-¿Quiénes sois?- preguntó Fiddles asustado -¿Y qué queréis de mí?-

-Tranquilo, sólo hemos venido a ayudarte- dijo Nabnab

-Exacto, te hemos salvado para que puedas volver a tu hogar- dijo Nabnaleena -Es Cityngeon, ¿no?-

-Sí, así es- dijo Fiddles -Pero no sé cómo se llega desde aquí-

-Pues para eso estamos nosotros- dijo Nabnab -Para ayudarte-

Al oír eso, Fiddles sonrió.

En el laboratorio.

Syringeon estaba callado, desde que Flumbo se había llevado a Fiddles no había soltado ni una sola palabra de su boca.

-Papá, Fiddles estará bien- dijo Cuqui

-Exacto, la esperanza es lo último que se pierde- dijo Moni

Pero no les hacía caso, fue a la cocina y empezó a beber cerveza como un loco.

-Necesito más...-

-Señor, no creo que esté bien beber tanto alcohol- dijo un Citizen

-¡Cállate!- gritó Syringeon dándole un puñetazo en la cara al Citizen -¡Dame más cerveza!-

Las semanas pasaban, y Syringeon pasó de beber cerveza a esnifar una sustancia llamada Givaína, un tipo de droga.

-Fiddles... hijo...- dijo Syringeon llorando delante de una foto de su hijo

Todos los que vivían en el laboratorio se dieron cuenta de que los ojos de Syringeon estaban dilatados y todo su cuerpo temblaba, la Givaína no le estaba sentando bien.

Volviendo con Fiddles, estaba refugiado en el hogar de Nabnab y Nabnaleena.

-¿O sea que vivís en este pequeño lugar? ¿Y no lo pasáis mal?- preguntó Fiddles

-Bueno, tampoco está tan mal- dijo Nabnab -Pero porque la tengo a ella-

-Así es, al tenerlos el uno al otro, todos los problemas parecen menos de lo que son- dijo Nabnaleena -El único problema es que nos hiciesen daño-

-Vaya, entonces lo de ustedes es... ¿amor?- preguntó Fiddles

-Así es, pequeñín- dijo Nabnab

-Ajá, el amor es cuando miras a la persona que te gusta con gran admiración y sientes cosquillas en el estómago cuando estás con él- explicó Nabnaleena -Es un sentimiento muy bonito-

Al oír eso, Fiddles se quedó callado.

-¿Qué pasa, Fiddles?- preguntó Nabnab

-Entonces yo creo que me he enamorado- dijo Fiddles

-¡¿SÍ?! ¡¿DE QUIÉN?!- preguntó Nabnaleena emocionada

-Ay mi madre, ya empezamos con la sesión de chisme- dijo Nabnab

-No sé cómo se llama, pero era compañero de Flumbo- dijo Fiddles -Era grande, verde, fuerte y estaba muy bueno-

-Te refieres a Jumbo- dijo Nabnab -¿Te has enamorado de él? ¿En serio?-

-Sí, me salvó la vida, pero cuando lo miré sentí cosquillas en mi estómago- dijo Fiddles -¡Y quería pasar más tiempo con él!-

-¡A mí se me ha ocurrido un plan para que puedas pasar rato con él!- dijo Nabnab

-¿Cuál?- preguntaron Fiddles y Nabnaleena

-Bueno, Jumbo es psicólogo, ¿no?- dijo Nabnab -A lo mejor tiene su Jumbo Josh Launge abierto. Así que podrías ir con la excusa de que quieres que te ayude con un problema y listo-

-Ey, ¡es muy buena!- dijo Fiddles -¡Gracias, Nabnab!-

Fiddles abrazó a Nabnab.

-Nunca nadie me había dado un abrazo aparte de Leenab...- se dijo Nabnab a sí mismo mientras lloraba de la emoción

En el laboratorio de Syringeon.

-Señor, aún no sabemos nada de Fiddles- dijo un Citizen -No lo hemos encontrado-

-¡MENUDA PANDA DE IMBÉCILES ESTÁIS HECHOS! ¡NO SERVÍS PARA NADA!- gritó Syringeon taladrando al Citizen

-¡Aaaaaaaaaaaaaargh!-

El Citizen murió.

-Quiero que encontréis a mi hijo...- dijo Syringeon -¡QUIEN VUELVA A AQUÍ SIN ÉL, ESTARÁ MUERTO! ¡¿QUEDA PUTO CLARO?!-

Todos asintieron.

Cuqui y Moni estaban en su habitación llorando, no les gustaba ver a su padre así.

-Desde que Fiddles no está, papá ha cambiado- dijo Cuqui

-En realidad es por eso llamado Givaína- dijo Moni -Hay que quitárselo-

-Pero eso tendrá una consecuencia grave- dijo Cuqui -Es mejor esperar a que llegue Fiddles-

Mientras tanto, Nabnaleena estaba ayudando a Fiddles a que estuviese guapo para Jumbo.

-¿Te puedo preguntar qué me estás poniendo?- preguntó Fiddles

-Te estoy poniendo unos polvos que te harán ver más brillante- dijo Nabnaleena -Flumbo te ensució con sus manos-

Y después de un rato, ya estaba listo.

-¡Perfecto, ya estás listo!- dijo Nabnaleena

-¡Por fin, a conocer a Jumbo!- dijo Fiddles emocionado

CONTINUARÁ...