Adeline POV

Cerré la puerta con pestillo y respiré profundamente mientras tomaba la valentía necesaria para leer la carta que pesaba tonelada en mis manos.

Desde el instante en el que las puertas del ascensor se abrieron y vi los ojos cristalizados de la tía Adela en el otro lado del pasillo, supe que su visita era sinónimo de desequilibrio y lágrimas.

Ella no quiso quedarse más del tiempo necesario y yo no quise retenerla. Lo único que yo quería retener era la esperanza de que sea lo que sea que me traería esa carta, lo superaría. Quería aferrarme a eso.

Recordé con exactitud cada momento de mi vida y todas esas enseñanzas que los últimos siete meses habían dejado en mí.

Aterrizar a Boston hace siete meses, fue una de esas decisiones que tomas al azar. Como esas veces en el que estás jugando a contratiempo y los segundos pasan, no quieres perder, pero no sabes que jugada hacer y no te queda de otra que elegir apresuradamente una de esas opciones que tienes, pero para tu sorpresa, esa jugada que haces, te lleva a la victoria.

Así tal cual me sentía hace siete meses. Siendo la protagonista de un caos arrollador que amenazaba por volverme una sombra. Viviendo cada día, durante un mes y medio siendo esclava de las lágrimas que recorrían mis mejillas cada vez que recordaba a mamá.

Hoy por hoy, estoy segura de que fue ella, exclusivamente ella, quien me dio la fuerza necesaria para armar mi equipaje y embarcarme en aquel avión que sin saberlo, me puso en la dirección correcta de mi vida, donde después de tanto, alcanzaría la victoria.

Solo me bastaba con cerrar mis ojos y podía recordar a la perfección el momento en el que choqué con Raphael y derramó toda su gaseosa en mi camisa.

El instante en el que choqué con Isaac y sentí sus brazos rodearme después de añorarlo durante 1825 días...

El día en que conocí a Josh y como sus comentarios subidos de tono me agradaron de inmediato. Lo pesado que resultó ser Frank... El carisma abismal de Horam.

Aunque bueno, lamentablemente también recuerdo a la perfección a la zorra de Sabrine y sus manos sobre Isaac.

Recordar a Sabrine, es recordar a quien resultó ser su primo, pero recordar a Dominic es también  recordar a Maddie y Rose, y ellas sí que valieron la pena. 

Pero recordarlos a todos ellos y los instantes que he pasado con cada uno, es recordar que esa es mi victoria.

Mi victoria ha sido tener a todas personas a mí alrededor y saber que seguirán ahí, a mi lado con el pasar del tiempo... Saber que había encontrado otra familia.

Gracias por eso mamá—Agradecí en un susurro de voz.

Bajé mi mirada y detallé el papel que tenía entre mis manos.

Isaac había estado escribiendo cada quince días una carta para Allie, para entregársela el día en que ella saliera en libertad. Yo lo había acompañado el día en el que escribió la primera carta y vaya que diferencia...

Ambas cartas estaban escritas en un papel impecablemente blanco, solo manchado con la tinta que plasmaba las palabras en el. Pero una carta era sinónimo de esperanza y otra de... Sabrá Dios de que.

Sabiendo que ya no podía seguir con rodeos y aplazando el momento, abrí la carta con decisión e inhalé profundamente cuando las primeras palabras llegaron a mí.

Adeline.

Hija, me hubiese gustado iniciar por mi niñez, pero prefiero adelantarte unos quince años de historia y hacerte un resumen.

Todo ha sido cuestión de luz.

A los quince años mi vida estaba oscura, sumida en un silencio y una soledad apabullante. Mi único consuelo era que no era exclusivamente cosa mía, pues mi mejor amigo, Tom, también vivía esa oscuridad.

Su padre, ya conformaba la organización, y su madre, había sido asesinada cuando el aún era un bebé. Desde siempre, el destino de Tom fue ser el sucesor de su padre y él, no tenía problema con eso. Yo le prometí que estábamos juntos en eso. Bueno, hasta ese día... El recuerdo de ese día sigue imborrable en mi memoria.

Fue una tarde calurosa de Agosto, de esas en las que el cabello se te pega en la frente por el sudor y la ropa se te pega del cuerpo por la misma razón. Fue una de esas tardes en las que la vida nos cambió. A ambos... De un momento a otro, caminando por el centro, en nuestro campo de visión entró el cabello corto y lacio de Madeline, y el cabello largo y ondulado de Allie. (Como veras, corto y lacio fue mi elección).

