Mujer de tres cafés en una noche y cuatro cigarros pa' la nostalgia, cuanto me gustaría conectar con la atmosfera de tu nicotina, solo para ser idealista en un instante de tu vida.

A veces, sin que me descubras me encuentro observando en tus ademanes la maravilla de dolor que inspiras haciendo felices a los que mas te hieren.

Ojala yo nunca te vea en bajo, por el suelo ni descalza, ya que el manejo de la tristeza no esta tan bien practicado en mi alma.

Me gusta tenerte a mis oídos mientras escuchas mis tontos poemas y piensas en lo ridículo que sueno bailando lento en la esquina de tu boca cuando repites con aires de sarcasmo lo que he dicho.

Se que si pudieras entrar a mente no lo dudarías ni un segundo y correrías a mis brazos cada noche de tormenta buscando paz, esa que la encontrarías tirada en la alfombra donde cada vez que me rechazas sacudo la miseria de mis pies, que nunca dejan de caminar hacia ti, por mas dolorosa que seas, porque jamás dejaras de ser mi ser, y poseer mi alma.