Un Nuevo Mundo.
Su llegada fue estridente e inesperada, un impactante acontecimiento que no habría pasado desapercibido si hubiera ocurrido en un lugar densamente poblado pero, por suerte, el equipo había caído en una zona aislada, sin bajas, ni ojos curiosos que pudieran dar testimonio de lo ocurrido en aquella extraña noche… «Mañana esto llamará la atención»… Pensó Artemis mientras ella y los demás iniciaban la búsqueda de un modo alterno para transitar por el planeta sin ser detectados, algo que fue deliberadamente ignorado por sus enemigos, quienes lograron establecer la alerta máxima alrededor del planeta.
-Tendremos que tener mucho cuidado a partir de ahora, los Decepticons ya han amenazado al planeta y los humanos no dudarán en tomar medidas si nos descubren- Les advirtió la capitana con gran preocupación al pensar en todo lo que estaba sucediendo a su alrededor, no conocía a los locales pero, tras lo acontecido en lo que llamaban “Qatar”, sabía que ninguno estaría de humor para tratar con ellos. -En cuanto tengamos una modalidad vehicular, no cambiaremos a menos que estemos lejos de su alcance o sea absolutamente necesario. ¿Entendido?-
-Entendido- Respondieron sus compañeros mientras seguían su camino a la ciudad.
Al llegar, los tres permanecieron lo más lejos posible de las personas mientras seleccionaban su nueva apariencia, entre las cuales se encontraban un modelo deportivo color amarillo y negro para Bumblebee, una motocicleta azul y rosa para Arcee y un más con sidecar color coral y azul para la propia Artemis quien, al pensar nuevamente en las decisiones de sus enemigos, consideró prudente crear formas alternas humanas para obtener más información acerca de la nueva misión… «Mejor prevenir que lamentar».
Una vez listos, el equipo emprendió su viaje al origen de la pista que el explorador había encontrado, “Los Angeles”, hogar de Samuel James Witwicky, o “LadiesMan217” cómo su compañero lo había encontrado en algo llamado eBay. El mismo poseía unos anteojos que, sin saberlo aún, llevaban agravados el destino de una raza entera.
-Antes hay que confirmarlo, los Cons han tendido trampas antes. ¿Por qué no ahora?- Planteó la francotiradora seriamente al recordar la gran cantidad de amigos que habían perdido por tales acciones.
-[Creo que tengo una idea]- Informó Bumblebee antes de contarles su nuevo nuevo plan. Tras una intervención a la red de comunicaciones del planeta, el explorador había descubierto que el joven Witwicky deseaba un auto y que, tras una serie de pasos (que incluían algo de $2000 dólares y tres dieces), su padre al fin le daría uno. -[Yo puedo tomar el rol del auto, ustedes sólo tienen que ir a su escuela y averiguar si aún tiene esos anteojos]-
-Gran idea Bee- Lo felicitó la líder con gran orgullo ya que, ahora, no sólo estaban un paso más cerca de la Chispa Suprema, sino también de restaurar su querido y malherido Cybertron.
Al día siguiente, los tres partieron al centro educativo donde su objetivo estudiaba, un gran edificio blanco de nombre “Escuela Secundaria John Marshall”. Una vez allí, Arcee y Artemis ingresaron al mismo bajo los nombres de Minerva y Diana Pride, dos alumnas que, sorprendentemente, no necesitaron más que llenar un simple papel para asegurar un lugar en la clase del Sr. Hosney.
-Aquí vamos- Dijo la arquera al tiempo que ella y su hermana entraban al salón de clases. Allí, un gran grupo de seres hechos completamente de carne escuchaban la historia que Sam Witwicky tenía para ellos, un gran relato que narraba la travesía de su bisabuelo a un remoto lugar llamado “Círculo Polar Ártico”, tan frío y hostil que, en el momento de la crónica, parecía casi difícil de alcanzar. Era una gran hazaña, de eso no había duda pero, la misma, rápidamente se vió opacada por la inesperada venta que su descendencia comenzó a realizar.
-Ya ni los muertos merecen respeto- Susurró su hermana molesta ante las acciones de su objetivo, no obstante, cualquier tipo de queja se desvaneció al ver el artefacto que habían ido a buscar: Los lentes del capitán Archibald Witwicky. -Aún los tiene-
-Gracias Primus- Agradeció su hermana en voz baja mientras salían a avisarle a Bumblebee acerca de su nuevo descubrimiento.
Un rato más tarde, el equipo se encontraba en camino a una humilde concesionaria de autos usados. Al parecer, obtener un vehículo era algo de gran importancia para los terrestres o, al menos, lo era para el muchacho quien, al llegar al establecimiento, estaba más que furioso con la decisión que su padre había tomado en relación a este asunto.
-¿Crees qué funcione?- Preguntó la francotiradora con gran preocupación al ver el problemático clima que había en el lugar.
-Eso espero, sino pensaremos en otra cosa- Respondió la arquera intentando calmarla, recientemente, el dueño del lugar había dicho: “Uno no elige al auto, el auto lo elige a uno”. Algo que, curiosamente, su compañero estaba a punto de hacer… «Nunca mejor dicho».
-Creo que los tenemos- Dijo su hermana al observar la escena frente a ellas y notar que los humanos habían mordido el anzuelo, pero su emoción no duraría demasiado ya que, inesperadamente, el vendedor obligó al chico a abandonar el auto y comenzó a discutir con él y su padre. -Bee, ¿Qué sucede?- Preguntó al ver al propietario alejarse de su compañero para ofrecer otro vehículo en su lugar.
-[Tranquilas, lo tengo controlado… Pero será mejor que se cubran]- Fue lo que el explorador advirtió antes de emitir un ultrasonido que destruiría los vidrios de los demás autos. Aún a su prudente distancia, sus compañeras pudieron percibir el miedo en el vendedor, claramente, ya no quería tener a Bumblebee en su establecimiento por lo que, rápidamente, dió por finalizada la discusión y entregó el vehículo a sus nuevos propietarios. -[Objetivo logrado, ¿Cuál es el siguiente paso?]-
-Lo hablaremos está noche Bee, gracias- Le gratificó Artemis aliviada al sentir que, por primera vez en mucho tiempo, había una verdadera oportunidad de acabar con la guerra, una chance de regresar a casa y enmendar aquellos errores que llevaron a su cruel y arduo conflicto… Por primera vez, había una oportunidad de recuperar la Chispa Suprema.
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