───VEINTIUNO: ¿veneno o nina?

─── ✧˖*。゚ ───
CAPÍTULO VEINTIUNO
¿VENENO O NINA?
─── ✧˖*。゚ ───

LAVENDER ESPERABA QUE LOS DEMÁS NO pensaran que estaba desesperada. Bajo ninguna circunstancia querría casarse con Brekker aunque estuviera locamente enamorada de él. Ella entendía el valor de la pandilla. Inej era buena en las sombras: recopilaba información de los susurros en las calles siendo invisible. Jesper era buen tirador o una buena distracción: era ruidoso y llamativo. Wylan era bueno con los explosivos. Matthias era fuerte, mientras que Nina era encantadora y si sus poderes regresaban o no, ella era mucho más que grisha.

Y Lavender era solo Lavender. Una grisha con poderes desconocidos, una tiradora tuerta una medik. Aleksej también era un medik decente y se las arreglaría para mantenerlos intactos si Van Eck los atrapaba. No estaba proponiendo esta idea para casarse con Brekker, estaba proponiendo la idea para mantener a los demás a salvo. Estaba claro que nadie quería huir, que estaban enojados y traicionados y eso solo significaba la guerra con el Consejo y había que hacer sacrificios. Solo que esta vez, ella lo sería.

Habían tantos sentimientos hirviendo dentro de ella, que sintió como si se fuera a derrumbar, pero en cambio se sintió entumecida. Enojada con Kaz porque no le importaba su pasado, Enojada con él porque no le contó el plan. Se sintió traicionada por Van Eck, confundida acerca de que Wylan se pareciera a Kuwei, preocupada por la salud de Nina e Inej y claramente, porque Jesper y Kaz se pelearon y ella todavía no se disculpó con Matthias por su ataque de pánico en el barco. Y Aleksej estaba poniendo cierta distancia con ella después de que se anunciara el plan. Y eso no era ni la mitad de los sentimientos dentro de ella, pero los relacionados con su apariencia y su ser mental fueron dejados de lado.

Ahora, ella estaba sentada fuera de la tumba, entre dos árboles que se extendían por el medio, creando una forma de V. Ambos árboles eran viejos y crujían, pero estaban allí, no obstante. Solo entonces, se dio cuenta de cuánto extrañaba el lago fuera de la cabaña donde vivía con su madre. Los pájaron hacen sus nidos alrededor de sus territorios. Su madre horneando. Kaz. Jordie.

Extrañaba la época en la que no le dolían los pulmones con cada paso que daba. Tal vez se ofreció como cebo porque en el fondo sabía que no le quedaba mucho tiempo de todos modos. Era mejor morir por una mejor causa que en algún lugar mientras huía.

Jugando con la cinta que no estaba atada en su cabello, pero envuelta alrededor de su muñeca izquierda, supo que se demoró demasiado en sus recuerdos. Extrañaba la calidez de los brazos de su madre, los momentos en que se sentaba frente al lago con Kaz y Jordie jugaba con ellos a las escondidas. Sabía que nunca volvería a ser lo mismo, pero esos recuerdos le trajeron el consuelo que la mantuvo en movimiento.

Un tintineo distante contra el mármol le anunció que era Kaz y se obligó a no reaccionar ante su presencia, incluso si su corazón latía de emoción y preocupación. Él apareció frente a ella, pasándole algunos paples y un bolígrafo: era un certificado de matrimonio.

Parecía real. No sabía cómo se veía en Ketterdam, pero a ls ojos de los Novy Zem resultaría familiar. En apenas unas horas podía falsificar los papeles y ella se sorprendió.

—La mayor parte está hecha. Necesito tu firma.—informó.

Escaneando su ojo a través del papel, los empujó detrás de ella para obtener un poco de luz de la luna, leyenedo las declaracioones en el papel.

