Capítulo 2
Taehyung suspiró dramáticamente frente a su madre, cosa que ocurría demasiado en el último tiempo. Había estado planificando detalladamente lo que le diría, como actor ensayando las líneas de su libreto. Y es que el chiquillo tenía un talento impresionante para expresar una gama infinita de emociones, aunque no las sintiera realmente. Mirando a la mujer a los ojos, le habló con el discurso que tenía planificado.
- Mamá, voy a contarte lo que pasó
- Adelante, Taehyung, te escucho
- Ese día estaba con Jimin, haciendo el trabajo de historia que debimos entregar hace dos meses
- Taehyung, te has vuelto un irresponsable... no puedo creerlo
- Lo siento - agachó la mirada, - estoy avergonzado, no quería que supieras.
- De todas formas, decir que tu amigo murió fue demasiado lejos, ¿no crees? Tienes que confiar en mí, yo te podría haber ayudado antes con tu tarea atrasada
- Si mamá, no volverá a pasar
- Me parece. Eso sí, no habrá celular ni tablet sino hasta la otra semana, y la computadora podrás usarla sólo para tus tareas
- ¡Pero mamá!" comenzó a estirar los labios como un puchero y a poner los ojos vidriosos. No siempre funcionaba, su madre lo dejó allí sentado con un no no no haciendo eco en su cabeza.
No podría hablar con Seokjin por varios días, y eso lo entristecía realmente. Se acostó y abrazó la almohada grandota que le recordaba al muchacho de espalda amplia.
~
Seokjin había aparecido en su vida de forma furtiva. Taehyung, Jimin y Jungkook se colaron en una fiesta universitaria una noche hacía un par de meses, por idea de Kook de que las fiestas escolares eran una basura y era mejor salir de juerga con gente con experiencia. Los tres se arreglaron como modelos y salieron a donde se suponía que era la reunión, en un salón de la universidad. Por ser un lugar público, entraba cualquier persona que fuera considerada decente por los guardias del portón, que no controlaban la edad de nadie, y sólo se dedicaban a espantar a los ebrios que querían entrar.
Pagaron su entrada, que era para beneficio de una fundación de niños, en la que una chica de la universidad era madrina. Nada mejor, pensaba Jimin, quien buscaba el lado positivo a cada una de las cosas incorrectas que hacían para sentirse menos culpable. Jungkook y Tae sólo querían divertirse.
Entraron al lugar y la música sonaba ensordecedora. Había un dj entregándose por completo a la música, gente bailando desenfrenada en la pista de baile y otros conversando en grupos o parejas, uno que otro solitario bebiendo de un vaso desechable rojo.
Los tres chicos ya tenían sus perfiles creados, si alguien les preguntaba algo, dirían que ya eran mayores de edad, universitarios obviamente, y en busca de alguien con quien divertirse.
Taehyung dejó a sus amigos cuando desde lejos vio a un chico increíblemente atractivo, de hecho, el primero en hacer el comentario fue Jungkook al apuntar disimuladamente con la trompa estirada en la dirección en donde estaba él, pero no se apuró lo suficiente. "Mío" dijo Taehyung, apenas Jungkook terminó la frase "ese de allí se ve bastante bien".
Caminó hasta el chico cuando lo vio un poco más solo, buscando algo que beber en la barra. Rozó su brazo con un poco de brusquedad, y luego se separó unos centímetros, pidiendo disculpas, para llamar su atención. "Ah, no es nada" le dijo el desconocido, sonriendo radiante, y haciendo un gesto con la mano como que no había pasado nada de qué preocuparse.
Era guapísimo, una obra de arte hecha persona. Taehyung lo observó detenidamente. Tenía el cabello negro, con la partidura inclinada a un costado, bien peinado, dejando ver su frente ovalada. Su cara era pequeña, la piel clara, ojos almendrados brillantes como los de un cervatillo, nariz bien proporcionada y unos labios regordetes y rosados. Era alto, de espalda amplia, acinturado y de piernas largas, y tenía una actitud de ser tan seguro de sí mismo que nada podía abatirlo. Big dick energy, había leído Taehyung en un blog algo así, sobre esos hombres que exudan autoconfianza por los poros, sin parecer creídos, como ese ejemplar frente a él.
