Reunión

Título: LAZARUS I

Autora: Clumsykitty

Fandom: MCU con un pellizco de Marvel Cómics.

Parejas: bastantes, principalmente Stony, Thorki y Spideypool.

Disclaimer: Nada me pertenece aunque muera por ellos, todo es de Marvel y Mr. Lee entre otros, lo único mío es esta idea mía convertida en historia. Dicho está.

Warnings: Esta larga historia está dividida en libros que van en secuencia numérica pero no en orden de trama. Historias muy agridulces, crudas como violentas. No apta para corazones sensibles o mentes tiernas. Sobre aviso no hay engaño.

Gracias por leerme.



LIBRO V. El libro de las Despedidas.

Reunión.


"No puedes obligarte a ti mismo a sentir algo que no sientes, pero si puedes obligarte a hacer el bien, a pesar de lo que sientes." Pearl S. Buck.



Los Guardianes.

Quill fue el primero en despertar de todos ellos, o al menos esa fue su impresión al erguir su cabeza que le punzó al instante, llevándose una mano a su sien, descubriendo al bajarla una mancha de sangre. Sus ojos miraron alrededor, notando que la nave estaba en perfectas condiciones. Había uno que otro objeto tirado, igual que las herramientas dejadas por él cuando estaba arreglando unos desperfectos ya desaparecidos. Todo indicaba como si solamente los hubieran sacudido dentro de la Milano, sin perjudicar a ésta. Frunció su ceño, extrañado, buscando a Gamora, a quien vio no muy lejos de él, inconsciente en el suelo. Lo último que recordaba era el sonido inequívoco de una bomba explotando, sin embargo, no había olor alguno de fuego o algo quemándose dentro de su nave. Por fin se levantó, sobándose su cuerpo golpeado mientras veía para todos lados, esperando por una explicación. Revisó los signos de la guerrera antes de tomarla en brazos, dispuesto a llevarla a la enfermería cuando escuchó un sonido ajeno al zumbido de las máquinas.

-¿Qué...?

Con Gamora en brazos, se aproximó lentamente hacia la sala de comandos. Había un ventanal estrecho pero que corría de forma horizontal por una pared, dejándole ver hacia el interior de los controles de la nave. Se detuvo al ver una figura resplandeciente frente a los mandos. Por lo estrecho del ventanal le fue imposible observar el rostro de la figura, lo cual le hizo deducir que medía al menos dos metros de alto. Debido al brillo que poseía, solo pudo distinguir sus brazos fantasmales que parecieron tocar algo. Peter dio unos cuantos pasos más, acurrucando a Gamora contra su pecho. Una mano masculina sin duda, pero que terminaba en garras finas, acarició la cabeza de un niño Groot, mismo que bailoteó alegre, gorgoteando igual que cuando Rocket le consentía un capricho.

-¡Yo soy Groot!

La figura resplandeciente le respondió muy bajo, tenía una voz igual a un instrumento musical, se dijo StarLord en absoluta confusión. En una lengua que le sonó muy antigua.

-¿Yo soy Groot?

Quien fuera que fuese, se inclinó hacia Groot, permitiendo a Quill ver su rostro. Tal vez pasó medio siglo, tal vez solo fue un segundo. El capitán de la Milano no lo supo decir. Aquel rostro tenía facciones humanas, sí, pero también otras que le recordaron mucho a los reptiles. Pese a estas características antropomorfas, despedía un aura paternal cargada de ternura. Lo que más le llamó la atención fueron sus brillantes ojos en color verde, que su mente probablemente mareada por los golpes recibidos le dijo que eran del mismo tono y forma que los del famoso hermano menor del Dios del Trueno, Loki Laufeyson. Su voz tan armoniosa, ancestral y cálida le hizo olvidar por fugaces segundos que no era un miembro de los Guardianes de la Galaxia. Peter sacudió su cabeza, esta vez caminando a zancadas hacia la entrada de la sala de comandos. Grande fue su sorpresa que al perder de vista la escena, para cuando llegó con Groot, éste se hallaba solo en el asiento frente a los mandos, esperándole.

