Capitulo 46
ADELINE POV
El jugoso pavo horneado, el puré de patatas, la ensalada de legumbres frescas, las botellas de vino, el jugo de manzana para Billy, las frutas y el pastel de chocolate... Todo se veía realmente hermoso en el comedor, creando una armonía de olores que sinceramente... Me tenía feliz, exhausta y hambrienta.
—¡Joooder! —Exclamó Ralph al ver el resultado final de lo que sería la primera cena de acción de gracias que celebraríamos todos juntos, pues siempre faltaba alguno.
—¡Raphael! —Paulette le dio una palmada en el hombro, reprendiéndolo— Ese vocabulario cerca de Billy, ¡No!
—Cinco años y aun no me acostumbro a ser un padrino ejemplar...—Resopló él, mientras acariciaba el cabello rubio del chiquillo.
—Edes el mejor padino —Sonrió el pequeño, mostrando el pequeño espacio en su rosada encía, producto de la caída de uno de sus dientes de leche.
—¿En qué te ayudo Adie? —Preguntó Paulette.
—Ve llamando al resto—Le indiqué— Yo terminare de colocar lo que falta.
Un asentimiento de cabeza y escuché el repiqueteo de sus tacones en el mármol brillante, señal de que con cada paso, se alejaba más de mi.
Termine los últimos detalles y un par de minutos después, ya todo estaba listo para iniciar a cenar.
Estando aun en la cocina, sacudí de mi vestido azul marino, una pelusa casi imperceptible y reacomode detrás de mi oreja, uno de mis risos que se habían desordenado.
—Pensé que ya estabas en la mesa con el resto, amor—dijo Isaac tras de mí.
Me volteé y noté que lo tenía más cerca de lo que en realidad creía, pasé mi mano por su cabello y sonreí.
—Te amo, gracias por todo—dije mirándolo a los ojos.
Me regaló un asentimiento de cabeza y sus iris grises brillaron con ferocidad cuando me tomó de la mano y nos guió a ambos a la mesa.
—¡Pensé que no llegarían nunca! —Exclamó picara Paulette con una sonrisa plasmada en su rostro.
—¡Tengo un hambre del demonio! —Josh se relamió los labios cuando miró de manera nada disimulada toda la comida que tenía al frente lista para engullir.
—¡Dios! Lo siento—Se lamentó Stacy— Le dije que se comportara, pero para él es imposible hacerlo.
—¿Me lo dices? O ¿Me lo preguntas? Porqué nena...!JA! —Expresó divertida Soph—Llevó unos cuantos años de ventaja y créeme que no han sido muy fáciles.
—Lo dice la chica que en una crisis repentina de celos se besó con un chico frente a su novio.
—¡Josh! —Gritó Maddie mientras sus ojos se encontraban abiertos de par en par.
—Eso ocurrió hace cinco años, ya es pasado—Argumenté, tratando de aligerar el ambiente.
—Y eso también lo dice la chica que encontró a su "mejor amigo" en plena follada.
Reí con fuerza y volteé a mirar a Isaac, quien a mi lado, estaba rojo como si se hubiese transportado a ese momento hace años atrás.
Negué con mi cabeza en dirección a Josh —No estaba a plena follada, era casi el final.
—Bueno démosle fin a este tema—Carraspeó Isaac— Pero antes quiero argumentar algo.
—Por favor, Isaac—Suplicó Frank—Siento que el próximo en ser destruido no podrá soportarlo.
—El momento en el que Adeline por pura curiosidad, abrió la puerta de esa habitación, fue el momento en el que descubrí que sentía cosas por ella. Luego de ahí no tuve más sexo como en tres meses y medio, porque si no era con la chica indicada, no sería con ninguna otra.
—Lo certifico— Lo apoyo Ralph.
—Adeline sintió celos, pero no quiso aceptarlo—Soltó Rose de repente— Aun la recuerdo diciendo: "—Sí, claro, sentí esa clase de celos que sentirías si encontraras a tu hermano en esa situación"
—Desde ese entonces ya estaba rendida por él—Carcajeó Maddie.
—Nena, silencio—Horam tomó su mano— Te recuerdo que tu tardaste un puto año entero en aceptarme una jodida cita. No le deseo ese sufrimiento a nadie.
—Yo solo sé que todos son personas únicas y especiales. Aun no olvido la manera tan grata con la que me abrieron sus puertas cuando la prueba de embarazo dio positivo—Recordó Andressa.
—¿Soy la única que se ha puesto sensible con la conversación? —Susurré con un nudo en la garganta.
—¡Adeline! Pareces una fuente de lagrimas—Se exasperó Paulette.
—Mejor comemos—Aconsejó Gerald.
—¡Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiip—Chilló Billy.
—Les daré un consejo—Habló Abel— Siempre que algunas de sus chicas este atravesando algunos de esos... "momentos" denle de comer, pues barriga llena, corazón contento. No lo olviden.
