1. Junio, 1997

En invierno te vi por primera vez. Salía vaho de nuestras bocas, palabras vacías a través de nuestros labios. Hablamos, pero no el uno con el otro. Hablamos con nosotros mismos mientras otros escuchaban o fingían escuchar. A nadie le interesaba lo que teníamos para decir en aquel invierno gris.

Pasaron los días. Pasaron las semanas. Agosto se convirtió en septiembre y la primavera volvió a florecer. Y nosotros seguíamos sin hablarnos, a pesar de vernos todas las semanas. Recuerdo esos meses de 1995 como los más tristes y lóbregos, aunque en nada se comparan con estos. Tonta de mí, que había tratado de convencerme de que me acostumbraría al dolor, de que un día no sería tan fuerte ni ardería en mi interior como una hoguera que no se marchita. Tuve esperanzas entonces, refugiada en nuestros encuentros y en aquellas miradas, cuando permanecíamos en un cómodo silencio.

Tengo tanto que decirte, Isaac. Todo lo que me guardé aquel año. Todos los pensamientos que acumulé después. Todos los sentimientos que tengo ahora.

Ahora,Isaac. Estás tan lejos de este ahora. Y tan cerca. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top