-¡YO SOY GROOT!

-Groot, ¿dónde...?

-¡Yo soy Groot! –el pequeño saltó del asiento, corriendo para abrazarse a su pierna, señalando con un brazo hacia los controles. Una lucecita parpadeaba- ¡Yo soy Groot!

Peter entendió lo que quería, acercándose para sentarse con Gamora en su regazo, presionando el botón de comunicación.

-"¿Capitán Quill?" –la voz de Skyfall le hizo sonreír, aliviado.

-Skyfall, no sabes qué placer me da escucharte.

-"Y a mí, capitán, ¿se encuentran todos bien?"

StarLord miró a la guerrera entre sus brazos. –Noqueados, pero sanos y salvos de puro milagro.

-"Si me permite, puedo conducir la Milano por ustedes."

-Adelante, Skyfall. Y gracias.

-"Es un honor recibir una vez más en la Tierra a los Guardianes de la Galaxia."

Mientras la coraza de la Milano se desplegaba para entrar en hipervuelo, Peter giró su rostro hacia Groot quien bailaba contento, abrazado a su pierna con su sonrisa inocente y esos ojos pícaros.

-Groot... ¿había alguien más contigo?

-¿Yo soy Groot?

-Demonios, necesito a Rocket.

-Yo soy Groot.

-Probablemente estaba alucinando por el golpe... en fin... vamos, Groot. Hay que llevar a esta dama a la enfermería y revisar a los demás.

-¡Yo soy Groot!



Los Vengadores.

-... bueno, pero todos estaban de acuerdo en que eso era muy gay, ¿no?

-Peter, cielo mío, en esos tiempos la gente era más... mmmm... inocente, por decirlo gentilmente.

-Vamos, Wade, no puedes salir a cantar con esa ropa y afirmar que eres un macho heterosexual.

-Oye, ¿dónde me dejas a mí?

-Tú no tienes unos shorts y playera así.

-No me has visto al despertar.

-Eres un...

-Amor, lo sé, por eso somos novios.

-Ni en tu mejor día eso va a suceder –interrumpió Tony, entrando a la sala donde su hijo y Deadpool estaban conversando- Peter, ¿qué fue lo que te pedí?

-Estamos cerca ya, casi termina la tormenta.

El Quinjet esperaba oculto bajo un enorme hangar semi oculto entre las dunas en tanto una furiosa tormenta de arena cargada de relámpagos azotaba alrededor. La ubicación de Wanda Maximoff estaba a un par de kilómetros ya, solo se interponía aquella naturaleza salvaje entre ellos y la Bruja Escarlata. Su viaje había sido breve, cargado de insultos de Stark hacia Wilson quien pasaba la mayor parte del tiempo importunando a Peter para enojo de su padre. Ya no habían vuelto a saber más del hechicero Pendragón, volando en aparente tranquilidad por una tierra desolada y llena de escombros, drones caídos igual que satélites. Wade todavía se rehusaba a confesar bajo qué medios o quién le estaba proporcionando información tan importante sobre lo sucedido, aunque prometió al adolescente que lo diría el día menos pensado, cuando unos ojos aguados le chantajearon.

-¿Cómo te sientes, papá?

-Bien, y estaré todavía mejor si dejas tus charlas con éste.

-Éste tiene nombre –canturreó Deadpool- "Piscina de la muerta." Chiste local.

-Sky, ¿algo más de los análisis del dragón? –preguntó Tony, desplegando unas pantallas holográficas.

-"Encontré algo... que puede resultar perturbador."

-Más que el asesino entre nosotros, lo dudo.

-Auch.

-¡Papá!

-"Tengo la seguridad que sobrepasaré tus expectativas, Tony."

-Dime.

-"Según los datos recolectado y las bases de datos que pude reunir, el dragón que murió bajo los escombros bien podría ser el hermano gemelo de Iron Fist."

