Gloria I: Nuevo Desafío

Victor logró derrotar a Lionel en un encarnizado combate. Gloria se alegro por su amigo, aunque no podía evitar tenerle algo de envidia. Aún así, felicitó a su amigo y estuvo con él y mucha más gente en la celebración que hubo después.

Ella estuvo cerca de Paul y Victor todo el rato, aunque también habló un poco con Roxy. En cuanto lo vio solo, Gloria se acercó a Lionel para hablar un poco.

Gloria: ¿Qué estás haciendo?

Lionel: Nada en especial. Tan sólo estaba observado a Alistair. Me sorprende que esté aquí con lo tímido que es. Además, parece estar pasándoselo bien.

Gloria miró en esa dirección y vio a Alistair ofreciéndole un postre a Judith. La entrenadora parecía estar dando todo de sí por resistirse a la tentación, pero al final acabó comiéndolo provocando risas en el joven líder.

Lionel: ¿Qué querías?

Gloria: Venía a preguntarte qué harás ahora que ya no eres campeón.

Lionel: Déjame adivinar. No sabes que hacer ahora que ha acabado el desafío de gimnasio y has venido a pedirme consejo. ¿Me equivoco?

Gloria: - suspiro - ¿Tanto se nota?

Lionel: Normalmente te diría lo que se suele decir: busca algo que te guste y te dé de comer. Pero pocas personas son tan apasionadas por los combates como tú, así que deberías dedicarte a algo relacionado.

Gloria: - suspiro - Quiero hacerme más fuerte. Siento como que aún me falta algo para poder quedarme satisfecha. No sé si me explico.

Lionel: Te entiendo. Podrías hacerte líder de segunda división o...

Gloria: ¿O qué?

Lionel: Conozco un lugar ideal para entrenar. Allí fue donde yo mejoré hasta llegar a ser quien soy ahora.

Gloria: ¡Genial! ¡¿Dónde firmo?!

Lionel: No tan rápido. Es un dojo y tendrás que convivir con otros entrenadores y dar todo de ti en los entrenamientos.

Gloria: No veo el problema.

Lionel: Los entrenamientos no serán sólo en combates, también tendrás que mejorar tu condición física.

Gloria: Bueno, no me vendrá mal hacer ejercicio.

Lionel: Te darán agua potable, pero la comida tendrás que conseguirla tú.

Gloria: ¡¿Cómo?!

Lionel: Tranquila, podrás usar la cocina y compartiréis la comida.

Gloria: Aún así... No sé que tan buena seré cazando...

Lionel: Cuando yo estube allí me dedicaba a recolectar bayas, así que no deberías preocuparte por eso.

Gloria: ¿Hay que pagar para estar allí?

Lionel: No.

Gloria: ¡Entonces está decidido! ¡Muchas gracias Lionel!

Lionel: No tienes que dármelas. Cuando vuelvas podrías ser líder de segunda división o entrenadora de gimnasio, por ejemplo.

Gloria: Tendré mucho tiempo para pensarlo. ¿Qué tengo que hacer?

Lionel: Lo primero, prométeme que no se lo dirás a nadie.

Gloria: ¿Un dojo secreto? - cada vez más emocionada.

Lionel: No es eso, si hasta tienen una página web y anuncios en televisión. Tan sólo no quieren que entre mucha gente porque sería demasiado caótico.

Gloria: Entiendo.

Lionel: Bien. Lo único que tendrás que hacer es ir a este lugar de la Isla de la Armadura y pedir que te dejen entrar educadamente.

Gloria: ¿Ya está?

Lionel: A ver, tendrás que pasar una prueba, pero no debería de serte demasiado complicado.

Gloria: ¡Perfecto!

Lionel: Bien, en cuanto estés preparada coge un taxi volador hacia allí y disfruta entrenando.

Gloria: ¡Dalo por hecho!

Al día siguiente Gloria agarró todas sus cosas y, después de avisar a sus padres de que tardaría un tiempo más en volver a casa, cogió el primer taxi volador que pudo con dirección a la Isla de la Armadura. Estaba ansiosa por seguir entrenando, pues a ella lo que le encantaba de combatir era, a parte de ganar, el sentirse más fuerte y más unida a sus pokémon que antes. Sabía que en el lugar donde se forjó al entrenador que acabaría recibiendo el título de Campeón Imbatible le podría ayudar a seguir creciendo.
_______________________________________

Gloria puso un pie fuera del taxi volador y observó sus alrededores. Sacó su SmartRotom y confirmó que estaba en el Prado Reverencia. Tras fijarse un poco logró atisbar en la lejanía un gran edificio que parecía ser el Dojo Maestro. Emocionada, la joven empezó a avanzar alegremente hacia este.

En el camino encontró a varias personas con un uniforme amarillo y negro recolectando bayas o cazando pokémon salvajes con sus propios pokémon. Algunos se giraban a verla y se susurraban entre ellos. Gloria aprovechó y se acercó a preguntar si el edificio que había visto era el Dojo Maestro. Le dijeron que sí, y parecían muy emocionados por su llegada.

