Capitulo 22

Hola, si bien este mensaje lo podía colocar al final del capítulo, realmente no lo quería dejar para el final.

No puedo esperar mas para agradecerles por todo chicas en serio.

(Lo siento si algun chico me lee y se siente excluido por mi generalización, pero viendo que solo el 2% de ustedes me lee, bueno... Lo siento)

Gracias a las que están pendiente de cada actualización.

Gracias a las que recomiendan la historia.

Gracias a las que comentan y votan.

Gracias a las que me escriben mensajes bonitos.

Gracias a las que colocan fragmentos de la historia en sus estados de Whatsapp.

Gracias a ¡¡¡¡TODAS!!!! 

Como les he dicho a muchas por mensajes privados, esta es mi primera historia y si bien se que tiene algunos errores, son errores que he ido tratando de pulir y corregir a medida que voy escribiendo, la idea es darles algo de CALIDAD y que DISFRUTEN.

Besitos a todas y no me canso de repetirlo... GRACIAS por acompañarme en este divertido viaje con Isaac y Adeline. 

PD: YA CASI CUMPLIMOS DOS MESES!

PD2: YA SOMOS 2.35K!!

PD3: Dulcelena, Maddie, Rose, Soph y chicas del grupo "Lectoras" ha sido una experiencia genial contar con ustedes en todo este recorrido, espero seguir juntas hasta el final. 

Y BUENO... AQUI EL CAPITULO.

---------------------------------------------------------------------------------

Adeline POV

— ¿Si o no? —Cuestione a Rose con una sonrisa curiosa mientras le daba un mordisco a mi manzana.

Ella se limitó a rodar sus ojos y en reacción, Maddie comenzó a carcajear.

—Eso es sin duda, un auténtico si—Agrego.

—Tengo novio, no deberíamos estar hablando de esto.

—Tienes novio, no deberías ir por ahí babeando por chicos sin camiseta—Replique.

Mi comentario hizo que sus mejillas se tornaran rosa y dio paso a otra carcajada de Maddie a la cual mire fijamente antes de decir:

—Tú no te escapas.

— ¿YO? —Parece atragantarse con su hamburguesa, pero se recompone rápido y agrega—Una mirada curiosa nunca esta demás.

—Como digas—Rodé mis ojos.

—Además, estamos molestas contigo—Protesta Rose segundos después.

— ¿Molestas conmigo?

— ¿Cómo es posible que hayas podido obviar el pequeño detalle de lo SEXY que es Isaac?

¿A Rose le parece SEXY Isaac?

— ¡DIOS SI! ¡ESE CHICO DRENA SEXO POR CADA PORO DE SU CUERPO! —Argumento Maddie.

¿Maddie considera que Isaac grita SEXO por cada poro de su cuerpo?

Escuchar eso es suficiente para que una extraña sensación revolotee fuerte en mi estómago.

—Les informo que escuchar sus comentarios sexuales referente a Isaac, no me ha hecho nada de gracia.

Las chicas se miran entre si y asienten.

Antes de que comiencen con comentarios necios, aprovecho y voy al bote de basura más cercano a lanzar los residuos de mi almuerzo y luego me encargo de colocar la bandeja vacía en su lugar.

Al darme vuelta, me encuentro con los ojos del chico que menos esperaba ver.

Y yo que pensaba que esto solo pasaba en las novelas.

— ¿Qué haces aquí?

—Aquí estudio—Respondió en un tono vacilante.

—No te hagas el gracioso Dominic—Proteste—Me refiero a que haces aquí, malditamente atravesado en mi camino.

—Adie yo realmente quiero hablar contigo.

Mire detenidamente sus ojos color verde y pude notar la seriedad con la que hablaba, por lo que después de dar un largo suspiro, me atreví a responder.

—Dos minutos—Dije mientras sacaba mi teléfono del bolsillo trasero de mi ajustado jean.

—Maldición Adeline, lo siento... Todo es por mi prima.

— ¿Qué coñ...

Mis palabras quedan colgando en el aire al verme interrumpida por los labios de Dominic los cuales de forma brusca abordaron los míos.

Mi primer instinto es intentar alejarme, pero sus manos ya se han encargado de sostener mi nuca para evitar que eso pase, por lo que tengo que usar todas mis fuerzas para quitar sus fuertes manos y lograr moverlo a unos pasos de distancia. Cuando veo sus intenciones de aproximarse otra vez, mi mano cobra vida propia y va directo a su mejilla donde plasma una sonora bofetada.

Me perturba un poco el modo en el que todos en la cafetería parecen estar disfrutando del espectáculo sin hacer nada al respecto, pero claro. Supongo que esto no sea algo que pase por primera vez.

— ¿QUE MIERDA TE PASA? —Cuestione.

—Lo siento Adeline yo...

Le lance otra cachetada.

— ¡VETE A JODER A OTRO LUGAR, NO SE QUE COÑO PASA CON TU PUTA PRIMA O PORQUE ACTUAS DE ESTA MANERA, PERO NO VUELVAS A CRUZARTE MAS POR MI CAMINO, ERES UN IMBECIL QUE ANDA JUGANDO CON LAS CHICAS SIN TON, NI SON!—Fue todo lo que dije antes de apresurarme a salir de la cafetería, no sin antes echar un vistazo al lugar donde estaba sentada con las chicas, pero GENIAL, ellas ya se habían ido.

