★ Domingo ✩ [FINALE]
Última parte ( ^▽^)
(★)
Muy bien, necesito procesar varias ideas; entre ellas, la posibilidad de que casi tengo un ataque de ansiedad en mi propia habitación.
No soy una persona de sentir...tanto; quiero decir, soy Maki Harukawa, la asesina definitiva; estoy acostumbrada a ser tan fría conmigo misma. Quizás, y esto sólo es una teoría, que por eso mi cuerpo explotó tanto hace unos minutos. Dado que reprimo mis emociones constantemente, tiene sentido que tarde o temprano estas colapsen ¿no?
—Kaito...—Dije mientras murmuro con el móvil en la mano—¿Puedes...venir?
Ni siquiera estoy segura de haber escuchado una respuesta. Mi respiración agitada y el temblor en mi voz resuenan en mis oídos impidiendo que escuche algo más.
Tras cortar la llamada, permanecí quieta en el suelo de mi habitación, abrazando mis piernas, con la cabeza baja; me gustaría describir mis pensamientos pero no puedo. Siento que...no puedo hacer nada. Y eso sólo provoca frustración en mí.
Pasado un rato, escucho la puerta abrirse, si fuera un ladrón lo lamentaría mucho (por él, no por mí).
Después, Kaito entra a mi habitación. Reconozco su mirada al instante, como si estuviera viendo algo frágil, algo que se haya caído de la estantería y se hubiera roto. Kaito se sienta al lado mío y me da un abrazo. Cierro los ojos y permito sentir la protección de mi mejor amigo.
—¿Qué pasó, Maki-Roll?—Me pregunta Kaito en voz baja.
—No...no lo sé—Decir eso me provoca ganas de llorar—Últimamente estoy teniendo migrañas cuando me levanto, y recordar lo que sucedió ayer...me abrumó, entonces comencé a respirar muy rápido, y, y...
—Respira—Me dice Kaito en voz suave, así que me detengo y lleno mis pulmones de oxígeno—Si quieres hablar de lo que sucedió ayer, aquí estoy.
Comienzo a calmarme, tratando de regular mi respiración, siento picor en los ojos y la garganta seca. Pero ahora mismo, lo que más necesito es expresarme. Soy una persona emocional por mucho que lo niegue.
—Ayer...fuí al centro comercial con Akamatsu, digo, Kaede—Me aclaro la garganta y estiro las piernas—Fue agradable, descubrí muchas cosas de ella, le gusta los perros, hacer su propio jugo de naranja, y la comida picante aunque no lo parezca.
Kaito asiente con la cabeza; estoy segura que no entiende porque estoy hablando de Kaede de repente.
—Ella compró tantas cosas...—Continuo en voz baja—Yo solo compré unos calcetines, y Kaede me regaló un peluche de un pájaro, al principio no lo quería pero ella insistió, fue una tarde extraña pero me divertí mucho.
—Eso es bueno—Kaito sonríe orgulloso de mí—Me alegro que Kaede y tú sean amigas.
—Kaito...—Miro hacía la pared, pues no quiero ver su cara de sorpresa—Creo que me gusta Kaede.
—Oh—Incluso esa expresión lo dice en un tono suave, casi imperceptible—Mereces querer y que te quieran, Maki-roll.
—¿En serio? Pero...nunca lo he necesitado—Inmediatamente me doy cuenta de lo infantil que es decir eso—Okey, está bien, pero entonces no tengo que hacer nada sino quiero ¿verdad?
—¡Exacto!—Kaito me da palmadas en la espalda de manera suave—Lo importante es que estás comenzando a ser amiga de Kaede, y quien sabe, a lo mejor un día de estos le gustas.
—Claro que no—Me sonrojo nada más pensarlo—Quiero decir, si eso pasa no me molestaría, pero no creo que suceda.
Aunque no hay nada de malo en soñar...
—¿Y qué más sucedió ayer?—Pregunta Kaito; entonces yo saco mi móvil.
—Después de las compras, nos despedimos y después le envíe un mensaje sobre que me había divertido, cosa que me costó mucho porque normalmente no soy así.
