La niña.


-¡Papá, Papaaaa!

La puerta se abrió de golpe ocacionando que Sage y Lugonis se sentaron en la cama en un segundo.

-pero qué.

¡La niña, la niña!

Su hija menor, Albafica, trepó a su cama y se lanzó a los brazos de la pelirroja, mientras pequeñas lágrimas resbalaban por su mejilla.

-ya, Albafica, calma bebé.

Pero la pequeña de cinco años no paraba su llanto, aferrándose con fuerza a la camisa de su madre mientras les pedía que la corrieran.

¡Ah!

Sage suspiró cansado, era la quinta vez en ese mes.

-cariño, no hay nada ahí, es solo una pesadilla.

No importo cuanto intentarán convencerle, la infante se negó a regresar a su cuarto.

¡Wohaassssghhhh, te come el fantasma!

¡Ahhhhh!

¡Manigoldo, deja de asustar a tu hermana!

¡Auch!

El peliañil comenzó a sobar su cabeza, ahí donde su madre le había dado un cucharazo, quitándose la sabana que ocupaba para asustar a la rosita.

-no es mi culpa que sea tan llorona.

Se excuso el preadolescente de trece años.

-pues a partir de ahora nada de películas de terror jovencito, ni libros o caricaturas.

-¡Qué! ¿Porque! No es mi culpa que ella inventé cosas.

-¡No la inventé! De verdad hay una niña ahí.

-¡Mentirosa!

-¡No estoy mintiendo!

-¡Basta los dos! Ya dije Manigoldo, nada de terror.

-¡Tsk!

El chico refunfuño enojado sentándose de golpe en el sillón, el adoraba las películas de terror, pero ahora no podría verlas porque la llorona de su hermana se asustaba...¡Qué injusto!

Desde hace un mes Albafica no paraba de decir que veía a una niña en la ventana de su cuarto, una niña que golpeaba su cristal y le gritaba que la dejara entrar. Como es de esperarse la nena siempre salía corriendo de su cuarto al de sus padres, gritando para que estos la protegieran. En principio Sage y Lugonis se lo atribuían a las pesadillas y viva imaginación de su hija pero....esto ya se estaba saliendo de control, Albafica ya ni siquiera quería dormir en su habitación y lloraba cuando le ordenaban ir, en la escuela se había quedado dormida unas tres veces, por lo que sus padres fueron llamados para saber lo que ocurría.

-Todo está bien cariño, de acuerdo, nada malo pasará.

-no hay nada afuera amor, cerraré la cortina para que estés tranquila.

-pero.... mamita...

-esta bien Fica, solo es una pesadilla.

A regañadientes no le quedó de otra más que obedecer e irse a dormir, su padre había cerrado la cortina por lo que ya no veria afuera, la arroparon y prendieron su pequeña lámpara de pecesitos, quedándose con ella hasta que se durmió.

Eran las tres de la madrugada cuando un ligero golpeteo la despertó, unos tenues toquidos que la hicieron levantarse y tallar sus ojos, miró a todos lados buscando la causa del ruido hasta que sus orbes se toparon con las gruesas cortinas que su padre había colocado en su cuarto.

¡Toc-toc¡

Los golpes se hicieron más fuertes por lo que, asustada se cubrió con las cobijas. Podía oír los golpeteos al cristal y una voz chillona y deforme, como la voz de una anciana, que le ordenaba la dejara entrar.

Albafica temblaba en su cama, tenía unos enormes deseos de gritarles a sus padres y hermano para que acudieran en su auxilio, pero nada salía de su garganta.

¡Crazzz!

Un fuerte ruido, de cristal partiendose, la hizo salir de su escondite. La niña se quedó helada; las enormes y pesadas cortinas se abrieron de tajo, dejando ver a una niña de unos quince años frente a ella, con su cabello largo y sujeto en una coleta, con un vestido muy viejo, sin mangas y adornado con una rosa en el hombro derecho. Los ojos de la chica estaban cubiertos por su fleco, pero su piel se veía muy sucia y olía horrible, una sonrisa torcida se plasmó en su cara, mientras avanzaba hacia la niña, estirando sus manos cubiertas por unas largas uñas.

-¡Ahhhhh!

Sacando fuerza, Albafica bajo de un brinco de su cama y salió despavorida al pasillo.

-¿fica?

-¡Manigoldo, se metió,se metió!

Ahí se encontró a su hermano, el cual había acudido al llamado de la naturaleza.

-¿Quién se metió?

Pero la pequeña no respondio, solo de abrazo a su cintura mientras el aire comenzaba a irse de sus pulmones y su respiración aumentaba.

-Albafica ¿que pasa?

-...s...se... metió...

¡Jajajajaja!

El chico se congelo al oír una macabra risa proveniente de la habitación de su hermana, dirigió la vista ahí y se le hizo ver una sombra, aunque está desaparecio en un parpadeo.

Habría ido a investigar de no ser porque su pequeña rosa comenzó a hiperventilar mientras llevaba su mano al pecho, el miedo había sido tal que estuvo a punto de sufrir un infarto, cosa que a su tierna edad no habría aguantado.

-¡Papá, Mamá!

Desesperado comenzó a gritar llamando a sus padres, los cuales alarmados no tardaron en salir disparados al hospital. Por fortuna el ataque de pánico de Albafica no pasó a mayores y logró ser tratada.

-¡Ah! No entiendo...¿Qué pudo alterarla así!

Sage veía con detenimiento desde la ventana de su hija, pero no encontraba nada aterrador...ni siquiera de noche ya que las luces de la ciudad iluminaban perfectamente, entonces que...

-Manigoldo...no te dijo nada más...hijo necesito que...

Sage miró asombrado como su hijo salía corriendo de la habitación, estaba por ir detrás de él pero el menor no tardó en regresar...con un trapo en una mano y un limpiador de vidrios en la otra.

-y eso...

Mas no respondió, corrió a la ventana y aplicó el líquido, para después tallar con fuerza. Pero parece que la mancha no se quitaba ya que repitio la operación cuatro veces.

-Manigoldo qué diablos estás haciendo.

Sage le miró ligeramente preocupado ya que el chico parecía querer deshacer la ventana. Su sorpresa aumento cuando su hijo de giro a verlo, visiblemente aterrado.

-no se quita (susurro) la mancha...no se quita.

Sage acerco para ver de qué hablaba...el hombre no tardó en ponerse pálido.

En la ventana se encontraba una marca, la impresión de una mano la cual parecía ser delgada y larga, muy larga. Pero no importaba cuanto tallara Manigoldo está no se borraba ya que había sido hecha por el otro lado, lo que era aterrador ya ellos...ellos...vivían en el piso doce de ese edificio, por lo que era imposible...¿Cierto?

Fin.

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Pobre Albita, va a quedar traumada😫

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