—¿A qué se refiere este fulano? —se apresuro a preguntar Sasuke, viendo con extrema confusión a su hermano mayor.

No fue necesario que Itachi contestara, pues Deidara se acercó a ellos con paso firmé, haciendo que el Uchiha mayor se sintiera algo pequeño.

—Itachi Uchiha, a partir de hoy eres mi amigo —sentenció el rubio, a la vez que apuntaba al mencionado con el dedo índice—. Si te portas bien tal vez logres escalar al papel de amigo relevante, y si te esfuerzas quizás algún día llegarás a ser mi mejor amigo.

—Será un placer —formuló sin tener la más mínima idea de cómo responder a algo así—... creo.

—Bien —dijo el rubio—. Desde mañana te vas a sentar al lado de mi en todas las clases. Y solo para aclarar; no te estoy preguntando.

Realmente Deidara no sonaba como un dictador que iba a tener a Itachi como un sirviente en contra de su voluntad, aunque si el azabache no hubiese charlado con él anteriormente; habría pensado que era así.

—Llegaron por mi. Nos vemos mañana, amigo —se despidió el rubio, antes de acercarse a un coche negro (con apariencia de costoso) y subirse.

—Pero que tipo tan pesado —soltó Sasuke, viendo al coche en el que Deidara había entrado—. Te recomiendo que lo ignores o de verdad pensara que son amigos.

El mayor se limitó a sacar su teléfono y fingir que hacía algo importante, solo para no tener que seguir con ese tema.

(...)

—¿No nos conectarán el internet hoy? —preguntó Itachi, sintiendo como una lagrimita loca quería salir— Pero si ya llevamos una semana en esta casa, ¿Por qué tardan tanto en ponerlo?

—Todo aquí es una mierda —se limitó a decir Sasuke.

—Una completa mierda —le siguió Itachi. Rara vez se ponía del lado de su grosero hermanito menor, pero está situación lo requería.

—Solo tienen que esperar una semana más como máximo —les explico su padre, viendo algo decepcionado a Itachi por ponerse del lado de Sasuke—. Además de que no lo necesitan ahora. Deberían estar durmiendo, no quejándose.

—Por favor, yo puedo hacer las dos cosas al mismo tiempo  —dijo Sasuke, con una sonrisa de superioridad, ya que él solía hablar dormido.

Ya habían esperado los dos hermanos Uchiha por internet poco más de una semana, ¡No podían esperar otra!

—Este es el plan —hablo Sasuke, llamando la atención de su hermano mayor, mientras abría la ventana de su habitación—; al final de la cuadra hay una casa que por las pintas que tiene se nota que tienen internet.

—¿De verdad planeas salir por la ventana usando sábanas para ir hasta ahí? —le preguntó el mayor, viendo con curiosidad a Sasuke, quien ya había empezado a amarrar varias sábanas para utilizarlas como una cuerda.

—No, tú bajarás usando sábanas para ir hasta esa casa y robar internet —aclaró el menor, terminando de amarrar una cobija—. Te daré una lista de canciones para que descargues y me las pases cuando regreses, claro, si es que regresas.

—Estas más que loco si piensas que voy a hacer algo así —soltó Itachi, riendo burlón. ¿De dónde había sacado Sasuke que él haría algo así?

—Tu escritora favorita ya actualizo y te estás perdiendo esos nuevos capítulos —le recordó.

—Pásame esas sábanas.

Claramente estar envuelto en una sábana de flores a las afueras de la casa más bonita de la cuadra mientras robaba su internet no era lo mejor que un adolescente de diecisiete años podría estar haciendo a las dos de la mañana, pero al menos ese adolescente no se estaba perdiendo las actualizaciones de su escritora favorita.

—¿Desde cuándo Sasuke escucha a Selena Quintanilla? —se preguntó a sí mismos, leyendo la lista de canciones que su hermano menor le dió.

Itachi estaba tan concentrado descargando ilegalmente canciones que casi le dio un paro cardíaco cuando escucho la puerta principal de la casa abrirse.

—¡Largo, drogadicto, aquí no damos limosnas! —le gritó una voz que en muy poco tiempo se había vuelto muy reconocible para el Uchiha.

—¿Deidara? —preguntó Itachi, poniéndose de pie para ver mejor al rubio.

—¿Cómo sabes dónde vivo? —se apresuro a preguntar, viendo super extrañado al azabache, más que nada porque estaba envuelto en una sábana floreada y no porque estaba fuera de su casa a las dos de la mañana.

—En realidad yo no sabía que vivías aquí —respondió, dirigiendo su vista a las bolsas de basura que llevaba Deidara—. ¿A esta hora sacas la basura?

—Mamá me dijo hace seis horas que la sacará, pero se me olvidó —contestó, aunque sentía que él no era quien debía responder preguntas—. ¿Que haces aquí?

La mente de Itachi se quedó completamente en blanco por un momento, hasta que dio con la respuesta más lógica posible; la verdad.

—Como nos acabamos de mudar no tenemos internet, así que vine a robarte —respondió, sonriéndole a Deidara para que esté tuviera piedad de su pobre alma.

—Mira que bonito —dijo de forma sarcástica.

—Pero ya me iba, solo quería descargar un par de canciones y leer un poco —añadió, dando media vuelta para regresar a su casa.

—Después puedes venir de visita, así nadie te va a confundir con un drogadicto limosnero —propusó el rubio, dejando la basura en un contenedor—. También podrías decirme dónde vives.

—En la casa con más color tierra de toda la cuadra —respondió Itachi, con una sonrisa, antes de salir corriendo en dirección de su casa. No iba a soportar más el frio— ¡Nos vemos en clases!

—Y yo aquí pensando que al fin había encontrado a alguien normal...

Me emociona que este sea el capítulo cinco o((*^▽^*))o

Aunque en realidad todo en esta historia me super emociona y me hace sentir como una Moru mamadisimaヽ(｡◕o◕｡)ﾉ.