—Pero es que estás enamorada, que ternurita—Kaito entrelaza sus manos, mirándome como si fuera una madre orgullosa de su hija; entonces le doy un codazo suave a modo de respuesta.
—Como sea—Sonrió levemente, comienzo a sentirme más tranquila—La...invité al festival, sé que es nuestra tradición que vayamos tu y yo pero esta vez tienes que pasarlo con tu novio.
Cada año, hay un festival conmemorando el 14 de febrero; hay juegos, comida, concursos y finalizan con fuegos artificiales. Ver tanto rosa y corazones me abruman, pero debo admitir que me la paso bien cuando voy con Kaito; me hace sentir menos fuera de lugar.
—Puedo pasarlo con ambos—Responde Kaito.
—Nah—Siento mis pulmones llenarse de aire; definitivamente ya me encuentro mejor—Tienes que pasarlo con Shuichi, se acaban de hacer novios hace unos días, antes de San Valentín, es casi obligación del universo que pasen este día juntos.
—¿Cosa del destino?—Kaito suelta risas entre sus palabras—Estar conmigo y con Kaede ha hecho que digas cosas cursis como esas.
—Entonces son una mala compañía.
Una mala compañía que, aunque no lo demuestre ni lo exprese, agradezco profundamente tener en mi vida.
(★)
Shuichi Saihara quería darle un regalo especial a su novio; el problema es que no se le ocurría ni un carajo.
Indeciso, envolvió su regalo en una pequeña bolsa; tan pequeña que podía caber en una mano. Lo guarda con cuidado en su mochila y se alista para su cita con Kaito; esperándolo pacientemente.
Por suerte no está solo, Kaede Akamatsu se encuentra a su lado.
Ambos se encuentran en un pequeño parque, bajo las sombras de los árboles. Shuichi no para de revisar el móvil, ligeramente ansioso, mientras que Kaede se pinta los labios de un brillo rosa. Kaede ha vuelto a su rutina habitual de estar vestida de rosa y blanco.
—Necesito un consejo—Expresa Kaede mientras observa su rostro en su espejo de bolsillo—¿Cuando estuviste seguro de confesar lo que sentías hacía Kaito?
—Cuando sentí que no importara lo que sucediera, Kaito entendería—Responde Shuichi con una sonrisa—Y también cuando superé el miedo, confiando más en la amistad que en otra cosa.
Kaede reflexiona unos momentos; parece que tiene una idea rondando en su cabeza.
—Que sabio eres Shuichi—Expresa la pianista con una sonrisa mientras juega con la punta de sus pies.
—¿Eso es sarcasmo?
—Para tí todo parece sarcasmo.
Mientras Shuichi y Kaede charlan animadamente, Maki y Kaito se acercan. Kaito tiene una gran sonrisa como era de esperar, y no es para menos, pues en su mochila guarda un regalo para Shuichi que ha estado preparando toda la semana. Lo finalizó anoche tras su cita con Shuichi; así que está ansioso por ver qué cara pondrá.
—¡Hola!—Expresa Kaito con una sonrisa tan brillante como el sol—¿Llevan mucho tiempo esperando?
—No tanto, hola—Saluda Kaede con una tierna sonrisa, el calor le ha sonrojado las mejillas; un detalle que Maki no pasa por alto.
Kaito, por inercia, se acerca a Shuichi y le entrega un pequeño beso en los labios. Es un saludo envuelto en un gesto cariñoso. Maki y Kaede tan sólo se miran. Kaede con una sonrisa que parece decir "Aww, ¿qué acaso no son tiernos?", mientras que Maki rueda los ojos como si respondiera "Algo me dice que será normal ver eso todos los días".
—F-Feliz San Valentín, Kaito—Dice Shuichi con el rostro sonrojado; aún le cuesta acostumbrarse a las muestras de afecto en público, aunque sea frente a sus mejores amigas.
—Feliz San Valentín, Shuichi—Responde Kaito mientras acaricia la mejilla del detective.
Shuichi y Kaito no dejan de mirarse fijamente, queriendo descifrar lo que piensa el otro. Como si quisieran comunicar su amor a través de la mirada.
