╭ ꒰ ⊱¡ # CAPÍTULO 01 📌 ❜ ೃ୭ ╮

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📍Aysel's Apartment, London
🗓️ February, 2022

AYSEL LENOIR PODRÍA SER MUCHAS COSAS PERO IMPUNTUAL nunca sería una de ellas. Claro que no podría decir lo mismo de su progenitora puesto que llevaba más de treinta y cinco minutos de la hora acordada para que la mayor fuera a cenar a casa de su hija y aún no se aparecía. Su única señal de vida fue un simple mensaje de que ya iba en camino.

Aysel odiaba que su mamá hiciera eso todo el tiempo. No importaba la ocasión, no se podía contar con la mayor para la puntualidad. Quizá era casi un alivio que la rubia conocía tan bien a su mamá que retrasó el tiempo de cocción de la cena que estaba preparando, siendo que apenas y estaba apagando las hornillas de la estufa.

Soltando un suspiro, se sentó en el sillón de su apartamento con su celular en mano a esperar la llegada de la Lenoir mayor. Por fortuna, solo tuvo que esperar trece minutos más antes de que se escuchara como tocaban la puerta.

—Finalmente, mamá. —recibió el abrazo de la castaña con una sonrisa, después de todo, tenía varios meses sin mirarla en persona y esta era también una manera de celebrar el cumpleaños de la actriz, que fue varios días atrás.

—¡Lo siento, lo siento! —se separó del abrazo luciendo avergonzada— Juro que mi alarma no sonó.

—¿Por octava vez? —enarcó una ceja antes de cerrar la puerta.

—De acuerdo, no me lo restriegues en la cara, señorita. Sigo siendo mayor que tú. —posó sus manos en sus caderas y le dedicó la típica mirada de mamá "yo debo tener razón"— No puedo creer que mi niña ya tenga veinticinco años. —la tomo de las mejillas.

—No fuera yo porque no me dejas en paz toda la noche pero esta bien. —se encogió de hombros y luego tomó las manos de su progenitora sonriéndole— Ya no soy una niña, mamá.

—Tonterías. —hizo ademanes con las manos— Tu seras toujours ma fille, peu importe ton âge.

—Todos los años dices lo mismo, mamá.

—Tómalo como tradición, supongo.

—Vamos a comer, muero de hambre. —cambio de tema sabiendo que su mamá podría seguir con el tema durante más tiempo.

Ambas tomaron lugar en la barra de la cocina, luego de que la actriz sirviera la cena para ambas. Y aunque al inicio la velada pasó tranquilamente, con ambas Lenoir poniéndose al corriente sobre las vidas de ambas y el trabajo actoral de la menor, que no podría estar mejor según sus palabras.

Pero había algo que molestaba a la mayor, amaba a su hija, era su niña pequeña y la luz de sus ojos pero ella sentía que le faltaba algo en su vida. Trabajo no faltaba, dinero tampoco y amistades menos pero en el ámbito amoroso era terreno perdido. Siempre que sacaba el tema ambas terminaban discutiendo pero no podía evitarlo, quería que su hija fuera exitosa en todos los ámbitos y en aquellos en los que ella falló.

Pero se mordió la lengua y tocó todos los temas posibles a excepción de ese, por más que quisiera trataba de evitarlo para no causar incomodidades.

Luego de que ambas terminaran sus alimentos, se trasladaron a la sala para poner una película de fondo mientras que seguían platicando entre ambas.

—Daphne esta muy emocionada por su nuevo disco, ¿no? —sonrió la mayor al recordar a la mejor amiga de su única hija.

—Lo está. —sonrió orgullosa— Ha sido todo un proceso y luego de lo bien que le ha ido a Fast Times no puede esperar a que escuchen el resto.

—Me alegra por ella. Se lo merece. —titubeó un momento antes de hablar— ¿Y cómo han estado Damian y Timothée? —sacó el tema casualmente.

La rubia rodó sus ojos sabiendo lo que su mamá quería decir cada que nombraba a sus amigos pero deicidio ignorarlo por el momento. No dejaría que se arruinara la noche por este tema.

—Damian no para de decir lo genial que es estar de regreso en las grabaciones de la tercera temporada y Tim está terminando unas entrevistas. Dice que luego quiere irse de viaje pero desconozco a donde quiera ir. —sonrió levemente pensando en sus amigos y lo felices que habían estado los últimos días.

