" ¿Que-? "

. . .

Lucy Maud Montgomery es una mujer que aprecia muchísimo sus relaciones interpersonales. Quiere demasiado a aquellas personas que lograron tener su confianza a puntos aterradores a veces, ella no titubea en meterse en problemas por ellos ni defenderlos a cualquier costo.

Lo ha demostrado ya, especialmente con su amado novio; Mark Twain, con quien se comprometió hace unos meses, Lucy lo ama con todo su ser.

Pero jura, jura que solo una pregunta estúpida más y no toma responsabilidad de los asesinatos cometidos.

El reloj digital a su lado marcaban las condenadas tres de la mañana, ¡Y Mark no se callaba nunca! Por un demonio, hacía cinco putas horas tratando de dormir, ya tomó pastillas y lo obligó a tomar unos somníferos y nada.

Mañana iban a Yokohama por nosequé de los planes del jefe, debían ir temprano por la mañana, pero Twain no quería dormirse ni por casualidad.

¡Y por supuesto que él no permitiría que Lucy duerma sí él no duerme!

Que desgraciado.

──My princess, duda. ──. Balbuceo él aferrado a su almohada –alias Tom y Huck–.

──¿Hmmh?

──¿Como se llaman los árboles de sandías?

──Ni id– ¿¡PERDÓN!? ──. Replicó ella levantándose bruscamente de la cama. ──Idiota…

──¿Que? ──. Susurro Mark, achicopalado*.

──¡Las sandías no crecen de los árboles, imbécil!

Y para colmo la expresión de desilusión total de Mark demostraba que no bromea, en verdad lo creyó.

──¿Como que no? ──. Replicó desilusionado.

──¡Serás-!

Montgomery de inmediato saltó encima de su novio con una almohada en las manos, golpeándolo con la almohada mientras su novio se reía por la reacción furiosa de la canadiense.

──Una lástima que el amor duela, darling. ──. Dice Montgomery, confundiendo al contrario. ──¡Porque yo te quiero mucho!

Lo dijo, no se hace responsable de ningún crimen a partir de ahora.

[. . .]

Louisa miraba fijamente a su amiga pelirroja, bastante asustada por los gritos que la despertaron a plena noche.

──¿Entonces, que sucedió?

──¡Quería matarme! ──. Respondió Mark, abrazado a la pierna de la estratega.

──Lucy. . .

──. . . . . .

──No me voy a enojar, dime.

La única canadiense de la organización bufó cruzándose de brazos, deseando dormir de una puta vez o ahora si mataría a alguien.

──Iba a estrangularlo, pero si lo hacía con mis manos lo iba a disfrutar. ¡Y debía callarlo!

Louisa suspiro con Tom y Huck medio dormidos, a nada de caerse, con minipijamas y seriamente enojados por ser usados de almohada en sus hombros.

Ay, Fitzgerald debe aumentarle el sueldo.

──Kagayaki--Hikari-Nyx

*. Achicopalado. El salvador y/o Honduras: achicarse (tmb: humillarse.)

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