—Amm, ¿quieren que los dejemos solos o...?—Pregunta Kaede, titubeando.
Maki no resiste soltar una pequeña risa ante el comentario de la rubia. Kaito también añade una risa mientras que Shuichi se avergüenza.
—¡Cierto!—Exclama Kaito mientras junta sus puños—Feliz San Valentín Kaede, eres una de mis mejores amigas y prácticamente la hermana de Shuichi, así que es natural que te tenga en alta estima.
—Que lindo—Kaede hace un gesto característico en ella: coloca las manos hacía atrás y cierra los ojos mientras sonríe. Maki nota que Kaede es una persona que se expresa mucho de manera no verbal; desde la manera en la que habla, hasta como coloca las manos, todo en ella es expresiva—Lo mismo digo Kaito, eres un gran amigo, básicamente nuestro hermano mayor.
Maki no suele ver la complejidad de las relaciones interpersonales; sin embargo, en ese momento se percata que le agrada que la chica que le gusta se lleve bien también con su mejor amigo. Además, Kaede dijo algo muy cierto, y es el hecho de que Maki considera a Kaito su hermano mayor. Esa persona que te protege y cuida su bienestar; la clase de persona que a Maki le hubiera gustado tener en su infancia.
—¿Entonces nos vamos?—Pregunta Shuichi, hoy está sonriendo más de lo habitual—Hay un montón de cosas que hacer en el festival, y estoy seguro que encontraremos a compañeros de Kibougamine ahí.
—No creo que todo el mundo esté ahí—Dice Kaito entre risas—Pero tienes razón Sichi, hay que movernos.
Kaede y Maki de inmediato ven a Shuichi esperando una explicación.
—¿Sichi?—Pregunta la castaña de dos coletas—¿En serio?
—¿Qué tiene?—Pregunta Kaito de manera ingenua—Él me dice Kiti.
—¿Kiti?—Pregunta Kaede con una sonrisa burlesca—¿Cómo Hello Kitty?
Shuichi normalmente se hubiera avergonzado, pero esta vez rió alto. En realidad no le importaba lo que los demás pensaran de sus apodos. Es más, hasta le daba curiosidad saber sus reacciones.
Siempre es mejor reirse de los momentos inoportunos, hace que todo sea más llevadero, y agradable.
Shuichi Saihara nunca había conocido a personas tan agradables como Kaito, Maki y Kaede. Son su lugar favorito; puede ser él mismo y eso está bien.
(★)
Cuando llegaron al festival, Kaede de inmediato alzó los brazos y respiró profundo, permitiendo que el ambiente de San Valentín, en sus risas, corazones y dulces, le dieran la bienvenida.
—Lo admito, ¡amo San Valentín!—Expresa Kaede con una sonrisa—Es que todo es tan cursi, y bonito y...pues me encanta todo eso.
—Yo soy todo lo contrario—Comenta Maki—No estoy acostumbrada a estar rodeada de tanta...felicidad.
—Vamos, en el fondo no eres tan emo como te gustaría creer—Exclama Kaito mientras le da una palmada en la espalda a su mejor amiga de dos coletas.
—Quiero pensar que sí—Responde Maki mientras sujeta una de sus coletas.
—En fin...—Dice Shuichi entre risas—¿Qué les gustaría ver primero?
—¡Los dulces!—Exclama Kaede.
—¡Las atracciones!—Viporea Kaito.
—No sé—Responde Maki.
—Pues...a mí me gustaría ver las atracciones también—Añade Shuichi.
—¿Qué les parece si nos separamos en pareja? Yo con Shuichi, y Maki con Kaede.
Maki en cuanto escucha eso, baja la mirada, ligeramente avergonzada. Kaede, por otra parte, no oculta su sonrisa.
—Me parece bien—Responde la pianista—¿Estás de acuerdo, Maki?
Maki Harukawa nunca creyó que su corazón pudiera latir más rápido gracias a unas pocas palabras.
—De acuerdo—Maki por accidente casi vuelve a responder "no sé".