"La unificación de Kaz Brekker y Lavender Elrod se acuerda sobre las leyes nupciales, lo que significa que se juran la verdad y la búsqueda de las leyes, sin intenció de quebrantarlas. Por la presenta, confirmo que el 12 de junio en 2ARCW en la ciudad de Belendt, Kerch, yo, el consejal de la ciudad, me uní en matrimonio de acuerdo con las leyes de Kerch. El acuerdo estaba presente entre las dos partes de matrimonio. Por la presente, anuncio que debido a las leyes nupciales, el cónyugue, llamada Lavender Elrod, ha aceptado tomar el nombre de Brekker que se utilizará en los documentos legales desde el comienzo de matrimonio."

—Lavender Brekker suena raro, ¿no crees?—Lavender arrugó levenmente la nariz mientras leía el papel, donde su apellido tenía un espacio en blanco en espera de su firma.

Kaz ni siquiera pensó que sonaba raro, porque pasó diez minutos abrazándose a sí mismo escribiendo su apellido justo porque casi se sentía demasiado íntimo. Sonaba demasiado duro para ella, pero él sería un idiota, mintiéndose a sí mismo que su corazón no dio un vuelco al escucharla decir eso.

—Suena decente.—logró decir, recibiendo una mirada extrañada de ella.

—Si no quieres hacer esto, encontraremos otra manera. No pienses que estoy tratando de casarme contigo o algo así cuando quieres que me vaya.

—El matrimonio es solo una construcción social inútil, que vincula a dos personas con leyes y requisitos innecesarios. No es nada de lo que debamos preocuparnos.

De alguna manera le dolió cuando lo dijo, pero ella sabía que tenía razón.—Si Van Eck me atrapa, ¿tratarás de sacarme?

—¿Qué clase de pregunta es esa?

—Una tipo normal. ¿Sí o no?

—Sí.

—Pero si él me mata, encuentra al asesino de mi madre y hazlo pagar, ¿si?

—Él no te matará.—discrepó Kaz de inmediato.

—No sabemos eso.

—Espera.—le quitó los papeles antes de que pudiera protestar.—¿Estás haciendo esto con la idea de que te maten?

—Las posibilidades de mi muerte son altas, ya entendí cuántas personas quieren lastimarme.

—¿Y aún así sugieres esto?—sacudió levemente los papeles en su mano enguantada, haciéndolo parecer un poco estresado.

—Sabes muy bien por qué sugerí esto.

—No eres inútil, Lavender.—discrepó en un tono áspero.

—Eso suena como un insulto en ese tono.—dijo inexpresiva.

—Quizás quieras casarte con ese idiota que pasa demasiado tiempo enfurruñado.

La boca de Lavender se abrió.—¿Qué tiene que ver Aleksej con esto?

—Parecía querer decir muchas cosas.—se quejó.

—No quiero casarme con él o contigo.—negó con la cabeza.—El matrimonio sería tu punto débil. Pero tengo derecho a preocuparme de que Van Eck me mate. Conozco los riesgos, Los estoy tomando.

Kaz Brekker exhaló con pura frustración, empujando su bastón hacia él árbol mientras se inclinaba hacia él con el costado, cruzando las manos sobr eel pecho mientras la miraba.—Si Van Eck te pone un dedo encima, no le será posible volver a ver nunca más.

La respuesta le cortó la respiración y cerró los ojos, girando la cabeza hacia otro lado.—Mira.—suspiró.—Sé que nuestro pasado lo hace todo más difícil. Respeto que hayas salido adelante y no quiero ser un obstáculo para ti. No quiero sentir que me desprecias solo porque te conocí antes.—ella negó la cabeza, girándose hacia él y encontrándose con su mirada sombría.—No quieor que pienses que me ofrecí a esto porque te conozco, quiero que todos ellos.—señaló al edificio.—Estén a salvo. Sé lo peligroso que es Ketterdam, pero tú no tienes que preocuparte por mí o por el hecho de que te conozco. Como dijiste, no significa nada. Ha pasado demasiado tiempo. No somos los mismos.—abrazándose a sí misma, continuó.—Una vez que obtengamos el dinero y encuentre el asesino de mi madre, los dejaré en paz. Pero si vamos de esta manera.—selakó los papeles.—Nadie nos va a creer cuando nos miren, como si para ti el estar a mi lado es una agonía. Aspi que... creo que seremos socios decentes. Por una causa y resultado comunes.