Ambas eran unas adolescentes hermosas con carisma y sencillez burbujeando de ellas, pero ¿Sabes que fue lo más relevante?... SU LUZ.

Ellas irradiaban esa luz que a nosotros nos faltaba...

Desde ese día, nuestras vidas su vieron revolucionadas por la llegada de esos seres de luz, que sinceramente... No merecíamos.

Deseábamos darles el mundo entero, solo para ellas, pero había un detalle. Que no queríamos manchar nuestras acciones y menos cuando eran especialmente para ellas, por eso fuimos a hablar con el padre de Tom. Él le suplicó a su padre para no ser el sucesor. Él le suplicó a su padre que buscase a otra persona, que él quería dedicarse a otra cosa muy diferente que traficar y vender drogas, pero su padre ya había hecho una elección...

¿Sabes de qué manera su padre logró convencerlo de darle un "sí" y a mí de qué lo apoyara? Nos amenazó con matar a ambas chicas... Su novia y la de su mejor amigo.

Supongo que parte de eso, te suena un poco familiar.

Los años fueron pasando y finalmente Tom asumió la presidencia de la organización y yo era su mano derecha. A partir de ese día todo cambió.

El amor es fuerte, hija. Pero algo más fuerte que el amor, es la ambición. Y ambas, pueden resultar ser tu perdición.

Madeline y Allie era todo lo que teníamos. Absolutamente todo, pero el dinero y el poder poco a poco fueron hurtando ese lugar. Poco a poco los envíos llevaban más mercancía, nuestros compradores nos respetaban más y nuestras ganancias se iban elevando a una velocidad exorbitante, y eso... Eso nos cegó por completo.

Fue irónico porque con nuestras acciones, Madeline y Allie pasaron de irradiar luz, a vivir escondidas en la oscuridad.

Matábamos, traficábamos dos diferentes tipo de droga y a mujeres, sin embargo, nuestro peor delito fue ese. Haber apagado la luz de esas mujeres. Haberlas marchitado desde la raíz.

La llegada de Isaac, lo cambió todo y a la vez no cambió nada, pues Allie tuvo la esperanza de que Tom pudiese dedicarse a su hijo y hacer con él, lo que su padre no hizo... Amarlo y protegerlo. Pero supongo que ya sabes que fue lo que ocurrió.

En cambio tu llegada Adeline... Llegaste un año después y pusiste todo patas arriba. ¿Sabes lo que significaba tener una hija en ese mundo? ¡Vil peligro! Intenté mantenerte aislada de mi mundo lo más posible, pero eso no serviría de nada, en cambio (Con el tiempo lo descubrí) llevarte a pasar las tardes con Isaac, si que serviría... A pesar de que se conocieron ocho años más tarde, sé que se pertenecieron desde el primer soplo de vida de cada uno.

Lo sospeché cuando hace cinco años él se sacrificó en parte por ti.

Lo confirmé aquel día cuando Tom quiso reprenderlo y él, en medio de ese caos, solo pensaba en ti. En protegerte y a la vez de no defraudarte.

Lo peor fue que yo estando ahí no lo hice.

Te amo con mi vida, Adeline. Sin embargo, Isaac demostró amarte con la suya y aun mas allá de ella. Y me alegra. Me alegra porque sé que te dejaré en buenas manos.

Desde el instante en el que descubrí que tu madre me era infiel, me volví completamente loco. Quería matarla a ella, matar al tipo y matar a todo aquel que estuviese frente a mí. Cuanta equivocación querer matar a tu madre por volver a florecer y matar al tipo que hizo lo hizo posible.

Desde hacía muchísimo tiempo que yo sentía que todo había perdido sentido para mi, pues qué gran error. El día que tu madre nos dejo, ese día sí que todo perdió sentido. Sin embargo, todo estaba dicho y hecho, no había más elecciones, solo quedaba continuar, y así lo hice, pronto todo volvió a ser como antes, y no. No me refiero a esa normalidad, me refiero a que mi vida volvió a estar oscura, sumida en un silencio y una soledad apabullante.

Tom ya no está.

Madeline tampoco.

Tu vida ya está hecha.

Solo me quedan deudas y enemigos...

Dicen que querer es poder, pero solo yo sé cuanto he querido y no he podido... Cuanto he querido comenzar desde cero, desde uno, desde tres, desde cinco, desde donde sea, pero volver a comenzar...

Llegué a la conclusión de que es imposible volver a comenzar aquí o en este plano.

Te amare toda la eternidad hija.

Lamento no haber sido el padre que merecías. Porque te lo mereces todo.

Besos.

Papá.