Sorpresa
Título: LAZARUS I
Autora: Clumsykitty
Fandom: MCU con un pellizco de Marvel Cómics.
Parejas: bastantes, principalmente Stony, Thorki y Spideypool.
Disclaimer: Nada me pertenece aunque muera por ellos, todo es de Marvel y Mr. Lee entre otros, lo único mío es esta idea mía convertida en historia. Dicho está.
Warnings: Esta larga historia está dividida en libros que van en secuencia numérica pero no en orden de trama. Historias muy agridulces, crudas como violentas. No apta para corazones sensibles o mentes tiernas. Sobre aviso no hay engaño.
Gracias por leerme.
LIBRO III. El libro de los Secretos.
Sorpresa.
"No hay que sobrestimar lo inusitado. Hay que dotar de aguijones a lo común y corriente." Elias Canetti.
Rocket despertó al sentir unas caricias cual roces en su hocico, al estar consciente percibió cierto dolor, quejándose de un cuerpo agotado y hambriento que le hizo abrir sus ojos para encontrarse a un niño Groot trepado en su pecho, el cual le miró aliviado con un brillo en su mirada inocente.
-¡Yo soy Groot!
-Sí, estoy vivo... ¡Estoy vivo!
-¡Yo soy Groot!
-¿Cómo llegué aquí? –preguntó mirando alrededor, estaba dentro de la Milano.
-Yo soy Groot.
-¿Y cómo encontraron el nido?
-Yo soy Groot.
-La trampilla, vaya.
-Yo soy Groot.
-¿En serio lo abrieron? ¿Entonces están inspeccionando? ¿Por eso no están aquí conmigo consintiéndome como debiera ser?
-¡Yo soy Groot!
-Tú no cuentas, por cierto, bájate de mi pecho.
-Yo soy Groot...
-También te quiero pero no en estos momentos, tengo hambre y me duele la cabeza. Debiste verlo, era espantoso. Y ese Jotun... por todos los jodidos universos, no sé qué clase de cuento nos tocó vivir pero ya no me gusta la narración.
Mientras parloteaba de esa manera, el mapache bajó de la camilla de enfermería para vestirse y salir a la sala de mandos con el fin de comunicarse con el resto de los Guardianes. Tomó asiento en el mando de piloto con Groot trepándose a los controles.
-Sí, estoy bien, gracias por estar conmigo, ¿eh?
-"¡Rocket! ¡Viejo! Pensábamos que no despertarías hasta mañana."
-Pretextos, Quill, desgraciado insensible.
-"Has estado inconsciente dos días enteros." –intervino Gamora.
-"Hermosos y apacibles días." –dijo Drax.
-Me estoy orinando de la risa –bufó Rocket activando los monitores de sus amigos para ver qué estaban haciendo- ¿Y bien? ¿Sus impresiones sobre el cunero dragonesco?
-"Es lo más asqueroso que he visto en mi vida." –fue lo que contestó Peter Quill- "Hay por lo menos, dos mil huevos que eclosionaron, y veintenas que no lo lograron. Hemos encontrado hasta ahora varias centenas de Gigantes de Hielo."
-"Cifra que estaría dejando a Jotunheim prácticamente sin habitantes." –convino Gamora.
-¿Se robaron a todos los Jotun para...?
-"Parece. Aún estamos haciendo investigaciones. Rocket, trata de hacerle llegar un mensaje a Skyfall, iremos a verles en cuanto esto termine."
-A la orden, jefe.
