✩ Sábado ★
Kaito se levantó con todo el humor que sus pulmones podían cargar. Sentía las energías arrasar con todos sus músculos, así que con mucha energía, decidió empezar su día.
Primero hizo un poco de ejercicio en su habitación (por que Kaito es ese tipo de persona que ni ha desayunado y ya está haciendo sentadillas).
Segundo, se dió un baño de burbujas, relajando sus músculos, silbando y especulando como sería su cita con Shuichi.
—(Una cita...)—Piensa Kaito recostado en la tina, cubierto de espuma y agua, con su cabello morado cayendo sobre su rostro y hombros—(Nuestra primera cita como pareja...¡ay, que emoción!)
Kaito ahora mismo es feliz, verdaderamente feliz. Literalmente si hubiera un terremoto, cometa, invasión de zombies o lo que sea, a Kaito no le molestaría; moriría feliz.
—(Nunca me había sentido tan...ligero)—Piensa Kaito mientras se lava el cabello—(Maki me patearía de lo cursi que soy).
Mientras Kaito disfruta de la vida, Shuichi Saihara intenta no desmayarse de los nervios.
Shuichi nunca había tenido una cita; para él, las citas son estar con los amigos y reírse de cualquier cosa. Si alguien le hubiera dicho que sería pareja de Kaito Momota por febrero, probablemente Shuichi pensaría que está en una línea de tiempo incorrecta, porque obviamente, Kaito jamás lo vería más allá de un amigo.
Y ahora, aquí está Shuichi Saihara, mirando su armario repleto de ropa negra pensando que debería ponerse para la cita.
—(Veamos)—Piensa Saihara mientras rebusca su armario—(Tengo camisas negras, sueteres negros, pantalones negros, gorras negras, y...¡tengo una camisa blanca! Listo, tengo un poco de todo).
Saihara cierra el armario y decide llamar a Kaede.
—¡Hola!—Grita Kaede, con entusiasmo en cada vocal dicha—¿Cómo está el futuro esposo de Momota?
—Bien...—Las mejillas de Shuichi se colorean—Oye, ya sabes que sólo tengo ropa negra, ¿eso está bien para una cita?
—Descuida, Kaito no se fijará en eso.
—Lo sé, pero...quisiera variar aunque sea un poquito—Saihara se sienta en su cama—Es una ocasión especial, es nuestra primera cita.
—Awwww, que bonitoooo—Expresa Kaede desde el otro lado de la llamada—¿Y qué harán? ¿Qué comerán? ¿Cuándo se casarán?
—Mi respuesta a las tres es que no tengo ni idea—Shuichi observa la puerta abierta de su armario, dónde esa única camisa blanca resalta entre el mar de tela y mezclillas oscuras—Creo que me arriesgaré a probar un estilo diferente.
—¡Bien por tí!—Kaede parece reflexionar un poco, ya que permanece unos minutos en silencio—El Shuichi Saihara que conocí hace un año ni borracho se hubiera atrevido a tener una cita con Kaito, tampoco a cambiar de estilo, siempre vas envuelto como si fueras a un funeral.
—Y tú siempre vas vestida como si fueras a una sesión de fotografía—Responde Shuichi con una ligera sonrisa—¿En serio cambié tanto en un año? Yo pensé que mi desarrollo de personaje tardaría más...
Kaede se ríe al otro lado de la línea, incitando que Shuichi también ría un poco.
—Querido, el desarrollo de personaje todavía no termina—Responde Kaede entre risitas—Aún nos faltan muchos eventos canónicos.
—Supongo...—Comenta Saihara tras terminar de reír—¿Y tú qué harás este sábado? ¿Algún plan?
—Iré al centro comercial, a comprar pintura para mi habitación, ya es hora de darle un retoque.
—¿Cómo haces para...no sé, tener tanta energía?—Saihara se levanta de la cama y vuelve a dirigirse al armario—A mí me gustaría hacer un montón de cosas, pero nunca tengo energía.
—Eres un alma que quiere hacer mucho en un cuerpo que no quiere hacer nada—Dice Kaede con voz alegre.
