Capítulo 53

La voz no llegaba a salir de los labios del menor de los Matsuno, tuvo miedo de responder a la pregunta que le había hecho su hermano mayor, miro a sus otros hermanos para darse cuenta que todos estaban en shock, ninguno sabía cómo reaccionar a la nueva información que tenían y en verdad llegaron a pensar de que era una mala broma o incluso una pesadilla de la cual se iban a despertar, sin embargo esto es la realidad y su hermano mayor esta en ese estado, con algo de valor Jyushimatsu se acercó al teléfono para hablar, esperaba que su voz no sonara quebrada y mucho menos triste, no quería poner una preocupación más a aquel que no los recordaba.

Jyushi- Osomatsunii-san... Iremos a verte pronto ¿Vale? Llegaremos allí alrededor de una hora para visitarte.-Al escuchar eso el mayor afirmo con algo de felicidad instalada en su pecho, sentía que esos chicos debían de ser muy importantes para él ya que se sintió completo al pensar que irían a verle y dejo que Nayeli volviera a tener su teléfono para que terminaran de hablar- ¿Desde cuándo esta así?

Naye- No lo sabemos con exactitud, pero sospechan que es una consecuencia del shock de vuestra partida.- El silencio volvió a instalarse alrededor de los hermanos Matsuno, sintieron la culpabilidad al escuchar por ellos mismos lo que habían provocado.- Esperaremos a que vengáis...

Afirmaron sin más insistencia y terminaron con la llamada, se miraron los unos a los otros, mientras pensaban en cómo se vería su hermano mayor, hablaron de algunas ideas que tenían para poder enfrentarse a lo que venía, el miedo estaba presente, pero ya no podían seguir como antes, se levantaron de la mesa y se acercaron para pagar las bebidas, no pasó desapercibido el coqueteo por parte de alguna camarera hacia uno de sus hermanos, aunque estos les respondieron que ya tenían a alguien en su corazón, si supieran esas personas que se trataban de ellos, tal vez y solo tal vez tendrían oportunidad de ser felices, pero el rechazo es algo que les da pavor y todavía no tienen valor a hacer ese movimiento. Caminaron fuera de la cafetería encontrándose por el camino con sus amigos, ambos ya habían dicho que Takuya les dejaría en el hospital, asique aprovecharían eso para prepararse mentalmente para estar delante de su hermano.

Arantxa se acercó al menor de los Matsuno para acomodar el cuello de suéter, así se podría ocultar mejor las marcas de esos hijos de puta, y aprovechando eso le comunico que tuviera cuidado de no ir solo y que estuviera cerca de sus hermanos para estuviera protegido, eso no pasó desapercibido por los demás, incluso se acercaron para saber qué estaban ocultando esos dos, pero no dijeron nada y cambiaron de tema. No porque no quisieran decirlo sino porque el menor no estaba preparado para tocar el tema, sobre todo con sus hermanos, por lo que no sabía cómo podrían reaccionar, alrededor de unos minutos fueron hacia el hospital, los nervios a flor de piel en cada uno y a pesar de que intentaron distraerse o dormir para no pesar, no lo lograron, tenían todo tan presente que su cerebro les traicionaba para que no se desviaran de su objetivo.

Takuya- Chicos...ya hemos llegado- Dijo al notar que estaban dudando si salir o no del auto, les dejo unos minutos para que estuvieran preparados, después de eso bajaron y se dirigieron por los pasillos del hospital, habían algunas personas que caminaban por allí visitando a sus familiares y algunos pacientes que estaban dando un pequeño paseo para no aburrirse en su habitación.

Recuerdos aparecieron de cuando fueron aquella vez, los gritos...las quejas, su hermano estaba peor en ese momento y ahora no sabían cómo estaba la situación, se acercaron a la sala de espera donde se encontraba Nayeli dando vueltas, cuando les vio se mostró más aliviada y las orejas oscuras en su rostro al igual que sus ojos algo hinchados llegaron a notarse, decidieron ir de dos en dos y Choromatsu prefiero ir solo, Todomatsu y Jyushimatsu entraron primero tocando la puerta antes de pasar a la habitación, fueron recibidos por una persona que les mostraba una sonrisa sincera, habían menos ojeras debajo de sus ojos, aunque parecía más delgado que la última vez que lo vieron, se acercaron a él con algo de temor, pero sin dejarles reaccionar fueron abrazados por los delgados brazos de su hermano mayor, aunque este estaba algo confundido de ver a personas con su mismo rostro algo dentro de él le decía que debía darles la bienvenida y en verdad que se sintió reconfortado por tenerles así cerca de él otra vez.

