Capítulo 06: Verdades a medias

Estuve equivocada desde un principio, nunca supe lo que pasaba en realidad. Todo era muy confuso a mí alrededor, pero con el tiempo entendí cada una de sus razones.

Juzgué, odié y critiqué a personas que al parecer no se lo merecían. Fue injusto, lo sé, pero eso fue lo que mis ojos vieron en el momento, y ahora me arrepiento por no abrirlos bien y escuchar lo que tenían para decirme.

Todo fue tan confuso, pero demasiado claro al mismo tiempo, y él lo terminó de enredar más cuando regresó a mi vida.


―Me rindo, no sirvo para esto. Prefiero ver matemáticas toda mi vida que entender los libros que nos mandan a leer en el instituto. Esto me hace odiar la literatura.

Mae dejó el libro que estábamos leyendo sobre la mesa de la sala, para luego acostarse sobre el sofá.

Teníamos que realizar un ensayo sobre aquel libro, y nos habíamos reunido en mi casa para hacer el trabajo juntas. Claro que Nicole se distraía fácil con su móvil y Maevis no lograba pasar de la primera página. Rachel estaba concentrada en avanzar y yo, pues, me distraía un poco en mis pensamientos.

Avanzo más rápido cuando leo sola.

―Ni siquiera has pasado al primer capítulo ―Rachel se burló de su novia.

―Odio los libros que nos manda a leer la profesora, no soy Avery que ama hasta el periódico escolar.

― ¡Mae, baja los pies de mi sofá! ―La reprendí.

Rachel rio.

La puerta de entrada se abrió dejándonos ver a mi padre entrar con tres cajas de pizza en sus manos y una pequeña rubia detrás de él, mi hermanita, Morgan.

―Avery, les traje pizza, llevan todo el día estudiando para su examen y supuse que querían comer algo.

― ¡Gracias al cielo! Moría de hambre y Avery no es la mejor anfitriona que digamos, no te ofrece ni agua ―Mae se levantó rápidamente del sofá.

―No se emocionen que una caja es mía. Mis amigas se quedarán a dormir esta noche ―mi hermana menor se apresuró a tomar una caja entre sus manos y subir a su habitación.

―Avery, Morgan es una odiosa ―se quejó Mae.

―Bueno, vayan a comer antes de que se enfríe ―dijo mi padre entregándole las dos cajas a Mae, quien, sin esperarnos, se dirigió a la cocina.

―Espero no la haya pedido con anchoas, señor Jones. No es mi ingrediente favorito.

Si, Mae era todo un personaje.

Me levanté del sofá junto a Rachel y Nicole, nos dirigimos a la cocina para cenar antes de que Maevis terminara con la pizza ella sola.

―Creí que estabas entrando al mundo fit, ya sabes, en eso de hacer ejercicio, practicar yoga, dejar de comer comida chatarra ―habló Nicole a Mae tomando un pedazo de pizza.

―Te equivocas, la del mundo fit es Rachel, ella es la que no puede vivir sin el yoga, los ejercicios, el baile, el ballet, la bebida verde y la comida vegana. Mientras ella me obliga, yo finjo escucharla y disfruto de una buena porción de las tartas de mi abuela.

Reí disfrutando de la pizza.

―Ya no tengo fuerzas para seguir leyendo el libro, continuemos mañana, ¿sí? ―pidió Maevis―, puede darme una indigestión si leo otro párrafo.

― ¡Ni siquiera has empezado el primer capítulo! ―Rachel y yo dijimos al unísono.

― ¿Y qué creían? ¿Qué el prólogo y la sinopsis son invisibles? Pff... Denme un respiro ―Mae se defendió.

Salí de la cocina cuando el sonido de mi móvil resonó en la cocina. Observé el nombre de mi madre en el identificador de llamadas y rápidamente respondí.


―Mamá...

—Hola, Sophia.

―Pensé que no volverías a llamar.


Mis amigas me miraron de reojo y yo salí de la cocina para hablar en la sala con mi madre, había muchas cosas que tenía que decirle y esperaba que simplemente fuera honesta conmigo.


—Lo siento, he estado un poco ocupada.

― ¿Viéndote con otro hombre?


Sí, debía decirlo en algún momento y simplemente salió de mis labios, no lo pude contener más, de todas formas, el tema lo sacaría tarde o temprano.


—Avery, no se suponía que te enteraras de este modo, Jeremy me dijo que llamaste el otro día.

―Entonces sí estás saliendo con otro hombre...

—Te prometo que iba a decírtelo, pero no así.