—Totalmente—Saihara saca la camisa blanca—Me gustaría acompañarte.
—Tu prioridad número uno en este preciso momento es lucir guapo para Kaito, además, no iré sola.
—¿Eh, con quién irás?
Akamatsu permanece en silencio, creando expectativa. Shuichi sabe perfectamente que su mejor amiga pianista tiene una enorme sonrisa en éste momento.
—Harukawa, Maki Harukawa.
Shuichi casi se deja caer a la cama al escuchar eso. Parpadea confundido un par de veces antes de recordar que está en llamada.
—¿Tú y Maki en un centro comercial?—Pregunta Saihara con una sonrisa divertida—Eso no suena muy...Maki Harukawa la verdad.
—Pues sí, aunque no lo creas—La voz de Kaede indica orgullo—Tengo todo un chisme detrás de eso, pero ahora mismo quiero que te centres en la cita, cambia de estilo y diviértete mucho muchooo.
—Lo haré—Saihara se siente más tranquilo—Gracias Kaede, siempre me haces sentir menos nervioso.
—¡Me alegro!—A Kaede también siempre le hace bien hablar con su mejor amigo—Nos vemos Shuichi, mañana es San Valentín, así que más tarde nos ponemos de acuerdo para hacer algo.
—Claro, nos vemos Kaede—Entonces la llamada finaliza.
Shuichi permanece unos minutos de pie en medio de su habitación, y se da cuenta que lo que dijo Kaede es verdad: ha cambiado mucho desde el último año. Y no en el sentido de que su personalidad sea otra, o que actúe algo que no es; más bien a mejorado, ahora no teme a salir con amigos, a aceptar cumplidos, a pasar tiempo fuera de casa, y no es porque ya no disfrute de sus antiguos pasatiempos o no quiera pasar tiempo consigo mismo; sino que ha aprendido a salir de la zona de confort de vez en cuando.
—(Supongo que sólo necesitaba un pequeño empujón)—Piensa Shuichi mientras observa la camisa blanca entre sus manos—(Con que así se siente tener autoestima...)
Shuichi se dice así mismo que se esforzará para darle a Kaito la mejor cita posible; y no sólo lo hace por él, sino por sí mismo.
(★)
Kaede Akamatsu, aunque no lo parezca, es una chica de rutina; por ello mismo cuando despertó llena de energía el sábado, estaba más que preparada para seguir su calendario. Desayunar tortitas y jugo de manzana, se bañaría mientras escucha una playlist de covers de piano, después se alistaría para ir al centro comercial a comprar pintura para su habitación.
Pero entonces, recibió un mensaje de Maki Harukawa, que provocó en Kaede una emoción de la mano de la improvisación. Y Maki ni siquiera se dió cuenta.
Tienes algo que hacer hoy?
Es todo lo que Maki Harukawa había preguntado, y fue todo lo que Kaede necesitó.
Voy al centro comercial <3 <3
Maki había tardado un rato en responder, así que Kaede supuso que la conversación ya había terminado, pero entonces, su móvil recibió una respuesta.
Sonará extraño porque lo es, te puedo acompañar? Kaito va a estar con Shuichi y no tengo nada que hacer hoy
A Kaede casi se le cae el móvil al leer eso.
Klaro q puedess veinir <3
*claro
*que
*puedes
*vibir
*vinir
*venir
Kaede no lo sabía, pero Maki sonrió suavemente al leer ese último mensaje.
Maki Harukawa, aunque no lo parezca, es una chica de improvisaciones; por ello mismo cuando despertó baja en ánimos el sábado, estaba más que preparada para seguir durmiendo. Desayunaría una sopa instantánea y pasaría el resto del día en HBO Max, se bañaría hasta tarde y desenraría su largo cabello durante horas; a lo mejor ni siquiera se quitaría la pijama. Maki no era una persona que solía arreglarse si no iba a ver a nadie.
Sin embargo, aquel sábado pasaría tiempo con su compañera de clases, Kaede Akamtasu.
(★)
No me pregunten porqué lo hice, porque no lo sé. Creo que al igual que Kaito, me estoy volviendo una persona de impulsos.
