que había preparado, volvió a bufar.

—No otra vez.

Miró hacia abajo, encontrándose con su pene duro de nuevo.

Suspiró, tomó un tenedor, y mientras se masturbaba con la mano izquierda, comenzó a comer de la pasta fría con la mano derecha.

El alfa soltó un leve jadeo.
¿Cómo sería comer directamente del abdomen del albino?


///


Yowon se asomó a la habitación una vez más para corroborar que Jimin no estuviera teniendo pesadillas o no se hubiera levantado. Hace un rato la había escuchado ducharse sin haberle dicho a nadie, y la preocupación la estaba carcomiendo poco a poco. Cuando vio que seguía igual de tranquilo que antes, suspiró y fue a su propia habitación.

—Debiste hacer algo.

Yowon miró con seriedad a su alfa, que se colocaba la última de sus botas sentado en la cama.

—No sabíamos que era él — respondió —Ni siquiera sabemos si fue él el que entró al territorio hace varias semanas, Won.

—Pero lo sospechaste —Contraatacó.

—Amor, me duele verlo así tanto como a ti.

—No —La omega respondió —Recuerda que yo lo encontré hace años en el bosque, amor. Que yo lo cuidé, que prácticamente lo adopté. Así que no, no te duele tanto como a mí. Y esto se pudo haber evitado si se le hubiera prohibido ir al bosque.

—Conoces al niño. ¿Qué excusa le íbamos a dar?

—¡Osos! ¡Un asesino! ¡Algo! —la omega se calló, mirando la cuna junto a su cama, pero cuando vio que Taehyung seguía en su mundo, exhaló —Ese desgraciado ya sabe que Jimin está aquí, Seung. ¿Cómo voy a dormir tranquila sabiendo que en cualquier momento puede regresar?

Seungheon se paró de inmediato y rodeó a su esposa en un cálido abrazo cuando notó su voz quebrarse. Soltó feromonas de tranquilidad y la omega se aferró a su espalda, temblando.

—Nadie lo va a tocar, mi cielo. Primero me muero antes de que vuelva a pasar algo así, te lo juro.

La omega no dijo nada. Cerró los ojos y se apoyó en el pecho de su alfa, tranquilizándose en el proceso. Después de unos breves minutos, Seungheon besó la frente de su omega y sonrió levemente.

—Seokjin acaba de llegar.

Yowon asintió y después de tomar a Taehyung entre sus brazos, bajó juntó con el alfa y abrieron la puerta justo cuando Seokjin iba a tocar.

Sunah besó la mejilla de su suegra y la frente de Taehyung, que pronunció sus pequeños labios, haciendo trompitas al verla para darle un beso también.

La pareja arrugó sus rostros de ternura y Seokjin no lo pudo evitar tomar a su hermano entre sus brazos, besando sus mejillas y su cuello haciéndolo soltar risillas.

La pareja tomó asiento en el comedor.

—¿Y? —Sunah preguntó, tomada de la mano de Seokjin —¿Cómo está Jimin-ah?

Yowon suspiró y se sentó junto a su esposo —En la madrugada logré que se durmiera, por fortuna sigue dormido.

La pareja suspiró, claramente más tranquila.

—¿Ha probado bocado? —Esta vez preguntó Seokjin, con las cejas decaídas.

Yowon negó con una pequeña mueca —Todavía no.

—Ya pasaron tres días, mamá. ¿Ha salido de la habitación?

Yowon volvió a negar.

Los cuatro bajaron la cabeza y guardaron silencio. El omega era prácticamente un miembro más de la familia y a todos les dolía la fuerte situación que Jimin estaba pasando.

Todos estaban llenos de impotencia. Más cuando hace dos días fueron a ver como estaba y escucharon los gritos que Jimin hacía al tener pesadillas. O la imagen de él serio y cansado, negándose a hablar de cómo se sentía o que era lo que había soñado que le provocaba gritar de esa manera.

—¿El consejo a dicho algo?

—Daehyun está esperando a que Jeongguk pase por su celo para hacer la junta.

—¿Qué eso no es algo estúpido?

—Jeongguk es el líder, no podemos hacer nada sin él. Por lo pronto Daehyun ordenó seguir con las guardias, pero Taesung terminó demasiado herido. Dudamos que vuelva a intentar acercarse.

—¿Y cómo sabemos si él está solo? —Preguntó Yowon.

—Precisamente por eso seguimos con las guardias.

Sunah bufó —Quien diría que Jimin y Jeongguk estarían enlazados.

—Fue una sorpresa para todos —dijo Seokjin —Me siento herido por que no me lo contó.