Mis labios ardían por lo brusco que fue, y maldije en mi mente al percibir el leve pero desagradable sabor salado y metálico de la sangre.

Me sorprendí un poco al llegar al aula y notar que las chicas no estaban, pero en vista de que a veces solían saltarse una que otra clase, no le di mucha importancia a su ausencia.

Sin más, me senté en mi puesto de costumbre y solo tuve que esperar unos pocos minutos más antes de que el profesor entrara y comenzara a dar su clase.

Luego de varios minutos, saque mi teléfono para ver la hora.

MIERDA.

No sé cómo, ni cuando ocurrió, pero mi teléfono estaba en modo silencio y gracias a eso ahora tenía siete llamadas perdidas y cinco mensajes de Soph.

Los reviso.

Soph: ADELINE RESPONDE.

Soph: ADELINE ES URGENTE.

Soph: ¡MALDICION ADELINE! Contesta las llamadas o responde algún mensaje.

Soph: LO HAN ATROPELLADO.

Trague en seco y mi pulso se aceleró.

Revise el último mensaje, temiendo lo peor.

Soph: Han atropellado a Ralph.

No lo pensé dos veces antes de tomar mis cosas y haciendo caso omiso a los gritos de profesor salir del aula corriendo a mil kilómetros por hora, marque el número de Soph, pero esta vez era ella quien no respondía.

Marque el número de Isaac, pero su teléfono estaba apagado.

Marque el número Frank, pero tampoco respondía.

Marque el número de Horam, y luego de tres repiques supe que él tampoco lo tomaría.

Mi última esperanza fue Josh, pero el no contesto.

Comencé a desesperarme y comencé a llorar.

¿Cómo coño Sophia me mandaba ese mensaje y luego desaparecía?

Un mensaje de Horam me llego.

Lo revise.

Horam: Acá te dejo la dirección Adie. Boston Vet Clinic, 363 Tremont St, Boston, MA 02116.

Sin dudarlo, tome un taxi lo más rápido que pude y le indique la dirección al conductor, el cual pareció reconocerla de inmediato.

El camino fue corto por lo que solo me alcanzo para rezar unas cuantas veces, pero mi impresión fue cuando el conductor me aviso que habíamos llegado.

—Lo siento, pero ¿Dónde es la clínica? —Cuestione al darme cuenta de que no veía ninguna clínica a mí alrededor.

—Es allí chica—Indico el señor a su derecha.

¿Sera posible?

Mis sospechas se confirmaron cuando vi algunas caras familiares en la entrada del lugar, y sentí como el nudo en mi pecho se hizo más fuerte. Luego de pagar el servicio, salí del auto y me dirigí en grandes zancadas a la entrada del lugar donde se encontraban todos.

— ¿Esto es realmente una broma de mal gusto? —Cuestione abrumada por la situación.

—Lo siento Adeline, pero me temo que todos hemos pasado el mismo susto que tú—Respondió Josh.

Note que todos estaban con su uniforme de Hockey, por lo que intuí que habían interrumpido su entrenamiento.

Comprendiendo la situación, cerré mis ojos y no sabía si reír o llorar.

Y pensar que todo esto era mi culpa... Quizá si no hubiese sido tan persuasiva y propuesto que a una mascota le pusieran como nombre, el apodo de su dueño, esto no estaría pasando.

— ¿Qué ha pasado?

—Parece que cuando Sophia estaba saliendo del apartamento, Ralph escapo y se fue escaleras abajo, llego a la calle y un carro lo ha pisado.

—Te podrás imaginar la confusión que tuvimos al recibir el mensaje de que habían atropellado a Ralph, cuando NOSOTROS estábamos entrenando con Ralph—Agrego Horam.

—Por suerte llegamos rápido a por ella y el cachorro y hemos llegado a tiempo para que le hagan una intervención y puedan salvarle una patita la cual ha quedado hecha trizas.

—¿Y los...

—Sophia y Ralph, están con el—Respondió Frank, como si estuviese leyendo mis pensamientos.

Asentí y fue en ese momento que lance mi vista a la izquierda y vi a Isaac, quien estaba un poco más alejado que todos y por eso no había notado su presencia antes. Por su cara sabía que estaba decaído por algo aparte de esto.

Tras disculparme un momento con los chicos, me acerque a él y al llegar iba a preguntarle que le pasaba, pero él se me adelanto a hablar.

— ¿Qué te ocurrió en los labios? —Me escruto con determinación.

—Nada importante—Me encogí de hombros sin querer darle mucha importancia el imprevisto de la mañana—Mejor dime tú, ¿Qué pasa?

Su mirada se mantuvo firme.

—Nada importante—Espeto.

—Oye en serio que...

—No ahora Adeline—Y fue todo lo que dijo antes de adentrarse a la clínica y dejarme ahí, sola y preguntándome porque siempre teníamos que volver otra vez al mismo punto de partida.

