Capítulo 2
Harry, mira frente de él, totalmente sorprendido, sintiendo como el cuerpo de su maestro caída directamente en sus brazos y sin dudarlo un solo instante, le toma, apegándolo a él, sintiendo una paz tan grande, al verle vivo y al ver aquí todo había terminado.
El hermosos amanecer, demostrando un nuevo inicio de todo, mostrando que todo estaba renaciendo cual feliz, mostraba el nuevo comienzo, sin Voldemort, sin peligros, sin temores.
Tan concentrado estaba que solo salió de sus pensamientos al escuchar un leve gemido de dolor y/o molestia de la persona que estaba en sus brazos y de manera apresurada y preocupada al mismo tiempo, pero no por ello, quitando el con mucho cuidado, se llevó a su profesor a la enfermería en donde lo acostó en la primera cama que encontró y se colocó a su lado.
- Señor Potter, que recuerde usted está bien – dice la enfermera de forma seria al verle en ese lugar.
- No soy yo, es el profesor Snape, está herido y a punto de morir.
En ese momento, la enfermera mira la camilla y suspira levemente para acercarse al profesor de pociones.
- En ese caso señor Potter, necesito que salga de este lugar, el paciente necesita descansar – y de esa forma exigente saca a Harry de la enfermería.
Harry, solamente suspirando mientras espera afuera, comienza a pensar en todo lo que estaba pasando, realmente no comprendía demasiado, solo sabía que algo le había impulsado en buscar a Snape, y ese presentimiento estaba en lo correcto, pues su maestro estaba a punto de morir.
Pasados unos momentos, la enfermera salió de la enfermería y mira a Harry y en un suspiro le hace una seña para que le siga, a lo que Harry obedece, llegando exactamente a la camilla de un Severus Snape, aun dormido, pero el cual ya no tenía heridas o al menos lesiones graves.
Harry, solamente lo miraba en silencio, en su propio mundo, tan concentrado en ver a su antiguo maestreo que lo logro ver como el mejor amigo, casi una madre y mentón del hombre, estaba detrás de él.
- Creo que esta mejor no Harry.
- ¡director! – grita Harry asustado y sorprendido al escucharlo.
- El mismo mi muchacho – riendo levemente al verlo – ¿Cómo se encuentra? – pregunta esta vez mirando a la enfermera.
La mujer, le mira con calma y lanza un leve hechizo sobre el cuerpo de Severus para luego suspirar y mirar a los dos hombres frente a él.
- No es su mejor condición, pero vivirá – dice con calma – lo que a mí me preocupa, es su núcleo mágico, puesto que ha usado toda su magia, pero con las pociones y las lágrimas de fénix aplicadas debería reestablecerse, pero es como si no existiera más, si sigue así, podría desaparecer por completo – dice de forma preocupada.
- ¿Una transfusión de magia serviría? – pregunta el director.
- Podría, pero necesita ser alguien realmente poderoso, además de... sabes que solamente gente destinada puede transmitir la magia – le mira seria.
- En ese caso, Harry muchacho, toma la mano de Severus ¿sí?, solamente eso – dice Albus de forma calmada sacando a Harry de sus pensamientos.
Harry en ese momento y con una ternura única y cuidado, lentamente coloco su mano sobre la de su profesor y la toma, para sentir como lentamente salía un poco de su magia y se juntaba con la de su maestro, el cual solamente y aun en su inconciencia sonríe.
La enfermera en ese momento, mira lo ocurrido sorprendida y mira al director de forma seria, el cual solo sonríe mirando a la pareja.
Pasados unos pocos minutos más, Harry se separa de Severus, el cual ya estaba totalmente relajado y solamente dormía, recuperando las energías perdidas.
- Muchas gracias por tu ayuda Harry – dice Dumbledore sonriéndole.
- No es nada director – le mira con una leve sonrisa.
- Y dime Harry, ¿Qué sabes de los destinados? – pregunta con calma.
- ¿destinados? – piensa para sí mismo – realmente no se mucho, creo que escuche algo de Hermione una vez, pero no le preste una verdadera atención – explica con calma - ¿a qué viene esa pregunta?
- Bien... - comienza a pensar – esto es algo muy importante Harry y necesito que lo comprendas y estés con tu mente abierta – dice serio, a lo que Harry asiente seguro – muy bien, sigamos que para los magos existen los destinos, y los destinados, algo similar a los que los muggles llaman hilo rojo – explica con calma.
- Se sobre ello – exclama feliz – pero no pensé que existieran igual acá.
- Así es Harry, los hay, y son importantes, pues nuestros destinados nos ayudan en muchas formas, más de las que creen, pero hay una clase especial de destinados.
- ¿de verdad? ¿Cuáles? – pregunta con un leve brillo en los ojos.