-¡¿QUÉ?! –tres pares de ojos miraron a las pantallas que desplegaron los análisis de ADN.

-"Los pares de cromosomas encajan a la perfección, todos sabemos que el Señor Rand nunca fue un dragón literalmente, así que mi única pesquisa es que tomaron su ADN para injertarlo en la criatura."

-Adoro tu sarcasmo, Sky, pero nadie hubiera podido hacer nada con el cuerpo de Iron Fist –reclamó el Hombre de Hierro- Él...

-"Murió luego del ataque de Thanos, lo sé, Tony. Pero las evidencias indican otra cosa."

-Un momento –Wade levantó sus manos- Un jodido momento, ¿ustedes vieron esta película de Jupiter Ascending?

-Ahora no, Wilson.

-Hablo en serio.

-¿Por qué la mencionas? –Peter frunció su ceño.

-Tiene esta idea de que si reúnes los pedazos esenciales de una persona, como su alma digamos, tienes también su secuencia genética. Entonces...

-Son tonterías –cortó Stark.

-Papá...

-"La tormenta ha desaparecido."

-Es hora de irnos. Peter, quita las protecciones.

-Yo le ayudo –Wade se levantó.

-Lo haré yo, en tal caso.

-Vamos los tres, por todos los códigos de Sky –bufó Peter, saliendo malhumorado de ahí con los dos adultos tras él.

Con el fin de proteger al Quinjet de los azotes de la arena cargada eléctricamente, habían recubierto la nave con los pesados trozos de techo de concreto reforzado que encontraron entre las dunas. Peter no tuvo problemas en tirar de ellas, ganándose los silbidos de admiración de Wilson seguidos de las reprimendas de Tony. El adolescente solamente rodó sus ojos ante la sobreprotección paterna que iba en aumento conforme pasaba el tiempo, no le quedó duda de que un día su padre metería a hibernación a Deadpool si éste continuaba poniendo a prueba su cordura con sus sarcasmos y bromas pesadas. Se quedó quieto de pronto, sintiendo un horrible aguijonazo en el pecho, todo su cuerpo liberando una cantidad impresionante de adrenalina.

-¿Cielo?

-Peter, ¿qué sucede? –el Hombre de Hierro se acercó a su hijo al verlo encogerse de hombros- Peter, Peter, ¡háblame!

-... p-peligro... -éste le miró, jadeando, su sentido arácnido estaba descontrolado.

-Skyfall –llamó al instante Stark.

-"No hay ser vivo en decenas de kilómetros a la redonda."

-¡Movimiento! –exclamó Wade- ¡Sky, haz monitoreo de movimiento!

-¿Wilson?

-Ahora no, Tony... espera...

-"Movimiento telúrico aproximándose, tiempo estimado de contacto: cinco minutos."

-¡ADENTRO TODOS! ¡MUEVAN ESE TRASERO AHORA! ¡AHORA! ¡AHORA! ¡AHORA!



Los Asgardianos y Hulk.

Sif no podía con el frío que sentía en todo el cuerpo, calaba hasta sus exhaustos huesos, y de no ser porque iba en el hombro de un concentrado Hulk, ya se hubiera tirado en el suelo a dormir. Estaba sucia de pies a cabeza con sangre oscura, de muertos para ser más precisos o eso se decía con sus manos acalambradas de tanto sujetar espada y escudo contra las huestes interminables de lo que en Midgard llamaban zombies. Luego de pasar aquel sobresalto al encontrar al transformado Doctor Banner –que Loki tras ellos calmó con su magia- estuvieron caminando tranquilamente por los enormes ductos de aguas hasta que escucharon algo parecido al rugir de las olas, cosa improbable por el sitio en el que se encontraban. No se trataba precisamente de una marea de agua salada, eran legiones de zombies corriendo tan frenéticamente que entre ellos mismos se destrozaban si uno caía.