—Bien, entonces nos vemos dentro de un rato—Expresa Kaito mientras toma la mano de Shuichi—Mucho cuidado ¿si?
—Lo mismo digo, Shuichi, no dejes que Kaito cometa tonterías—Responde Maki.
Shuichi asiente con una sonrisa. Kaede y Maki se dieron la vuelta y se dirigieron a la zona de alimentos y golosinas; Kaito y Shuichi fueron directo hacía la zona de juegos y atracciones mecánicas.
Mientras el astronauta y el detective observan los juegos, Kaito no puede evitar sacar su lado más tierno y juguetón.
—Amo que estemos aquí—Comenta con una brillante sonrisa.
—Yo también lo amo—Responde Shuichi.
Las luces parpadeantes iluminaban el lugar, mezclándose con el suave resplandor de las estrellas en el cielo. Los dos paseaban por los coloridos puestos de juegos y las atracciones, disfrutando de la magia del ambiente. Se detuvieron en un pequeño puesto de canicas, que consiste en hacer rodar unas canicas sobre un tablero para que caigan en una casilla, y así, ganar un premio.
—Este se ve interesante—Expresa Kaito—Jugaré y te conseguiré un premio, ya verás.
Shuichi estuvo a punto de decirle "No es necesario", pero sabe que Kaito es competitivo en esas cuestiones, así que lo deja estar.
—Bien, demuéstrale a las canicas quién manda—Responde Shuichi antes de entregarle a su novio un beso en la mejilla. Kaito aceptó ese gesto como su amuleto de buena suerte.
Kaito paga por tres intentos, toma las canicas como si fueran dardos y los hace rodar sobre la mesa. Dos de las canicas terminan en casillas en blanco, indicando que no ganó nada.
—No importa, el cosmos está de mi parte—Murmura el astronauta mientras tiene la última canica entre sus manos.
Pero el cosmos no siempre es amable; así que Kaito accidentalmente deja caer el último intento. La canica rueda, y se desliza hasta una esquina, donde de milagro cae en una casilla verde.
—¿Eso cuenta?—Pregunta Kaito con una sonrisa, esperando que la respuesta sea afirmativa.
—No—Responde el encargado del puesto con una grata sonrisa—Lo siento, pero no puedo darte un premio por un accidente.
Kaito suelta un bufido. Se hubiera rendido, pero Shuichi, a diferencia del cosmos, no se echó para atrás.
—Usted en ningún momento especificó cómo se tenía que lanzar la canica—Expresa Shuichi con una suave sonrisa—Tan sólo indicó que la canica tenía que ser arrojada y terminar en una casilla verde, y eso fue lo que pasó.
A Shuichi solo le faltaban lentes para acomodarlas mientras hablaba. Kaito tuvo que contener la risa.
—De acuerdo...—Comenta el encargado mientras hace rodar los ojos—Sólo tomen el premio.
Kaito, como si fuera un niño en juguete, quería todos los premios, y no sabía por cuál decantarse. Terminó eligiendo un pequeño telescopio. Ambos se alejan del puesto para continuar con la noche.
—Toma, Shuichi—Dice el pelimorado mientras le entrega el juguete. Shuichi lo toma y de inmediato la alegría se refleja en una sonrisa.
—¡Gracias!, de niño siempre quise uno de estos—Shuichi admira el artefacto desde varios ángulos—Pero, tú lo conseguiste, debería ser tuyo.
—Es de ambos, yo por arrojar una canica, y tú por argumentar como el detective que eres—Dice Kaito mientras pasa un brazo por los hombros de Shuichi para estar cerca de él—¿No te cansas de ser tan genial?
Las mejillas de Shuichi están más rojas que una manzana. Esta sensación de ser amado por una persona como Kaito Momota es lo más gratificante que ha sentido en su pecho.
—¿Comenzaremos a tener objetos en común?—Pregunta Shuichi, emocionado con la idea de compartir más con Momota.
—Claro, solo si tu quieres—Kaito le entrega a Saihara un beso en la sien.
—Claro que quiero—Responde Shuichi ruborizado—(Cualquier cosa contigo, estaré encantado).