Mientras aquel pequeño peludo trabajaba animado luego de servirse un plato de bocadillos hurtados del almacén de Peter, éste volvió a sus inspecciones con los otros dos Guardianes. Aquella enorme cueva madriguera tenía un nivel de oxígeno saludable luego de abrir las compuertas en los techos cuando descubrieron inconsciente a Rocket. Era un espacio enorme, la mayor parte del asteroide gigante. Los huevos mostraban apenas signos de descomposición, y aquellos que no habían abierto estaban completamente secos. Drax los había abierto con sus filosas dagas para encontrar solamente esqueletos de lo que pudieron ser dragones. Pero el número de cascarones era suficiente para dejarles en desasosiego ante la idea del ejército de bestias al servicio de los Pendragón quienes además se habían valido de los Jotun para aumentar la población de sus monstruos a un tiempo y ritmo acelerado, a costa de la probable extinción de los gigantes de Jotunheim, aprovechándose de que éstos eran despreciados por el resto de los reinos bajo el gobierno de Asgard. Nadie iba a extrañarlos, menos cuando estaban lidiando con problemas mayores.
-Dime, Gamora –habló Peter luego de caminar un trecho por aquel enorme espacio- ¿Los dragones pueden crecer tan rápido? ¿Pueden nacer de otra especie que no sea dragón?
-Hasta donde tengo entendido, ninguna de las dos preguntas tiene respuesta afirmativa.
-¿Cómo lograron todo esto?
-Es la respuesta más peligrosa que habremos de descubrir.
-Vengan a ver esto –llamó Drax.
Aquel guerrero había dado con un ala lateral, no era grande en comparación a todo lo que habían hallado, estaba resguardada por dos pesadas puertas de metal con un escudo que parecía haber sido arrancado con el fin de no permitir su identificación, sin embargo, las puertas estaban bien cerradas. Peter examinó alrededor con su linterna y escáner hasta dar con los controles que podrían abrirla, inclinándose ligeramente sobre lo que parecía ser una caja de alimentación. Se llevó una mano a su intercomunicador.
-¿Rocket?
-"¿Qué pasa?"
-Trata de abrir estas puertas.
-"No trataré, lo haré."
Rocket bufó, recibiendo los números y datos de aquellas tarjetas que Peter conectó a su dispositivo. Los dedos finos se movieron rápidamente, buscando los códigos que rompieran las barreras programadas. Groot ladeó su rostro, estirando sus pequeñas ramas picando uno que otro botón que hizo gruñir a su peludo compañero pero casi enseguida le ignoró. Aquellas encriptaciones eran dignas rivales de sus conocimientos, quienes fuesen sus programadores en verdad tenían habilidades muy pulidas al momento de crear esas líneas de comando tan complejas como imposibles de descifrar. Rocket se acomodó mejor en su asiento, concentrado en descubrir una posibilidad, escuchándose nada más el sonido de las teclas de los mandos en aquella sala. Groot le miraba fijamente, sonriendo con cariño.
-Pff, nadie puede vencerme –gruñó orgulloso dando un último golpe al teclado- Disfruta de tu premio, Peter.
-"Empezaba a dormirme, Rocket."
-Estúpido malagradecido.
-¿Yo soy Groot?
-Tú no, Groot. Él.
-¿Yo soy Groot?
-¿Eh? ¿Cómo que quién es...?
El guardián hizo girar el asiento, confundido ante la pregunta de su amigo que señaló hacia la entrada de la sala donde les miraba una figura envestida en una armadura negra con detalles en plata y oro con un casco que le cubría el rostro y una espada larga de doble filo en su grueso puño. Ni siquiera había alterado los sistemas de seguridad. Rocket pasó saliva, tomando de inmediato a Groot para ponerlo detrás de él.
-"¿Estás viendo esto, Rocket? Es impresionante."
Lo que Starlord le quisiera mostrar iba a tener que esperar. Rocket miró alrededor buscando un arma a la mano. Todas demasiado lejos y esa espada podía alcanzarle, aquel tipo alto y fornido seguramente tenía la velocidad y fuerza para hacerlo. Apenas si respiraba, no estaba del todo recuperado para un enfrentamiento así, haciendo unas señas tras su espalda a Groot para que usara una de sus ramas y alcanzara el intercomunicador. Al menos los demás debían enterarse del intruso dentro de la Milano antes de que los hiciera pedacitos.