Yowon asintió —Pues yo también, pero Seongji dijo que se querían esperar un poco antes de decirlo, y eso ya no está en nosotros.

—¿Pero entonces que hacía Jimin-ah en el bosque?

—Se lo pregunté —Yowon contestó —Y me dijo que cuando se encontró con Taesung, estaba a punto de regresarse a casa para estar con él.

—¿Crees que Gguk haya sentido lo mismo que Jimin?

Seungheon negó —Cuando estás en celo no sientes otra cosa que no sean las feromonas sexuales. Jeongguk ahora no tiene ni idea de que está pasando.

—Hagamos algo —Yowon habló —Cuando esté Jimin presente, no hablemos de su lazo ¿Está bien? Al menos hasta que él saque el tema — Los tres adultos asintieron, dándole la razón al omega —Así que, ¿Qué preparo de comer?

Seungheon iba a contestar algo, hasta que Jimin apareció bajo las escaleras, con el rostro cansado, el cabello todavía húmedo y con ropa de Namjoon. Elevó la vista y se encontró con cuatro pares de ojos en él.

—Perdón, no quería interrumpir.

—¡¿Qué te pasa?! —Sunah se puso de pie, ofendida por el comentario —¡Ven!

Jimin sonrió levemente y después de que la rubia le acomodara la silla, tomó asiento —Lamento haber causado tantas molestias.

—Jamás causaste molestias —Seungheon respondió con una sonrisa —¿Quieres comer algo?

Jimin negó —La verdad no, pero sé que están preocupados. Algo ligero estaría bien.

Antes de que el albino pudiera ponerse de pie, para preparase algo, Seokjin la tocó del hombro, leyendo sus intenciones.

—Nosotros te lo podemos preparar. Déjate consentir.

Jimin sonrió sin mostrar los dientes y asintió, luciendo cansado. Taehyung miró al albino con ojos curiosos. Aún le tenía un poco de miedo por los gritos que había soltado en los últimos días, que lo terminaban asustando horriblemente.

El albino miró al pequeño y suspiró, sintiéndose culpable por los llantos que le había provocado. Nadie le dijo absolutamente nada, pero podía oír los llantos del pequeño Taehyung siendo consolado por su padre en lo que Yowon trataba de tranquilizarlo a él, o viceversa.

El bebé extendió sus bracitos hacia a él, aún curioso, y Seokjin con un poco de intriga lo acercó a él. Jimin lo recibió gustoso, besando la punta de su nariz en lo que escuchaba a Sunah y Yowon hablar mientras cortaban unas frutas.
Taehyung besó cortamente los labios del albino, antes de acurrucarse en su pecho por el sueño que aún tenía, Jimin rió en respuesta, acunó su cabecita y se puso de pie para arrullar mejor al bebé.

Yowon lo miró con una sonrisa a unos metros de ella, , confiada, mientras Sunah seguía hablando sobre lo que había visto en el viaje que hizo con Seokjin a la ciudad.

Jimin subió a la planta alta cuando Yowon le preguntó que sí podía ir a acostar a Taehyung a su cuna. Con cuidado, tomó el pequeño cuerpecito del beta y lo meció en la habitación principal. El beta ya estaba profundamente dormido y el  albino aprovechó la soledad para permitirse llorar. Lo recargó en su pequeño colchón y se recargó en el barandal de la cuna, para después darle un beso en la mejilla, aún con un pequeño llanto.

Ellos no necesitaban intercomunicadores para saber si el bebé se había despertado o no, sus oídos estaban lo suficientemente desarrollados para notar un solo movimiento, por lo que, cuando se tranquilizó, bajó de nuevo con la familia, sin ningún tipo de preocupación.

Volvió a sentarse y fue recibido con un plato de unas cuantas frutas. Con emoción llevó una vara de apio a su boca y sonrió.

La cerradura de la puerta se abrió y Namjoon entró con el rostro un poco preocupado. Cuando entró al comedor abrió los ojos de par en par al ver al albino comiendo con una de sus camisas negras puesta.

El omega le sonrió, poniéndose de pie.

—¡Minnie! —Namjoon habló en lo que caminaba hacia él —¡Me tenías muy preocupado!

Jimin sonrió levemente, abriendo los brazos para recibir al alfa —Perdón. 

—¡No pidas disculpas! —Lo soltó y la tomó por los hombros —¿Cómo te sientes?

—Bien. Yowon me dijo que fuiste tú quien me trajo, muchas gracias.

—Oh, no agradezcas. Es lo mínimo que pude haber hecho por mi mejor amigo —Sonrió —¿Quieres pasarte por el bosque más al rato?