Ambos menores correspondieron el abrazo llegándose a aferrar a él con algo de desesperación, más no podían quedarse así por siempre por lo que se separaron del mayor y en ese momento pudieron ver brillo en sus ojos, comenzaron a contarle algunas cosas de su infancia como las miles de travesuras que hacían y como llegaban a molestar a su madre ya que se hacían pasar por el otro, momentos dulces y felices que hicieron que la calidez se posara en el corazón del mayor, sin embargo tenía una duda rondando su mente y el ver al menor de todos pudo corroborar que algo le había pasado, aunque esperara a hablar a solas con él para que pudiera desahogarse poco a poco, no hablaron de muchas cosas más y se despidieron para que sus otros hermanos fueran a hablar con él, aunque antes de que se marcharan una imagen de ambos chicos algo más jóvenes pasaron por su mente. Ahora entraron otros dos que llevaban colores distintos a los anteriores y se podían diferenciar con facilidad aunque pensó que tal vez sea porque una parte de él los recuerda, ambos le hablaron de como él era el líder que les guiaba y como había sido un gran hermano para ellos, como les había apoyado con sus sueños y como les protegía cuando ellos no podían con ello, no faltaron las lágrimas traicioneras salir de ambos muchachos, parecían ser más fuertes que los menores, pero parecía que la situación les superaba, Osomatsu coloco sus manos en el cabello de ambos chicos acariciándoles lentamente para que se sintieran mejor, le pareció nostálgico aquella acción y pronto pudo ver a esos mismos chicos pero de menores llorando con desespero, sonrió para ellos al sentirse alguien importante para esos chicos.

Por último fue alguien con la mirada bajada, parecía que temía por algo o tal vez por lo que diría, tan solo se acercó en silencio y agarro la mano de su hermano mayor, este se dejó hacer esperando a que el menor hablará cuando estuviera listo, sus palabras salían entrecortadas y tan solo podía escuchar como pedía perdón de manera desesperada, al notar eso se acomodó un poco para poder estar cerca de aquel muchacho de su mismo rostro y se acercó a abrazarlo, aunque una parte de él no supiera a que se refería, otra parte quiso llorar por aquella situación y sus lágrimas no tardaron en bajar por sus mejillas, pasaron a estar así por un buen rato consolándose entre ellos, parecía que no necesitaban hablar para expresar lo que pasaba, pronto pudo ver a ese pequeño niño parecido a él agarrando la mano de su hermano menor, una sonrisa apareció entre ellos y camino dirigiéndose a la puerta donde se encontraban la imagen de sus hermanos pequeños al frente de su ahora yo mayor, no tardaron en ir a abrazarse entre todos.

Por primera vez busca un final en el que seas también feliz, ellos pueden ser perdonados... ahora perdónate tú mismo.
Desapareciendo delante pudo ver como el peso de la carga que estuvo llevando en su espalda se iba cayendo de a poco, sus hermanos se habían separado del abrazo y miraron a su hermano mayor con sorpresa, la luz del atardecer se filtraba por la ventana dejando ver una imagen infantil de su hermano sonriéndoles con ternura y a su hermano hecho un desastre con lágrimas en sus ojos como si se hubiera desahogado con ellos, a pesar de no recordar algunas cosas podía decir algo con seguridad, sonrió mientras miraba a cada uno de sus hermanos menores, habían cambiado tanto y ahora estaba seguro que tenían una vida hecha, pero aun así ellos cumplieron y fueron a verle.

Oso- Bienvenidos a casa... pensé que no volvería a veros.- Intento reír para no sentirse más patético e hizo su gesto característico de pasar su dedo por debajo de su nariz, sin embargo las millones de emociones se desbordaban y volvió a llorar dejándose ver por primera vez débil por aquellos que intento proteger.

Cerca de allí se encontraban sus antiguos amigos presenciando aquella hermosa imagen donde se rencontraron aquellos hermanos inseparables, por primera vez habían dado uso a su frase que llegaron a utilizar como excusa en su adolescencia "ellos son yo y yo soy ellos". Se miraron los unos a los otros habían cumplido uno de los deseos de Matsuyo, recuerdan cuando la conocieron que temía por cada uno de sus hijos, les hizo prometer que si algún día sus hijos iban por caminos separados a costa de su propia hermandad, ellos les encaminarían por el buen camino, porque sabían que la culpabilidad y el arrepentimiento iría tras ellos.

