Era una noche fría y oscura estaba recostado en el césped al lado de un árbol de cerezo. Tenía mucho frío y mis ojos dolían de tanto llorar, no podía regresar a mi casa mi padre seguramente me echaría y mis hermanos me tratarian como un extraño, cerraba poco a poco mis ojos para caer en un profundo sueño. Hasta que de repente desperté, estaba tumbado en una cama algo pequeña, me levanté con un poco de dolor todavía me dolía la herida así que fui con cuidado me dirigí a la puerta, la abrí y camine por el corredor hasta encontrarme con una niña pequeña ella me miraba mientras sostenía a un conejo blanco me hizo recordar a Totty de pequño, ella era Alice la hija de Marie.

Alice-Mama ya se despertó Oso-Aviso a su madre que salía de la cocina.

Marie-Oso prepare algo para que comas y después quiero que me expliques lo que ocurrió.-Yo asenti y me senté en el comedor.

Oso-Volvió a ocurrir ellos me olvidaron, él volvió y ahora mi madre a muerto.-Ella me escuchaba atentamente.

Marie-Se que tu padre no querrá que estes allí asi que puedes quedarte aquí en mi casa hasta que arregles todo, después de todo te considero parte de mi familia-Me abrazo fuerte-Venga termina de comer que yo iré a por tus cosas sin que nadie se entere.

Pasó unas horas desde que María se había ido y mientras esperábamos Alice y yo jugábamos, hasta que llegó la ayudamos y me llevo a la habitación de invitados.

Es bueno tener a una amiga de mi lado.

Ella me dio una foto antigua de nosotros seis de bebés con nuestros padres en ese tiempo éramos felices, pero ahora los salvare de ese maldito y nadie me lo va impedir.

Porque yo soy ellos y ellos son yo

Continuará