1.La historia de Luz

Luz Pov

Era una mañana tranquila, los pájaros trinaban cerca de aquí. Me encontraba en mi habitación junto con mi mejor amigo King leyendo un libro sobre criaturas sobrenaturales.  Desde siempre me ha encantado este tema pero desafortunadamente no tengo a quien contarle ya que mi madre y mi tía siempre están ocupadas. A veces me siento sola cuando se van y no busco que hacer. Otras veces me siento muy creativa y me pongo a dibujar y pintar. No soy buena pero a mi familia les gustan lo que hago. 

Escuché un quejido afuera de mi habitación. Estaba decidida, este día para intentar pedirle una vez mas para que las acompañe. Me levanté de mi cama y dejé el libro en su lugar. Sin hacer ruido salí hacia la sala donde se encontraban listas para partir. Creí que no me habían visto pero estaba en un error. Miré como me observaban con desaprobación.

—Sobrina, buenos dias, me alegra verte—habló Lilith tratando de estar calmada—¿Cómo has amanecido?.

Me acerqué más, me sentía nerviosa por alguna razón. Con una gran sonrisa y puse los ojos de cachorro que había practicado por mucho tiempo para tratar de persuadir a cualquiera de las dos.

—Yo amanecí bien, preparada para acompañarlas—dije con voz temblorosa e imitando la pose de un sargento.

—No—dijo seriamente.

—¡Pero tia Lilith quiero ir con ustedes!— rogaba con todas mis fuerzas y le hacía la mirada pero no se inmutó.

—Ya te lo he dicho, tu no vas a ir a ese pueblo, entiende que es peligroso. Hay muchas criaturas rondando por allí. Lo hac... —se molestó porque la había interrumpido.

—Lo hacen para protegerme lo se... pero siempre he querido ir a la escuela, tener amigos. A veces cuando se van me siento sola en esta gran casa—gimoteé y fingía sollozar como King.

—Edalyn convéncela de quedarse al cabo que a ti te hace caso...—decía frustrada mientras se frotaba sus sienes.

Al ver como mi tía se apartó para relajarse mi madre se inclinó para hablar conmigo. Se notaba algo decaída pero la decisión ya estaba tomada.

—Escucha mi pequeña hija mi hermana tiene razón es peligroso, cuando seas grande lo entenderás. Ahora quédate aquí y prepara esos ungüentos que mañana los vamos a vender por favor. Si algo ocurre el pequeño King te va a proteger—miró a la mascota y este ladeó la cabeza al escuchar su nombre— Bueno nos vamos, te dejamos estofado en la cocina por si tienes hambre, te queremos—me abrazó y me dió una ráfaga de besos mientras suplicaba para que me dejara libre.

Después de ese acto empalagoso por parte de Eda ambas se alistaron y partieron al pueblo a vender unas medicinas que habían hecho la noche anterior para luego comprar víveres, esto era todos los días.

Me quedé en la sala molesta pero el pequeño camarada me animó. King era un lobo de color negro con pequeñas manchas blancas, tenia ojos amarillos con pupilas anaranjadas. Yo lo encontré hace un año cuando iba con mi familia a buscar hierbas para mis medicinas estaba buscando unas flores azules con espinas rojas cuando escuché un quejido cerca de mi, al principio dudé si ir o no ya que el bosque era conocido por ser un nido de criaturas peligrosas pero al seguir escuchando eso me rompía el corazón por lo que fuí a ver que era.

Seguí el sonido y me condujo hasta un pequeño claro y allí estaba una pequeña bola de pelos luchando por salir de esa trampa, se encontraba atado por una cuerda, posiblemente puesto por un cazador, dificultando su respiración ya que estaba en su cuello, asustada lo desaté y lo llevé a escondidas en mi chaqueta. Recibí un regaño por separarme, iban a continuar con la búsqueda de materiales pero al ver que iba a anochecer volvimos a casa.

Me escabullí rápidamente y fui a mi habitación. Abrí mi chamarra y saqué al pequeño cachorro quien se encontraba aun mareado por lo que le había pasado.

—Supongo que tendrás algo de hambre—miré al cachorro quien estaba olisqueando el suelo—voy a ir a la cocina, no hagas ningún ruido sino quieres meternos en líos.