No tenía nada pensado, y mandarle ese mensaje a Kaede se sintió como si hubieran abierto la ventana de mi habitación y todo el sol se hubiera filtrado.
Se sintió anormal, y también se sintió bien.
—(Sólo debo estar aburrida)—Pienso mientras estiro mis brazos; siempre duermo con ropa holgada y abrigadora, así estemos a 100° grados, yo siempre duermo cobijada.
Decido darme una ducha, mientras pienso en Kaede...okey, eso sonó extraño, más bien, pienso en como mi círculo social se ha reducido en Kaito y Shuichi; me parece hasta excesivo la cantidad de amigos que tengo. Nunca había tenido tantos.
Y ahora mismo, no me molesta tener una más, a Kaede; quizás porque no estoy acostumbrada a llevarme bien con otra chica de mi edad. Y también por el hecho de que, al parecer, no le incomodo.
...pensar que le puedo caer bien a alguien me resulta intrigante.
—(No es hora de auto-criticarse, es hora de desayunar)—Me digo a mí misma mientras me miro al espejo, con mi estropajo de cabello de punta hacía todos lados—(Si quiero verme levemente bien, tengo que empezar desde ahora).
Y ahí estoy yo, preparándome para una ducha, para más tarde peinar mi cabello; no me hace daño arreglarme un poco más de vez en cuando, no sólo lo primordial
—(Wow)—Pienso mientras veo lo muy fuera de zona de confort que estoy ahora mismo—(Shuichi y Kaito no se lo creerán cuando se los cuente).
Pero decido no pensar en ellos, y pensar más en Kaede...y nuevamente, eso se oyó extraño.
(★)
Shuichi y Kaito tratan de no actuar tan nerviosamente, pero caminar al lado del otro tomados de las manos, se sintió definitivamente muy no hetero.
—¿A dónde te gustaría ir?—Pregunta Shuichi con una sonrisa, había elegido un vestuario de blanco y negro; no es muy colorido, pero al menos no luce como si hubiera salido de un funeral.
—¿Qué te parece si exploramos haber que nos ofrece la ciudad?—Sugiere Kaito con una radiante sonrisa; él también había variado un poco su vestimenta común, pues en lugar de lucir su morado habitual, se ha envuelto en colores azul cielo.
—Me parece bien—Responde Shuichi, sintiendo como su mano entrelazada con la de Kaito. Shuichi se está esforzando mucho para tener el cerebro apagado y disfrutar, en vez de estar al pendiente de cada gesto y movimiento que hace (o que haga Kaito).
Caminan un poco hasta llegar a un jardín botánico con entrada al público de manera gratuita. Ni siquiera tuvieron que decirse nada, simplemente entraron. Ninguno de los dos son "hombres de plantas"; no tienen ni idea de que significan ni como cuidarlas, así que cuando entraron, de inmediato la maravilla los invadió.
—¡Wow, nunca había visto esa flor!—Expresa Kaito mientras observa una flor un tanto alta de color purpura oscuro—Aunque...¡ugh! Huele...huele curioso.
—Según esto, es una flor de dragón—Dice Shuichi mientras lee el letrero junto a la planta—Al parecer huelen desagradable, ¿es cierto?
—Huele a...obo.
—¿Eh, que es...?
—No lo termines—Interrumpe Kaito mientras le coloca un dedo sobre los labios de Shuichi.
El cerebro apagado de Shuichi no sólo se activa, sino que causa una reacción fisiológica en su cuerpo que provoca que sus mejillas se tornen rojas y sus labios se tensen.
Aquella acción ha sido el gesto más íntimo que han tenido. Y cuando Kaito se percata del nerviosismo que ha causado en Shuichi, no puede evitar sonreír suavemente mientras retira su mano.
—Lo siento, me deje llevar—Expresa Kaito mientras se pasa una mano por la nuca.
—Está bien...—Shuichi baja la mirada, todavía con las mejillas rojas—Está bien, no te preocupes.
—¿Está bien entonces? Quiero decir...no quiero hacerlo si eso te incomoda.