Ichi- te diremos lo que ha pasado en estos días, estoy seguro que estarás orgulloso de nosotros Nii-san- Su voz era más calmada, no quería hablarle de manera brusca a su hermano mayor, ya habían tenido muchos malentendidos y no quería que por más su hermano mayor se hiciera de menos.

Oso- No tenéis que demostrarme nada...- Todos le miraron confundido al mayor, mientras este se limpiaba las lágrimas que aun caían por sus mejillas, al ver la confusión en el rostro de sus hermanos pequeños rio enternecido, parecían animalitos podrían decir que veía orejas caídas al igual que una cola que a había dejado de moverse de un lado a otro por sus palabras- No recuerdo muchas cosas... pero puedo deciros que siempre estuve orgulloso de vosotros, porque erais, sois y seréis lo más importante en mi vida.

Quien diría que los Matsuno se pudieran poner tan sentimentales enfrente de sus hermanos, en el pasado hacían lo posible para evitar eso a como dé lugar, porque se sentirían muy avergonzados de mostrar esa faceta a los demás sobre todo para no ser el objetivo de las bromas de estos. Sin embargo por esta vez lo dejarían pasar, no pensaron que escuchar esas palabras salir de los labios de su hermano mayor haría que sus corazones estuvieran agradecidos, pero había algo que se preguntaban todos y era donde se encontraba su padre.

Kara- Aniki... ¿Y papa? Pensé que le encontraríamos aquí cuando viniéramos, pero no le vimos en la sala de espera.

El mayor tan solo negó dándoles a entender que ni él sabía dónde se encontraba su progenitor, en ese instante una enfermera se acercó, había escuchado esa pregunta cuando entraba para entregarle sus medicinas al mayor. Coloco la bandeja a un lado y mientras le daba las medicinas a Osomatsu esta les comunico que la persona que había estado pagando el hospital había sido el señor Matsuno, aunque se le había insistido que visitará a su hijo este se negó rotundamente y la última vez que le vieron, había accedido a ver su hijo, aunque este se encontrara dormido, fue acompañado por aquella enfermera y antes de irse por primera vez hablo dirigiéndose a ellos, había dicho: "Ahora que sois libres, ya he cumplido y ahora ya no necesitáis estar conmigo"

Jyushi- ¿A qué se refería?- Los mayores no dijeron nada y cuando la enfermera terminaba de anotar algo y se iba, pudieron mirarse los unos a los otros- ¿Hermanos?

Choro- Papa, llego a tener una pelea fuerte con nuestra madre mucho antes de que esta muriera, ambos estuvieron de acuerdo en tomar el divorcio, aunque no pensaba que lo iban a hacer ya que estábamos nosotros de por medio, por lo que... cuando mama se enteró de su enfermedad le pidió a papa que estuviera con nosotros hasta que estuviéramos mejor o hasta que ella se fuera.

Los hermanos Matsuno comprendieron la situación de su padre, no iban a odiarlo o a guardarle rencor por sus acciones, después de todo hizo más de lo que se le pidió, ahora estaban seguros que él podría hacer su vida como ellos lo hicieron, habían dejado de ser unos niños para hacer un berrinche o para ponerse a suplicar a su padre que se quedara, ahora no necesitaban arrastrar a otra persona a la felicidad que ellos querían, se tenían los unos a los otros, tenían amigos a su lado y con eso les bastaba. Ahora que podían valerse por sí mismos tendrían que hacer lo posible para que su hermano mayor se recuperara, tenían que seguir con sus caminos para llegar a ser lo que querían ser, pero esta vez sin que hubiera un sacrificio de por medio.

                                Fin














Lejos de allí se encontraba una persona vestida de tonos blancos y grises que había estado presenciando aquella escena desde cierta distancia, cuando ya vio oportuno se fue alejando por un pasillo algo desolado con una gran sonrisa formada en sus labios, con un bastón en su mano derecha apoyándose en este haciendo sonar ese sonido como un eco, los pacientes que se encontraban con aquella persona la saludaban con una sonrisa, la persona siguió su camino hasta llegar a la puerta principal del hospital y la abrió con delicadeza para después traspasar la puerta con tranquilidad en sus pasos.






Pronto nos volveremos a ver mis pequeños...
Bueno este es el verdadero final :3, gracias por el apoyo y por seguir esta historia, se lo agradezco de todo corazón, estaba pensando en hacer un extra de cada una de las parejas, aunque estaba pensando, cuál de los Matsuno quieren que sea el Top y cual el Bottom, se lo dejo en sus manos.

También estoy pensando hacer una nueva historia, si quieren pónganme en comentarios alguna sugerencia

  

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