- Se llaman hilos dorados, es la unión más poderosa que existe, pues no es solo una unión de una vida, si no todas las que puedas tener es una unión más allá del tiempo y espacio una unión de alma; y aunque para algunos es una bendición el tener un hilo dorado, para otros es un suplicio.
- ¿Y eso por qué?, digo, si es una unión tan poderosa... ¿no debería ser especial y hermoso tenerla? – pregunta mirándolo de manera seria.
- Lo seria, pero esta unión se divide en dos, una de ellas, se le llama sacrificio, y es eso literalmente un sacrificio.
- ¿ah? ¿Uno se puede sacrificar?
- Algo así, digamos que el hilo, como está compuesta por dos partes el sacrificio y el alivio, el sacrificio recibe todo del alivio, sus dolores físicos, sus heridas, todo – comienza a pensar mientras camina – digamos que yo soy un alivio – tomando una daga – y me llegara a hacer una herida con esto – se la muestra – mi herida duraría solo unos segundos, no sentiría dolor pues este pasa al sacrificio, y eso no importa que tan fuerte es el dolor, todo lo recibirá el sacrificio, el cual, perderá parte de su magia, pies esta se va a su alivio para sanarlo – explica con calma.
- Eso es terrible, ¿quién se prestaría para algo así?, ¿Cómo el destino puede ser cual para designar a alguien así? – pregunta molesto.
- No Harry, no es el destino, es la persona... - le mira – digamos que si los destinados se ven por primera vez, se sentirá el llamado y uno de ellos, de forma voluntaria acepta esto, no es obligación.
- No comprendo... - dice bajo y Dumbledore suspira.
- Digamos que dos personas se ven por primera vez y uno de ellos se percata de su lazo dorado, entonces, hace el ritual para ser ya sea sacrificio o alivio, la otra persona, inconscientemente, sabe que esta ese destinado, y piensa en él, aunque no lo asocie en toda forma – explica con calma.
- Ya veo, ¿pero por qué me lo dice a mí?
- Te contare algo Harry, el profesor Snape, tiene un lazo dorado, por eso esta así – le sonríe – el conoció este lazo el día en que esa persona ingreso a Hogwarts, pero él no lo sabe – dice con mucha paciencia – ese mismo día, hizo el ritual, y se transformó en el sacrificio, es decir por años ha pasado el dolor de su alivio y entregado su magia a él.
- Valla... jamás pensé sobre esto – dice sorprendido - ¿Dónde está su otro lado?
- Él no lo sabe... Severus jamás le dijo, él quería que fiera feliz, con la decisión de escoger su destino sin obligaciones de permanecer a su lado, de que fuera alguien normal, sin saber que le hacía daño – dice con pena acariciando los cabellos del profesor con cariño.
- ¿Quién es? – pregunta exigente – ¡el necesita estar acá! – grita molesto.
- ¿No te has dado cuenta Harry? – le mira con duda – te lo eh dicho todo deberías saberlo... - suspira y le mira – tu eres su otro lado Harry, tu eres el alivio de Severus, por ello le has podido pasar tu magia, aliviando así si dolencia y falta de magia.
- ¿Yo? – se separa de Severus rápidamente – no... no puedo ser yo – dice asustado.
- Lamento infórmate que si lo eres – le mira y le sonríe – apenas cruzaste el umbral del gran comedor, ese primer día de clases, Severus lo supo y por ello mismo, el acepto ser tu sacrificio, y como dije, jamás dijo nada, quería que fueras libre de escoger.
- ¡No, yo no puedo! – se levanta de su silla de forma violenta – ¡jamás estaría con el! – grita molesto.
- Harry,.. por favor tranquilo.
- ¿Tranquilo? ¿Quiere que me calme? ¿¡Cómo puedo mantenerme tranquilo si me dice que estoy enlazado con mi odioso maestro de pociones!? – grita desesperado.
- No hace falta que estés conmigo Potter – suena una voz débil pero por el silencio del lugar se escuchó claramente – es libre de hacer su vida, y lo que guste con ella, olvide todo esto y largo, de acá, acá uno a su lado – dice de forma seria.
- Bien eso me gusto
En ese momento, Dumbledore solo puede ver como Harry sale de manera seria de la enfermería, sin ni siquiera ver un poco hacia atrás, en donde esta Severus.
- ¿Por qué no le has dicho todo? – pregunta el director serio - ¿Por qué no le dices de tus sentimientos Severus?
- Y para que, el dejo claro que no quiere nada conmigo – le da la espalda tapando su rostro – además mi destino es estar solo... lo eh comprendido hace mucho – dice casi para él.
- Tu destino es con Harry, solo hace falta que él se dé cuenta – dice bajo el director antes de salir del lugar.
Severas al no escuchar a nadie, deja salir un largo suspiro de sus labios, estaba cansado de llevarle la contraria a todo, pero siempre su vida había sido así, siempre quedaba solo y ahora Harry, su propio destinado, igual le dejaba con ese futuro, solo y hundido en la obscuridad.
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