Perfecto
Cerró la puerta al salir aun escuchando los gritos estridentes a la clase que estaba empezando en ese momento. Se alejó de ahí caminando tranquilamente por la banqueta y observando el cielo despejado.
Los edificios comerciales cambiaron al cruzar la calle dando pie a la colonia que conocía bastante por su frecuencia al pasar ahí. Aunque en esta ocasión se detuvo en la entrada de una casa en particular, listo para tocar el timbre que estaba a un costado de la reja de metal. Antes de que su dedo se hundiera en él, la puerta se abrió en total plenitud dejando ver a la castaña con el cabello suelto y un short con una blusa de color rosa. Lo recibió con una sonrisa deslumbrante mientras lo tomaba de la mano para jalarlo para adentro de la casa.
―Te he visto venir por la acera, tan puntual como siempre ¿cómo estás?
"Bien"
Esa era su respuesta cada una de las veces que en ese tiempo que hablaban. Él no sabía si esperaba otra respuesta en comparación, pero de alguna forma estaba siendo honesto. Estaba bien de salud y seguía su rutina al pie de la letra. No había variables.
―Yo no he tenido clases, así que he estado libre. Ahora que lo pienso ¿tú vas a la escuela? ― Ella no tenía absoluta medida de preguntar aquello que se le viniera a la cabeza sin más.
Él simplemente negó con la cabeza, esa situación era completamente desechable, ya que él hecho de no poder hablar haría las cosas más difíciles de lo que más eran, y no quería darse la tarea de intentar que otros lo entendieran. Hace años que había abandonado esa opción, se mantenía al margen, sin ser el centro de atención en nada ni nadie. De esta forma había decidido vivir su vida y mas concretamente, de esta forma el destino le indicaba que debía vivirla.
―¿Entonces...clases particulares?
Él permaneció en silencio unos segundos, evaluando que debería decir a continuación y como indicarlo de forma correcta.
"Algo así"
―Oh increíble ¿en que grado vas? Realmente jamás he sabido tu edad. ― Sonrió emocionada de saber más información del chico, que de alguna forma estaba siendo más abierto, aunque sea un poco.
Se adentró a la cocina a buscar unos bollos rellenos de queso crema que su madre había traído y los dejó en la mesa del centro de la sala mientras se sentaba al lado del masculino, tomaba un bollo y se lo introducía a la boca.
"Tengo 16, sin embargo, estoy en clases avanzadas"
Dejó caer el bollo de su mano al mueble al entender las señas y levantó una ceja. No sabía si realmente debía sorprenderse por esa cuestión, pero le había tomado desprevenida, ya que aunque dedujo bien al considerar que eran maso menos de la misma edad, lo correcto era decir que aunque tenían la misma edad, en condiciones normales, él estaría en clases más avanzadas, siendo subido de grado por sus conocimientos.
"Entonces, eres un genio"
Él no dijo nada ante esa afirmación ya que realmente no se consideraba un genio, tenía grandes capacidades analíticas, procesaba con facilidad la información encontrando una solución. La escuela no le daba el más mínimo reto, el mismo aprendía de forma autónoma. La chica se levantó del sillón, perdiéndose entre los pasillos de la casa y volviendo con un par de libretas.
―Mira, tengo un par de problemas para resolver y no he podido... ¿podrías ayudarme?
Neji simplemente afirmó mientras observaba los números en el papel, era aritmética. Tomó el lápiz en la mesa y desglosando el problema de forma adecuada para que ella entendiera todo el procedimiento. Dejando algunas anotaciones en los bordes, señalando con un par de flechas.
Tenten lo observó resolver el problema como si fuese la cosa más sencilla del mundo, cuando ella lo había dejado pendiente para copiarlo de algún otro compañero la respuesta. Por que no sabía que hacer al respecto. Lo contempló fruncir el ceño levemente mientras su pulcra letra iba llenando los bordes.
Él terminó dejando el lápiz a un costado y se encontró a la castaña observándolo con gran fascinación, aunque al ser descubierta ella simplemente desvió la mirada con un tinte en sus mejillas. Gesto que al mismo Neji le causó un sentimiento cálido.
―Bien, espera, iré a buscar mis partituras.