—No me incomoda, de hecho...—Shuichi baja la mirada, levemente sonrojado, y con una sutil sonrisa, casi imperceptible—Si lo quieres hacer de vez en cuando, no tendría problema.
Para Kaito, eso fue un alivio. Una de las cosas que más le preocupa, en general, es molestar a las personas con sus ocurrencias, principalmente porque eso ya le ha causado problemas en el pasado. Y aunque Shuichi nunca le ha puesto un pero a dichas ocurrencias, ahora más que nunca quiere que Shuichi se quede cómodo.
Tras caminar un poco por el jardín botánico, Shuichi y Kaito siguen con las manos entrelazadas y compartiendo bromas. Tras explorar un poco, llegan a una zona repleta de flores color rojo, principalmente de rosas rojas. Shuichi de inmediato se acerca a leer los carteles, y Kaito de inmediato se acerca a oler las flores.
—No huelen a nada—Pregunta Kaito sin ocultar su decepción—Creía que las rosas olían a algo.
—A lo mejor de tanto oler, ya no hueles a nada—Bromea el pelinegro.
—Quien sabe—Kaito sonríe ampliamente; extrañando a Shuichi.
—¿Qué pasa?—Pregunta Shuichi, mirando a los ojos a su reciente pareja.
—Nada, solo estoy feliz—Kaito es el primero en agradecer ser una persona tan sencilla—Sonrío sin razón, es un pasatiempo que me gusta.
Shuichi tuvo que procesar unos segundos para entender el pensamiento de Kaito. Shuichi Saihara es una persona que normalmente tiene que encontrarle un sentido a todo. Aunque últimamente intenta dejarse llevar; o como él mismo lo dice: apagar el cerebro.
—Sonreír sin razón...—Murmura Shuichi mientras observa las rosas rojas—Pues si, supongo que es bueno hacerlo de vez en cuando, trataré de hacerlo también.
—Las sonrisas naturales deben ser naturales—Comenta Kaito—Como estas rosas...son naturales ¿no? Espera deja lo compruebo...
Kaito se acerca a oler las rosas, provocando que Shuichi sonría por la gracia.
—Si, son reales—Añade Kaito—Por un segundo pensé que eran falsas y por eso no olían a nada, pero son de verdad...¿qué estaba diciendo? Ah sí, que las sonrisas tienen que ser naturales, ¡pues eso! Hay que ser naturales, si si si.
Shuichi entre risas, se acerca y levanta sus talones para entregarle un beso corto en la mejilla de Kaito. Un gesto tan simple y lleno de cariño que hizo que Kaito se tranquilizara y dejara de hablar.
—Entiendo—Dice Shuichi con una tierna sonrisa mientras toma la mano del pelimorado—Hay que seguir explorando.
Kaito asiente con la cabeza y deja que Saihara lo guíe por el jardín. Mientras que Shuichi se dejaba llevar, Kaito estaba al pendiente de cualquier detalle que decía, lo que sólo hacía resaltar su nerviosismo y espontaneidad.
Sin embargo, a estas alturas de la vida, Kaito es más que consciente que puede dejarse llevar cuando está al lado de Shuichi Saihara.
(★)
Estoy acostumbrada a ver a Kaede siempre vestida de rosa, morado y blanco; así que cuando la ví en nuestro punto de encuentro, vestida de camiseta color verde pasto, jeans y tenis, debo admitir que abrí los ojos.
—¿Quién eres tú y qué hiciste con Kaede?—Fue lo primero que dije, siquiera antes de saludarla. Kaede tan sólo se comenzó a reír.
—¿Es por qué no estoy usando rosa, falda y tacones como siempre?—Pregunta entre risas, y debo admitir que me hizo reír a mí un poco, ligeramente.
—Creo que sí—Dije, tomando una de mis coletas, normalmente hago ese gesto cuando estoy buscando qué palabras decir—Bueno...no es que se te vea mal, prefiero lo otro, pero este también está bien.
Kaede me mira. Empiezo a pensar que dije mi opinión sin que la pidieran.
