Capítulo 6
Harry entro a la madriguera molesto, realmente no sabía qué hacer puesto que realmente el ver a su ex maestro de esa forma en parte le preocupó enormemente pero realmente quería vengarse por todo lo que ocurrió en su vida, él le juzgo desde su primer año solamente por su parecido con su padre, solo por ser un Potter, algo que según su perspectiva era totalmente ridículo e infantil.
Por ello al momento de entrar mira a Molly la cual estaba junto a Ginny y ambas, al ver que Harry estaba molesto, se levantan dejando que la menor se acerque a su pareja y con una amable sonrisa le tome la mano.
- Harry querido... ¿Qué ha ocurrido? – pregunta la mayor al ver al chico de forma seria.
- No es nada – le sonríe – solo ocurrió un problema y querían que ayudara a resolverlo.
- Mi novio, siempre tan ocupado – sonríe le chica mientras abraza a Harry – ¿qué te parece una cita hoy? podríamos hablar y recuperar el tiempo perdido – le mira a los ojos para besarle - ¿Qué dices amor?
- Me parece estupenda idea! – exclama la matriarca – son jóvenes y, héroe o no, mereces tener un poco de vida normal y una cita con la chica que amas es lo mejor.
- No lo se – dice con duda para ver a las mujeres – está bien – suspira – saldremos en la tarde.
- ¡Si! – grita feliz separándose del mayor – iré a arreglarme – va a su cuarto.
- Estaré en el jardín – dice Harry mirando a la mayor para salir por la puerta mientras camina.
En ese momento Harry sale con calma y mientras comienza a caminar por alrededor de los jardines puede ver el paisaje, mirando la naturaleza y uno que otro gnomo por el lugar rie internamente recordando como en el primer año que estuvo en ese lugar los sacaba con los gemelos y Ron del jardín y como cada vez estos regresaban...
Si, su infancia fue dura pero luego de entrar a Hogwarts todo cambio. Tenía amigos, encontró una familia la cual le quiere y al mismo tiempo encontró a su pareja, realmente estaba feliz y no necesitaba nada mas, tenía todo lo que siempre soñó, bueno, falta solo una cosa: una familia propia, casarse, tener hijos, verlos crecer y de ser posible tener nietos... y estaba seguro que con su novia podía lograr todo eso.
Por otro lado, todo esto del elegido fue realmente complejo, jamás busco eso, no lo quería, pero lo aceptó y estaba feliz pues ayudo a muchos a vivir... pero el enterarse de que ahora tiene un lazo, y no un simple lazo si no el dorado, el mas poderoso de todos, con una de las personas que más odiaba y admiraba a la vez, aunque realmente más odiaba que otra cosa, es totalmente ilógico y lo peor es que no podía romperlo puesto que ese maldito no quiere hacerlo.
¿Algo más en su problema?
Si... necesita de su magia y estar a su lado para que esté bien, algo que realmente no quiere... ¿quedarse lejos de su familia para estar con él? No es tolerable, realmente no quería hacer eso pero dentro de él sabe que es lo correcto y que tiene que hacerlo, pero pondría sus condiciones, eso estaba claro, ya no será el niño manipulable que era antes sino que desde ahora él pondría las reglas de este juego, así que dará magia a Severus pero a cambio de algo... si, es perfecto, es lo mejor.
En ese momento siente como alguien le cubre los ojos y ríe bajo, reconoce las manos muy bien, eran las manos de su pareja, por lo cual las tomó con cuidado y giró para verle con un vestido verde pastel mientras tenia su cabello liso y con un leve maquillaje, en serio se veía hermosa.
- ¿Cómo me veo amor? – le mira mientras le "modela" su vestuario.
- Te vez hermosa – le toma de la cintura y le besa - ¿vamos?
- Si – sonríe y le abraza.
En ese momento Harry mueve su varita y, haciendo una aparición, logran llegar al Callejón Diagon en donde comenzaron a caminar con calma por el lugar, viendo las diferentes tiendas, comprando algunas cosas que les gustaban, pasando de esa formas las horas. Notando que era cerca del atardecer fueron a una plaza, ambos con un helado en sus manos y sonriendo de forma feliz pues esa había sido su primera cita oficial, por lo cual era totalmente especial para los dos.
- Ginny...
- ¿Qué ocurre Harry?
- Tengo que decirte algo – le mira con calma – es complejo...
- ¿Qué es? – le sonríe – podremos con todo amor.
- Lo sé – suspira levemente – ocurre que hay un problema en el castillo y necesitan mi ayuda, decidí ir a ayudar un poco y estaré en Hogwarts unas dos semanas aproximadamente – le explica con calma.
