Capitulo 48
Isaac POV.
—Cuatro meses y medio pasaron en un abrir y cerrar de ojos—Exclamé sorprendido, mientras terminaba de abotonar mi camisa blanca manga larga.
—¿Quién hubiese pensado el primer día de entrenamiento que con el pasar de los años terminaríamos los cinco, aquí en Miami, alistándonos para la despedida de soltero, nada más y nada menos que de Isaac "Fuma, folla y bebe que la vida es breve" Collins?
—Jodidamente yo no—Carcajeó Horam en respuesta al comentario de Josh.
—Creo que en el fondo, yo sí—Confesó Ralph, mientras untaba gel fijador en su cabello.
—En el fondo, siempre has sido un marica—Bromeó Frank terminando de rociar su perfume.
—Yo realmente siempre imagine ser el que organizara la despedida de soltero de Adeline, no ser el "despedido"... —Hice una pausa y ladeé una sonrisa— O quizá siempre quise serlo.
—¡Alto ahí! —Horam me miró a través del espejo— Recuérdalo.
—"Nada de hablar de Adie esta noche" —Gritaron todos al unísono.
Resoplé.
Sería una laaaaarga, una laaaarga noche.
Adeline POV.
—"Nada de hablar de Isaac esta noche" —Gritaron todas las chicas al unísono mientras terminaban de aplicar su maquillaje.
Resoplé.
—Eso es totalmente injusto.
—¿Injusto? —Chilló Soph, mientras alejaba el brillo labial de sus labios mientras hablaba —Injusto es que entre todas planificáramos la mejor jodida despedida de soltera del siglo entero y que tú dures toda la noche preguntando sobre el paradero de Isaac.
—En tan solo dos días será tuyo hasta que la muerte los separe, confórmate con eso—dijo Maddie a modo de consolación, mientras se colocaba mascara de pestañas.
Sí, claro...
—Lo dices como si Horam no estuviese con él, por ahí, por sitios nocturnos de Miami... Con chicas, alcohol, música, bailes, bailari...—La mano de Paulette llegó a mi boca, de manera brusca para forzarme a hacer silencio, pero sin causarme daño.
—No lo digas como sino fueses a disfrutar de lo mismo—Me guiño un ojo.
—Solo prepárate Adie—Comentó de manera complice Andressa.
Mierda.
—No pueeedo ingerir alcohol—Recordé a modo de advertencia mientras acariciaba mi vientre que con seis meses de gestación ya se notaba, pero no era una panza grande.
—"Lo sabemos" —Exclamaron todas al unísono.
—¿Practicaron todo lo que dirían grupalmente o qué? —Cuestioné de manera divertida.
—"¿Tu qué crees?"
Estallé en risas cuando repitieron la acción.
Encomendada a Dios y todos los santos que pudieran protegerme esta noche. Amén.
Una despedida organizada por las chicas, resultaba un inminente peligro.
***
P-E-L-I-G-R-O.
Lo sabía.
Lo jodidamente sabía.
Mi despedida de soltera era un jodido homenaje a la heterosexualidad femenina, recreando por todos lados al órgano reproductor masculino.
¿El pastel? Recreación tamaño promedio de la palabra que comienza con P y termina en E.
¿Las pajillas? Vaya... Yo no voy a chupar esa punta.
¿La animación? Bailarines con su cosa que comienza por P y termina en E, AFUERA.
Mierda.
Esto solo significaba una cosa...
Isaac estaba rodeado de pechos.
Pechos desnudos, pechos en pastel, pitillos en forma de pechos...
Pechos por todos lados.
***
Isaac POV.
—¡JA! —Grité efusivo, mientras me levantaba del sofá e iba por una cerveza— ¡Te gané, gilipollas!
—Esa es suerte de casi casado—Refutó Horam.
—¡Te han dado una puta paliza!— Gritó fuerte Ralph ya estando un poco a tono con los efectos del alcohol.
—Esta idea estuvo genial Ralph—dijo Frank a Ralph, mientras señalaba el lugar.
Volví justo a tiempo para asentir y estar de acuerdo con Frank, pues una noche con mis amigos, bebiendo cervezas en latas, siendo desordenados y jugando videojuegos, era en pocas palabras, la despedida de soltero soñada por cualquier hombre.
—Es que me puse en mi lugar como prometido y dije: Decides casarte porque ya encontraste a la mujer de tu vida, no necesitas pasar una última noche rodeado de chicas semidesnudas que no te provocaran nada. Peeeeero, si necesitaras pasar una última puta noche jugando videojuegos hasta el amanecer y dejando latas de cervezas regadas por todo el lugar, pues luego del "Sí, acepto", eso ocurrirá solo en tus sueños a menos que quieras que te corten las pelotas.
—Adeline no sería capaz de cortar su diversión—dije con decisión.
O quizá miedo. No lo sé.
—Yo hablaba desde mi lugar como prometido—Aclaró él—Sophia si lo haría, así que yo mejor no me arriesgo.
