6. Tus labios son mi perdición
Sus fuertes risotadas, se debían a las cosquillas que Off le hacía al sujetar los costados sobre su cadera.
—¡Basta! ¡Espera! —Su respiración estaba agitada e intentaba calmarse—. O-Off ¿N-No de-debimos comer primero?
—No, primero nos divertimos. Después comemos.
Fue en ese momento que Off se percató de la situación en la que se encontraban, y su sonrisa desapareció.
Observó bien a Gun, que tenía las mejillas rojas y su cabello revuelto. Su camisa estaba un poco levantada y su pantalón sumamente pegado, apresaba sus piernas y su...
—¿Off? —Su respiración era agitada.
—Dios... —Se giró, cubriendo sus ojos—. Baja tu camisa.
Gun se sentó, y acomodó su ropa, mientras pasaba sus manitas por su cabello para peinarlo.
—No, cálmate. Cálmate.
—¿Off? ¿Alfa?
—¿Por qué trajiste un pantalón que aprieta tus piernas?
—Oh... no aprieta mis piernas. Me gusta este pantalón. ¿Hay algo de malo en usarlo? —Puchereó, él solito se lo había comprado hace seis meses.
—No, es solo que te queda muy bien. —Quitó sus manos, volviendo a mirar al Omega. Esta vez con una sonrisa pequeña en su rostro—. Tu aroma es a fresa con peonia. ¿Cierto? —Las manitas de Gun fueron a su propio cuello para asentir, creyó que era buena idea dejar su aroma suelto ese día, por la cita que tenía con Off—. Debo decirte que... me encanta. —Off se lanzó a sus brazos, hundiendo su nariz en el cuello contrario. Gun chilló sorprendido, cuando sintió las manos del alfa pasar por su cadera—. Sí, no hay duda. Eres hermoso, con un aroma exquisito y un cuerpo muy bonito.
Se avergonzó. Nadie le había dicho tales palabras antes. Tampoco era como si alguien se interesara en él, porque lo consideraban un beta terrible.
—Alfa, tu familia ¿cómo es?
—Uhm, mi madre es una Omega muy escandalosa. Mi padre es un empresario, él es un alfa demasiado mandón.
—¿Hermanos?
—Dos, uno mayor y otro menor. Ambos unos alfas tontos.
Se rió ¿por qué les llamaba de ese modo? ¿Será que algo malo había pasado con entre ellos?
—¿Tontos?
—Ellos... tienen una idea muy arcaica sobre los Omegas.
Se alejó, ahora dejando besitos por la mandíbula de Gun. Pasando por sus mejillas y descendiendo hasta rozar sus gruesos labios. Gun abrió sus ojos en grande y se quedó quieto por el cosquilleo que eso le provocó.
—Gunnie —Su mano fue directo a su boca. Su corazón palpitaba con fuerza producto de la emoción que le había causado ese pequeño y simple toque, que le gustó—. Perdón... sé que ni siquiera somos novios y ya me atreví a besarte de ese modo.
—¿Quieres ser mi novio? —Preguntó Gun casi en un susurro.
—Claro que quiero Gun, pero yo debería pedirlo con algo de detalle.
—Alfa... —Lo miró. Sus ojos brillosos parecían iluminarse mucho más por la emoción. Los brazos de Gun pasaron por sus hombros firmes. No entendía como su timidez le permitió hacerlo, pero no se detuvo hasta dejar un toque delicado en sus labios—. ¿Puedo?
—Tu siempre... —Sonrió.
Off estaba emocionado sujetando su cintura para besarlo.
Esta vez fue diferente, la delicadeza era extrema, sin embargo había algo de pasión también, y simplemente se dejó llevar por el momento, moviendo sus labios más rápido y abriendo paso a la lengua experta del alfa; sólo ruiditos pequeños se escapaban de su boca, mientras se dejaba envolver con el aroma a café y sándalo.
—Ah... Soltó un pequeño gemido, cayó en cuenta que el mayor apretaba su cuerpo contra el pasto. No quiso que se detuviera, manteniendo sus piernas abiertas para tenerlo más cerca, incluso dejando que mordiera su labio.
La forma tan experta en la que su lengua era chupada y saboreada en medio de un fuerte calor y cosquilleo de sus labios, mientras su cuerpo se ponía más y más sensible, era tan abrumante.
Que Off lo acariciara bajo su camisa, tocando directamente su piel era maravilloso. Gun solo temblaba por tenerlo sobre él.
—Uh, A-Alfa. —Ladeó su cabeza, pensando que dejaría de besarlo. Se equivocó porque él descendió por su cuello—. Dios, Off. —Sí, se sentía bien. Amado y contento. Pero no era tiempo ni lugar para hacer ese tipo de cosas—. Espera... —Sintió la succión en su piel y jadeó quedito cerrando los ojos.
Off, se detuvo y se alejó un poco observando como la zona se volvía roja.
—Ups...
—Voy a llevar cuello alto de ahora en adelante. —Reclamó, Gun.
Corrió ante la hora, con su mochila enfrente para entrar a la Universidad. Observando a todos ya dentro de sus aulas. Se detuvo frente a la suya acomodando sus prendas y abrió un poco la puerta.
—Gun Atthaphan, ¿Tarde?
—Uhm, los siento.
—Está bien, pasa. —No tardó en avanzar cerrando la puerta y observando a Off, reír.
Él parecía esperarlo, con su lugar apartado. Caminó con cuidado para sentarse y suspirar cómodo ante el aroma de Off, que parecía esta vez ser solo un poco más fuerte.
—¿Por qué tan tarde?
—Mamá me entretuvo con preguntas. Como ¿por qué tienes esa marca rara en tu cuello? —Off sonrió, estaba tal vez orgulloso— No paro de preguntar hasta que le dije que tenía novio y lo conocería.
—Espera, ¿me vas a presentar?
—¿Quién dice que hablaba de ti? —La mirada indignada, de Off no le sorprendió, sabía que lo entendía. Era su peculiar manera de llevarse.
—Bueno, entonces no tendrá a un buen hombre para su hijo. —Se hizo el fuerte, quería reír.
—Uy, sí. ¿Has visto al alfa de tercer año? ¿El pelirrojo? bueno. Estoy pensando en hablarle. ¿Tú que crees?
Esta vez lo gracioso pasó a ser serio, cuando Off frunció el ceño y lo miró algo enojado.
—No te atrevas a hablarle a ese tipo.
—Off, es broma. Ni siquiera conozco a un pelirrojo, menos uno de tercer año.
Alzó los hombros, solo lo había inventado. Pero para sí mismo pensó en que era increíble que su mayor se enojara por esa pequeña mentirita. ¿Cómo podría pensar que hablaría con otro alfa si apenas de milagro le hablaba a él. Dios, Off se había fijado en él. ¿Cómo podía hablarle a otro? es decir ¿no era obvio el chiste?
—Sus trabajos pueden empezar a entregarlos. —Se agachó para sacar el suyo, y en ese momento se arrepintió de haber olvidado su suéter.
—Oh, pero si no pierden el tiempo. ¿Verdad Gun?
Se enderezó, pegando su trabajo a su pecho para levantarse y dejarlo en el escritorio.
—Deja de molestarlo. —La voz de su alfa junto al gruñido hizo que medio salón se callara... en el momento y por todo el día.
Nadie, ni las Omegas se atrevieran a molestarlo.
"Mi amor, quiero un beso, uno de esos que siempre me das"
𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
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