En ese momento Neji se levantó mirando la casa en su totalidad. Tonos pasteles en la pared y los muebles de madera le daban un aspecto bastante cálido y hogareño. Podía sentirse realmente cómodo en el lugar. En la pared vio diferentes cuadros, y uno en particular llamó su atención. Fue ahí que no pudo evitar sonreir al ver a la chica que él recordaba unos años atrás, manchada de lodo y abrazando a una mujer. No podía imaginar a la niña de alguna otra forma. En ese entonces solía usar dos chongos en la cabeza, pero en el tiempo que habían empezado a hablar, había visto su cabello de todas las formas posible.
La forma como lo llevaba ese día era su favorito. Ya que las hebras se entremezclaban dando un aspecto ondulado y enmarcaban su rostro dando un aire más profundo y resaltando aquellos ojos avellana que brillaban cada vez que reía.
Caminó un poco más encontrándose con un piano pegado a la pared, era algo viejo el modelo, pero cuando Neji destapó las teclas y presionó un La sonó bastante bien. Seguía afinado y es cuando pensó que Tenten podía tener talentos que él mismo no conocía.
―Era de mi padre. ― Su voz tranquila lo sobresaltó ligeramente, la vio acercarse hasta estar a su lado. ― No nací con el talento de mi padre, pero me gusta verlo aquí, es parte de la casa, aunque sea de adorno.
Tenten le ofreció la partitura para que viera la letra de la canción y le enseño cual sería su solo. Él reconoció de cual se trataba. Ella intentó buscar entre sus cassette el que traía la canción para poder enseñarle como iba.
"¿Puedo?"
Él le indicó el piano a lo cual ella confundida y un poco dispersa intentando buscar el cassette entre el montón que su madre había ordenado, le indicó con afirmación. Leyó la cinta pegada en el cassette sacándolo de la pequeña caja justo en el momento en que una melodía inundó la casa.
Tenten entreabrió los labios cuando las notas de una canción que conocía perfectamente se comieron el silencio de la casa. Las notas altas vibraron por toda la habitación y la castaña sintió su cuerpo erizarse en totalidad. La expresión de total concentración del chico enfrente tuyo no le permitió pensar en nada más.
Neji se detuvo cuando la ultima nota llenó la habitación y abrió los ojos regresando a la realidad. La vio parada a su lado con el rostro estupefacto, y tomó asiento en la banca del piano con rapidez. Tomó sus manos, rodeándolas con las de ellas y lo miró con gran intensidad.
―¡Tocas el piano!, no puedo creerlo, ¿Por qué jamás me lo habías dicho?
Neji simplemente se encogió de hombros, ya que no era como si fuese por la vida diciendo que solía pasar su tiempo en casa aprendiendo a tocar el piano. La chica lo observaba con detenimiento.
― Y sobretodo esa canción, no me canso de escucharla.
El sonrió ante ese comentario ya que el mismo disfrutaba bastante tocar esas notas, era de sus canciones favoritas y la primera que había aprendido a tocar.
"De igual forma disfruto bastante esa canción"
Ella extasiada comenzó a hablar sobre esa banda, que cada una de sus canciones eran alucinantes y que más gente debería conocerlos. Él simplemente la observó, notando como con algo tan sencillo como hablar de una banda lograba expresar tanto, sin reprimirse ningún sentimiento. Él afirmó en cada ocasión, mencionando un par de cosas a favor de sus comentarios.
Pero algo más atrajo la atención del masculino y sin detenerse a pensar en nada, tomó entre los dedos un mechón de cabello que tapaba la frente de la chica y lo pasó atrás de la oreja. Sus dedos rozaron el rostro femenino de forma muy sutil, aunque eso fue suficiente para desatar algo que se posicionó en la boca de su estómago.
El Hyūga a esa distancia y sin retirar la mano de detrás de su oreja, observó como las pupilas de la fémina se expandieron. Destellaron y con la luz procedente de la lampara que tenían sobre ellos pudo ser exportador del color ámbar más bonito que jamás había tenido la dicha de ver, hasta ahora. Brilló con una intensidad que cualquier piedra preciosa resultaba opacada a su lado. El genio tragó saliva y por un momento se vio hundiéndose en esa sustancia caliente, más cálida que el sol mismo en el día de verano más caluroso. Un calor que llenaba cada célula de su cuerpo y brindaba un confort y tranquilidad que arrullaba su pecho. Neji Hyūga se perdió un leve segundo. Un sonido leve lo trajo a la realidad y en ese instante entendió que las partituras habían caído al suelo.