Shuichi y Kait continúan explorando, tomados de las manos, con el telescopio como prueba tangible de las emociones que causa el festival.
(★)
Aunque al principio estaba nerviosa, Kaede es de esas personas que crean un ambiente amigable con su presencia; así que rápidamente comencé a relajarme.
—Que bien huele...—Expresa Kaede mientras observa los puestos coloridos—Lo siento, es que soy un poquitito comelona.
—Lo noté—Una ligera sonrisa se dibuja en mi rostro, y no me molesto en ocultarla—No te preocupes, lo cierto es que si huele bien.
—¡Wow, mira eso!—Kaede observa un puesto de algodones de azúcar, pero no son de tamaño normal, son enormes, más grande que la cabeza de un bebé—Vaya, nunca había visto algodones de este tamaño.
—¿Quién se comería uno de esos?—Pregunto desconcertada; me dió diabetes de sólo verlos.
—Yo, por supuesto, quiero uno.
Y antes de que pudiera detenerla, Kaede ya estaba caminando para el puesto. La seguí no muy convencida.
—¿Y si después quieres subirte alguna atracción?—Pregunté—Tendrás el estómago lleno de dulce, y no quiero estar cerca tuya cuando vomites.
—No subestimes a mis intestinos—Expresa Kaede entre risas—Subir a una atracción con el estómago lleno no es lo más estúpido que he hecho, y si, lo digo con orgullo.
Río ante eso, Kaede es extraña; y eso es lo mejor de ella.
Nos formamos en la fila de los algodones de azúcar. Y después de unos minutos, Kaede compra el suyo pero antes de pagar me observa fijamente.
—¿Quieres uno?—Me pregunta, mientras sostiene su cartera rosa con decorado de conejos.
—No, gracias.
—Estaba pensando en comprar uno y compartirlo entre las dos—Una sonrisa tierna decora su rostro—Claro, solo si quieres.
Asiento con la cabeza; no recuerdo la última vez que comí un algodón de azúcar, pero lo importante es que lo estoy compartiendo con Kaede Akamatsu, independiente de que me gusta, es verdad que somos amigas. Estoy... feliz de tener una amiga como ella.
—Feliz San Valentín, señoritas—Nos dice el vendedor antes de entregarle un algodón enorme color rosa pálido a Kaede.
—¡Feliz San Valentín igualmente!—Responde Kaede con una sonrisa digna de un comercial, juro que incluso ví un destello relucir sobre sus perfectos dientes blancos.
—(Me pregunto... si las personas creerán que somos pareja)—Me pregunto y siento mi rostro sonrojarse por ello—(A pesar de todo... no dejo de ser una adolescente).
—Soy feliz—Comenta Kaede con el dulce de tamaño desproporcionado en sus manos—¿Continuamos viendo el festival, Maki?
Vuelvo a asentir con la cabeza; entonces retomamos nuestro camino. Kaede de vez en cuando toma pequeños pedazos de algodón con sus manos, y después yo empiezo a hacer lo mismo. Me doy cuenta que yo también, en este momento, también soy feliz.
(★)
A veces deseo dormir todo el día
A veces quiero pensar que mi destino está a la vuelta de la esquina
A veces quiero pensar que alguien me cuida
A veces quiero conocer mi propia sombría
Pero entonces vuelvo a ser yo
Y seguir siendo yo
—Quería escribir más pero no supe cómo—Expresa Kaito mientras Shuichi termina de leer el poema entre sus manos, escrito torpemente sobre un pequeño cuaderno de Wall-e.
—A mí me gusta—Responde Shuichi mientras cierra la libreta—Creo que porque soy tu mayor fan.
—¡Que afortunado soy!—Exclama Kaito sonriente antes de besar la sien de Saihara—También soy tu mayor fan, eres todo lo que está bien en el mundo.
Continúan caminando; envueltos en las luces multicolor y los gritos de diversión. Sin embargo, una atracción destaca por encima de las demás: la montaña rusa. No es especialmente grande, pero está rodeada de luces artificiales que la hace ver majestuosa, todo ello provoca que Shuichi y Kaito se sientan atraídos como si fuese lo más impresionante que hubieran visto. Y en cuanto se acercan, notan a Kaede y Maki a lo lejos.