― ¿Y cuándo ibas a decírselo a papá? ¿O pretendías seguir montándole los cuernos?

—No es así, Avery. Tu padre ya lo sabe, por eso me fui, nos vamos a divorciar.


De acuerdo, todo este tiempo estuve equivocada, defendía a mamá cuando ella estaba con otro hombre. Lloraba por ella cuando mi padre era a quien estaban engañando.


―Entonces, solo te fuiste a Washington para verte con ese tal Jeremy, te fuiste y me dejaste sin darme alguna explicación. ¡¿Sabes cuantas noches lloré por ti, mamá?! ¿Sabes siquiera cuantas noches pensaba si estabas bien?

—Cariño...

― ¡No! ¡No lo sabes! Porque te fuiste y nos dejaste sin siquiera decir adiós. Ahora solo vienes con tu cara lavada a decirme que estás saliendo con otro hombre. ¿Cómo quieres que lo tome entonces, mamá?


Para ese momento ya sentía cómo mis ojos se humedecían y no contuve más las lágrimas. No sabía si lloraba de rabia porque me había mentido o de tristeza porque mi familia se iba a la mismísima mierda.

¿Cómo siempre me decía que no tuviera miedo en contarle mis problemas? En pedirle ayuda, consejos, me decía que siempre seríamos un equipo. Y me entero por accidente que está con alguien más que no es mi padre.

Nicole, Rachel y Maevis habían salido de la cocina hace unos minutos y avanzaron cautelosas hacia donde me encontraba sin decir una sola palabra, solo me dieron todo el apoyo que necesitaba en ese momento.


—Perdóname hija, por favor, perdóname. No lo pensé ni actué de la mejor manera... pero me enamoré, no puedes culparme por eso —mi madre habló entre sollozos.

—No, no te culpo por eso, mamá, te culpo por mentirnos a Morgan y a mí, por actuar como una cobarde e irte de esa forma sin dar explicación.

—Avery... no lo entiendes, y tampoco tienes por qué hacerlo, esto es un matrimonio de dos, tú eres mi hija y pase lo que pase no debes estar mal con ninguno de los dos, porque somos tus padres, cielo.

—Un padre no abandona a sus hijos como tú lo hiciste.

¡Lo lamento! ¿De acuerdo? Me equivoqué, y ahora me doy cuenta del daño que te causé a ti y probablemente a Morgan, pero me hacen muchísima falta, eres mi pequeña Sunshine...

—No, no me llames de esa forma, eso no se hace, no es justo que me hagas pasar por esto, no es justo que me abandonaras, no es justo que tan solo me dejaras una mísera carta de despedida y no es justo que nunca llamaras para al menos saber que estás viva. Un «lo siento» no arregla todo el daño que me has causado con esto, mamá.

—Jamás pensé que esto te afectaría tanto, sino ten por seguro que no lo hubiese hecho, y quizá ya no pueda regresar atrás y no irme de esa manera, no venirme a Australia con Jeremy y poder ser sincera con ustedes, pero cometí un error, sí, me toca pagarlo con tu rechazo, lo sé, pero te quiero muchísimo, Avery, jamás dejaré de hacerlo.


Me dio un poco de vergüenza que mis amigas me vieran llorar de esta forma mientras hablaba con mi madre al teléfono en la sala, pero no podía evitarlo, estaba muy herida. Imagínense el shock al enterarme de que está con alguien más, y no enterarme precisamente por ella. Darme cuenta de que juzgué injustamente a mi padre, la defendí, y darme cuenta de que es una mentirosa que cambió a sus hijas por un romance veraniego.

Simplemente no es justo.

Y lo que más me dolía, era que a pesar de todo este dolor que siento por tenerla lejos, daría lo que fuera por olvidar todo, aceptarlo y estar como antes, porque quiero a mi mamá más que nada en el mundo.


—No te preocupes por Morgan, todavía no lo sabe, lo sabrá, pero todavía no, al menos no así. Ella no merece pasar por el dolor que me hiciste pasar a mí por tus pésimas tomas de decisiones.

¿Sabes? Espero algún día puedas perdonarme, ustedes son lo más preciado en mi vida y me odiaría por siempre si llego a perderlas por esto. Entiendo que estés enojada conmigo, quería decírtelo después de las Navidades, no quería arruinar un mes tan especial para ti. Quería explicarte todo en persona, presentarte a Jeremy como es debido y que Morgan y tú vinieran a visitarme en Melbourne para las vacaciones navideñas.