Taehyung percibió otra cosa, que conseguía adivinar de sólo mirar a otra persona. Para él estaba claro que el pelinegro era gay también.
- Soy Kim Taehyung - le dijo el chico, extendiendo su mano. No se dejaba intimidar, él también tenía desplante.
- Kim Seokjin, mucho gusto
- El gusto es mío
- ¿Y qué haces por aquí, Kim Taehyung?
- Sólo dime Tae. Vine a buscar algo de beber, pero me distraje contigo
Seokjin rió, coqueto. - Lo siento por ser tan distractor. Te invito algo, ¿qué quieres?
- Un Orgasmo, gracias
Seokjin volvió a reír. - ¿Uno solamente? Te conformas con poco, Tae
Ambos rieron y Seokjin pidió los cocteles, un Orgasmo y un Tom Collins. Le entregó el dulce brebaje al chico, y se dejó el amargo para él. Se sentaron en la barra y Seokjin se veía bastante interesado en mantener una conversación, ya que no parecía preocupado por volver con sus amigos.
- Y, Taehyung, ¿estudias acá?
- Sí, estoy estudiando fotografía. ¿Y tú? - le preguntó, para luego chupar el popote y quedar un poco aturdido.
- Aaah, artista, genial. Yo ya me gradué, estoy acá de infiltrado - rió. - Soy chef
Vaya, entonces era bastante mayor que él. Sabía que en un lugar así, todo el mundo sería mayor, pero quizás un graduado iba un poco más allá de sus planes.
- Oh, ¿de veras? Qué rico, debes cocinar maravilloso
- Así dicen... ¿qué edad tienes, Taehyung? Te ves muy joven
Taehyung sonrió, cubriendo su boca tímidamente. - Tengo veintiuno, gracias, tengo buenos genes - Hasta su consciencia le creía, con esa capacidad increíble que tenía para mentir, ocultando sus diecisiete evidentemente ilegales para estar tomando alcohol e intentando seducir a un hombre.
- Yo tengo veinticinco ya
- Tú también te ves joven, hyung. ¿Cómo es que viniste acá?
- Soy amigo del hermano de la organizadora de la fiesta, bueno, ella también es mi amiga, pero a él lo conozco desde antes - pausó un momento, mirando alrededor. - ¿Viniste solo, Tae?
- Con unos amigos, pero andan en lo suyo, ya sabes
Sólo había bebido unos sorbitos y ya estaba un poco desequilibrado. Taehyung no acostumbraba beber, en su casa estaba prohibido y tampoco lo hacía al salir con sus amigos, prefería tomar jugo, pero eso sonaba demasiado infantil como para una fiesta universitaria, y no, no quería verse como un niñato con Seokjin allí.
- Ya veo... ¿Oye, te parece si bailamos? - Seokjin le habló sonriendo, tras acabar su bebida, y Taehyung se sintió derretirse al ver sus ojos incandescentes, invitándolo. Su respuesta fue un sí, y salieron a la pista. De lejos Tae vio a Jimin abrazado a un chico con el que había salido a bailar. Ese pendejo tenía cero vergüenzas, mientras su novio dormía plácidamente en casa (aunque Taehyung podía permitirse dudar de eso). Por otro lado, Taehyung vio a Jungkook conversando con un moreno de unos dos metros. A Jungkook le gustaban así, así que estaba claro en qué terminaría esa conversación.
Taehyung se rió para sí mismo, y partió con Seokjin, quien lo llevaba de la mano a buscar un sitio para bailar tranquilos, y comenzaron a moverse al son de un beat suave y sensual. Dios, Seokjin era sexy para todo. Mientras se movía, miraba a Taehyung a los ojos y el chico sentía como si le fuese a quemar las pupilas. En parte, sentir el ardor de su mirada fue la clave para liberar sus pasiones encerradas. El rubio levantó lentamente su mano, y rodeó el cuello del mayor, mientras éste lo tomó por la cintura. Taehyung era delgado y esbelto, y su cuerpo estaba caliente y húmedo. La música sonaba tan estridente, que el rubio no podía distinguir si su corazón latía descontrolado por la frecuencia del sonido, o por lo bien que se sentía ser tocado por Seokjin, ser mirado por él, rozarse así tan desesperadamente. Sus labios estaban tan cerca que era simplemente demasiado, y el rubio quería besarlo, pero Seokjin corría la cara y se reía con un gesto creído, para luego juntar su frente con la del chico y buscar su oído para cantarle la canción que sonaba, con el aliento pegado a la piel de su oreja y cuello.