Ambos reaccionaron y ella se levantó en busca de un poco de agua en la cocina. El genio se reprendió ante tan bochornosa actitud. ¿Qué estaba pasándole? Él no se tomaba tales libertades, siempre buscaba mantener una considerable distancia de las personas, pero con ella, de alguna forma le era inevitable.
Ella estaba haciendo estragos en él.
La vio ingresar de nuevo mientras recogía las partituras en completo silencio. ¿estaría enojada por tan inoportuno comportamiento? Tal vez era momento de irse. No le gustaba la sensación de sentirse fuera de control o no poder controlar sus propios actos. Se sentía tan...fuera de sí mismo.
―Bien, empecemos. ― Se detuvo de pararse cuando ella habló con tanta confianza que Neji mismo dudó en su había sucedido o no.
Sin embargo, un leve temblor en sus manos por la sensación de tocar la piel femenina le confirmaron que esa cercanía había sucedido. Comenzó a tocar las notas de aquella canción de memoria, escuchándola tararear la parte de la canción que no era la suya. El coro vino a continuación con gran imponencia, dando lugar a su parte.
Tenten abrió la boca y un fuerte golpe en su pecho lo sacudió, mientras sus dedos mismos seguían por intuición los pasos que deberían. Neji sintió un brincoteo en su pecho y de reojo la observó mientras cantaba con los ojos cerrados.
Su voz esta acariciando su interior, arrullándolo con gran ternura, con esos tonos altos que manejaba con maestría, aún cuando la nota más alta se hizo presente. La canción siguió de largo mientras ella cantaba el resto de la letra perdida en sus ensoñaciones.
Neji había empezado a tocar el piano desde que tenía uso de razón, desde el inicio fue adiestrado por maestros particulares para que puliera el don que le habían dado, del dominio del propio piano. Ahora mismo seguía haciéndolo por pasatiempo mismo ya que no tenía más clases particulares. Usaba la música como un método de escapa que le servía para drenar sus más profundas agonías, dejaba salir su alma lastimado en cada una de las notas. Drenando cada uno de sus martirios y sentimientos, era la única forma en que Neji Hyuga podía expresarse. Por lo cual la música ahora lo era todo para él.
Tenerla de pie ahí, cantando con total dominio, dejando salir la más dulce de las voces de aquella garganta, tal que su misma piel se erizó en respuesta. Ella misma sentía la potencia de la música, que era la forma de expresarse y daba a entender su grito de querer ser escuchada.
Gritaba tan fuerte como él por ser escuchada.
Algo en su interior se rompió cuando la canción terminó y lo contempló con esperanza reflejada en su rostro. Esperando alguna reacción de él, cosa que el mismo no sabía cómo reaccionar.
―¿Qué tal? ― Ella moría de nervios. Por su dominio en el piano sabía que él tenía desarrollado el oído musical y de verdad esperaba alguna respuesta de su parte.
Él solamente dijo la única palabra que se le vino a la cabeza.
"Perfecto"
Ella soltó un alarido de la emoción contenida que tenía momentos antes y presa de eso mismo rodeó su cuello con sus brazos, pegando ambos cuerpos en esa celebración por parte de la castaña.
Neji sintió todo su organismo sucumbir a ese gesto y su corazón bombeó sangre de forma desesperada. Su corazón iba a salirse en cualquier momento. Podía sentir la piel femenina en contacto de la suya, atravesando la ropa.
Ahora una sola cuestión inundaba todo su ser.
¿Cómo podría transmitir aquellos sentimientos que tenía atorados en la garganta, sin que las palabras sean indispensables?
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¡Hoy es el día de las actualizaciones!
Por eso, les traigo esta que aunque no alcanzó los votos, es demasiado tierna y adorable para no traerla, espero que lleguemos a los votos pronto para poder subir continuación pronto.
¡Que estén bien!
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