***
Mi corazón latía rápido, muy rápido. Luego de la cena, de la cual no quedó nada, por votación, decidieron que daríamos un paseo, pero en mi mente nunca entró la posibilidad de que iríamos nada más y nada menos que al muelle de Bay Back. El mismo lugar al que Soph me llevó en mis primeros días en la ciudad.
Algo no se sentía bien, no se sentía natural, pero no en el mal sentido, la buena vibra estaba ahí, latiendo a la par de mi corazón, sin embargo, podía sentir que algo estaba próximo a pasar.
Aunque por otro lado, la buena vibra literalmente estaba ahí, creciendo y vibrando dentro de mí. Lento pero seguro. Muy seguro.
—El amor es el motor del mundo y de eso no hay duda—dijo Paulette rompiendo el silencio.
—La primera vez que me reuní con todos ustedes, noté eso—Stacy nos regaló una sonrisa tímida a cada uno— Ustedes son esa clase de grupo que son como una familia... Tan simple como eso.
Fuegos artificiales resonaron fuerte y comenzaron a reflejarse en el cielo y en el mar, recreando una escena digna de una noche de acción de gracias. Hubiese pasado el resto de la noche observando el cielo sino hubiese sido por los gritos de los demás.
—Sophia Jones. Eres el amor de mi alma. Porqué si es que hay otras vidas, te quiero conmigo en cada una de ellas...¿Quieres casarte conmigo? —Ralph estaba arrodillado frente a Sophia, sosteniendo una cajita casi diminuta de terciopelo de la cual se podía detallar un anillo brillante y puro, de las mismas cualidades de su amor.
La realidad de lo que estaba ocurriendo me golpeó de sopetón y el aire escapó por completo de mis pulmones, las palabras estaban atoradas en mi garganta y con mis manos comencé a ventilar mi cara, todos parecieron notar mi reacción y cuando volteé buscando escapar de sus miradas llenas de expectativas y emoción, me encontré con la escena que nunca espere ver.
Isaac estaba de la misma manera que Ralph estaba.
No, no frente a Soph.
FRENTE A MÍ.
CON LA JODIDITA CAJITA CASI DIMINUTA DE TERCIOPELO.
—Mi pequeña Adie...—Suspiró él— Diría que solo Dios, tu y yo somos testigos del inmenso amor que nos tenemos, pero sería un error, pues cada persona que ha tenido la oportunidad estar a nuestro lado en algún momento de nuestra vida, sabe que somos como un volcán a punto de explotar. Sé que has leído miles de historias a lo largo de tu vida, pero te invito a pasar el resto de tu vida conmigo y verás que ninguna fanfic, ningún libro, ninguna novela, ni ninguna puta película, podrá superar la nuestra.... ¿Quieres ser mi esposa?
Una mezcla de grito, sollozo y chillido salió de mi cuando llevé mis manos a mi cara para deslizar fuera las lágrimas que recorrían mis mejillas, cuando retiré mis manos vi más hermosos que nunca los ojos grises que tomaron por completo mi campo de visión.
Asentí desenfrenadamente y me lancé a los brazos de Isaac como si de un imán y metal se tratase.
—Si quiero ser tu esposa, Isaac. Y que sepas que ya nuestra historia es mi favorita. Siempre lo ha sido—Estampé mis labios sobre los suyos y lo próximo de lo que fui consciente fue de los gritos y chillidos del resto.
Otra tanda de fuegos artificiales arrancó y entendí que no fue una simple casualidad, que todo fue preparado.
Destino o casualidad, fuese lo que fuese, se veía impulsado por amor, pues como decía Paulette... El amor es el motor del mundo, y siempre lo sería.
***
Isaac POV.
Mi mano derecha sostenía la mano izquierda de Adeline y me daba una perspectiva favorable para sentir y observar el anillo que adornaba su dedo y que adornaba mi mente al recordar que ese anillo significaba futuro. Un futuro juntos.
Luego de la doble pedida de mano, donde ambos obtuvimos un "Sí", volvimos a casa para hacer un brindis.
—Tia Adie—Billy se sentó las piernas de Adeline y besó su mejilla—¿Tienes mi cocholate?
—Si bebé—Sonrió ella— Ve por mi bolso— Ella señalo su bolso en la silla del comedor.
El chiquillo no esperó ni un segundo más cuando salió disparado a buscar el bolso de Adeline.
—Sigo en shock— Sonrió Rose.
—Y yo—Coincidió Maddie.
—Diría que yo igual, pero yo lo sabía todo—Confesó Paulette.
—Yo no tengo palabras—dijo Soph—¿Es que acaso faltan más sorpresas?
—¡Tíaaaaa! —Chilló Billy, acercándose sin el bolso, solo con una paleta blanca en su mano.
—No es cocholate—susurró triste él, entregándole a Adeline lo que parecía una...
—¡¿Qué...
Adeline me calló con un beso, y luego agitó frente a todos lo que parecía ser una prueba de embarazo.
—¡Sorpresa!
Parecía ser no, ERA UNA.
—¿Estas...
—Estamos—Me corrigió Adie— Estamos esperando un bebé.
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Creo que oficialmente, mi capitulo favorito.
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