Escribo estas mis últimas palabras para relatar sólo la verdad, sé que he mentido en el pasado y mi comportamiento ha sido la de un loco desdichado, quizás las hirientes miradas del gentío, acompañadas de susurros venenosos han sido una receta mortal.

He hecho el intento de ignorar, pero soy débil y tonto y no he podido curar esa herida, desde hace buen tiempo mi corazón sufre la agonía, y mi razon ya no responde más,¡ AQUÍ VA¡ :

En mis últimas palabras, la verdad se desliza,

Mentí en el pasado, como un loco en desgracia.

Las miradas del gentío, venenosos susurros,

Receta mortal, como sombras en oscuros muros.

Intenté ignorar, pero débil y tonto soy,

La herida persiste, como un oscuro desdoblamiento.

Hace tiempo mi corazón, sufre la agonía,

Mi razon, ya no responde, en la esencia sombría.

Durante tiempos largos, ansié una luz,

En mi senda, un destello ausente quedó.

Quizás no quise ir hacia ella,

No intenté vislumbrar su resplandor,

Me cubrí los ojos, una venda antes del trayecto,

Y opté por la autodestrucción, único arte conocido.

Siempre fui hábil en ese oscuro dominio,

Aunque con destreza, llevé aflicción a los cercanos.

Aquellos que me amaban, inadvertido por mí,

No percibía el afecto, ciego ante su presencia.

Cuando me hería, sin notar el daño propio,

La penitencia llegaba después, lamento en pos.

Heridas no buscadas, pero causadas sin querer,

A quienes, aunque no pareciera, anhelaba bienestar.

Muchas veces anhelé ver una estrella fugaz,

Que un encantamiento divino cumpla mi único deseo,

Que la verdad sea la felicidad para ellos,

Nunca la suerte me regaló el avistamiento de esa luz.

Persiste en mí el deseo, inquebrantable,

Aunque la estrella no se muestre en mi cielo.

Esta, la última herida que provoco,

Espero no sea mortal, en los demás no lo deseo.

Dolerá, tal vez como las anteriores,

Pero el tiempo será el medicamento,

El olvido curará el oscuro recuerdo del dolor.

Así concluyen mis palabras finales, ¡Adiós!