Pasó un momento en que se dejaron llevar por el ritmo y no se dieron cuenta de cómo pasó la hora. La gente comenzó a volver a las mesas y la barra, así como la pareja fue también a pedir otro trago. Taehyung estaba sudado, y tenía un gran problema entre las piernas. Sin embargo, pudo sentir que Seokjin también estaba pasando por lo mismo, y las luces bajas y la cantidad de gente disimulaban su accidentada erección. Taehyung creyó que pedir una cerveza le ayudaría a refrescarse, pero casi muere de un golpe a su sobriedad, ya extinta. Recordó a Yoongi decir siempre que no se tenían que bajar los grados de alcohol, pero en ese momento no hizo caso y supo que ya estaba arruinado. Dejó la cerveza a medias y respiró profundamente, para luego ser sincero con Seokjin y decirle que ya no podía más con el alcohol, y que eso sería todo. El mayor no puso ninguna objeción y pagó lo bebido por ambos.
Jimin y Jungkook llegaron a buscarlo porque ya era hora de volver a casa, pero guardaron distancia para no interrumpir.
- Hm, hyung, creo que ya es hora de irme, mis amigos me están mirando con cara de que ya nos vamos
Seokjin asintió, y le pasó su teléfono a Taehyung antes de que se fuera. - Ya sabes qué hacer - le dijo, con una actitud tan dominante y segura, que el rubio se sintió deliciosamente obligado a obedecer. Anotó su número en la agenda del mayor bajo el nombre de Taehyungie con un corazón morado al lado, y le sonrió al mayor, estirando sus manos para devolverle el celular. Seokjin lo recibió, miró la pantalla y sonrió ante la ternura del chico por registrar así su contacto, y antes de que Taehyung se fuera, lo tomó por la muñeca y lo acercó hacia su cuerpo para despedirlo con un beso. Taehyung apenas rozó los labios del mayor con los suyos y se sintió aún más mareado, pero en un buen sentido, era una sensación vertiginosa que se podía disfrutar. El beso fue casto al principio, casi cariñoso, pero Seokjin buscó entrar con su lengua y Taehyung lo permitió, para luego morder el carnoso labio inferior del pelinegro. Tras separarse, Seokjin le sonrió de lado y como una promesa implícita, le dijo que lo llamaría. Taehyung asintió con la cabeza, mirándolo embobado, para posteriormente caminar pisando nubes hacia donde estaban sus amigos, mirando la escena emocionados.
- ¡No puedo creerlo TaeTae! Ese tipo estaba guapísimo - chilló Jimin mientras saltaba de felicidad por su amigo.
- Y pensar que yo lo vi primero - dijo Jungkook con un tono envidioso.
- Oye, tú igual lo estabas pasando bien - respondió Taehyung.
- Es cierto, aunque, sólo bailamos y conversamos ¿y tú Jimin?
- También - respondió sonrojado. - No podría ir más allá, yo soy fiel. Oye ¿Le diste tu número?
- Sí, espero que me llame
- Y si no llama, que se joda - cantó Jungkook riendo.
- Ten cuidado Tae, tienes que pensar que somos escolares aún, y él es universitario"
- De hecho ya está graduado - Taehyung apenas lo dijo con un hilo de voz, pero Jimin le escuchó.
- Mierda Taehyung... no te metas en problemas
- Tranquilo, Jimin, no pasa nada, será algo así como alguien con quien distraerme un rato - respondió Taehyung, muy relajado.
- No sé Jiminnie, apróntate, yo creo que va a usarte como tapadera de todas sus salidas a putear con el tipo
- Yo no soy así - dijo Taehyung, haciendo un mohín.
- Por favor, conocemos todas tus mentiras, TaeTae - le dijo Jungkook, mirándolo con desaprobación.