Siguió su travesía hasta llegar a las puertas del Dojo Maestro. Entró y vio al mismísimo Mostaz, un excampeón de Galar, regañar a una joven peli rosa.

Mostaz: Siempre te digo lo mismo. Si haces trampa no mejorarás. Tus pokémon y tú debéis trabajar conjuntamente y así podréis lograr todo lo que queráis.

La chica peli rosa permanecía callada y cabizbaja a la vez que Gloria se planteaba salir y volver más tarde. El ya viejo Mostaz rápidamente notó su presencia y se acercó para saludarla.

Mostaz: Hola joven. ¿A qué ha venido?

Gloria: He venido a unirme al dojo.

Mostaz: Claro que has venido a unirte al dojo - riéndose -. Yo preguntaba por qué quieres unirte.

Gloria: ¡Quiero seguir mejorando como entrenadora y me han contado que este es el mejor lugar para ello!

Mostaz: Es, a su manera, una buena respuesta. ¿Quién te lo ha contado?

Gloria: - pensando - Esto parece un interrogatorio. Las primeras preguntas lo entiendo, ¿pero que más dará quien me lo haya dicho?

Gloria: Me lo dicho Lionel.

Chica: ¡¿Lionel?!

Mostaz: Ya veo...

Gloria: Pero él me dijo que no se lo contase a nadie, así que sólo me lo ha dicho a mí.

Chica: ¡Espera! ¡Yo te conozco! ¡Eres la aspirante del Torneo de Medallistas!

Mostaz: ¿Eso que dice Sófora es cierto?

Gloria: ¡Sí!

Mostaz: Entonces está claro que tus pokémon y tú tenéis un vínculo bastante estrecho... ¡Decidido! Por supuesto que le daré una oportunidad a alguien de tu nivel, pero tendrás que pasar una prueba de inicio.

Gloria: Muchas gracias.

Mostaz: Chica, no estés tan tensa. Relájate. No seas tan formal.

Gloria: Eh... ¿Está bien?

Mostaz: Bueno. Ve a la cocina y allí mi esposa Tania te preparará algo. En cuanto a ti, Sófora, te encargarás de traer a todos los demás miembros del dojo para que descansen el resto del día.

Sófora: - claramente disgustada - Está bien...

Gloria hizo caso al viejo y fue hacia la cocina, donde una mujer la esperaba con un café.

Tania: Así que quieres unirte al dojo. Seguro que les hará mucha ilusión tener a una nueva compañera. Hacía mucho que no venía alguien nuevo.

Gloria le dio un sorbo a su café antes de hablar.

Gloria: Sí. No sé por qué este dojo es tan poco conocido. ¿No tenéis publicidad?

Tania: No es eso. Hicimos un anuncio de televisión y repartimos folletos. Es solo que pocas personas están dispuestas a abandonar su hogar y a sus conocidos sólo para hacerse más fuerte.

Gloria: Supongo que tienes razón. ¿Cómo es esa prueba?

Tania: ¿La prueba? Oh, seguro que ahora mismo está pensando en cuál será.

Gloria: - suspiro - Espero poder pasarla.

Tania: Tú estate tranquila. Llegaste a la final del Torneo de Medallistas y te enfrentaste a Eternatus. ¡Seguro que no será gran problema para ti!

Gloria: Supongo que tienes razón. Una pregunta. ¿Qué pasaba con esa chica?

Tania: ¿Te refieres a Sófora? Aunque finja ser mona y dulce realmente es un poco egocéntrica y no le gusta trabajar. Aún así, ya estamos acostumbrados a ella.

Gloria: Ya veo.

Pasó un rato y los entrenadores llegaron. Todos estaban de pie y charlando en el centro del Dojo Maestro. Mostaz entró con Gloria y los entrenadores guardaron silencio.

Mostaz: Muy bien chicos. Esta de aquí es Gloria y sus hazañas hablan por ella. Sin embargo, saber combatir no es lo único necesario para entrar a nuestro dojo. Gloria deberá enfrentarse a una situación desfavorable en una de las pruebas de inicio más difíciles que jamás ha habido. ¡Tendrá que conseguir comida suficiente para que comamos todos las tres comidas de mañana! Te aviso de que comen mucho. El resto, podéis descansar.

Gloria: - pensando - Pues tampoco es tan difícil. Mi equipo y yo deberíamos de poder lidiar con ello.

Mostaz: Sin embargo, habrá una serie de reglas que podrá cumplir. Uno: no podrá usar a ninguno de sus pokémon. Dos: tendrá totalmente prohibido capturar ningún pokémon. Tres: no podrá recibir ayuda de ninguna otra persona.

Gloria: ¡¿Qué?! ¡Eso es imposible!

Mostaz: Tu tarea será hacerlo posible.

Tania: Si ves que no puedes cargar con más comida puedes venir y traerla para que yo la almacene.

Y así fue como Gloria dejó a Sylveon, Thievul, Corviknight, Ninjask, Shedinja y Metagross en el Dojo Maestro mientras ella salía a cumplir una misión aparentemente imposible.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top