-Es de mala educación entrar sin permiso –gruñó con el cuerpo tenso.
Aquel extraño solamente bajó los escalones en dirección a ellos. Groot gimió alcanzando el intercomunicador pero Rocket lo empujó antes de conseguir su objetivo, cayendo debajo de los controles, a salvo de cualquier ataque.
-¡Yo soy Groot!
-¡No te lo haré fácil, bastardo! –el guardián se lanzó contra él, sabía que no lograría nada pero quería alcanzar el cañón del otro lado.
El mango de la espada lo regresó al asiento que giró al recibirle, con Groot buscando detenerle. Rocket jadeó mostrando sus colmillos después. La figura le esperó de nuevo, lanzándolo ahora contra una pared, rebotando con violencia más dejándole cerca de su preciada arma de cañón propulsor que tomó al tiempo que Groot lanzó un chillido por la espada que amenazó la vida del peludo guardián.
-¿Rocket? No es gracioso –se quejó Peter sacudiendo su cabeza al no escuchar más comunicación.
-Está desquitándose –comentó Drax mirando alrededor.
La cámara que Rocket había abierto para ellos era un sitio más limpio y con paredes rojizas en lugar del recinto negro anterior. Era igualmente un nido, pero en lugar de abundantes cascarones rotos, solamente había dos que estaban empotrados en altares extraños de símbolos desconocidos sin tubos de exoesqueletos que los alimentaran. En su lugar, cientos de tubos caían del techo hacia su interior vacío como seco. Ningún control, cabina, palancas o cualquier otro artefacto que les dijera cómo habían controlados esos huevos o el resto de ellos afuera. Gamora inspeccionaba de cerca los cascarones.
-Son diferentes a los otros, no solo el tamaño es inferior, también la estructura. Estos parecen más huevos auténticos de dragón.
-Y están apartados del resto –observó Peter.
-¿Alfa Draconis? –opinó Drax- Tendría sentido. Necesitan un guía fuerte a quien obedecer, considerando también el número de ellos.
-Dos... -Peter frunció su ceño.
-¿Qué sucede? –Gamora se detuvo, al ver su expresión.
-Esta cámara está en mejores condiciones y parece más un sitio donde pudiera estar una persona o alguien como nosotros... no sé, es una corazonada.
-¿Qué te dice?
-Que estos huevos... que aquí nacieron los Pendragón.
-¿Qué? –Drax le miró incrédulo- Los Pendragón ya existían, ellos hicieron este nido.
-O puede ser que no –Gamora les miró por turnos- ¿Y si ellos también fueron creados?
-Whoa –Peter pasó saliva- Si los Pendragón también son... parte del plan. ¿Quién es el amo detrás de todo esto?
-Yo quisiera que me aclararan algo –se quejó el Destructor- Aquí hay dos huevos, y nosotros conocemos a tres Pendragón.
-Mierda –maldijo Peter- ¿Rocket? Responde con un demonio.
-"¡YO SOY GROOT!" –vino el grito angustiado al oído de Starlord.
-¡Groot! ¿Dónde está Rocket?
-"¡YO SOOOY GROOOOT!"
-Hay problemas –dedujo de inmediato Gamora.
Drax aprestó sus dagas mientras abandonaban aquel recinto como la madriguera, corriendo hacia la Milano, descubriendo una nave más pequeña en color negro a su lado. Peter maldijo sacando su arma igual que Gamora quien se adelantó hacia la plataforma de acceso, endureciendo su rostro. Los tres entraron sigilosamente hasta llegar a la sala de controles donde percibieron el aroma a quemado, viendo al entrar huecos en las paredes y circuitos destruidos por el cañón de un Rocket que temblaba de pies a patas mirando hacia un pasillo. Groot salió de su escondite para abrazarse a una pierna de Starlord.
-¡¿Qué carajos sucedió aquí?!
-Rocket –llamó Gamora arrodillándose a su lado- Habla.
