Capítulo 4
- Viernes - susurro Harry para sí mismo guardando la carta y mirando un calendario cerca de él - dos días, bien aún tengo tiempo antes de esto - dejando la carta a un lado sigue con la cena como si nada.
De esa forma pasaron los días, tres para ser exactos y ya era el día viernes, el día del ritual. La verdad, durante todos esos días había estado pensando sobre qué hacer, si era correcto el realizarlo dejando a su profesor aquí o simplemente seguir como el destinado del mayor, sabiendo que eso está en contra de la persona que ama actualmente, como lo es Ginny...
Durante toda la noche estuvo pensando que hacer y durante al día se vieron las repercusiones pues se podía ver su rostro agotado, las ojeras bajo sus ojos y a la vez su falta de ánimo en todo, pero aun así, intento mantener una sonrisa aparentando que todo estaba bien.
Después de desayunar se despidió de la señora Weasley para usar la chimenea de la casa y se apareció en el castillo, mas específicamente en la oficina del director, el cual parecía que no había dormido en unos días, pues bajo sus lentes se veían ojeras y una piel más pálida de lo que recordaba. Realmente le preocupaba como estaba pues cualquiera que le viera ahora pensaría que no era ni la sombra del gran director de esa escuela, ya que este parecía mucho más viejo de lo normal.
- ¿Director? - Le habla pues parecía que el mago no se había percatado de su entrada.
- ¿Harry? - levanta la mirada y mira al chico frente a él.
Harry mira los ojos azules del director, notando que estaban decaídos, casi sin vida, como si un dementor hubiera absorbidos la vida que tenía dentro de ellos. Realmente curioso, jamás pensó ver a ese gran hombre tan afectado por alguien.
- Así es - le mira con calma y se acerca a el - ¿todo está bien? - pregunta preocupado.
- No, no lo está, pero no te preocupes, lo estará una vez que realizaremos el ritual. - se levanta de su asiento para rodear el escritorio caminando a la salida - Vamos Harry, es hora de comenzar.
- Si, vamos - susurra siguiendo al director.
En ese momento el director comenzó a caminar con calma, mientras Harry estaba mirando el castillo totalmente vacío, como no lo veía hace mucho tiempo. Durante la caminata estaba todo en silencio, pero al momento de llegar a la entrada de lo que reconoció como la enfermería, el director se detuvo frente a la puerta y suspiró de forma agotada y sin ver a Harry susurra.
- Por Merlín, que todo salga bien - dice para sí mismo, y abre la puerta dejando pasar a Harry.
Harry solamente entra a la enfermería y ve a la enfermera, la cual con ayuda de la profesora McGonagall, acostaba el cuerpo de un aun inconsciente Severus Snape.
Harry lentamente se acercó al cuerpo y logro ver cómo estaba aún más pálido y delgado, parecía muerto, pero solamente por el muy leve movimiento de su pecho, el cual era casi imperceptible, sabía que estaba vivo...
- Ya está todo listo - habla la enfermera.
- Las runas mágicas estas colocadas en su lugar. - Harry al escucharla se sorprende, pues no las ve dibujadas en cualquier lado - Están en el cuerpo de Severus, solamente lo cubrimos para que no sienta frio - le explica a lo que el menor asiente levemente.
- Tengo el hilo - se acerca la enfermera con un hilo el cual era de un hermoso color dorado y parecía ser hecho de oro - las tijeras están al lado del cuerpo - dice ya al borde de las lágrimas.
- En ese caso hay que comenzar - termina la conversa el director para tomar el hilo y acercarse a Severus.
- Harry, ven. - en ese momento siente como la profesora le toma y le coloca al lado de Severus - Debes quedarte de pie a su lado, no te preocupes, no sentirás dolor ni desgaste alguno, todo lo recibirá Severus como hasta ahora pero será esta la última vez - le advierte antes de alejarse del lugar.
Harry quería hacer un par de preguntas, pero siente como en su dedo meñique, el hilo dorado que tenía el director fue amarrado en él para después atar la otra punta en el dedo meñique de su antiguo profesor.
Luego de ello, Albus levanta su varita pronuncia unas palabras que Harry no logro comprender.
- Vitta aurea, et uniat duos filios, obsecro, separate positi sunt, et dare animam suam sic consentit hostiam suam subsidio possit vivere in pace: iniuria fati fuit, et cum forcipe argentum et quod tibi obtulit magicae subeas petimus fata iniqua non amor est amor et odium nihil eligere unum eligere unum.
En ese momento, Harry sintió como el hilo que estaba en su dedo comenzó a brillar, sentía su magia la cual estaba totalmente conectada con ese hilo, el cual representaba su lazo. Tenía miedo, no podía negarlo, pero a la vez no sentía nada.
Miro a su profesor el cual tenía gotas de sudor en su frente y una expresión de sufrimiento en su rostro, y fue ahí en donde por primera vez sintió la magia del contrario en su cuerpo, en donde por primera vez era consiente de esa magia tan conocida dentro de él, la cual estaba evitando cualquier dolor que produjese ese ritual.
Harry observo a la profesora, miro a la enfermera y al director, los tres tenían una expresión de sufrimiento en su rostro. Tenían la intención de saltar sobre el profesor Snape y aliviarlo de cualquier dolor que pudiese tener dentro de él, pero todos en ese lugar sabían que era la única forma de hacer esto.
Estaba indeciso, tenía miedo. De él no dependía una vida, sino dos, pero ya era tarde, el ritual se estaba completando, solamente debía quedarse ahí ignorando a todos, por lo que cerró los ojos y se dejó llevar por lo que seguía...
- O cara arcum confringet ore eorum argenti forcipe cut mundo huius mundi patitur nisi secta duas animas perire reciperandi abyssum patiuntur duæ sequi fatum, et vivet in illis ... beatitudinem - Harry logro percatarse de que la última palabra le había costado al director decirla, pero no quiso interrumpirle - Tatem et tuorum conveniunt, hic ultimum deditionis
En ese instante todo quedo en silencio, nadie hablo y el director lentamente caminó con las tijeras en sus manos, estaba en completo silencio, no dijo nada, pero unas lagrimas comenzaban a caer de sus ojos...
No era el único llorando en ese momento, ambas mujeres, la cual observaban todo en silencio, dejaban caer en total libertad sus lágrimas, sabían el destino que pasaría Severus, sabían que ese hombre se odiaría a sí mismo, sabía que la magia era algo especial para él, algo que le unía a su madre, a su gran cariño a su casi hermana Lily, y el gran cariño que sentía por Harry, realmente sabían que cuando despertara y se enterara de lo que ocurrió él mismo estaría lamentándose, en una depresión tan larga que estaban desenado poder sacarlo, pero por otro lado, sabían que no podían obligar a dos personas estar justos.
El director al fin llegó a la mitad del lazo que unía a ambas personas, lo tocó y acarició lentamente, sabía lo que estaba por hacer, estaba condenando la vida de Severus...
- Lo lamento Severus, prometo que te cuidare mejor... hijo... - susurra para sí mismo.
En ese momento acerca lentamente las tijeras con la intención de dar fin a todo lo ocurrido, con los ojos fuertemente cerrados, el director corto el lazo que unía a las dos almas frente a él.
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