17. Rosas en su cabeza.

El vendedor de rosas se ha marchitado solo de verla pasar por su lado con esa mirada perdida y ese no se qué que lastima.

Los curiosos le han preguntado que pasa y ella ha contestado que el proceso al que llaman vida le a dejado cicatrices.

Pero esta bien, y es que después de muchas caídas, las heridas no duelen.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top