-Está conmocionado –Drax le dio un coscorrón- ¡Rocket!
-¡Aaaah! ¡No quise matarlo! ¡Yo no sabía! ¡No sabía!
-¿De qué demonios estás hablando? –Peter frunció su ceño, acariciando a Groot para que le soltara-¿Y por qué tenías que hacerle agujeros a mi nave?
-Peter –Gamora le llamó, caminando hacia el pasillo por donde Rocket miraba con angustia.
Ambos encontraron el cuerpo de un cazador mercenario en armadura negra, la espada que había usado estaba clavada en una de las compuertas que se dobló por el impacto. Tenía humo saliendo de su pecho por el disparo de cañón que había abierto la armadura como su piel, sangrando profusamente. Parecía muerto. Su casco estaba no muy lejos de él, dejando ver el rostro que había dejado en tal estado de shock a Rocket.
Thor.
-¡YO NO SABÍA! -chilló histérico el peludo, acercándose.
-Rocket, Rocket –Peter de inmediato le sujetó por los hombros, con rodillas en el suelo- Está bien...
-¡Maté al Dios del Trueno!
-¡Rocket! –rugió Starlord para que le hiciera caso, tomando su rostro entre sus manos- Vino como un cazador, quería asesinarlos.
-¿Por qué? –preguntó Drax con el ceño fruncido.
-No puedes matar así a un Asgardiano –comentó Gamora, a modo de confort para Rocket- Hay que llevarlo a la enfermería. Drax.
-Vamos.
-¿Yo soy Groot? –éste se pegó a Peter con ojos aguados.
-Ambos, van a calmarse ahora mismo. Hicieron lo que tenían que hacer.
-Pero...
-Rocket, Thor jamás nos haría daño, pero indudablemente no es el mismo. Quiero que te tranquilices y vayas a descansar, aún estás convaleciente.
-Lo siento, Peter.
-Gamora ya dijo que no está muerto.
-¿Y si se muere?
-¡Rocket!
-¡Yo soy Groot!
-¡LOS DOS, A CALMARSE! –ordenó con firmeza Starlord, mesándose sus cabellos después.
Rocket bajó sus hombros, como sus orejas y cola. Groot le abrazó en esos momentos, envolviéndole con sus pequeñas ramitas que eran sus brazos.
-Escuchen, están sucediendo cosas extrañas, y tenemos que hacer lo que sabemos hacer, confiar en nosotros. Si no hubieras disparado, Rocket, ustedes dos estarían muertos ahora mismo y probablemente nosotros también. Nos has salvado.
-Pero...
Quill negó. –Tengo que ayudar a Gamora y Drax, aunque se trate de Thor, tenemos que mantenerlo cautivo. Es posible que los Pendragón hayan jugado con su mente. Ya lo hemos visto antes. ¿De acuerdo, Rocket, Groot?
-Yo soy Groot...
-Pff.
-¿Enviaste el mensaje a Skyfall?
-Sí.
-Vayan a descansar, y dame esa arma, no quiero más agujeros.
Ambos asintieron, caminando desganados hacia las recámaras. Peter suspiró, observándoles hasta escuchar su puerta cerrarse. Se giró para acercarse a los disparos como la espada y la sangre del Asgardiano en el suelo. Había algo que no había comentado en voz alta para ya no estresar más a su tripulación pero era un hecho: sabían qué estaban haciendo y en dónde. El Dios del Trueno simplemente no había llegado de manera fortuita con ellos, seguramente le habían dado su ubicación, posiblemente apostando a que ellos iban a entretenerse con aquel nido de dragones, pero antes de ir a contarle a alguien, los rematarían. Era toda una fortuna que Rocket fuese más duro de matar que una cucaracha intergalática. Con tales pensamientos, fue a dejar el arma a su sitio, dejando para después las composturas de su Milano, alcanzando a Gamora y Drax quienes observaban el cuerpo de Thor en una camilla.