- Si quieres puedo ir a ayudar, de esa forma terminaran mas rápido las cosas, además – baja un poco la mirada – quiero estar mas tiempo con mi pareja – susurra.
En ese momento Harry le mira, no quería hacer eso pero no quería que supiera de la existencia del lazo, de esa molestia. Realmente el lazo es eso, una molestia que no quiere tener pero esta obligado a hacerlo hasta la muerte de su profesor o hasta que este decidiera cortar el lazo, pero al parecer eso jamás pasaría, así que solamente suspiro.
- La verdad no quiero arriesgarte – le toma de la mano – es una misión un poco peligrosa, quieren interrogar a unos mortífagos y atrapar otros que están escondidos en el castillo, no quieren traer aurores o multitudes ya que pueden escapar o pueden intentar atacar o rescatar a los que tienen, es algo secreto – le mira a los ojos – comprende ¿si? Apenas termine todo esto regresaré a casa con ustedes, con mi familia – le besa la mejilla.
- Yo... está bien Harry, confío en ti y te esperaré pero prométeme que mandaras una carta o una llamada por la red, así nos mantendremos en contacto, o al menos ven a verme una vez a la semana ¿si?.
- Lo intentaré, iré a casa y nos mantendremos en contacto – le abraza feliz – gracias por comprenderme, por eso te amo tanto – le sonríe levemente.
Tal como lo había dicho, Harry en la noche arregló sus cosas en una mochila y con un ultimo beso a Ginny se despide de su familia, se aleja para usar la red flu y viajar al castillo, mas específicamente a la oficina del director.
Comienza a caminar con calma por los pasillos del castillo mirando a las pinturas y a algunos de los fantasmas hasta llegar a la enfermería. Entra y mira a los mismo de siempre: Dumbledore, Minerva y la enfermera Pomfrey, los cuales estaban sentados en un comedor improvisado que habían establecido en la enfermería, y frente a ellos estaba el cuerpo de Severus "durmiendo".
A causa del ruido las tres personas le miraron de forma sorprendía y el director fue el primero en levantarse para llegar a su lado.
- Harry... - susurra esperanzado – tú... tú has decidido ¿verdad?
- Así es – habla de manera seria – ayudaré al profesor Snape, pero con una condición.
- Condición... ¿Cuál? – pregunta Minerva mirando a Harry de manera seria, realmente no esperaba que su alumno hiciera algo así.
- Es simple, estaré acá dos semanas, a lo mucho tres, y nada más, solo lo necesario para que el maestro Snape despierte y se estabilice, luego no me haré más responsable de él y olvidaremos todo esto del lazo puesto que tengo a mi pareja y quiero estar con ella, así que, terminando esto, nadie más mencionará el lazo o que mi "destinado" es Snape – termina diciendo lo ultimo con sarcasmo.
Las tres personas estaban sorprendidas, en especial los dos mayores, el director y la jefa de casa miraban al chico al cual criaron y podían ver que era totalmente diferente a lo que era hace un tiempo, es normal, la guerra cambia a las personas pero no pensaban que podía cambiar a una persona así...
Dumbledore estaba mal puesto que no quería que eso ocurriera ya que sabía de los sentimientos de Severus y sabía que al enterarse de la pareja de Harry estaría mal pero no había otra forma, había que ayudarle y por ahora esa era la solución, necesitaba salvar a su hijo... el lazo no se puede romper... lo mejor sería intentar romper el lazo con Severus despierto pero lo conoce muy bien y sabe que jamás lo haría pero no hay mas opciones...
Minerva por otro lado, junto con la enfermera, no podían creer la mala suerte de Severus, cuando al fin tiene a alguien que quiere él lo odia, teniendo a una persona con un lazo, el mas especial de todos, un lazo dorado, y que su destinado le rechace de esa forma... debe ser doloroso... pero ahí estarían ellas para tratar de salvarle y ayudarle...
Todos estaban serios y nadie hablaba, todos estaban totalmente en su mente...
- No tengo todo el día... necesito su respuesta – les mira.
- Está bien Harry... - susurra Dumbledore agotado – por favor ayúdalo, ya no soporta más... - mira el cuerpo de Severus.
- Bien, solo dos semanas.
En ese momento Harry camina a una silla al ladode Severus y le toma la mano con cuidado, la va apretando de manera más firmemientras cierra los ojos ignorando a los mayores que estaban mirando todo deforma aliviada sabiendo que Severus podría sobrevivir...
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