Sobre cómo habían nacido o de dónde provenían, tuvieron que dejar esas respuestas para un momento más propicio, estaban persiguiéndoles igual que sabuesos tras sus presas. Las manazas de Hulk junto con la magia del Embustero habían rechazado buena parte de aquel contingente de cuerpos pudriéndose pero otra porción se había lanzado contra la doncella guerrera. Sif sabía muy poco de la situación en Midgard, pero si era como le había contado Peter, aquellos zombies tenían que ser forzosamente los humanos restantes ocultos bajo tierra. Tal pensamiento le desconsolaba, ese mundo estaba siendo destrozado desde sus entrañas, pronto no quedarían seres que proteger ni rescatar a menos que hicieran algo. Ella se preguntaba si acaso ese ejército de muertos vivientes estaba bajo el comando de Myrddin Pendragón, con el afán de hacer salir a sus fugitivos.

-¿Loki? –Sif llamó al hechicero al verlo detenerse.

-Hay algo...

-¿Dónde? ¿Más de esas cosas?

-No, es más un llamado –el Jotun frunció su ceño, desviando su camino hacia una de las entradas alternas, más baja que la principal donde caminaban.

-Espera.

-No, quédate con él.

-Pero...

Loki levantó un dedo amenazador, entrando por el túnel que estaba casi en penumbras por la cantidad de escombros ahí reunidos. Sus ojos carmesí pronto encontraron lo que estaba llamando su atención. Era una radio muy primitiva, pero estaba emitiendo un sonido en forma de código, un mensaje para quien pudiera descifrarlo. Metido entre dos bloques de columnas metálicas, el Embustero lo sacó con cuidado, mirando la lucecilla que titilaba con el pitido que emitía la radio. Código Morse. Pero lo que llamó su atención era el mensaje.

"Estaremos en el Sanctum Sanctorum de Strange. Quienes escuchen este mensaje, vayan hacia allá."

Recordaba aquel lugar, la madriguera del famoso hechicero y doctor que alguna vez había ayudado a los Vengadores. De los primeros muertos bajo las fuerzas de Surtur al atacar la Tierra por medios que le eran desconocidos todavía, pero que al Jotun le advertía sobre el peligro que estaba cerniéndose alrededor. Su mano arrancó toda energía del aparato, haciéndolo añicos. Claramente había sido un mensaje para ellos, así que lo mejor era dirigirse cuanto antes hacia el sitio antes de que más de esos cuerpos podridos les atacaran. No tenían problemas para exterminarlos, sin embargo, estaban alentando su paso, o desviándolo. Si Myrddin estaba tratando de llevarlos a un callejón sin salida, estaba tomándose su tiempo.

-¿Loki? –el Embustero escuchó el llamado angustiado de la doncella guerrera.

-Tenemos un lugar a dónde ir –respondió, volviendo a paso vivo hacia Hulk a quien miró. El gigante estaba quieto pero el doctor no volvería, lo decían sus ojos- El hogar de Stephen Strange.

Hulk gruñó ronco, asintiendo después con la mirada buscando el túnel indicado. Volvieron a correr, siempre Sif con el gigante por delante y Loki en la retaguardia protegiéndoles de cualquier emboscada. El punto de reunión no estaba muy lejos, pero con los zombies apareciendo de la nada en cantidades horripilantes, la llegada podría tardar si no les sacaban ventaja antes. Conforme se aproximaban, Loki estaba más serio. No habían tenido tiempo de discutir la manera en cómo iban a presentarse delante de los Vengadores sobrevivientes. Sif no tendría problemas en ser bien recibida, igual que Hulk. El hechicero era punto y aparte. Los ductos fueron elevándose, el camino iba en ascenso con el aroma inequívoco de la seca arena de la superficie y la promesa de una tormenta eléctrica. Con el ruido de su carrera rompiendo el silencio de aquellos huecos secos, avanzaron a gran velocidad.