-La herida es severa pero no morirá, tiene una resistencia digna de su tierra natal –informó la guerrera en cuanto Starlord pisó la enfermería.
-Debemos estabilizarlo y ponerlo en una cámara de contención. No quiero relámpagos atacándonos.
-Es extraño –comentó Drax- No los usó en contra del peludo y su árbol.
Los tres se miraron, extrañados al darse cuenta de ese detalle tan importante.
-¿El martillo? –sugirió Gamora, vendando el pecho del Asgardiano.
-Quizá necesita su martillo... sí.
-Tiene una armadura de los Pretores –señaló Drax- Está con ellos.
-Eso debemos preguntarle primero.
-Peter...
-Escuchen, desde que llegamos aquí las cosas se han puesto muy feas, ¿okay? Yo necesito escuchar mi música, meditar lo siguiente que haremos.
-Vamos a morir aquí –bromeó Gamora.
-Ja, ja. Terminemos con este muchacho, entre más pronto lo pongamos en hibernación, más tranquilo me sentiré. Drax, prepara la cámara.
-Como digas.
Thor fue llevado a una cámara de hibernación minutos después, cuando sus heridas fueron atendidas y sus signos estabilizados. Drax ayudó a Quill en las reparaciones, no quisieron perturbar el sueño de Rocket que Groot vigilaba con recelo. Primero había sido el nido, ahora tenían encima a una clase de cazador Pendragón que era nada menos que el desaparecido Hijo de Odín. Pero no tenían señal alguna todavía de Skyfall, sabían que tardaría, de hecho, entre más pronto salieran de aquel asteroide, la comunicación podría ser más veloz. En la mente de todos los tripulantes de la Milano rondaban varios pensamientos similares. Alguien más estaba detrás de todo aquel asunto de la Familia Pendragón, sus Dragones Cardinales y el ejército de Pretores. Si en verdad en aquella sala que habían hallado nacieron cualquiera de los tres Pendragón que ahora reinaban en Asgard, uno necesariamente tuvo que estar vivo o despierto tiempo atrás. Quizá ése era la cabeza de todo.
Peter pensó que era Tyar Pendragón pero Gamora le sacó de su error.
-Él y su hija aparecieron al mismo tiempo y juntos. Salieron de esos huevos.
-¿Quieres decir que Sigfried es quien se mantuvo con vida? ¿Cómo...?
-¿Recuerdas lo que nos dijo ese sapo en el bar de las fronteras de Alfheim?
-Ah... ¿lo de...? –Starlord hizo unas muecas- El Emperador del Fuego usando todo el tiempo su armadura y el yelmo con forma de dragón.
-Su voz, Peter.
-Sobrenatural.
-Todo el mundo sabe que los Pendragón son una familia de demonios Draconianos parientes de Surtur. Sigfried bien pudo estar oculto en las tierras del Muspelheim hasta que pudo crear esos huevos.
-¿Y me puedes decir cómo...?
Gamora se le acercó, dejando una herramienta para sentarse en el suelo junto a él, no se veía tranquila y eso le puso nervioso.
-Hay algo que me inquieta, Peter. Y es que todo este tiempo nadie ha reparado en que el Hel ha sido el único reino de los nueve del que no se ha escuchado nada.
-Pero ahí solo hay muertos... oh, espera...
La guerra asintió ante la expresión perpleja de Quill. –Creo... que de alguna manera, Sigfried Pendragón consiguió la manera de no solo traer de vuelta a los Dragones Cardinales, sino también a su familia.
-Whoa, espera, Gamora. Whoa, whoa... -el rubio levantó sus manos- Tú me contaste que los Pendragón fueron extintos por el Rey Bor de Asgard. NADIE sobrevivió, fueron tus exactas palabras.
-Quizá si lo hizo, uno solo.
