✩ Martes ★
Muchas gracias a todos el apoyo!! :D debo admitir que se siente bonito volver a escribir sobre Danganronpa 💜 y sobretodo ver tanto apoyo.
Ahora sí, espero les guste el capítulo (~ ̄³ ̄)~
(★)
En cuanto llegué al salón, Kaito me recibe agitándome mientras me toma de los hombros.
—¡¿Qué voy a hacer?!—Me pregunta exaltado, si yo quisiera podría tumbarlo de una patada pero lo dejo estar.
—¿Cómo qué? ¿Te refieres a Saihara?
—No lo digas en voz alta—Kaito me toma de un hombro y me lleva a una de las esquinas del salón, aunque de todas formas todavía no ha llegado nadie—Tenemos que hacer algo al respecto.
—Si, fue justamente lo que dije ayer.
—Y sé exactamente el qué.
—Entiendo…—Parece que Kaito y yo estamos pensando lo mismo. Lo decimos al mismo tiempo.
—Olvidarlo.
—Declararte.
Un silencio incómodo nos invade, Kaito me mira como si hubiera dicho que los aliens me visitaron anoche.
—No—Es lo único que me dice como explicación.
—¿No? ¿Por qué?
—Tampoco es obligación declararse en cuanto te gusta alguien.
—Cierto, pero te conozco Kaito, ¿y sabes cómo estarás los siguientes días diciéndome a cada rato “ay, ojalá pudiera pasar el 14 de febrero con Shuichi”, o “como me gustaría decirle a Shuichi lo que siento”. y cosas así, no me dejarás en paz.
—Vaya, si que eres mala—Se rasca la nuca mientras observa hacía otro lado—Okey sí, tienes razón, pero…
—¿Pero?—Kaito es el rey del optimismo y la valentía, no entiendo de donde proviene tanto rechazo—¿Qué pasa?
Tampoco obligaré a Kaito a hacer algo que no quiere. Es mi amigo, lo que elija lo apoyaré de todas formas.
—Si fuera cualquier otra persona, creeme que estaría emocionado, pero Shuichi no, ¡estoy muy nervioso! Así que ignoraré todo y simplemente se esfumará el sentimiento ¿no? Tiene que ser así.
—¿Por qué no te emociona sentir algo por Shuichi? Es una buena persona, es literalmente tu compañero para todo—Juegan juntos, estudian juntos, entrenan juntos, es su otra mitad y además su contrario—No se me ocurre nadie más para estar contigo.
—Es mi mejor amigo, tengo muchas reglas, y una de ellas es jamás tratar de estar con un amigo de otra forma, tú y Shuichi están prohibidos, me sentiría orgulloso si fuera cualquier otra persona, pero no un amigo, ¿entiendes?
No, no lo entendía. Pero decido no insistir y respetar la decisión de Kaito.
—A veces odio tus reglas—Digo sarcásticamente mientras camino hacía mi pupitre, con Kaito siguiéndome, siempre nos sentamos atrás, Shuichi se sienta a medias, junto a Kaede.
Kaito ríe. No puedo evitar pensar en lo difícil que sería tratar con una persona de la cual sientes algo. De mi parte, nunca me ha gustado nadie, sé que no me gustan los chicos, pero tampoco he sentido algo único por una chica. No me interesa todo eso, además, sería una novia horrenda.
—Buenos días, Momota, Harukawa—Dice Kaede, siempre es de las primeras en llegar, puede que Iruma o Korekiyo sean los que mejor calificación sacan, pero Kaede siempre me ha parecido ejemplar—¿Quieren?
Tiene un paquete de galletas en la mano, nos extiende el brazo, ofreciendo una. Y por supuesto, Kaito le dice sí a los dulces.
—Claro, gracias Akamatsu—Expresa Kaito contento.
—Gracias—Digo mientras tomo una—Te gustan mucho las fresas.
Observo la galleta, que contiene unos pequeños trozos de frutas rojas.
—Si, son mi fruta favorita—Kaede tiene esa sonrisa siempre, ¿no se cansará de ser alegre?
—Tiene sentido, te gustan las fresas, los dulces, el rosa…—Contrario a mí—Todo eso pega contigo.
Me observa detalladamente, puedo notar un ligero tinte rojizo en sus mejillas, vaya, ¿qué le sucede?
—Si…—Toma una galleta del paquete y se lo come de un mordisco—En fin, nos vemos.