—¿Tú crees?—Pregunta Kaede mientras ladea su cabeza hacía un lado.
—Vístete como quieras—Aclaré, desviando la mirada; me comencé a sentir avergonzada.
¿Desde cuándo podía estar nerviosa con Akamatsu?
—Siempre lo hago, no te preocupes—Responde con una gran sonrisa—Tú también te ves bien, Maki.
Yo estaba vestida como siempre, todo mi armario con mezclilla, rojo, negro y azul marino.
—¿Estás siendo sarcástica?—Pregunté ingenuamente.
Kaede vuelve a mirarme extrañada. Me recuerda a un gato cuando miran a una pared como si estuvieran descifrando algo.
—No—La sonrisa de Kaede desaparece, parece que está preocupada—Lo decía en serio, te ves bien.
Kaito tiene razón, no sé interactuar con las personas.
—Oh—Decido ser sincera—Lo siento, es que...soy un poco, ¿erizo? No sé, perdón.
La sonrisa de Kaede vuelve. Me sigue mirando pero esta vez con comprensión.
—Está bien Maki—Puedo notar que se ha puesto un ligero brillo labial, espera, ¿qué carajos hago mirando sus labios?—Bueno, hay una tienda muy buena de decoraciones aquí cerca.
—Okey, solo que no soy buena con la decoración de interiores—Digo, poniendo las manos en los bolsillos de mi pantalón negro.
—Jaja, te entiendo, yo tampoco soy una experta—Comenzamos a caminar por el centro comercial, pasando al lado de varias tiendas de moda y maquillaje, una sección que no suelo frecuentar.
Como las tiendas de ese estilo no me llaman la atención, me enfoco en Kaede (por alguna extraña razón que todavía no comprendo). Aunque Kaede no esté usando falda y tacones como normalmente hace, sigue caminando con gracia. Erguida, firme y ligera. No como yo, caminando encorvada, con las manos en los bolsillos y la mirada en el suelo.
—(No debería compararme con ella)—Pienso mientras Kaede de vez en cuando mira los escaparates de las tiendas de ropa—(Ella...ella proviene de otro mundo).
—¿Pasa algo Maki?—Me pregunta Kaede curiosa.
—Nada, solo...—Y mi estupidez tomó el control—Noté que caminas como una princesa.
Ambas nos detenemos. Y juro que mi corazón también se detuvo en cuanto me dí cuenta de lo que dije.
—Por favor, olvida que dije eso—Supliqué.
—Pero lo dijiste—Dice de manera divertida—Está bien Maki, agradezco tu cumplido.
—No sé qué tiene eso de cumplido—Por alguna razón, estoy actuando más tonta de lo normal—Aunque bueno...está bien que lo percibas así...
Kaede no paraba de reírse, aunque quiero pensar que conmigo, y no de mí.
—Eres muy graciosa Maki—Responde entre risas; sus mejillas se colorean—Está bien, lo tomé como un cumplido.
—Okey...—Ahora soy yo la que está sonrojada, mientras meto las manos en los bolsillos nuevamente—Menos mal...
¿Menos mal? No puede ser que en serio me preocupe quedar bien con Akamatsu; ¿acaso esta chica me ha hecho algo o porque carajos no puedo dejar de pensar en ella?
Mientras mi cabeza se llenaba de ideas retorcidas, continuamos nuestro camino hasta llegar a la dichosa tienda departamental, directamente al pasillo de decoraciones para el interior. No lo sé, llámenme paranoica si quieren, pero tengo la sensación de que Akamatsu se está riendo conmigo y no de mí.
En fin, mi paranoia y yo como siempre.
Y...un bombardeo diferente surgiendo de mi pecho.
(★)
Tras explorar el jardín botánico, Shuichi y Kaito tomaron un descanso en una banca bajo la sombra de un árbol. Habían comprado unas botellas de agua, pues el calor de febrero no estaba ayudando.
—Noté que hoy no estás usando negro—Comenta Kaito con una sonrisa antes de darle un sorbo a su botella de agua—Te sienta bien los colores claros.
