10. Lo siento, no soy suficiente

Era extraño estar en la habitación que una vez fue de Off. Todo estaba arreglado y había algunos dibujos, al parecer de un niño de cinco años. Algunos más elaborados, como diseños de edificios.

—Dormimos en la misma cama así que está bien esta. Y... aquí están las toallas. Puedes entrar primero, yo iré allá abajo para ayudarle a mi padre.

Asintió, despojándose de su suéter y dejándolo en la cama.

—Ah, puedes poner seguro.

Se acercó dejando un beso en sus mejillas, sonriéndole contento. Había sido un viaje largo y tal vez se sentiría más tranquilo después de tomar un baño. Así que observo, como el mayor salía. Y él, bueno... tomó las toallas para entrar al baño cerrando con seguro como le dijo.

—¿Cómo le diré?, si nos quedamos dos días. Al irnos es probable que mi celo se presente. Pero si se adelanta me sentiré incómodo.

Puchereó, sería complicado decirle que pronto llegaría el día. Pero, tal vez podría quedarse todo el día en la cama. Aunque debía considerar a los alfas en casa la familia de Off. Aparte de Off, claro está.

Negó, estaría bien. No pasaría nada y todo sería genial.

Suspiró, cuando dejó la toalla en un lugar apropiado y se despojó de sus prendas. Mirando las marcas pequeñas en su clavícula, las mismas que el alfa le dejó en una sesión de besos que le gustó demasiado.

Lo amaba, al alfa bonito y grande que lo abrazaba con ternura. Sonrió, era bonito tenerlo. Sentirse tan amado y ser capaz de transmitir ese amor a Off.

Pasó sus manos por su abdomen, tal vez la idea de cachorros se esfumaba; pero no importaba, si tenía a Off feliz, y a su lado, besándolo.

Se adentró al baño y abrió las llaves de la regadera, dejando que el agua caliente resbalara por su cuerpo.

Solo esperaba que fueran unos lindos días.

Sus manitas movían la toalla que secaba su cabello azabache y esponjoso que tanto le encantaba a Off.

Tenía puesto un pantalón negro, deportivo que le gustaba, porque era calientito para el clima frío de la temporada y no era demasiado holgado como para parecer un vagabundo. La camisa azul que llevaba, era muy suave y de manga larga, así que no tenía ni un poco de frío.

—Vamos... —La voz de Off atrajo su mirada—. Dios, eres bellísimo. —Se sonrojó ¿cómo podía llegar y decir eso de la nada cuando solo había tomado un baño y, no era como si se hubiera arreglado, ni nada, solo lo esperó tranquilamente? aunque admitía que su aroma a fresa seguía en el ambiente—. Por los dioses, agradezco a la Luna por darme a un Omega tan lindo. —Sonrió, era divertido escucharlo decir eso, sobre todo cuando el mayor se acercaba. Off reemplazó sus manitas para secar su cabello— Mamá quiere que nos quedemos una semana.

Oh no, eso era malo. Si se quedaban sería un grandísimo problema, no sólo para él. Sino para su lobo, que empezaba a ponerse algo posesivo sobre el hecho de tener pareja.

—No podemos...

—¿Por qué no?, ella se ofreció a llevarte para conocer algunos lugares.

—¿Y tú? prometiste que el fin de semana te quedarías a darme cariño.

—Iré con mi padre, quiere ofrecerme un puesto en su empresa. Lo siento... —Gun negó, no era su culpa que su celo llegara antes.

Frunció su nariz, ¿cómo le haría?, tal vez se quedaría en casa haciendo un nido en su cama y sin dejar que nadie se acercara. Ni siquiera tenía supresores, no compraba desde que se volvió su novio oficial.

—Gun, ¿pasa algo?

Se puso nervioso, era difícil decirle. En su segundo celo, Off estuvo con él, acariciando su pancita y susurrándole que todo estaba bien.

—M-Mi, m-mi celo es en dos días. —Lo soltó, y para su sorpresa Off tomó una de sus manos.

—Entonces nos iremos en dos días a otro lugar, regresaremos a casa y nos quedaremos en cama todo el día. —Lo amaba, lo adoraba.

¿Cómo podía arreglar todo en un santiamén?, wow. A veces admiraba mucho a su novio guapo. A su alfa bonito y bueno.

—Ahora ven, hay que cenar. Mi padre quiere conocerte.

Asintió, dejándose guiar hacia el comedor, una vez allí, observó a tres alfas ya sentados, mientras Dara terminaba de colocar la comida en la mesa y le sonreía.

—Vengan, siéntense. Les toca, juntos.

Y así fue, se sentaron juntos y sintió las miradas comprensivas de los demás.

—Omega de ojos lindos, cabello azabache y aroma... —Olfateó para asentir— Agradable, el indicado para mi hermano.

—Arm ¿alguien pidió tu opinión? —La voz del alfa que supuso era el hermano mayor, llamó su atención.

Tenía una mirada sería, porte de hermano Defensor y sobre todo la elegancia y sofisticación al comer.

—¿Hermano mayor?

