CAPÍTULO 2: SALIDA A CITYNGEON

Al día siguiente.

Fiddles se despertó.

-¿Y Cuqui y Moni?- preguntó

Al salir de su habitación, Fiddles escuchó ruido en otra sala, así que decidió ir hacia allí. Cuando entró, vio que Cuqui y Moni estaban desayunando con Syringeon.

-Anda, estáis aquí- dijo Fiddles

-¡Fiddles, hijo!- dijo Syringeon -Siéntate, empezamos hace poco-

Fiddles se sentó con Cuqui y Moni.

-¿No me podíais avisar de que ibais a estar aquí?- preguntó Fiddles -Si no llega a ser por vuestros ruidos, no os encuentro-

-Bueno, pues ya sabes dónde está el comedor- dijo Cuqui

-¿Quieres unas tortitas, hijo?- preguntó Syringeon

-Sí, ¿por qué no?- respondió Fiddles

Syringeon le preparó unas muy buenas tortitas a su hijo, que se las comió con mucho apetito.

Por la tarde.

Fiddles, Cuqui y Moni estaban en su habitación.

-¿Estás aburrido?- preguntó Moni

-Sí, la verdad- dijo Fiddles -No veo nada divertido aquí, ¡y tampoco conozco el laboratorio!-

-Seguro que papá te lo enseña mañana, hoy es para que te adaptes a tu hogar- dijo Cuqui

-Pues eso espero- dijo Fiddles -¿Por qué no podemos salir de aquí? ¡Ahí hay una ciudad!-

-Cityngeon no es un sitio seguro ahora mismo- respondió Syringeon apareciendo

-¡¿Qué?! ¡¿Por qué no, papá?!- preguntó Fiddles

-Hay peligros- dijo Syringeon -Peligros que no quiero que conozcas, aún eres muy joven-

-¡¿Muy joven?! ¡Me has creado con 7 años, y eso nunca cambiará!- gritó Fiddles -¡Siempre tendré 7 años, siempre seré "muy joven"!-

Syringeon suspiró.

-Tienes razón, pero aunque tengas 7 años toda tu vida, tu madurez irá avanzando- dijo Syringeon

-¿Qué hay en Cityngeon?- preguntó Fiddles

-No lo puedes saber- dijo Syringeon

-Te lo vuelvo a preguntar, ¿qué hay en Cityngeon?-

-No lo puedes saber, Fiddles- dijo Syringeon -Lo siento-

-¡¿QUÉ PUTA MIERDA HAY EN CITYNGEON, JODER?!- gritó Fiddles con los ojos rojos

Al ver esta escena, Cuqui y Moni empezaron a llorar asustados.

-¡DÍMELO!- gritó Fiddles agarrando a Syringeon del cuello

Fiddles estaba asfixiando a su propio padre, este último no entendía qué estaba pasando. ¿Por qué Fiddles tenía esa forma?

Y sin otra cosa que hacer, Syringeon taladró la mano con la que Fiddles le estaba asfixiando.

-¡Aaaaaaaaaaaaaargh!- gritó Fiddles volviendo a estar normal

El joven experimento estaba tirado en el suelo sollozando.

-Hijo, lo siento- dijo Syringeon a punto de llorar

-¿Qu-Qué ha pasado... papá?- preguntó Fiddles recomponiéndose con dolor

-Nada, no te preocupes- dijo Syringeon abrazando a Fiddles -Pero por favor, no salgas del laboratorio...-

Fiddles no entendía qué le pasaba a su padre, pero sus brazos eran tan cálidos y le daban tanta paz, que él también le abrazó.

Unas horas después.

Tras cenar, Syringeon les cerró la puerta a Cuqui, Moni y Fiddles.

-Sueñen con los angelitos, pequeños- dijo Syringeon yéndose

Cuando su padre se fue, Fiddles se despertó.

-Ey, ey, Moni- dijo Fiddles

Moni se despertó.

-¿Qué pasa?- preguntó Moni con sueño

-Que nadie se entere, avísame si papá o alguno de sus ayudantes viene- dijo Fiddles

-¿Por qué? ¿Qué vas a hacer?- preguntó Moni

-Salir a Cityngeon- dijo Fiddles

-¡Papá ya te ha dicho que no puedes, hay peligros!- dijo Moni

-Ya me las apañaré, confía en mí- dijo Fiddles -Prométeme que no se lo dirás a nadie-

Moni se quedó pensativo.

-Está bien, prometido- dijo Moni -Pero prométeme tú a mí que volverás-

-Te lo prometo- dijo Fiddles

Fiddles abrió la puerta y salió al pasillo acompañado de Moni.

-¿Cuál se supone que es mi misión, hermanito?- preguntó Moni

-Vigilar que no venga nadie- dijo Fiddles -¿Dónde está papá?-

-En su habitación, no sé si estará dormido u organizando un nuevo experimento-

Fiddles llegó al balcón.

-Perfecto, creo que con esta cuerda bajo bien-

-¿De dónde te has sacado eso?- preguntó Moni

-Jeje del culo-

Y así, Fiddles lanzó la cuerda y bajó por ella.

Ya abajo, levantó el pulgar hacia Moni, y este se fue a su habitación.

-Perfecto, así que esto es...- dijo Fiddles -...Cityngeon-

CONTINUARÁ...

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