El Embustero se detuvo cuando tocaron unas enormes escaleras que iban al exterior, bañadas por la luz rojiza de un atardecer desértico. Miró por encima de un hombro hacia la oscuridad que habían dejado atrás, con una expresión de angustia que los otros dos no pudieron atestiguar. Algo le observaba, tan viejo como el tiempo mismo, cargado de la más horrible maldad que los Nueve Reinos pudieran atestiguar. Juró que se burlaba de él. Loki jadeó, apretando sus puños antes de volverse y echar a correr pues la voz de Sif le llamaba. Se apresuró no tanto por estar al lado de la doncella guerrera, fue más por no sentir el temblor en sus piernas. Lo que sea que le hubiera visto salir, era más fuerte que el propio Myrddin. De hecho, le fue muy conocido.

Se trataba del mismo ser que le hubiera asesinado.



Primera despedida: Wanda.

-¡DEJEN DE GRITAR, MALDITA SEA!

Peter sintió un escozor en sus ojos que se humedecieron, tallándose uno con fastidio. No había sido su intención gritarle a las dos personas que más quería en el mundo pero ya estaba harto de sus peleas. Se habían salvado de una espantosa marea de zombies por casi nada, esquivado el inicio de una furiosa tormenta eléctrica que les impidió acercarse más a donde la Bruja Escarlata a la que Skyfall envió un mensaje de auxilio. Tony estaba reclamándole una vez más a Wade su falta de comunicación respecto a lo que estaba ocurriendo en la Tierra como en el resto del universo. Los tres estaban de acuerdo aunque todavía no lo hubieran dicho, que esos muertos vivos eran nada menos que las personas que habían sobrevivido al Ragnarok, ocultas bajo tierra en los ductos de aguas ya inservibles. No habían salido de la nada. Obviamente eso les hizo plantearse excelentes preguntas respecto a la intención y mente maquiavélica tras dichos zombies.

-Lo siento, Pita.

-Ya lo sé –refunfuñó el adolescente, volviéndose a su padre- Estoy harto de que peleen, ¿es que no puedes estar en paz con los demás por una sola vez, papá?

Stark tomó aire, cruzándose de brazos. –Tenemos serios problemas.

-Gritando no los vamos a resolver. ¿A dónde vamos?

-"Me he permitido tomar dirección hacia el Sanctum Sanctórum del Doctor Strange. Las imágenes satelitales me indican que es un sitio libre de peligros."

-Por el momento –comentó Tony, tomando asiento al fin.

-Y el Óscar al Pesimista del Año es para Tony Stark.

-Wade.

-Está bien, Peter. Pico cerrado.

-"Los Guardianes de la Galaxia no tardarán en alcanzarnos. Sugiero que todos reunidos discutan las acciones futuras a ejecutar."

-Me parece un buen plan, Sky. Gracias.

-"De nada, Peter. Tony, ¿estás de acuerdo?"

-Sí.

-Papá, lo siento, es que...

-No te disculpes.

Al fin el silencio cayó en el Quinjet, con los tres mirando hacia el frente de la nave que mostraba el paisaje desolador que rodeaba el edificio que una vez albergara el hogar de Strange. Nadie sabía por qué no había caído, Skyfall les había sugerido la magia remanente y gracias a la cual se mantenía en más o menos buenas condiciones, al menos las suficientes para darles albergue en lo que recurrían a un plan bien diseñado. La Tierra se estaba convirtiendo en un lugar muy peligroso para vivir. Cuando aterrizaron sobre el techo semidestruido, prácticamente buscaron una cama donde reposar cada uno, aún sin hablarse. Peter sentía la tensión crecer, no los podía culpar, era como si estuviesen siendo acorralados. Su descanso no duró lo suficiente, pues Skyfall les advirtió de otros invitados al refugio temporal que llegaban a pie. Reuniéndose en la sala principal con unas pantallas de los bots que la IA desplegó para ellos, volvieron a sorprenderse al ver una mole verde llevar sobre un hombro a una cansada doncella guerrera.

-¡SIF! ¡SIF!

-¡Whoa, Peter! –Deadpool se masajeó una oreja- ¿Dónde quedó eso de no gritar?

-¡Papá, Sif viene con Hulk!

-Es...

-¡¿Qué estamos esperando?!