A Jimin se le borró la sonrisa —No.

Namjoon cerró los ojos e hizo una mueca —Soy un idiota —susitó —Por supuesto que no quieres. ¿Qué te parece aquí afuera?

Jimin asintió —Eso suena bien.

—Me lo voy a robar un ratito —Namjoon se dirigió a su familia, y antes de salir, sirvió dos vasos con su bebida favorita y el albino tomó el plato de frutas.

Los Kim sonrieron en respuesta y ambos salieron por la puerta principal.

A pesar de que Jimin ya se había acostumbrado a la obscuridad, no pudo evitar sonreír un poco al volver a sentir lo cálido del sol en su piel.

—Así que... —Jimin fue el primero en hablar —Ya no vives aquí.

Namjoon negó con una sonrisa —Ya por fin acabaron la construcción de mi casa, si salieras más seguido, ya lo hubieras sabido.

—¿Y qué me llenen de preguntas? Paso. Aquí no me han preguntado solo porque me aman y me conocen, si no ya estuvieran encima de mí.

—Meh— dijo sonriente —Pronto te daré un tour. Realmente me gusta mucho como quedó.

—Me alegro mucho por ti. Y lo siento, robé un poco de la poca ropa que dejaste, mira —Se levantó un poco la camisa, mostrando el short deportivo, negro.

—Se te ve bien.

—Lo sé.

Namjoon sonrió —Sabía que contestarías eso.

Jimin dejó el plato en la cerca de la entrada de la casa y recogió su corto cabello en un pequeño chongo mientras tenía una sonrisa en su rostro.

—Hace mucho no hablaba contigo —Jimin musitó, sentándose en la pequeña cerca en la entrada de los Kim y con su plato con fruta a su lado derecho.

—Lo sé. ¿Qué ha sido de ti? ¿Algo nuevo? —El alfa dejó los vasos en la cerca y apoyó sus brazos al lado izquierdo del albino. Lo miró y le dio un sorbo a su adorada soda de ponche.

—Quiero a Jeongguk —Namjoon casi se atragantó al escuchar la frase —¿Puedes creerlo? Lo extraño mucho. Hace unos meses lo hubiera matado con mis propias manos y hoy no lo he visto en dos días y ya me hace falta.

—¿Desde cuándo? —Namjoon respondió irónico, sonriendo en el proceso.

—Exactamente —contestó, con la mirada aún en el frente y con una vara de apio en su mano —Esa es la pregunta. Realmente no lo sé, las pláticas, los momentos, todos se dieron por sí solos.

—Te lo dije —Namjoon sonrió, dejando su vaso junto a él —Es un idiota, pero uno muy bueno.

—Pero ¿Y tú? ¿Qué tienes para contarme?

—Yo... conocí a alguien.

Jimin se giró de inmediato con los ojos tan abiertos que asustó al alfa —¿Cómo que conociste a alguien?

—Bueno, ya la conocía —Contestó, excusándose —Pero nos hicimos, cercanos. Nada serio.

—Oh. Una mujer.

—Sí.

—Supongo que no está enlazada...

Namjoon elevó una de sus cejas —Oh ¿ya quieres hacer bromas sobre eso?

El albino sonrió —Solo quería comprobar tu suerte —Lo señaló con el apio —A lo mejor Yoongi será el impulsivo en esta ocasión.

Namjoon sonrió —Oh, basta. Sólo Jeongguk es así —Soltó una risa, pero después se puso un poco más serio —Pero no, ni se puede enlazar.

—Con que una beta, mmh... ¿Y puedo saber quién es?

—Mmm... no sé si decirte.

—¡Oh, vamos! —El omega hizo un puchero —Quiero saber.

—¿Y si resultas ser un celoso y la terminas matando?

Jimin abrió la boca, fingiendo sentirse ofendido. Cuando Namjoon se rió también, el omega ya no pudo contener la risa —Alguien también ya quiere hacer chistes...

—Tú empezaste —Se excusó con una sonrisa —Se llama Sunji.

—¿LEE SUNJI?

—¡Shhh! —El alfa lo regañó con la mirada —No grites.

Jimin abrió su boca —¿Los Kim tienen una clase de debilidad por las Lee o algo así?

—¡No hables tan fuerte! —Namjoon miró la puerta principal, haciéndole muecas al omega —Todavía no les cuento.

—Por los dioses, te gusta la hermana de tu cuñada.

Namjoon blanqueó los ojos —No es nada serio, eh.

—Sunji es un amor —Contestó —Me alegro por ti.