―Creo que mejor hablamos otro día, tengo que terminar mis deberes —respondí sin mucho ánimo de seguir escuchando sus explicaciones.


No quería llorar más.

Estaba cansada de revivir ese momento en mi cabeza, de imaginar distintos escenarios de ellos dos burlándose de mi papá, de ella mintiéndonos en la cara y sobre todo de ella yéndose de la casa y abandonándome justo como todos lo hacían en algún momento.

Así como Adler me dejó.

¿Amores? No existen, simplemente llegan para ilusionarte y se van al segundo que caes dejándote sin estabilidad emocional.

Pero jamás pensé que mi propia madre me dejaría también... mi propia familia.


—Entiendo que no quieras hablar, amor, pero cuando estés lista, estoy aquí para escuchar todo lo que quieras decirme. Las amo.

Finalicé la llamada soltando un suspiro para luego secar mis lágrimas con las mangas de mi sudadera. Las chicas me envolvieron en un abrazo dándome el apoyo emocional que en estos momentos necesitaba, no mencionaron o preguntaron algo al respecto, simplemente me dieron el espacio que necesitaba y me dejaron llorar en silencio.

―Gracias, pero quiero estar sola, iré a mi habitación a dormir, no las estoy botando de mi casa, si quieren quedarse, háganlo, pero necesito un tiempo a solas conmigo misma ―les avisé.

―Nosotras nos iremos entonces, cualquier cosa no dudes en llamarnos, ¿sí? Sabes que en mi casa eres bienvenida las veces que quieras y necesites ―comentó Rachel.

―Antes de irte a la cama come algo, Av ―Nicole me abrazó nuevamente―. Te quiero mucho, rubia, descansa.

―Pero si todavía no termino de comer mi pedazo de pizza y tengo hambre ―Mae se quejó y Rachel le dio una mirada asesina―, pero yo puedo comer en el auto tranquilamente, duerme mucho como la perezosa que eres y ten tus sueños calientes para que te levantes de buen humor por la mañana ―Nicole la observó asqueada― ¿Qué? Solo intento subirle el ánimo.

―Pues no intentes, tus ánimos apestan ―respondió Rachel.

―Qué aburrida eres, te pareces a Logan ―Mae replicó.

―Ya calla, Avery necesita descansar, ha recibido mucha información en una sola noche. Andando ―habló Nicole antes de levantarse del sofá donde todas nos encontrábamos sentadas anteriormente y dirigirse a la puerta.

Rachel dejó un beso en mi frente y Mae me abrazó. Las chicas salieron de mi casa y cuando todo quedó en silencio respiré profundo antes de dirigirme a la cocina y recoger todo. Guardé mis trozos de pizza en la nevera, con tal noticia había perdido el apetito.

Quizá en la madrugada cuando me diera hambre las caliento y me las como porque sé que de mañana no pasan con Morgan y sus amigas en casa.

Mi madre se mudó con su novio a Australia... no duró ni un mes en Washington sola, que maravilla.

Y el solo pensar en lo que dijo, el pasar Navidades con ella y ese tal Jeremy, no lo sé, es decir, quiero estar con ella, pero me enfurece muchísimo lo que hizo, mi orgullo no me deja decirle «Sí, voy a pasar Navidades con ustedes».

De todas formas, en estos momentos no haría mucho, todavía quedaba tiempo para poder pensar mejor y hablarlo con Morgan. No tengo que tomar una decisión ahora, ¿quién sabe si de aquí a allá ya está todo en el olvido?

Cuando el timbre de la entrada resonó en toda la casa, creí que eran mis amigas que habían olvidado algo o en todo caso las amigas de Morgan, pero me llevé la sorpresa de encontrar al chico alemán frente a mi puerta. Sí, el chico que conocí en el supermercado y pagó mis compras. El que terminó siendo mi novio el año pasado y había regresado a Alemania.

―Adler...

―Hola, Sunshine.

OMGOMGOMG ¿PREPARADOS PARA LO QUE SE VIENE?

¡Adler ha llegado oficialmente a la historia! ¿Y saben lo que significa? The Drama...

Hablemos del capítulo: 

¿Creen que Avery aceptará irse a Melbourne para Navidad? Uhh está difícil, porque ahora se vienen muchísimos más problemas y nuevos personajes están por aparecer.

Mientras tanto, ¿Cuál es tu personaje favorito? El mío siempre será Mae. Es que me río un montón escribiendo sus escenas, esa chica es oro puro, señores.

Ahora, la pregunta del año: ¿Son TeamAdler o TeamLogan? ¡Los leo!

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