—¡Holis!—Exclama Kaede con el algodón de azúcar en su mano.
—¿De dónde sacaste eso?—Pregunta Kaito, refiriéndose al algodón de azúcar—Porque ahora mismo estoy sintiendo mucha envidia.
—De un puesto de por ahí—Responde Maki mientras toma un trozo de algodón y lo degusta.
—¿Ya vieron la montaña rusa? Deberíamos subir todos juntos—Comenta Kaede.
—Si, buena idea—Responde Shuichi—¿Pero será seguro para ustedes? Lo digo porque están comiendo dulces.
—Si, es seguro, una vez comí un kilo de fresas yo sola y después me subí a una tirolesa—Responde Kaede, con una sonrisa orgullosa.
—¡Esa es la actitud!—Exclama Kaito mientras junta sus propios puños—Ahora andando, hay una montaña rusa que nos espera.
Kaede y Kaito se adelantan, caminan a paso acelerado mientras la rubia sigue disfrutando de su dulce cristalizado. Maki y Shuichi los siguen, y charlan entre ellos.
—¿Cómo va tu cita con Kaito?—Pregunta Maki mientras limpia sus labios cubiertos de azúcar con una servilleta.
—Creo que todo bien—Responde Shuichi con una sonrisa suave—Aún me cuesta creer que todo sucedió en menos de una semana.
—A mí también me cuesta creerlo—Maki observa a la siempre sonriente Kaede Akamatsu—Pero no me quejo, estoy... feliz con el resultado.
—Yo también—Añade Shuichi, mientras observa al siempre brillante Kaito Momota.
Los cuatro llegan a la montaña rusa, dónde hay varias personas esperando en la fila. Entre ellas, la peculiar pareja de Kokichi Ouma y Kiibo.
—Wow, junta de homosexuales—Expresa Kokichi en cuanto ve a sus compañeros.
—Antes que nada, ¡feliz San Valentín!—Exclama Kaede.
Continuaron charlando, y después de un rato, los seis se subieron a la montaña rusa; dónde todos desearon un feliz San Valentín. Ouma seguía con sus bromas como siempre, y más porque no está acostumbrado a decirle ese tipo de cosas con sus compañeros de clase. Pero lo cierto es que creó un ambiente agradable.
Los seis se subieron a la montaña rusa. En la primera vuelta, Kokichi, Kaito y Kaede levantaron los brazos, exclamando todo lo que sentían desde los pulmones hasta gritar todo lo que sus cuerdas vocales eran capaces de transmitir. Mientras tanto, Maki, Kiibo y Shuichi se mantenían con los ojos cerrados y sintiendo como su cuerpo es volteado de cabeza.
Tras varias vueltas, finalmente la montaña rusa se detiene. Maki y Kaito están como si nada, mientras que los demás sienten demasiado vértigo.
—Igual, no me arrepiento de comerme ese algodón—Murmura Kaede para sí misma mientras respira profundamente.
—¿Tienen hambre?—Pregunta Kaito.
—Pues... estaba pensando en ir a los juegos—Comenta Kaede—Quiero ganar un algodón de azúcar.
—(¿Otro? Esta chica es un pozo sin fondo)—Piensa Maki.
—Maki es buena en los juegos—Comenta Saihara—Y lo cierto es que yo también tengo hambre.
Hablan un poco, y al final, Kiibo y Kokichi se van por su parte para seguir disfrutando de su cita. Shuichi y Kaito van a la sección de comida, mientras que Kaede y Maki van a los juegos.
(★)
—¿Qué peluches quieres?—Pregunto con el dardo en mi mano. Estamos en un puesto de juegos, que consiste en reventar globos con dardos para conseguir un premio. Estamos aquí porque quiero conseguirle un peluche, debido a que me regaló uno cuando fuimos al centro comercial.
—Me gusta el del tigre—Responde Kaede.
Entonces de inmediato lanzo el dardo hacía un globo, y claro, se revienta al instante.