-Okay, suponiendo, por mi madre... suponiendo que es Sigfried el sobreviviente a la masacre. ¿Cómo pudo revivir a su familia, crear sus dragones, montar el Ragnarok, unirse a Loki, matarlo después y convertirse en el Emperador del Fuego? Ah, y transformar al mejor rey de Asgard en un sádico cazador de mapaches.
-Nadann, el sacerdote de la Fe de los Antiguos.
-¿Él está ayudándolo? No respondas, es retórica. Es que... no tiene sentido algunas cosas.
-Tenemos que ir a la Tierra, Peter. Necesitamos a los Vengadores. A Skyfall.
-De acuerdo, pero antes déjame ordenar mis pensamientos en voz alta, ¿de acuerdo? Si me equivoco en algo me corriges, ya sabes, como un ejercicio...
-Peter.
-¡Ya! Esto es lo que sabemos hasta ahora: los Pendragón llegaron desde el Muspelheim hasta Asgard donde se quedaron, sometiendo a los mortales hasta que el Rey Bor los encontró y extinguió antes de que usaran sus Dragones Cardinales en contra de los Nueve Reinos. Sigfried Pendragón, de alguna manera que aún desconocemos, sobrevivió todo ese jodido tiempo y esperó hasta ahora para buscar su venganza, aliándose con Loki Laufeyson para desatar el Ragnarok, dándole a Surtur el poder de acabar con los Nueve Reinos. Traicionaron a Loki al asesinarlo, o bien porque les podía estorbar y entonces trajo del Hel las almas de su familia para devolverles la vida... con ayuda de Nadann, aparentemente. Quizá fue él quien arrebató el martillo a Thor y lo convirtió en su sirviente... -se quedó callado, frunciendo su ceño.
-¿Qué sucede?
-La Tierra, Midgard, era el hogar de los Pendragón. ¿Por qué enviaría Surtur fuerzas a la madriguera de sus parientes? Digo, sé que no son afectivos en ese aspecto, pero...
-Los Vengadores, los mutantes, los hechiceros... cuanto pudiera representar una amenaza. Sin contar que la Tierra era aliada con Asgard.
-Están idiotas los dos –habló Rocket detrás de ellos.
-¡Hey! Tú deberías estar reposando –reclamó Peter, girándose a él.
-No puedo, hablan muy alto –bufó aquél, acercándose- Surtur no envió fuerzas para atacar a nadie de la Tierra, las envió para sacar a alguien de ese mundo.
-¡¿Qué?!
-¿No se dan cuenta, par de retrasados mentales? En la última transmisión de Skyfall, Sif nos dijo que habían encontrado el martillo en un lugar muy muy específico.
-¿La iglesia? –preguntó Gamora, arqueando una ceja.
-Que taradez, no, mujer. Coordenadas, los demonios no usan construcciones, usan coordenadas. Mjolnir se destruyó al abrir un lugar que estaba sellado con el mismo poder que lo creó.
-El refugio de Sigfried Pendragón –jadeó Peter, poniéndose de pie en un salto- ¡Joder! ¡Ellos están en peligro! ¡Cómo nosotros! ¡Drax! ¡Groot! ¡Necesitamos manos y ramas! ¡Tenemos...!
BOOOOOOM.
Lo que Starlord hubiera querido decir, se perdió en la explosión que los alcanzó, proveniente de la nave en la que había llegado el Dios del Trueno. Todo el asteroide fue pulverizado, la nave Milano salió disparada como una hoja seca al viento, girando violentamente con trozos estallando por el impacto generando por la onda explosiva, perdiendo energía y quedando únicamente como un pedazo enorme de metal flotando en el amplio, oscuro y frío espacio.
"¿Yo soy Groot?"
"Skyfall, no nos habían presentado antes."
"Yo soy Groot."
"Lo sé, permíteme auxiliarles."
"¡Yo soy Groot!"
"Puedo darte mi palabra, que ellos están a salvo."
"¿Yo soy Groot?"
"Tuvimos unos inconvenientes, pero estoy listo. ¿Puedo?"
"Yo soy Groot."
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