—A ti te faltan aun otros seis meses más para la boda—Recordó Frank.
—Cállense y vuelvan a lo suyo—dijo en tono jocoso Josh—Dentro de un par de meses de lo agradecerán.
Luego de un par de risas, todos volvimos a nuestras posiciones.
Los chicos se encargaron de alquilar una suite con suficientes reservas de alcohol y un televisor pantalla plana gigante, donde jugamos un par de videojuegos y luego vimos algunos partidos de Hockey y la repetición de la final de la NBA.
Entre risas, las horas fueron pasando y eran casi las dos de la madrugada cuando a Josh se le ocurrió la idea de ir a una pista de Hockey y recordar viejos tiempos.
Luego de todos habernos graduado, ya el Hockey había pasado a ser una etapa pasada en nuestras vidas, por lo que la idea de Josh, en plena madrugada, luego de varios six packs de cervezas, sonó completamente genial.
Encontramos gracias a el GPS, una pista de Hockey sobre hielo a tan solo diez minutos del hotel donde nos quedaríamos a pasar la noche.
Pagamos veinte dólares la hora y nos enfundamos en los uniformes que ponían a nuestra disposición.
—¡Que comience la diversión—Grité mientras salía disparado con el disco como si de una flecha se tratase.
La misma euforia. La misma adrenalina. La misma sensación que me transportó a mis inicios de la universidad, donde aun me veía atado a un yugo que marcaba mi futuro...
—¡Si me lo cuentan, no lo creo!
Todos nos detuvimos al escuchar la voz de Nick Milton a nuestras espaldas.
—¿Cómo es que aun el combo terror no se ha disuelto? —Inquirió él enarcando una ceja y cruzándose de brazos.
—¿Combo terror? —Preguntamos todos al unísono con curiosidad.
Nuestro ex entrenador largó una fuerte risa y nos regaló un gesto con su mano en señal de que le restáramos importancia a sus palabras.
—Así solía llamarlos. Eran un puto combo de terror jugando juntos—Agregó con un deje de nostalgia en su voz.
—Pues este combo terror, está celebrando la despedida de soltero de Isaac—dijo Horam.
—Déjame adivinar...¿La misma chica?
Asentí.
—Diría que me sorprende, pero no lo hace.
—Opinamos lo mismo—Ralph y el resto comenzaron a reír.
—¿Fue exigencia de ella lo de no ir a un sitio nocturno y festejar como es debido?
—No—Respondí— En realidad fueron una especie de sorpresas para cada uno.
—Pero puedo asegurar, que la de ellas debe ser muy a este estilo, solo que quítele el hockey y póngale una película de esas románticas.
—Es que cierro mis ojos y ya me las imagino a todas comiendo chocolates y llorando con finales felices de películas. Sí. Así deben de estar en este momento— comentó Frank.
Sonreí.
Mi chica mirando películas y yo acá bebiendo cervezas y jugando Hockey...
***
Adeline POV.
—¡Chupa! ¡Chupa! ¡Chupa! —Coreaban las chicas mientras yo succionaba la vergonzosa pajilla, tomando todo mi coctel de frutas.
—¡Foooondo blaaaaanco! —Gritó Maddie cuando acabé toda mi bebida.
—¡Que veeenga el preeemio! —Alardeó Soph.
Todas chillaron de emoción cuando el bailarín exótico con disfraz de policía—Claro, si un bóxer negro, unos lentes del mismo color y un gorro de policía cuenta como un disfraz— Se acercaba a paso lento, pero decidido hacía mi.
Me encontraba sentada en mi silla especial que era un especie de trono, con un velo diminuto adornando mi cabello, y mi mirada clavada en el chico que movía su cadera con una notable agilidad.
Obra de Maddie. Totalmente.
El chico se fue acercando poco a poco y quitó su gorro, dejando a la vista su melena rubia y ocasionando los gritos y chillidos de mis amigas.
La escena era digna de compararse con alguna de Magic Mike, todo un niveeel.
El bailarín de un brinco, pero sin hacerme daño, se trapo a horcajadas sobre mí y comenzó a realizar su baile el triple de sensual e insinuante.
—¡Voy a casarme en dos días—dije con decisión para alertarlo de su cercanía.
Él me quiño un ojo y Maddie, Paulette y Andressa, notaron el gesto y chillaron ante el.
—Veamos si después de esto aun quieres dar el sí.
Abrí mis ojos lo máximo que pude.
—Estoy embarazada—Refuté, aunque de antemano, el ya lo sabía.
—Puedo darle mi apellido.
Stacy se acercó al chico y le susurró algo en el oído, ya que la música resonando fuerte, hacía difícil la comunicación a menos que fuesen chilidos y gritos de parte de las chicas.
Ante las palabras de Stacy, el chico se bajo de mí y fue en dirección a Soph.
—Que ella también sepa lo que la espera—Me guiño un ojo la esposa de Josh.
Reí con fuerza.
—¡Otra ronda de coctel! —Grito Andressa.
***
3:00 pm
48 llamadas pérdidas de Isaac.
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