Se gira y se va a sentar a su pupitre. Tampoco quería incomodarla.
—¿Crees que le agrado a Akamatsu?—Le pregunto en voz baja a Kaito.
—Creo que a ella le cae bien todo el mundo.
—A veces creo que la incomodo.
—Que raro verte preocupada por lo que alguien opine de ti.
Cierto, pero Kaede…no sé, no le hablo mucho pero no me desagrada; no tengo demasiada opinión de ella.
—Dado que ambas somos amigas de Shuichi, no creo que estaría mal si habláramos más seguido—Digo antes de comerme la galleta, debo admitir que Akamatsu tiene buen gusto por los dulces.
(★)
El receso había llegado, Shuichi, Kaito y yo nos sentamos juntos en la cafetería de Kibougamine.
—¿Han avanzado en el poema?—Nos pregunta Shuichi mientras le doy un mordisco a mi hamburguesa.
—No, y no quiero hacerlo—Digo sinceramente.
—Todavía no sé cómo empezarlo—Dice Kaito alegremente, como si fuera algo bueno.
—Yo he avanzado en unas cuantas palabras, pero escribir…no se me da bien, estoy haciendo rimas de un niño de cinco años.
—¿Casa y taza?
—Frente y al frente.
Kaito ríe a carcajadas, y debo admitir que esboce una sonrisa.
—En el fondo eres un poeta—Dice Kaito con una papa frita en la mano—Mi intuición así me lo dicta.
Shuichi sonríe avergonzado, negando con la cabeza.
—¿Sabías que Kaito ha comenzado a dibujar?—Digo de repente, provocando que Kaito ponga una cara de asustado.
—¡Oye!—Exclama, pero me pongo de pie.
—Olvidé que tenía que ayudar en…—No se me ocurre nada, no ayudo mucho a nadie—En fin, nos vemos luego.
Y así, es como dejé a Kaito Momota sin habla, a solas con Shuichi Saihara, su mejor amigo y recientemente enamorado.
Espera, ¿desde cuándo hablo tan cursi? Desde que comencé a juntarme con los cursis de Shuichi y Kaito.
(★)
Momota es un chico optimista, alegre, energético y sumamente hablador. Así que no es normal en él no saber qué decir, o no saber expresarse. Hasta ahora tratar con Shuichi era natural, todo fluía, ahora no sabe qué cara poner.
—No sabía que dibujabas—Saihara, por otro lado, actúa de manera normal y sincera.
—Empecé hace poco—Se rasca nuevamente la nuca—Literalmente el sábado pasado.
—Genial—Shuichi toma una papa frita—Es bueno que por fin te animaras.
—Hay que animarse a lo arriesgado.
Shuichi responde con una cálida. Desde que se conocen, Momota siempre ha considerado a Shuichi un sol, siempre sincero, amable, no busca perjudicar a nadie, puede que sea un poco blando, pero es capaz de luchar por sus ideales, un detalle que Kaito respeta y admira.
Por eso comenzaron a hablar, porque para Kaito…Shuichi era una persona interesante, tímida que antes se solía esconder en una gorra y sentado en una esquina. Cuando en realidad es un chico con mucho potencial.
—(Me gustas desde hace tiempo, solo que ayer me dí cuenta de eso)—Piensa Momota mientras observa a su amigo—(Me encantaría decírtelo, ver tu reacción, conociéndote, me rechazarías de la manera más amable posible).
—¿Quieres ver lo que llevo del poema?—Pregunta el detective.
—¡Claro!—Kaito siempre le sonríe a todo mundo, pero a Saihara, le guarda una sonrisa especial.
Sin embargo, Kaito se prometió jamás declarase a un amigo, la última vez que hizo eso, no solo la amistad se esfumó, sino que fue aborrecida.
Ambos terminaron de almorzar y fueron al salón de clases. Shuichi rebusca en su mochila, sacando una pequeña libreta. Shuichi es de esos alumnos que tienen una libreta para todo, de tareas, de apuntes, de horarios etc.
—Sólo que no te burles—Advierte el detective.
—No me burlaría de tí.
Shuichi le extiende la libreta tímidamente, y Kaito lo toma, por un segundo sus manos se tocan, provocando que el astronauta sonría tontamente.
La piel de Shuichi es suave…es tentador el no querer soltarlas nunca.
—Bien, veamos si estoy en lo correcto con que Shuichi Saihara es un poeta en secreto—Dice Kaito entusiasmado.