Taehyung se encogió de hombros sabiendo que realmente nunca había sido muy transparente y se merecía un poco lo que estaba escuchando, pero a esas alturas ya le era indiferente la situación.
Sólo esperaría emocionado el llamado de Seokjin.
~
Un par de días después, Taehyung estaba recostado en la cama mensajeándose con Jimin cuando su teléfono empezó a sonar con una llamada. Se sobresaltó y el teléfono se le resbaló de las manos, le cayó casi en la cara, y olvidando lo indigno de la escena, contestó. Era Seokjin, el muchacho de la fiesta. Conversaron un buen rato, Taehyung se mordía el labio inferior cada vez que Seokjin hablaba, aunque fuera la cosa menos sexy del mundo. Eso tenía Seokjin, que poco a poco, lo fue enamorando, con esa capacidad de ser adorable y gracioso, y por otro lado, ser dominante y sensual.
Salieron unas cuantas veces, y para Taehyung era un universo nuevo de posibilidades. Nunca había ido a comer un restaurante elegante, todos sus ex noviecillos de la escuela lo llevaron con suerte a comerse un hotdog con soda. Taehyung no era un escarba billeteras, pero siempre quiso algo más, un chico con más independencia y con más mundo, y Seokjin le ofrecía todo eso. Al poco tiempo, Seokjin le pidió ser novios, y Taehyung aceptó, colgándose del cuello del mayor y saltando en una pata.
Tenía un novio ocho años mayor, ¿qué podía ser más genial? Sería la envidia entre sus amigos.
Jimin siempre estaba intentando aconsejarlo, pero Jungkook le metía carbón al fuego. Era como si ellos fuesen un angelito y un diablito en su consciencia, hablándole al mismo tiempo. Taehyung en el último tiempo escuchaba más a Jungkook, pero usaba a Jimin como salvavidas.
En una de esas tardes de sábado con Seokjin, después del almuerzo, decidieron ir al cine. No había mucha gente, y la pareja escogió los asientos de atrás para darse uno que otro beso loco. Taehyung estaba especialmente caliente ese día, debía culpar a sus hormonas por ello, y con cada beso gemía despacito y avanzaba desde la boca al cuello del mayor. Seokjin de a poco bajó con sus manos hasta tocar el pecho del rubio, pasando por su abdomen, hasta llegar a su entrepierna. Taehyung estaba a mitad de camino, duro, pero no completamente erecto, hacía falta sólo un poco más de estimulación, y entonces Seokjin masajeó allí suavemente hasta que el chico se sentía casi como una piedra al tocarlo por encima de la ropa.
Taehyung había pasado por ese tipo de avances antes con ex novios, pero no era nada parecido. Seokjin sabía muy bien donde tocar, dónde besar, qué decirle al oído. Las veces anteriores se sintieron ridículas y torpes en los recuerdos del chico rubio. Sin embargo, Seokjin tenía eso, que a Taehyung estaba empezando a desesperar, llamado templanza. Cada vez que las cosas se calentaban mucho, el pelinegro dejaba de aventurarse y acariciaba el rostro de Tae y le decía "otro día, en otro lugar", "cuando ambos estemos listos" o "lo bueno se hace esperar". Taehyung le había dicho que era virgen, y en eso había sido sincero, así que Seokjin estaba preocupado de que su primera vez fuese "hermosa y memorable".
Taehyung podía ser cogido en un basurero, y si era por Seokjin no le habría importado. A esas alturas, el rubio sentía ganas de agarrarle las mejillas al mayor y sacudirlo con rabia hasta que en cerebro entendiera que no era una cosa frágil que se iba a romper. Pero suponía que debía tener paciencia. Además Jimin le había dicho no muy sutilmente, cuando le contó su gran secreto de debut sexual, que "la cosa por atrás dolía un poco si estaba nervioso".
Y así era como Taehyung se quedaba con un par de bolas azules cada vez que salía con el frustrante Seokjin.