-"La nave Milano está tocando la atmósfera terrestre."

-Esto es lo que llamo, una mega reunión de súper héroes –canturreó Wade- Peter, hay que salir a recibirles.

No tuvieron que decirle dos veces al ahora hiperactivo adolescente, quien jaló a su atónito padre de una mano, arrastrándolo hasta la puerta por la que cruzaron a toda prisa, con sus ojos en el cielo como en las dunas por las cuales vieron aproximarse a Sif con su feroz acompañante. La sombra de la Milano cubrió el edificio azotado por las tormentas, bajando con un suave ronroneo a un costado. Casi al mismo tiempo, Hulk con la doncella guerrera alcanzaron a los tres varones en la puerta, Sif bajando de un salto con renovadas energías al ver a un Peter correr hacia sus brazos mientras que la plataforma de descenso de la Milano permitía a los Guardianes saludar al Hombre de Hierro como a un inesperado Deadpool acompañándole. La inicial algarabía se cortó en seco cuando Rocket desplegó un arma, apuntando detrás de Hulk.

-¡SKRULL A LA VISTA!

-¡NO!

La Asgardiana corrió a tiempo para interponerse entre el cañón de Rocket y Loki, quien se detuvo a pocos metros de todos ellos con una mirada serena pero inexpresiva. Todos los ojos se posaron en Sif quien levantó sus manos en son de paz.

-No es un Skrull, es Loki, el verdadero.

-Tú me jodes, mujer, que está bien muerto.

-No, Rocket. Lo juro. Puedo explicarlo.

-¿Vino con ustedes? –Stark miró no sin rabia al hechicero.

-Puedo explicarlo, a todos, si me obsequian un par de minutos.

Hulk gruñó una vez más. Todos giraron sus rostros al cielo igual que el gigante verde, una figura envuelta en neblina carmesí flotaba por encima del edificio.

-¡WANDA! –llamó Peter, esbozando una sonrisa.

Su gesto no duró mucho, porque acto seguido la Bruja Escarlata fue atacada por un rayo verde esmeralda. Tony llamó a su armadura, siendo detenido por un Deadpool gritando a los demás que se metieran cuanto antes al edificio. Nadie le obedeció, así que fueron las enormes manos de Hulk las que lanzaron a los desobedientes testigos al interior mientras dos hechiceros se enfrascaban en un intercambio de ataques cada vez más salvajes, levantando enormes columnas de arena y escombros entre cada golpe de magia. El Sanctum Sanctorum se cimbró pero resistió el embate que terminó tan veloz como inició, con la aparente victoria de Loki sobre Wanda al abrir un portal junto a ésta y lanzarla fuera de aquel mundo. Aunque Hulk se interpuso en la entrada, el Hombre de Hierro salió disparado con la firme intención de acabar con el Jotun.

-¡PETERPETERPETERPETERPETERPETER! –gritó Wade tratando de detener a aquél.

-¡MALDITO HIJO DE PERRA! ¡LA MATASTE! –aulló Stark apuntando sus cañones contra el
hechicero.

-¡IBA A MATARLOS A TODOS, IMBÉCIL! –gritó Loki con furia- ¡¿QUÉ NO LO VIERON?!

-¡MENTIROSO!

-¡PAPÁ!

-¡AAAY, PETEER! –Wade se dio una palmada contra la frente.

El joven Stark-Rogers fue más rápido que su padre, llegando hasta donde el Embustero. Deadpool dio un salto para tirar de uno de los pies del Hombre de Hierro, evitando que disparara contra aquellos dos que se miraron fijamente. El Jotun entre confundido y asombrado, Peter solamente nervioso, lanzándose para abrazarle con tal fuerza como si la vida dependiera de ello, casi tumbando a ambos contra la arena de no ser por los reflejos del hechicero quien frunció su ceño a punto de reclamarle cuando el chico levantó su rostro hacia él con una sonrisa cálida y unas palabras que solamente él pudo escuchar.

-Tranquilo, todo va a estar bien.

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