—No tienes nada por que alegrarte, no es nada serio.

Jimin elevó una de sus cejas —Repítetelo hasta que te lo creas.

Namjoon sonrió forzado —Eso es lo que estoy haciendo.

El omega soltó una carcajada. Nunca se imaginó ver a Namjoon así de frustrado por una chica. Quitó su vista de él y miró al frente de nuevo.

Por fin mordió la vara de apio entre sus dedos y soltó un suspiro inaudible. No se sentía herido. Realmente se sentía feliz por el alfa, aunque no quisiera admitir con palabras que se estaba enamorando de la menor de los Lee.

Su pecho se sentía cálido y con una sonrisa se giró al alfa, que sonrió hacía él. Con una dulce sonrisa el albino tocó su hoyuelo derecho y después acarició su cabello.

—Te extrañé, Namu.

—Yo también, Minnie.

Los dos volvieron a sonreír, y al mismo tiempo miraron al frente.

—¿Gguk te platicó sobre sus planes como alfa? —Namjoon habló.

—¿Lo de los viajes a la ciudad?

Namjoon asintió —Sunji quiere ser maestra. Sé que ella sería la primera en apuntarse para irse por un tiempo de aquí. Es muy ambiciosa, más cuando se trata de aprender.

—¿Y cómo te sientes con eso?

Namjoon la miró —¿Sobre qué?

—Que si se hacen los planes de Gguk, ella se iría de aquí por un tiempo.

—¿Cómo se supone que debería sentirme?

Jimin se encogió de hombros —Dímelo tú.

—No sé.

Jimin se giró hacia él —¿Y a quién le pregunto?

Namjoon desvió la mirada, evitando contestar esas preguntas que Jimin soltaba de la nada —Solo espero que Gguk si pueda llevar a cabo sus ideas.

—¿Aunque eso pueda significar perderla?

—¿Siempre has sido así de molesto? — El alfa volvió a posar su mirada en él.

Jimin asintió, con una ceja elevada antes de darle un sorbo a su bebida —Me veías con otros ojos —Dejó el vaso junto a él de nuevo —Por eso no te dabas cuenta.

—Oh, cállate. Mejor dime, ¿Cómo está Jeongguk?

—Ahora probablemente mal. Está pasado su celo solo.

Namjoon sonrió con el vaso a milímetros de sus labios—Debes estar mucho en su mente —Dijo en tono burlón.

—Te juro que no lo dudo ni tantito.

Namjoon soltó una carcajada y Jimin lo acompañó, riendo también a su lado. Inconscientemente los dos soltaron un suspiro después.

—Sabes que vas a tener que hablar de eso en algún momento, ¿Verdad, Jimin?

El albino soltó una risa nasal —Ya sabes quién es —afirmó.

—No lo creí posible, pero mamá me lo confirmó. Nunca me dijiste su nombre, por eso tarde tanto en procesar lo que había pasado.

—Me encontró, Nam —Jimin contestó por lo bajo.

—Cuando te lleve camino a casa ¿No sabías que fui yo el que te encontró?

Jimin negó —Cuando me dan ataques no reconozco a nadie.

—Jamás te había visto así. Me dio mucho miedo.

—Lo sé —asintió, con una mueca —Antes me daban seguido. Cuando estaba con Yowon, a veces también con Seokjin —suspiró —No quería agregarte a la lista.

—Te juro que si hubiera sabido que era él, me hubiese aventado con mucha más fuerza. Pero no te hizo nada. Mírate, estás bien —El alfa le sonrió de lado y le guiñó el ojo.

—No me quieras engañar, Namu —Jimin lo miró serio —Sé que escapó —Namjoon de inmediato borró su sonrisa —Escuché a alguien decirlo.

—Bueno, sí, pero no te va a tocar.

—Confió en eso, en lo que no confío es en Gguk. Temo como vaya a reaccionar.

Namjoon negó con los ojos muy abiertos y ladeó la cabeza —La verdad yo también. Se va a odiar por haber estado en celo y porque alguien se metió en el territorio, y principalmente porque estuvo a punto de atacarte.

—Todo se va a poner muy feo.

—¿Te imaginas como se pondría si supiera que fue lo que te hizo Taesung?

—Oh, le voy a platicar.

Namjoon jadeó, sorprendido —¿En serio?

El albino asintió —Tiene que saber que él volvió por mí. Además, ya nos tenemos esa clase de confianza, se lo iba a platicar de todos modos.

—Me alegra saber que ya se llevan bien.

—Yo también —Sonrió —Tiembla Namu, porque te puede quitar tu puesto de mejor amigo.