Cerré la puerta de mi habitación y me dirigí hacia la cocina. Afortunadamente no se encontraba nadie por lo que tardé minutos en conseguir algo de carne. Volví a mi habitación y le lancé la comida que el pequeño agradeció meneando su cola. Jugamos por horas tratando de que no se dieran cuenta de que estaba aquí por una extraña razón ellas odian a los lobos cosa que no podía entender ya que mi pequeño amigo era inofensivo conmigo.

Se enteraron por la madrugada por sus constantes aullidos del animal que posiblemente extrañaba a su manada. Se enojaron conmigo por mentirle pero al ver que era de ayuda y me haría decidieron conservarlo no muy convencidas. Le puse King porque el era el rey de mi corazón y mi mejor amigo y el lo sabía, es un chico listo. En una ocasión ahuyentó a unos duendes que quisieron robar nuestros víveres mientras estaba sola con el.

Para matar el aburrimiento fui a hacer lo que me encomendaron, no quería meterme en líos. Sin darme cuenta había terminado de hacer esos ungüentos que tenían mal olor y eran súper pegajosos pero calmaban los dolores musculares en poco tiempo.

Decidí salir un momento a dar una pequeña caminata junto a mi fiel amigo así que tomé un pequeño cuchillo por si acaso y cerré la puerta para evitar que alguien o algo entre y destruya todo. La casa donde vivíamos estaba cerca del bosque por lo que podía ver criaturas que nadie ha visto como unicornios, mantícoras o dragones pero no me acercaba a ellos por el temor de que me hicieran daño.

El clima era frío y el sol no estaba presente ese día. Como me gusta dibujar llevé un pequeño lienzo con una bolsa llena de pinturas de distintos colores por si veía algo que interesante.

Poco a poco nos fuimos adentrando al bosque, me gustaba ver las criaturas desde lejos, por momentos encontraba pequeñas hadas multicolor quienes al avanzar soltaban una estela de polvo de hada, parecían que danzaban de un lado a otro en el aire, luego ví un unicornio blanco con un cuerno tornasol que se encontraba comiendo un poco de hierba y cada vez que se el sol lanzaba sus rayos hacia su cuerno un hipnotizante rayo me cegaba por un instante, era una hermosura.

Cautelosamente decidí plasmar al animal en mi libreta por lo que me puse detrás de un arbusto y cuidadosamente saqué mis cosas para no asustarlo, estuve así por horas hasta que terminé el cuadro, no era perfecto pero era bonito para alguien de tan corta edad.

Sin darme cuenta ya estaba oscureciendo, sabia que en cualquier momento llegarían y no me encontrarían allí como me habían ordenado antes de irse. Me levanté asustada, podía escuchar mi ritmo cardíaco intensamente temiendo que alertara a un posible depredador. Estaba corriendo sin ninguna dirección en específico, solo quería salir de ese bosque espectral.

De repente mi compañero comenzó a gruñir y a lanzar pequeños ladridos de advertencia ya que había visto algo. En ese momento estaba petrificada, vi varios ojos como los de King observándome pero estos eran más grandes que el, alcancé a ver con mucho esfuerzo que tenían forma humanoide y pelaje castaño muy parecido al color de mi cabello y algunos verdosos. Estaban gruñendo como lo hacía su compañero poniéndome nerviosa. No dudé ni un segundo y saqué el cuchillo que tenía guardado para tratar de defenderme pero no podía empuñarlo bien por lo nerviosa que me encontraba. Las bestias estaban a punto de atacar cuando unas sombras se pusieron adelante de ella para protegerla, tenían unos bastones de plata con unos adornos de un búho y un cuervo respectivamente. King y esas misteriosas figuras atacaron a esas criaturas ganando el encuentro.

—¿Q-quienes son ustedes?—pregunté temerosa aún con el cuchillo en la mano.

—Somos tu familia pequeña y estás en grandes problemas pero primero hay que salir de aqui—dijo la mayor tomándola de la cintura tenia la forma de criatura misteriosa. Comenzó a emprender el vuelo mientras Edalyn amenazaba a las criaturas con su bastón para luego seguirlas usando la misma forma monstruosa.

Llegamos a casa que se encontraba a solas. Vi como volvieron a la normalidad, entramos y nos dirigimos a la sala. Se veían furiosas pero yo solo estaba llena de preguntas.

—¿Cómo supieron que estaba allí?, ¿Desde cuándo pueden volar y pelear así? y ¿Yo también luego hacer eso?—preguntaba muy emocionada, ellas solo se miraron y su semblante de ambas cambió.