Tomando en cuenta que el punto de partida no significaba algo bueno, sino todo lo contrario.

***

Luego de la intervención que le hicieron al cachorro, los médicos decidieron dejarlo toda una noche en observación a la espera de cualquier novedad.

Y después de que Soph y Ralph salieron de la intervención y de la charla con el doctor, entre todos decidimos irnos al apartamento de los chicos, claro; no sin antes darle una leve reprimenda a Soph por el susto que nos hizo pasar a todos, aunque claramente ella se defendió acreditándole toda la culpa a los nervios.

Ya hacía rato que la noche había caído y los chicos se habían ido, en ese momento note mi error de no aprovechar el aventón que alguno de ellos ofrecieron con darme a casa.

Sophia no había traído el auto, y se quedaría a pasar la noche aquí.

Me tocaría tomar un taxi. —pensé.

Cuando ya paso un poco más la hora, me despedí de Ralph y Soph, quienes insistieron en que podría pasar la noche allí y que no era necesario que tomara un taxi, pero no les hice caso y no les quedo de otra que aceptar mi decisión.

Baje a la recepción del condómino y cruce las puertas de cristal que le daban vida a la fachada del edificio.

—Mierda—Espete al sentir la brisa fría golpear en mis mejillas.

Solo bastaron que diera unos cuantos pasos más para percibir ese perfume varonil que debilitaba mi sistema.

—Pequeña Adie, ¿Podemos hablar?

Me voltee y lo mire.

Llevaba puesta una camisa de algodón negra que hacia contraste con la noche y con sus ojos grises, a los cuales les faltaba ese brillo que los caracterizaban, sus risos no dejaban de moverse con el vaivén de la brisa

Durante todo el día él había estado actuando sumamente extraño y se había limitado a no salir de su habitación desde que habíamos llegado de la clínica veterinaria, pero si algo me había quedado de aprendizaje en estos cuatro meses que llevaba de haber llegado a Boston, era que Isaac siempre tenía una razón para justificar su comportamiento, por lo que asentí y deje que él me tomara de la mano y me llevara al apartamento con él.

—Ven aquí—Palmeó el espacio vacío que quedaba a su lado en la cama.

Tras quitar mis sandalias fui directo al lugar donde me indico y me recosté a su lado, pero esa cercanía pareció no ser suficiente para el porque me tomo entre sus brazos, y me coloco de manera que quede bajo su brazo, con mi cabeza recostada en su pecho y a una distancia casi inexistente que permitía que nuestras piernas se rozaran.

No deje pasar el modo en el que una posicion que podía resultar tan íntima a nosotros se nos daba con tanta fluidez y naturalidad.

—No sé si agradecerte por entender que hoy no ha sido mi día o exigir reembolso de la Adeline que no hubiese parado de gritarme en todo el día que soy un gilipollas.

—Estoy tratando de darte tu espacio—Respondí con algo de vergüenza al recordar aquellos días que gracias a dios ya habían quedado atrás.

Isaac desde hace algún tiempo para acá había estado desprendiéndose de todas aquellas cosas que realmente solo lo dañaban. Supongo que el que lo expulsaran del equipo de Hockey fue razón suficiente para que tocara fondo y notara que estaba echando su vida por la borda por decisión propia, desde ahí había estado dedicándose a mantener su buen promedio y a despreciar las constantes proposiciones de Horam.

—Adie...—Musito el sacándome de mis cavilaciones.

Me quede callada y comencé a trazar leves caricias en su pecho con la yema de mis dedos y el, al darse cuenta de que mi intención era dejarlo hablar, prosiguió.

—Mamá hace unos meses me entregó una carpeta con pruebas necesarias para iniciar un proceso de investigación contra Tom—Sentí como se tensó bajo mi cuerpo y siguió hablando.

—Ella me ha llamado ayer en la noche. Parece que tomó ciertos papeles que eran de real importancia para Tom y él parece estar sospechando de ella y la ha estado amenazando. —Hace una pausa—Ella me dijo que si algo llegase a pasarle, no fuera a Wisconsin, que no me metiera en la boca del lobo, porque si ya ella...—Su voz se quiebra antes de agregar—Porque si ya ella estuviese muerta, no habría nada que hacer. Que me mantuviera lejos y siguiera mi vida con lo que aún me quedaba y fuese feliz...Tengo miedo Adeline.—Su brazo que me sostenía, me estrechó más fuerte contra su pecho, y no fue hasta ese momento que sentí mis mejillas húmedas.

—A veces las acciones pueden más que las palabras. No tengo palabras de aliento para ti en este momento, pero tengo la certeza de que es más fácil caminar acompañados en la oscuridad que solos en la luz—Me incorporé, quedando apoyada en mis codos para poder mirarlo a la cara antes de agregar—Y yo te prometo Isaac que estaré siempre a tu lado pase lo que pase, por mas oscuro que sea el camino no debes de tener miedo, porque yo siempre estaré ahí.

Volví a mi posición anterior, cerré mis ojos y...¿Para qué negarlo? Ya era demasiado tarde...

Pase mi brazo por su pecho y me aferre a la sensación de estar así con el chico del que estaba enamorada


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top