—¿Tú crees?—Pregunta Shuichi mientras acomoda un pequeño mechón de su cabello detrás de su oreja, su sonrisa expresa lo ruborizado que está—Quería variar aunque sea un poquito.
—Pues te ves bien—Kaito acerca un poco su rostro al de Saihara—Te ves lindo.
—¿Lindo?—Pregunta Shuichi, enrojecido por todo el rostro—Vamos, tampoco es para tanto.
—Eres lindo, acéptalo—Comenta Kaito mientras toma el mentón de Shuichi. El detective ríe suavemente.
—Sólo si tú también aceptas que eres lindo.
Ahora es Kaito quién ríe, estando más cerca de su pareja.
—Cuando lo dice alguien más me lo tomaría como un cumplido—Expresa Kaito—Pero cuando lo dices tú...se siente bonito.
Shuichi, a modo de respuesta, coloca su cabeza en el hombro de Kaito, cerrando los ojos, y disfrutando del momento.
Ambos se quedan en silencio, siendo acompañados por el sonido del viento atravesando las hojas de los árboles. Entrelazan sus manos, mientras que sostienen las botellas de agua con la otra.
—(Esto es agradable)—Piensa Shuichi—(Es nuestra primera cita, pero todo parece tan...natural, es como si ya supiéramos cómo hacerlo)
Shuichi levanta su mirada y se encuentra con la de Kaito. Con solo una mirada se entienden; y es Kaito quien toma la iniciativa al inclinarse y besar a Shuichi con suavidad y cuidado.
Shuichi corresponde con el mismo nivel de cariño. Sentir su mano entrelazada con la de Kaito, y al mismo tiempo el encuentro con sus labios crea una sensación cálida en su pecho. Una emoción que jamás había sentido; y está dispuesto a explorarlo.
Kaito, por otro lado, sentía satisfacción al mostrarse vulnerable. Toda su vida había sido una persona fuerte, que era el apoyo para todos; y ahora podía dejarse llevar en el amor que ofrece Shuichi.
—Te amo...—Pronuncia Kaito cuando el beso termina; Shuichi no se esperaba eso, pero sonríe con calidez.
Siempre habían sentido amor el uno por el otro.
Como compañeros, como amigos, y ahora como pareja.
El cariño siempre estuvo ahí, y entre ellos siempre estuvo. El cariño se transformó en algo nuevo; sin embargo, para ellos, el amor no necesariamente tenía que ser romántico. Que ahora lo sea, no quita valor a lo que tuvieron previo.
—También te amo—Responde Shuichi antes de volver a recostar su cabeza en el hombro del astronauta.
Permanecen otro rato en silencio disfrutando de la compañía sin necesidad de añadir nada más.
—¿Quieres ir mañana al festival de San Valentín?—Pregunta Kaito, interrumpiendo el silencio.
—Claro, aunque siempre hemos ido como amigos—Responde Shuichi, abriendo sus ojos.
—Bueno, pero ya no somos amigos—Pronuncia Kaito entre risas.
—¿Y...qué hacen las parejas en San Valentín?—Pregunta Shuichi con ojos curiosos.
—Tampoco tengo mucha idea, pero primeramente disfrutar—Kaito acaricia con suavidad la mejilla de Shuichi—No sé, divertirnos en algún lado, perdón, no tengo mucha experiencia en estas cosas.
—Entonces aprenderemos juntos—Comenta Shuichi, mientras coloca su mano en la mejilla de Kaito; después se inclina para darle un beso.
Mientras ambos seguían disfrutando de su cita; ninguno de los dos había echado un vistazo a sus respectivos móviles. De haberlo hecho, ambos se hubieran dado cuenta que tenían mensajes de sus, también, respectivas mejores amigas.
Kaede le había escrito a Shuichi "¡Estoy enamorada!"
Y Maki le había escrito a Kaito "¡Me quiero morir!"
(★)
Les prometo que me estoy esforzando para terminar esto antes del año :,)
En verdad agradezco un montón que sigan apoyando esta historia a pesar de que me tardo en actualizar (ᵔ.ᵔ)
Gracias por leer!! Nos vemos en el siguiente y último capítulo <3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top