El poema dice así:
Entonces entendió que no podía ahogar su temor en la oscuridad
Podría huir, deslizarse fuera de los límites, pero el miedo permanecería
El hombre desea aferrarse a una fuerza mayor, una lejos de la humanidad
—Oh…—Dice Kaito pensativo—Pues…
—Malísimo lo sé.
—¿Malísimo? ¡Shuichi Poeta Saihara es canon!—La sonrisa de Kaito es radiante—Está genial.
—Todo lo que hago te parece genial.
—Porque tengo razón, me gusta mucho, tienes que continuarlo.
—Okey, pero ahora es tu turno, quiero ver tus dibujos.
—Bien—Kaito le extiende el cuaderno, el dibujo que hizo de Saihara ayer ya fue arrancado y posteriormente guardado en un cajón en la habitación de Shuichi, pensó en tirarlo en la basura, pero no pudo.
Saihara hojea el cuaderno, todo con dibujos hechos a palitos y garabatos.
—Son…—Pero Saihara no pudo resistir la risa—Son tan adorables.
No se estaba burlando, ¿cómo explicarlo? Fue una reacción, lo decía sinceramente; era adorable, tan adorable como Kaito.
—Hey, nada de burlas—Dice Kaito con una sonrisa divertida y levemente sonrojado—(Lo único adorable aquí eres tú).
—Perdón, pero me gusta el esfuerzo que le pones—Saihara le regresa el cuaderno—Siempre te esfuerzas en todo.
—(Siempre tengo una razón para hacerlo).
Kaito no dibujaba porque quería ser el mejor, lo hacía por mero gusto personal; y eso es suficiente, las personas deberían apreciar y querer a sus pasatiempos.
—Ooh vaya, hay gente aquí—Dice Rantaro Amami, quien regresa del almuerzo—¿Hace calor o por qué están tan rojos?
—Febrero es caluroso—Responde Kaito antes de guardar rápidamente el cuaderno para que Rantaro no lo vea.
—Por cierto Saihara, ¿me ayudas con la tarea de matemáticas? No lo entiendo, creo que no desbloqueo esa habilidad.
—Claro Amami—Responde el detective.
Mientras Shuichi ayuda a Rantaro, Kaito sale del salón, encontrándose con Maki en el pasillo.
—Me abandonaste—Le reprocha Kaito a su amiga.
—Si, así es —A Maki no le gusta poner excusa, siempre es directa.
—Gracias.
—¿Eh?
—Me acabo de dar cuenta que no quiero olvidar lo que siento por…ya sabes quién—No se arriesgará a que alguien los escuche—Me gusta sentir lo que siento, pero tampoco quiero romper la regla.
—Si tú te inventaste esa regla también puedes quitarla ¿no?
—Pues sí, pero lo hice por una razón.
—¿Cuál?
—Es…es una larga historia, después te la cuento, lo que trato de decir es que no quiero acobardarme, me gusta alguien, y no debo avergonzarme de eso.
—Que bien, ¿significa que se lo dirás?
—Aún no lo sé, pero quiero que me ayudes.
—¿Yo? Tengo el nivel de romance que una piedra, ¿por qué yo?
—Porque eres mi mejor amiga.
—¿Ajá?—Maki suelta un largo suspiro—Okey, bien, pero si algo sale mal tú eres responsable.
—Gracias Maki-Roll—Kaito la abraza fuertemente, provocando que Maki quiera apartarse como un gato recién bañado.
—¡Nada de abrazos!—Exclama la joven niñera.
Kaito la suelta, y Maki se arregla las coletas.
—¿Cuál es el primer paso?—Pregunta la chica.
—Saber si le gusta alguien, bastaría con preguntarle.
—¿Olvidas que Shuichi es un detective? Sospechará si hacemos una pregunta tan directa, hay que persuadirlo, como si fuera un interrogatorio.
—Bien, ¿te encargas de eso? Eres mil veces más sutil que yo.
—¿Y qué pasa si le gusta alguien más?
—Nada, apoyarlo, llorar en secreto, y ser el buen amigo que merece.
—¿Y si no le gusta nadie?
—Pues…—Kaito tiene esa sonrisa astuta—Tratar de enamorarlo.
Kaito sí que está maravillado con Saihara, nunca lo había visto tan determinado.
—Okey, lo haré.
Shuichi Saihara, te has vuelto el blanco de nuestra investigación.
(★)
Nos leemos el siguiente capítulo 💖💜
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top