Oh, gran señor de las tinieblas, en letras oscuras no llevas,

Un cuerpo sombrío, danza sobre nuestras cabezas, revela.

Ángel del mal, en un libro de ciencia enigmática,

Las pesadillas de su dueño, siniestras, proféticas.

El sonido de la puerta en mi cuarto resuena,

Tiemblo de terror al abrirla, la escena.

Una carta misteriosa en botella rota,

La sangre revela un mensaje, una nota.

En tinta roja, las palabras se despliegan,

"Tu gato al amanecer llega", el mensaje se entrega.

La imagen de sangre, mal presentimiento me envuelve,

Sumergido en alcohol, desdicha y pena resuelve.

Años dejados atrás, en el intento de olvidar,

Entre sombras y letras, mi alma quiere descansar.

No quiero ese gato, presiento su venida,

Un enviado del diablo, criatura temida.

El amanecer tiñe el horizonte de sangre,

Señal de lo que me invade, de mi desdicha menguante.

Suena en la puerta, el gato llega en su danza,

Frente al cuervo, surge la batalla, una extraña alianza.

Intento huir, pero la puerta es ahora un espejo,

Reflejo macabro, mi cuerpo se pudre, deseo viejo.

Ya no existo, cadáver jugoso y rico,

El cuervo y el gato su lucha ha concluido, el destino crítico.

Como estatuas encantadas, observan mi llanto,

Rostros malignos, labios que sienten hambre, mi ser como su encanto.

Soy la comida que devorarán, hasta saciar su deseo,

En la danza siniestra, se cumplirá su trofeo.