—Tay. Soy Tay.

—Soy Gun, Gun Atthaphan.

—Dime Gun, ¿Que le viste a mi hijo?, porque está claro que todos en la familia somos atractivos —meneo las cejas—. Sin embargo debe haber algo más por eso lo buscaste.

Gun suspiró, no podía decir que su hijo lo empezó a buscar y a defender de todos. ¿O tal vez si podía?

—Yo no lo busqué...

—¿Disculpa? dices que... ¿mi hijo fue detrás de ti?

Off casi se ahogaba tosiendo, dejando de lado la comida y bajó la mirada de sus hermanos.

—Me refiero a que él empezó a reclamarme de otra forma. Yo solo fui atraído por su aroma, sin olvidar la emoción de mi lobo al tenerlo cerca.

—Oh, lo entiendo. Mi hijo te cuido, te defendió, quizá.

—Sí, de muchos alfas que en mi Universidad no son muy amigables.

Asintió, había entendido lo que quiso decir. Y al menos no había sonado mal para el padre.

—Off, me alegro por ti. Tu Omega es lindo, tiene ojos únicos, cabello azabache. La piel bonita y sin duda puede que tenga un buen cuerpo. Tal vez es demasiado para ti, pero si, ganaste al mejor. —Opinó el menor de los alfas.

—No hables así de mi Omega.

—Tranquilo, solo dije que está bien que sea él quien te manipule.

—¡Hey! —Gun sonrió, no lo manipulaba pero ¿sería raro hacerlo?

Todo iba bien hasta que, en un momento dado, la mirada de la madre recayó en él. Cambiando de risueña y cálida a seria.

—¿Eres un Omega puro?

No hubo más ruido en la mesa, Off dejó de quejarse y su hermano de reír.

¿Por qué todos de habían quedado callados? ¿Que había de malo?

—Contesta, sí lo eres o no.

—¿Y si lo soy? ¿Qué va a hacer? —Tenía miedo. Había sido difícil enfrentar a su madre y ahora esto.

—¡Off! ¿Qué parte de Omegas puros fuera de esta casa no entendiste?

—Oye, Gun es mi pareja. Que sea puro no significa que lo deje de querer. —Reclamo.

—Un maldito puro en nuestra familia va a destruir el legado ¿no lo entiendes? si uno de ellos se mete con mis hijos debe irse.

—Madre, Gun es mi Omega, puro o no. No puedes decir cosas así cuando es solo una ley de tus ancestros, las cosas han cambiado. Todo es diferente.

—No dejaré que te emparejes con este tipo de Omegas. Puedes casarte con un beta, incluso aceptó a un alfa pero no un Omega puro. ¡Entiéndelo!

—Pero yo amo a Off, dejé a mi familia para poder esta con él. Renuncié a todo sabiendo que estaría solo si me abandona. No puede decidir sobre lo que él quiere.

Tenía miedo; pero no quería perder a Off. No a su pareja, él lo quería.

—¡No te atrevas a hablarme Omega inútil!

Esa fue la gota que derramó el vaso. Se quedó callado y se sentó, mordiendo su labio e intentando contener las lágrimas. Ella tenía razón, era un Omega inútil. No había duda de ello y lamentablemente ella lo sabía.

—¡No le hables de ese modo!, madre. ¿Por qué eres así? tus ideologías son retrógradas.

—Escucha, ahora no lo entiendes. Pero si Gun estando en cinta tiene un descuido pequeño puede quedar estéril y eso significa que no hay familia. Que no sirve y es inútil para lo único que fue mandado.

—Metete esto en la cabeza, amo a Gun. Lo amo más que a ti y una familia. Lo amo aunque digan que no me la dará, pero yo les demostraré que si puede hacerlo, incluso con todo en contra.

Fue directamente a Gun notando el temblor en su cuerpo y como se estaba lastimando el brazo a rasguños.

—¡Saca a ese Omega inservible de mi casa! ¡Ahora!

—Si lo sacas a él, te despides de mí. Olvida que tienes un hijo, olvídame o mírame bien ahora y recuérdame después, porque será la última vez que me verás.

El rostro de la mujer cambió a afligido, triste y preocupado.

Como pudo cargó a Gun subiendo las escaleras. Entró en la habitación, lo recostó y un segundo después, los sollozos fueron soltados y las fuerzas en sus manos pequeñas comenzaron a golpear su propio abdomen.

Off tomó las manos pequeñas y lo abrazó. Él lo amaba, no importaba lo demás.

—Cariño, escucha.

—N-No, ti-tiene razón... soy inútil. No puedo hacer nada bien, perdí a mis padres y no tengo amigos. No sirvo.

—No bebé, tu eres más que las palabras. Eres mi adoración. Eres el Omega dulce que sabe cocinar, el que puede soportar el dolor. Eres especial, y yo te amo por eso. No le creas a gente ignorante, aunque sean mi familia. Ellos no entienden...

—Te Amo, Off. Te amo y mucho. —Se abrazó, aun llorando por los gritos de unos minutos atrás.

"Perdóname, no quería nada de esto"

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top