Polaroid

Le dolían las piernas, podía sentir como la planta de su pie se agrietaba causándole un poco de irritación, sentía los talones pesados y sus pantorrillas exahustas, detestaba los zapatos de tacón pero desgraciadamente era política de la empresa el llevarlos, por lo general siempre llevaba en su bolso un par de zapatos ligeros y comodos para cambiarse en cuanto salía de trabajar, desgraciadamente ese día los había olvidado.

Ya pasaban de las ocho de la noche y ella se sentía exahusta, el sol se había ocultado hace un par de horas, por ser invierno, había un viento ligeramente frío y las calles estaban semideciertas.

Decidió descansar un poco en una pequeña jardinera cerca de su casa, se sentó y comenzó a sobar sus piernas, odiaba el tacón! De no ser por lo duro y áspero del pavimento se quitaría los zapatos y andaría descalza, por desgracia no era muy viable ya que podrían encontrar algún vidrio roto o insecto.

El sonido de su celular la saco de su queja asustandola un poco, ocacionando que sin querer tirará el bolso.

-mierda.

Al agacharse a recogerlo se percató de un curioso detalle, había a un lado suyo una serie de fotografías Polaroid amarradas con un listón.

-y esto?!

No recordaba haberlas visto cuando se sentó, tomo el paquete y recogió el bolso, apurandose a contestar antes de que el celular terminará de timbrar.

-diga?

-hermana?! Dónde estás, ya vienes?

Una sonrisa inundó sus labios al oír la voz de su hermano menor.

-hola Seiya!...descuida, ya voy...solo fue un pequeño retraso en el trabajo pero ya estoy cerca...no te preocupes...si...adiós.

La pelirroja colgó el teléfono y se estiró un poco, su hermanito menor siempre tan angustias.

Por curiosidad decidió darle un vistazo a la pila de fotos que había encontrado.

La primera mostraba un fondo negro,menuda farsa, la segunda ya presentaba un poco de luz, parecía una especie de túnel, en la tercera se podía apreciar una silueta al final de este, con forme las fotos avanzaban cada vez se podía ver mejor la imagen. Se trataba de un hombre que estaba de espaldas, vestido con ropa casual, parecía que era alto, más que ella, de cabello... ondulado, no estaba segura ya que las fotos habían sido tomadas de noche, o esa es la impresión que daba.

-que raro?!

Seika se dió cuenta de un detalle muy curioso.

Cada fotografía se encontraba rodeada por una especie de halo amarillo, bueno entre amarillo y rojo.

-que raro, parece como...

No era una mancha, entrecerró los ojos intentando averiguar que era, irónicamente a su mente le llegó la imagen de una serpiente. Recordó los documentales que vio en la tv, esos donde simulaban la vista del animal, las fotos eran muy parecidas. Lo que estaba al centro se encontraba de un color grisáceo, mientras era enmarcado por uno amarillo-rojiso. Parecía que daba la impresión de ser tomadas conforme a la vista del animal.

-parece que lo estaba siguiendo.

Seika continuó revisando las fotos, cada vez más cerca,  estaba por llegar al final, la imagen del hombre era más nítida.

De improviso el estómago de la chica se contrajo, su respiración se volvió más lenta, sentía que el aire se escapaba de sus pulmones,estaba a punto de descubrir la identidad del desconocido.

Las fotos avanzaron, lo que sea que lo seguía ya se encontraba a sus espaldas. El lente se redujo enfocándose solo en la espalda, no había duda tenía el cabello quebrado y cortó.

Sus ojos se abrieron al ver como el hombre se giraba poco a poco. Pasaba con tal rapidez las fotos que parecían película.

El individuo se había detenido en seco y giro la cabeza atrás, tras percatarse que lo seguían, la lente se enfoco en su rostro. Miedo y asombro es lo que se podía apreciar en esos ojos, los cuales parecían querer salirse de su órbita.

Su cara demostraba horror puro, las manos de la chica temblaban mientras pasaba las Polaroid, el rostro del hombre se había deformado en una mueca de terror, parecía que lo estaban torturando, gotas de sudor surcaban su frente, la cual tenía arrugas debido a los gestos y muecas que provocan los gritos.

La pelirroja estaba aterrada y sus manos temblaban, las Polaroid calleron al suelo y solo quedo una en sus manos.

Estoy cerca

Es lo que se podía leer en el anverso de la fotografía, escrito con sangre.
Con mucho miedo la chica giro la foto para ver la última imagen.

El rostro del hombre había sido deformado, parecía que lo habían golpeado hasta la muerte y sus facciones ya no eran reconocibles.

Ahhhhh!

Seika grito y arrojó la foto al suelo, la chica se paró de golpe y hecho a correr a su casa.

Mientras avanzaba intentaba tranquilizarse, posiblemente se trataba de alguna broma, algunos chicos deben de haberlas dejado para grabar al pobre incautó que las encontrará, tal vez ahora se estarían riendo en el parque tras haberla visto correr y gritar como loca.

Intento tranquilizarse. Maquillaje...una mala pasada...solo eso era.

Estaba a un par de cuadras, solo tenía que llegar a la esquina y doblar a la izquierda y estaría en casa.

Shhh!

Un ruido a su espalda le detuvo, podía escuchar  unas pisadas tras de sí y un..
.siseó, como ese que producen las serpientes antes de atacar, pero no era todo, también un click! El click de una cámara.

Asustada giro a ver sobre su hombro.

                             📷

En un pequeño apartamento un chico de 13 años esperaba la llegada de su hermana. No habían pasado ni cinco minutos desde que hablo con ella, pero Seiya no podía evitar angustiarse  cada que el sol se ocultaba y su hermana no llegaba.

Estaba por poner un juego en su laptop cuando escucho un fuerte grito proveniente de la calle, el grito de una mujer, salió corriendo de su casa.

La calle estaba desierta, los únicos habitantes eran los pequeños insectos que rondaban las lámparas.

-Seika!!!

Llamo a su hermana pero no hubo respuesta, camino hasta la esquina pero nada, no había nadie. Aún con el pendiente regreso a su casa, lo mejor sería llamarle por teléfono.

-y ésto?!

A media cuadra de encontró con una pila de fotos Polaroid, atadas con un listón. Curioso, como era, comenzó a revisarlas. La primera no mostraba nada, solo un fondo negro, en la segunda ya comenzaba a apreciarse algo, continuó pasando las fotos hasta que logró distinguir la silueta de una mujer.

-mmm...que extraño...se parece un poco a Seika.

Fin.

Y por fin es viernes 😈
Una pequeña historia de terror para pasar el rato, espero les gustará.

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