{Capítulo 3 parte 3}
—Belén Póe, ese es mi nombre. -El susurro de esa chica de cabellos rosados sobre el oído de Luzbel le hizo levemente erizar su piel. La sonrisa burlona de Luz desapareció y en su lugar se dibujó una expresión de calma. Tal vez, saber el nombre de la persona que le causaba curiosidad le daba serenidad.
—Con que Belén, es un bonito nombre y no es usual que yo lo diga.
—Estoy Segura de que eso es cierto señor Goetia.
-Por favor, solo dime Luzbel o si lo prefieres, Luz esta bien.
-Si tu lo dices... Luzbel, aún así estoy intrigada por saber para que querías que nos viéramos. Después de todo tu eres un desconocido para mi, y supongo que piensas lo mismo de mi.
—Me siento extrañado por ti eso es todo, mi forma de comportarme no es la que la gente esperaría, y sin en cambio tu te pudiste acercar. Son esas pequeñas acciones las que me intrigan en las personas.
Luzbel estaba siendo sincero con Belén, las palabras que provenían de su boca eran reales. Y en cierto punto Belén sabía eso.
—Eres una persona extraña Luz, en el hospital ví que no querías estar con el hombre que es tu padre. Pero aún así lo fuiste a ver.
—Es muy complicada la relación que tengo con él, si es que se le puede llamar relación a eso. No quisiera que habláramos de mí padre. Mejor habla me de ¿quien es en realidad Belén Póe?
—Esa es una buena estrategia para cambiar la conversación, Luzbel. Pero me parece bien, soy una persona que tiene un carácter un poco duro pero se cuando debo permanecer en calma. Y que hay de ti? ¿Qué hay detrás de Luzbel Goetia?
—Buena pregunta Belén, soy una persona que tuvo la mala suerte de perder a una persona importante cuando era niño y eso inconscientemente me trajo muchos problemas en mi juventud... Debo dar las gracias a esos problemas ya que para bien o para mal, me hicieron el hombre que soy ahora.
La cena fue interesante tanto para Luzbel como para Belén, comieron platillos deliciosos, conversaron de diversos temas y en general fue bastante entretenido. Aunque en otra mesa alguien no estaba muy feliz...
Un hombre de abundante barba y una estatura imponente miraba con furia hacia la mesa de Luz y Belén.
Luego de un rato, Belén y Luzbel salieron del restaurante dirigiéndose al estacionamiento del lugar para que él la fuera a dejar a su casa y luego ir a descansa. O ese era el plan hasta que el mismo sujeto que los observaba adentro los interceptó en el estacionamiento.
—¡¿Asi que me estas cambiando por ese enano?! —Al parecer ese hombre era el ex de Belén y era aun mas evidente su estado de ebriedad. En cierta medida esas palabras tenían algo de verdad, y es que Luz no era muy alto de hecho no era mucho mas alto de 1.76 cm. —Ay no, lamento que veas esto Luz. Vamos a tu auto y será mejor irnos. —Propuso Belén aferrándose al brazo de Luz.
—¿Piensas que te vas a ir así sin mas, pequeña zorr...? —A penas el hombre iba a terminar su amenaza cuando Lucifer golpeó su mandíbula y dejándolo en el suelo. —¿Terminaras de preguntar, amigo? —Luzbel se mantenía firme y miró con una cara de asco al sujeto.
—¡Eres una maldita rata! ¡Para Jordán! —Los interrumpió Belén poniéndose en medio del conflicto para parar lo que estaba por venir.
—El hombre, que aparentemente se llamaba Jordán se levantó del golpe y empujo al piso a Belén causando la ira de Luz. El escritor golpeó el abdomen de Jordán y de ahí continuó con su rostro, varios golpes rápidos y bien dados salieron de los puños de Lucifer.
Cuando el intruso cayó al suelo con su rostro cubierto de heridas y moretones tembló al ver como las luces rojas del estacionamiento le daban un aire demoníaco al escritor. —¿Quien diablos eres? -Grito Jordán arrastrándose hacia tras. —Tu lo has dicho... Soy el diablo. —Luego de decir eso, Lucifer dio un último golpe sobre ese hombre dejándolo noqueado y regresando a ver a Belén.
—¿Estas bien, Belén?
—Si, lamento tanto que haya pasado todo esto...