Namjoon sonrió de lado de forma tierna —Lo dudo.

El alfa sabía que Jeongguk no ocuparía su puesto de mejor amigo, sino uno un poco más alto.

—Siento que sí voy a sobrevivir al lazo ¿Sabes? Gguk y yo ya somos cercanos y realmente me gusta pasar tiempo con él. Es como si me hubiera casado con un buen amigo.

—¿En serio? —Namjoon elevó una de sus cejas —Platícame más.

Jimin ladeó su cabeza —Pues pasamos mucho tiempo juntos. Prepara unas pastas deliciosas. Una vez cuando estaba dormido vi que tiene una cicatriz en la mejilla y sin que yo se lo preguntara, me platicó que se la hizo jugando contigo y con Yoongi. Fue lindo. Oh, hace caras graciosas cuando se mete a la boca la comida caliente —Soltó una risilla al recordar su cara su sufrimiento —Es muy competitivo, y de la nada se queda en blanco con cara idiota.

Namjoon soltó una carcajada y asintió, sabiendo perfectamente a que se refería —Eso siempre lo ha hecho. La segunda vez que lo hizo con nuestros amigos, a Jaeno se le ocurrió bautizar a ese momento como Jungshook. Desde entonces cada vez que lo hace todos los imitamos hasta que se de cuenta.

Jimin soltó una risa también —Jaeno hizo lo correcto. ¿Y no se enoja cuando hacen eso?

Namjoon negó —Solo se ríe y nos golpea, que al final termina siendo peor a que se enfade —Jimin rió —Desde ese día Jeongguk dejó de decirle "hyung" a Jaeno.

—Sí, realmente se ve que no respeta mucho a sus mayores, o bueno, no a todos —Namjoon asintió —Ehmm.. También he notado que come demasiado helado, una vez vi que le pu...

Namjoon miró los ojos de Jimin, enfocados al cielo, en lo que seguía hablando del alfa. El omega estaba lo suficientemente negado como para admitir que éste le estaba comenzando a gustar, pero sin darse cuenta sus ojos brillaban al hablar de él.

—Me alegro mucho por ustedes —Namjoon soltó de nada con toda la sinceridad del mundo, interrumpiendo al albino sin darse cuenta.

El omega sonrió al escuchar el tono de voz algo curioso y serio que había utilizado el alfa. Soltó una risa nasal y con su dedo tocó la punta de su nariz.

—Y yo me alegro mucho de lo tuyo con Sunji.

Namjoon blanqueó los ojos y se giró levemente —No es nada serio —Repitió con los ojos entrecerrados.

—Está bien, está bien —El omega levantó ambos brazos en señal de rendición —Pero aun así, me alegro.

Namjoon sonrió, enternecido —Gracias.

—De nada.

Ambos sonrieron y chocaron sus vasos de vidrio antes de darle un sorbo. Jimin miró a Namjoon con una sonrisa casi nostálgica en lo que él se concentraba en terminar su bebida con la vista al frente, ajeno a lo que pasaba a su alrededor.

Era realmente bueno tener a su mejor amigo de vuelta.

Aclaración:
Namjoon y Jimin no habían cruzado palabra desde el 20 de enero, la fecha del capítulo de hoy es 8 de abril. 
Y otro dato, es que están en el año 2019

Yowon
(La actriz tiene 38 pero aquí tiene 44)

Dato Interesante:
Yowon fue madre una corta edad, teniendo a Seokjin a sus 16 años, a Nam a sus 18, y luego la bendi de Tae que lo tuvo a sus 40 ksksksks, (no se cuidaron en un celo)

Ella siempre fue la menor en su grupo de amigas, Sookha era la mayor (1969), luego Seongji (1970) y por último ella (1974).

Cuando Sookha dejó Canus a los 21 años, el 5 de Diciembre de 1990, un día antes visitó a su mejor amiga en el hospital, que acababa de dar a luz. Yowon le pidió que le pusiera el nombre a su hijo para tener una parte de ella (ya que sabía que no la iba a volver a ver) y Sookha le puso Seokjin a ese bebé.

Jimin es la copia exacta de su madre, es ella con el pelo corto lit. O sea Yowon se hizo a la idea de que no iba a volver a ver a su mejor amiga, y 23 años después encontró a su hijo moribunda en el bosque. ¿Se imaginan como fue para Yowon verlo? ¿Saber que mataron a su mejor amiga y a toda su familia?

Y, bueno, les dejo una foto de Lee Sunji (aka the badass) para que la vean después de que dejen de llorar skkssk

byeeeeeeeeeeeeee
; hienita

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