Kaz casi hizo una mueca, sintiendo un dolor inmenso porque en realidad estaba pensando eso. El impulso de decirle que ella era su consuelo y que él se rompería completamente en pedazos si ella no estuviera aquí le quemaba la garganta.—Socios, entonces. Por causa y resultado comunes.

Una sonrisa tiró de sus labios mientras extendía su mano derecha y el colocó su mano enguantada en la de ella, estrechándola suavemente antes de alejarse.—Será mejor que me digas que eres bueno fingiendo o tendremos trabajo que hacer.

—Estaremos bien.—rodó los ojos.

—Mirar a tu esposa con una mirada asesina no es romántico, Brekker.—se burló de ella, quitándole los papeles.

—En Ketterdam es el mejor romance que tendrás.—respondió él y ella le lanzó una mirada furiosa mientras firmaba los papeles y se los entregaba.

—Tendremos que trabajar un poco si queremos que crean en esto. Necesitamos darles el mejor acto que jamás hayan visto.

El hombre negó con la cabeza.—No soy un artista, Lavender. Todo el mundo sabe que prefiero hacer sufrir a las personas que verlas felices.

—¿Y crees que alguien querría casarse con ese tipo de hombre?

—¿Parezco el tipo de hombre que se casa?—él preguntó inexpresivo.

—Te ves como ese tipo de hombre que haría cualquier cosa por un kruge. Ahora, es hora de actuar para ellos.—señaló, poniéndose de pie y cruzando ligeramente los brazos sobre el pecho.—¿O quieres firmar estos papeles con Nina?

—Preferiría beber veneno.

—Tendremos que hacer que funcione. Una sonrisa o dos no te matarán, Brekker.

—Estaremos bien sin que me vea como un idiota.

—¿Alguna vez has sonreído en tu vida?—cuestionó ella, sabiendo bien que él lo había hecho cuando era un niño, pero después de eso, ¿qué mal hacía una pequeña sonrisa?

—¿Quieres dejar de hacer preguntas tontas?

—Son importantes.

—El dinero es importante. El tiempo es valioso. Y te preocupas si sonrío.—levantó las cejas como si dijera un punto inteligente.

Lavender pareció sentirse mejor por sus disputas.—Nadie va a creer que me casé contigo por tu importante dinero o tu valioso tiempo. Solo puedo casarme con un hombre que sonríe.

—Menos mal que este matrimonio es falso entonces.—sostuvo sus ojos atrevidamente, encontrándose con los de ella.

—Han pasado menos de dos minutos desde que nos casamos y ya estamos discutiendo.

Kaz se encogió de hombros.—¿Qué más esperabas?

—No sé, ¿besos?—ella bromeó.

Las puntas de sus orejas se pusieorn rojas y estaba tan agradecido de que estuviera oscuro.—Eres tan infantil.—se quejó, quitándole los papeles. Se dio la vuelta y comenzó a alejarse, sacudiendo la cabeza.

—¿Sin besos? ¡Oh, vamos!—ella se burló de él, mirando la forma en que se dio la vuelta, sacudiendo la cabeza.

—Voy a romper esto en pedazos.—no estuvo de acuerdo con ella y se alejó, solo porque sus mehillas estaban ardiendo de un rojo brillante. Ella era una persona muy infantil y él no sabía si esos papeles en sus manos eran una buena idea, especialmente cuando sus sentimientos por ella estaban desbordados.


+5 COMENTARIOS PARA PRÓXIMO CAPÍTULO :)

━━━━━━━━━━━

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top