- Amor, ya llegaste a tu casa? - le preguntó el mayor a través de un texto. - Ya te extraño
- Sí, hyung, ya estoy en mi camita, y también te extraño mucho, no quería soltarte hoy
- Aww bebé, lloraste
- Shi
Taehyung se tomó una selca, ya estaba en pijama. - Deberías estar en mi cama ahora
- Me encantaría, TaeTae, lo sabes
Taehyung pensó por un minuto en algo que podría hacer para que Seokjin ya cortara sus cadenas y se le lanzara encima. Se tocó un poco, por encima del pijama, hasta provocarse una erección firme que se levantaba aprisionada bajo la tela. Grabó un video corto de sus dedos largos acariciando la curva de su miembro, escondido, pero evidente, y luego subió hasta enfocar su cara con un rostro inocente y febril, y se lo envió a Seokjin.
Al otro lado de la pantalla, Seokjin tragó saliva y respiró profundo, sus manos temblaban gustosamente, un tremor propio por las ganas de sacar las manos a través del celular y meterse bajo esos bonitos pantalones de satín rayado.
- No vas a decirme nada? :(
- Te ves... increíble Taehyung, me encantas, te ves... tan necesitado, quiero tenerte
- Así me dejas siempre, hyung. Apuesto a que ahora estás igual
- Cómo es que adivinas todo?
Seokjin fue bastante menos sugerente y mucho más audaz, y se grabó de cuerpo completo reflejado en el espejo, sin camisa, mostrando su abdomen y pecho tableado, y más abajo podía verse su bóxer apretado sobre la carne dura. Se notaba el relieve de su pene en las costuras de la tela, en el juego de luz y sombra proyectado allí. Metió las manos dentro del bóxer, y cuando iba a mostrar su completa intimidad, el video terminó. Taehyung se mordió el labio y contuvo un gemido de excitación y frustración, y se revolcó en la cama riéndose como idiota.
Las fotos siguientes dejaron mucho menos a la imaginación.
~
La madre de Taehyung entró al cuarto del chico con pasos autoritarios mientras el jovencito estaba texteándose con Jimin. Levantó la mirada al sentir la presencia de la mujer en la habitación, y rápidamente borró el chat que tenía con Seokjin y, con un dolor indescriptible, bloqueó su número. Sabía lo que se venía.
- Nosotros ya hablamos de esto, Taehyung, ese teléfono va a estar en mis manos por la semana siguiente
- Mamá, no, por favor - abrazó su celular, él sabía que merecía un castigo, pero simplemente no quería desprenderse del contacto con el pelinegro.
- No vengas a llorar, eso no va a funcionar hoy
- Mamá...
- Ya lo dije, no celular, ni tablet, ni redes sociales, sólo el computador para trabajar. Mataste a Yoongi, Taehyung
- Si sé, mamá, ya basta con eso, no quiero oírlo más
Taehyung tomó la almohada y se la puso alrededor de la cabeza, tapándose los oídos, y le dio la espalda a su mamá. La dejó irse con su teléfono, y lloró, como siempre.
~
La señora Kim no perdía el tiempo, así que apenas escuchó a otras señoras hablando de lo importante que era mantener el control sobre las redes sociales de los hijos, se iluminó un bombillo sobre su cabeza. Puso a cargar el teléfono de Taehyung y se decidió a echar un vistazo. Respetaba la privacidad de su hijo, pero también le preocupaba que tuviera contacto con extraños.
Prendió el teléfono y no vio nada inusual. Los chats de whatsapp eran sus amigos de siempre, el grupo del curso, un grupo con Jimin y Jungkook, y otros compañeros de la clase. Su instagram era el que ya conocía, y nada parecía fuera de lugar.
Salvo la galería.
Husmeando entre los archivos recibidos, encontró una serie de fotos de un joven desnudo. Había videos también, del mismo hombre, pero no los abrió. Cerró los ojos, dejó salir un "¡ay señor Jesús!" y dejó el teléfono a un lado, mientras se ponía las manos en el pecho, dramáticamente.
Volvió a tomar el teléfono, pensando en que definitivamente eran fotos de carácter pornográfico, eso no era arte. Tragó saliva y miró de nuevo. Había muchísimas fotos y videos ¿por qué Taehyung tenía eso entre sus cosas?
Tendrían una conversación muy seria.
Hoy es día de actualizaciones!! Porque ando de buen humor y tengo internet nuevamente, una conexión mucho más rápida jejeje ahora vuelo xD
Besos para todos/as y gracias por cada lectura, voto y comentario, me alegran la vida con ellos :3
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