—Creo que ya es momento de decirle la verdad hermana. La pequeña debe saberlo, ya es toda una jovencita.

—Entiendo, de todas maneras se tenia que enterar algún día hermana—miró con tristeza a Lilith temiendo lo peor, la otra por su parte se encontraba intranquila por como pudiera reaccionar su terroncito de azúcar, amaba tanto a su sobrina que le partiría el corazón si ella la rechazara después de lo que escucharía.

—¿Enterarme de que mamá?—preguntó con curiosidad y cierta inocencia que las cautivó.

—Te voy a contar una historia mi querida hija—hizo una seña para que nos sentáramos en ese viejo sofá—era una noche tormentosa, mi hermana y yo habíamos vendido nuestros productos como siempre, lo bueno es que nos había ido bien y estábamos platicando sobre lo que haríamos con el dinero que habíamos ganado, si comprar víveres o ropa, en eso cuando olimos algo en el aire.

—¿Era sangre?—cuestionó ansiosa, le encantaba la manera en como siempre contaba las historias su madre.

—Así es Luz. Como verás para nosotras fue tentador el aroma así que fuimos al lugar a toda velocidad. Encontramos varios cuerpos mutilados, pensamos que era nuestro día de suerte pero sentimos otro aroma, era repulsivo, olía a carne putrefacta mezclado con olor a hombres lobo. Esas bestias habían hecho ese terrible desastre, los hubiéramos enfrentado pero no contábamos con nuestros bastones de plata así que decidimos correr lejos.

—Estábamos huyendo desesperadamente ignorando el olor exquisito de la sangre cuando escuchamos unos llantos que provenían de una casa abandonada, posiblemente de esos pobres humanos que yacían en el piso. Tu madre fue a ver que sucedía y yo la seguí con cautela pero estando alerta todo el tiempo. Allí estaba una pequeña niña como de un año sola pidiendo protección, al principio íbamos a hacer cosas impensables pero Edalyn decidió resguardarla para que esas sucias bestias no le dieran el mismo final por lo que decidimos tomarla en brazos y continuar con la huida. Ese día la pequeña nos iluminó la vida, es tu historia pequeña sobrina. Por eso tratamos de protegerte mi niña, para que esas bolas de pelo o cualquier otra criatura no te hagan daño.

—Y-yo..no...Entonces esa gente...¿soy adoptada?...¿que son ustedes en realidad...como es que pueden volar?

—Sobrina nosotras somos lo que queda de un amplio linaje vampirezco ya que desafortunadamente los cazadores han exterminado a toda la familia, solo quedamos nosotras dosen el mundo. Tenemos una rivalidad con los hombres lobo, siempre ha sido así desde tiempos remotos por eso no aceptabamos al pequeño King pero al ver que era una criatura que daría su vida por ti lo dejamos quedarse.

—Yo estoy tan confundida...

—Hermana creo que la pequeña necesita estar sola para procesar toda esa información, cualquier cosa estamos para ti, aunque no seamos tu familia verdadera siempre serás parte de las Clawthorne, te queremos mucho pequeña.

Al terminar de escuchar el relato me fui a mi habitación a reflexionar todo, estaba agradecida con las hermanas Clawthorne por salvarme la vida en aquella noche y por cuidarme y velar por su seguridad en todo momento a pesar de que podrían simplemente dejarla allí en esa fria noche pero no eran capaces porque se habían encariñado conmigo.

Aun así me siento mal de no poder conocer a mis familiares biológicos. A quien me hubiera parecido. Y que esos hombres lobo acabaran con sus vidas fue algo terrible. De pronto escuché unos rasguños en mi puerta sacándome de mis pensamientos así que fui a ver quien era y al abrirla estaba King preocupado, lo dejé pasar y me senté en el piso donde estaba anteriormente.

King chillaba de tristeza y restregaba su cuerpo como si quiera que le diera mimos. Supuse que el quería hacerme sentir mejor

—¿Debería odiarlos?—miré a mi lobo mascota—tu eres uno de ellos solo que no hablas ni pareces humanoide. Además me proteges, quiero decir, nos proteges a todos en esta casa. Creo que estudiaré a los hombres lobo y a los vampiros. Tengo tantas dudas que si no las despejo ahora creo que me volveré loca. Pero primero tengo que salir de aquí y luego ir a la escuela para tener amigos humanos, eso sería fenomenal. Pero creo que tendré un castigo porque desobedecí antes, espero que no sea nada malo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top