—No te preocupes, te llevaré a casa para que descanses. Ven toma mi mano.
El viaje hacía el departamento de Belén fue silencioso, la radio sonaba en el auto pero ninguna palabra fue dicha por la mujer de cabellos rosados y el escritor. Un poco de tiempo pasó y llegaron, Luzbel aparcó el auto y acompañó a Belén a la entrada de su edificio.
—Muchas gracias por traerme, Luz y enserio lo siento que te hayas involucrado en eso... Debes pensar que mi vida es un caos.
—¿Que vida no es un caos? Para ser honesto me la pase muy bien hablando contigo y me gustaría que se repitiera.
—¿De verdad? Bueno, yo igual disfruté hablar contigo. Te invitaría a pasar pero es probable que mi compañera de departamento este despierta y no quisiera crear mas malos entendidos.
Belén y Luz terminaron de despedirse y el escritor terminó por partir a su casa, con la idea de haber pasado una buena cita. Y aún mas con ganas de quería repetirla.
...
La puerta del departamento de Belén se abrió y ella entró sin hacer mucho ruido, cosa que no logró. —Te tardas te en regresar. —Indico una voz femenina con cierto aire de superioridad.
—Lo lamento, jefa. Es que mi ex novio se entrometió en la misión de hoy y fue difícil hacer que Luz pusiera su confianza en mi...
—A caso oí que le dijiste Luz? —La otra voz que provenía de una de las esquinas del cuarto sonaba aun mas molesta que al principio y una gota de sudor frío recorrió la frente de Belén.
—En fin, Luzbel confía en ti?
—Eso creo, jefa.
—¡Perfecto! Entonces tu misión no fue un fracaso como pensaba... Volveré a Ciudad Imperial para los preparativos de otra misión y tu te vas a encargar de seguir ganado la confianza de ese idiota, soy clara?
—Clara como el agua... Mi señora Katrina Goetia.
...
La noche por fin había caído, Luzbel llegó a su semisótano y aun manteniendo su sonrisa fue a la cama; Corina se quedó dormida durante todo el resto del día desde su encuentro con la señora Margarita; Lucas, después de ir a ver a su amada Rouse, estuvo en casa pintando como siempre incluso hizo varios retratos de su querida mujer de cabellos rojizos.
El día había sido muy intenso para los tres protagonistas, el escritor se llevó la sorpresa de que dos personas estaban interesadas en trabajar con él, la chica sonriente reflexionó bastante sobre el camino que estaba tomando y lo que había pasado para llegar a un nuevo inició con su hermano, el pintor tuvo un momento maravilloso con Rouse y se deleitó estando con ella así que para él faltaba poco para cumplir sus metas.
Aunque también tuvieron situaciones adversas, Luzbel tuvo que dejar a su único amigo sólo para tener que ir a darle su sangre a un hombre que lo maltrató mucho de niño pero aun así se mantuvo firme. Corina tuvo que recordar los días oscuros y confiar con una mujer que con sus palabras sabias le hizo ver que aún había mucho camino que recorrer. Lucas tuvo que ser interrumpido a mitad de algo muy privado y romántico con con Rouse, eso le hizo poner los pies de nuevo en la tierra. Sabia que aún no podía temer algo serio con ella.
Luz sintió por un momento esas sensación de poder confiar en alguien más y eso aparte de darle curiosidad lo intrigaba, Cora también pudo sentir eso al dejar de pensar un momento es que ella podía hacer sonreír a todos y reposar su corazón, y Lucas deseaba con todas sus fuerzas poder cumplir su meta de juntar dinero para ir a vivir a un mejor sitio con su madre y poder tener su cita con Rouse.
Aún así un opuesto ya se acababa de revelar, Katrina Goetia a los ojos de ella mismo era la primogénita de los Goetia. Guardaba aun mucho recelo a su hermano que tenia la misma idea como ella. Una persona de estatura que imponía, una cabellera negra que le daba un aire amenazante y sus ojos tan fríos que hacia temblar a quienes los vieran directos.
Katrina se acaba de descubrir como lo villana ¿Cual será el plan que oculta? ¿Que les espera a nuestros protagonistas?
¡Acompañeme a mi y a Luzbel, Corina y Lucas a vivir su gran aventura en el Capítulo 4!
fin del primer arco de la historia: Orígenes Secretos.
Nadie escapa de Las Garras De Lucifer.
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