Confundiendo la sonrisa por algo que no era, no pudo evitar sacar el tema a colación— : ¿Y algo más que quieras contarme respecto a chicos? —hizo énfasis en la última palabra.

—Mamá, no empieces por favor. —suspiro cansada.

—¿Charles como ha estado? —la ignoro.

—Sabes que bien y que está estresado con todo lo de las carreras de este año. —respondió— ¿Ya puedes parar?

—Vamos, cariño. —insistió— Tienes que abrirte emocionalmente sino te quieres estancar.

—¿Estancar? —frunció el ceño, girándose a mirar a su progenitora a los ojos— ¿A qué te refieres exactamente?

—Sabes a lo que me refiero.

—No, no. Ilumíname, por favor. —apretó los dientes molesta.

—Nunca te he visto en una relación romántica y seria. Quiero eso para ti. —confesó.

—Ya tuve novios, por sino lo recuerdas. —la señaló.

—El primero fue en secundaria así que realmente no cuenta. —replicó— Y el otro dijiste que solo fueron unas cuantas citas en esos pocos meses que duraste en la universidad.

—Ya hemos hablado al respecto, no estoy buscando eso en este momento mamá. —apretó los labios al escuchar su último comentario, si tan solo ella supiera.

—¿Y sino es hoy, cuando?

—Cuando sea el momento. ¿Por qué insistes tanto con el tema? —replicó frustrada.

—Solo quiero verte feliz.

—Ya soy feliz. No necesito de una pareja para ser feliz. —contestó molesta— Tú estas soltera. —le recordó.

—Eso ya lo sé pero algo falta en tu vida. —la rubia rodó los ojos mientras se levantaba del sofá para dirigirse a la cocina e ignorar a su mamá, que comenzó a seguirla— No le des la espalda a tu madre, jovencita.

—Todo el tiempo tienes que sacar este tema como si tuviese que tener una relevancia tan alta a la que le das. —se recargó en la pared frustrada— No todo en la vida son relaciones amorosas, madre.

—Eso ya lo sé, cariño. Y no me mal entiendas, se que estás logrando tantas cosas en tu vida laboral y es genial verte hacer lo que más amas pero podrías considerar algo al respecto, ¿sabes? —acarició el cabello de la menor.

—Mamá, te amo pero estoy cansada de tocar este tema. —dio un suspiro largo para controlar su lengua y no soltar algo que pueda hacer que luego se arrepienta— Honestamente, para.

Había algo que caracterizaba a Suzette Lenoir y era que podía ser tan testaruda como una mula. Por alguna razón, ansiaba ver a su hija enamorada, ver ese brillo especial en sus ojos cuando pensara o hablara sobre esa persona. Le emocionaba pensar en esa etapa y Aysel no quería tener nada que ver con el tema amoroso, cosa que Suzette no entendía por qué.

—Pero ¿qué tiene de malo que hablemos del tema? Puedes pensar en lo bonito que sería cuando tengas a una persona especial en tu vida? ¿Alguien a quien quieras contarle todas las cosas, por más pequeñas que sean, que te pasen? ¿Alguien que te espere en casa luego de un día de trabajo?

Por más que Aysel quisiera ignorar aquellos recuerdos que saltaban a su mente, esta vez no pudo y recordó.

Recordó cuando creyó encontrar a esa persona, cuando pensó que tenía ese dichoso brillo en sus ojos, cuando creyó que podría contar con una persona para contarle cada pequeña cosa que le pasaba en su vida y quiso llorar y gritar enojada. Porque no era justo.

No era justo que por culpa de una relación fallida, su mente no le permitiera darse la oportunidad con otra persona por completo. No era que no quisiera, era que pensaba que no encontraría a la persona que entendería por lo que había pasado. Era que no estaba buscando con quien estar, ¿para qué? Esas cosas no se buscan y le cansaba tratar el tema con su mamá todo el tiempo.

Ella no sabía lo mucho que le lastimaba hablar del tema porque nunca se atrevió a contarle lo que vivió en su última relación. No quería ver su cara de decepción si se llegaba a enterar todo lo que dejo que ocurriera cuando estuvo con él. Tampoco quería escucharla consolarla porque terminaría llorando. Habían muchas situaciones entre medio que no le permitían realmente expresarse del tema y que su mamá siguiera enlistando los motivos por los que era bueno tener una relación le estaba poniendo de los nervios.

