Latido 4

Chuuya admiro la clínica privada a la que Dazai lo había llevado, nunca se imaginó que lo atenderían en una, ni siquiera fue doloroso cuando colocaron los nuevos audífonos

- No tengo que decirte que no te vuelvas a acercar a una piscina a menos que no tengas los audífonos puestos ¿Verdad? – le comento el doctor con una ceja alzada

- No es necesario, doctor – contesto el pelirrojo aliviado de volver a escuchar

- Bien, entonces cuídate mucho, cualquier cosa no dudes en volver, muchacho – termino por decir el medico con una sonrisa, dejando que el pelirrojo saliera del lugar con facilidad

Chuuya busco con la mirada a Dazai, encontrándolo, leyendo concentrado en su teléfono en la sala de espera

- Ya terminé – comento el pelirrojo sentándose a su lado - ¿Qué haces?

- Aprendo lenguaje de señas – murmuro leyendo a gran velocidad un manual – No quiero no poder comunicarme contigo de nuevo

El pelirrojo miro extrañado como leía un manual en ruso

- Dazai, yo no hablo ruso – espeto con una mueca

El castaño lo miró fijamente

- Pero algún día puedes aprender, necesito adelantarme – se quejó continuando su rápida lectura – Pero, por si acaso, solo hablas japonés ¿Verdad?

Chuuya se rio divertido

- Si – contesto con una gran sonrisa – Pero, enserio, no necesitas aprender, puedo leer los labios muy bien

Dazai negó con la cabeza ante eso

- Lo siento, Chuuya – comento finalmente guardando su teléfono – No quería hacerte daño

- Lo sé, y gracias por los audífonos – el chico toco su oído algo avergonzando

- No es nada, Chuuya – comento Dazai, después de todo, fue su culpa que cayera al agua, de él y del profesor, iba a hacer que lo despidieran - ¿Puedo invitarte a comer?

Chuuya se encogió de hombros, de todos modos, tenía toda la tarde libre por salir temprano de la escuela, caminaron entre risas por el comercio hasta dar con un sencillo restaurante, lo bastante cómodo para que pudieran conversar con tranquilidad

- Chuuya ¿Desde cuándo no puedes oír? – pregunto el castaño cuando ya les habían servido sus respectivas comidas

El castaño había pedido un pedazo de pastel y café, mientras que Chuuya había pedido un gran helado

- Que directo – comento el pelirrojo, aunque no le molesto, prefería eso a que lo tratara raro – Yo... comencé a perder mi audición por una enfermedad al tejido conectivo a los seis años, a los 10 ya no podía oír nada, así que empecé a usar estos audífonos – se señaló los oídos con una sonrisa avergonzada

Dazai trago con fuerza, jugando con la cuchara antes de volver a hablar

- Eso...no tiene cura ¿Verdad? – comento sin querer dañar a Chuuya con su comentario

El pelirrojo le sonrió con tristeza ante eso, negando con la cabeza

Cuando cumpla 20 años, dejare de escuchar incluso si usó audífonos – sus ojos adquirieron una suave tristeza –Así que, solo me quedan tres años de audición, pero no me tengas lastima, Dazai, estoy aprovechando al máximo mi sentido de la audición, para dejarlo ir sin arrepentimiento

- No te tengo lastima, solo creo que... eres muy valiente – mucho más que él, Dazai lo miró fijamente, agarrándolo de la mano - Chuuya, ¿Me enseñarías a hablar lenguaje de señas? – susurro con una suave sonrisa – Quiero poder comunicarme bien contigo

El pelirrojo lo miro extrañado

- ¿No tenías ese manual en ruso? – se burló recuperando esa sonrisa tan llena de alegría

- Hey, te enseñare a hablar ruso para que te dejes burlar de mí, enano - Se quejo el castaño fingiendo estar ofendido

Entre las risas de los dos, el castaño no pudo olvidar lo cálida que se sentía la mano de Chuuya bajo sus dedos ni como su corazón se acelero por tan pequeño toque 

Gracias por leer 🎂

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top