—¿Por qué tienes que hacer esto tan complicado e incómodo siempre? —soltó frustrada tallándose los ojos para deshacerse de las lágrimas que querían salir.

—¿Yo? ¿Qué tiene de malo que me preocupe por ti?

—Eso no cuenta como preocupación.

—¡Lo hace! Aysel, tienes que ver por tu futuro y...

—Mamá. — intentó llamarla pero la Lenoir mayor la ignoro y siguió hablando. La actriz tomó varias bocanadas de aire para calmarse hasta que ya no lo soportó más, esa mirada que te juzga hasta el más mínimo detalle, y termino murmurando lo primero que se le ocurrió que podría parar a su madre— Tengo novio.

No fue hasta diez segundos después que su cerebro registró las palabras que acababa de decir en voz alta. 

—¿Qué?

—Tengo novio. —repitió esta vez más alto, entrando en pánico ¿qué rayos acababa de decir?

—¿Tienes novio? —soltó sorprendida su mamá.

—Eso fue lo que dije, ¿no? —balbuceó girando la cabeza para no mirarla a los ojos.

—Tienes novio. —entrecerró sus ojos procesando la información.

— Es decir, no es oficial, no hemos llegado a ese punto, ¿sabes? Porque en este medio es más tardado y complicado llegar a una etiqueta. —soltó una risa nerviosa bajo la intensa mirada de la mayor sin saber realmente como proceder— Viajes, grabaciones, rumores, esa clase de cosas.

—Aysel.

—Estoy saliendo y conociendo a alguien. —afirmó con una seguridad que no sabe de donde salió, era hora de sacar sus dotes actorales— Es reciente y no quería decir nada por si no funcionaba pero no has dejado de insistir con el tema y me abrumaste.

Bajo su vista y retorció sus manos en un gesto para fingir nervios y que su mamá no notara la mirada de pánico que se posaba en sus ojos.

—Aysel... —dijo con ternura y levantó el rostro de la rubia— Perdón por presionarte tanto con este tema.

Abrazo a la castaña y soltó un suspiro tembloroso: —Esta bien. Solo ya no lo menciones, por favor, quiero que se de natural esto y no quiero presionar nada.

—De acuerdo, de acuerdo. —se alejó para mirarla a los ojos— Pero tendrás que presentármelo.

Abrió sus ojos como platos, totalmente sorprendida: —¿Cómo dices?

—Sí, no mañana pero te daré un mes para que veas a donde llega esto y quiero conocerlo. —asintió decidida.

—Mamá. —boqueó sorprendida. ¿De dónde sacaría un novio en cuatro semanas?

—Mamá nada. Me lo presentaras en un mes y, estoy siendo considerada porque asumo que trabaja en el mismo ámbito que tú. ¿O me equivoco? —enarcó una ceja.

—No, no. Es actor, sí. —mintió con más facilidad.

—Eso es genial, ¿me dirás quién es?

La actriz entró en pánico, no podía decir el nombre de alguno de sus amigos porque no quería ponerlos en una situación tan incomoda de utilizar a alguno, que sabía que no le dirían que no, pero ¿qué pasaba cuando fingieran una ruptura y su mamá cuestionara algo al respecto o los molestara para "regresar"? No podría con eso.

Alguien se le tendría que ocurrir, tenía tiempo para pensarlo. Podría hacerlo.

—No, déjame ver cómo van las cosas y luego te lo presentaré.

—¿Lo prometes?

—Lo prometo, mamá. —forzó una sonrisa.

—Está bien. En ese caso, ya es tarde así que me iré a casa y luego tú podrías, no sé, hablar con ese chico tuyo. —subió y bajó sus cejas sugestivamente.

Soltó una risa incómoda y la acompaño a la puerta: —Nos vemos otro día mamá, cuídate y avísame cuando llegues a tu casa.

—Adiós, hija. Te quiero. —cerró la puerta de su hogar, recargando su cabeza en la misma.

—¿En que carajo me acabo de meter? —soltó frustrada.

Ahora, ¿dónde se conseguía un novio?

Tu seras toujours ma fille, peu importe ton âge: Tu siempre seras mi niña, no importa que edad tengas.

Sean bienvenidas a mi intento n.1989 por crear una historia de mi chiquito precioso tommy, ahora, espero que le den una oportunidad y comenten que les gustaría ver de este par, les prometo que se vienen grandes cosas<3