—¡Eres la niña más increíble que conozco!—Exclama Kaede; me gusta como se ve bajo las luces artificiales.
—Nunca me he considerado una niñera—Respondo, mientras el encargado del juego me entrega el peluche de tigre, y de inmediato se lo doy a Kaede.
—Pero eres una niñera increíble—Kaede abraza el peluche, me recuerda a una niña.
Nos alejamos unos pasos del puesto, con varias personas caminando a nuestro lado.
—Si te soy sincera... hay veces en que creo que mi talento fue una farsa—(¿Por qué estoy diciendo eso? No creo que sea momento de sincerarse)—No entiendo porque le agrado tanto a los niños.
—Porque en el fondo tienes buen corazón—Escuchar eso, provoca que levante una ceja, a lo que Kaede me mira extrañada—¿No te lo crees?
—No es eso...—(¿Por qué me estoy poniendo tan nerviosa?)—Bueno, tienes una buena imagen de mí.
Kaede se queda callada; carajo, no quiero incomodarte Kaede, de verdad. Es sólo que soy una estúpida que no sabe aceptar un cumplido.
—Pues, es que no creo que seas una mala persona—Kaede me sonríe—Si no fuera así, no serías amiga de Shuichi y Kaito.
Siento que mi corazón está latiendo muy rápido, ni siquiera había notado que estaba jugando con mis manos por los nervios.
—Entiendo, pero apenas hablamos así que...
Quiero decirle a Kaede que quiero conocerla más; que nos conozcamos mutuamente. Hace mucho que no anhelaba tener una conexión más estrecha con alguien.
—Oh, lo siento—Kaede baja la mirada, pero sin deshacer la sonrisa—No quería ser prejuiciosa.
—No te preocupes, está bien—Sonrío para tranquilizarla—¿Qué quieres hacer?
La sonrisa de Kaede parece brillar más.
—Deberíamos buscar un buen sitio para ver los fuegos artificiales—Kaede observa a los alrededores—¿Qué te parece... la noria?
—¿Quieres que subamos allí?—Observo la dicha noria, puesta justo en el centro del festival; no me desagrada en absoluto la idea—Bien, tampoco hay muchas opciones.
—Deberíamos avisar a Shuichi y Kaito.
—Descuida—Respondo, un poco más aliviada—Creo que les vendrá bien un tiempo a solas, ya sabes.
—Oooh, entiendo—Dice Kaede entre risas; me gusta esta complicidad entre nosotras.
(★)
Shuichi y Kaito caminan entre los puestos de comida, compartiendo unos taiyakis; deciden alejarse de la multitud, para disfrutar del silencio y la compañía del otro en uno. Estando más apartados del festival llegaron a un espacio abierto, lleno de árboles, flores y un pequeño templo cerrado.
—En año nuevo este templo está lleno de gente—Comenta Kaito mientras toma la mano de Shuichi—Supongo que porque la gente reza por sus deseos.
—¿Te gustaría venir aquí en año nuevo?
—Me gustaría ir a cualquier sitio contigo.
Caminan un poco más, hasta llegar a un pequeño estante, dónde un par de lirios flotan. La luna llena se refleja en el agua, creando un escenario hermoso.
—Todo... es perfecto—Comenta Shuichi, observando el estanque—Hay que ver los fuegos artificiales desde aquí.
—Es una buena idea.
Los dos se sientan cerca del estanque, sobre el pasto, sorprendentemente seco. Shuichi sigue observando el agua, maravillado de cómo esto se siente un paraíso personal; lejos de todo y sólo disfrutando del momento entre ellos.
—Shuichi...—Kaito observa al detective—Te traje algo, es... un regalo que he estado preparando desde el lunes.
—¿Ah sí?—Shuichi sonríe por la emoción—¿Qué es?
Kaito, rebusca en la mochila, con una sonrisa nerviosa; mientras Shuichi espera impacientemente.
(★)
Kaede y yo nos encontramos en el cubículo de una noria, en movimiento. Le mando a Kaito un mensaje que dice "Estoy en la noria con Kaede, nopuedeserrrr". Entonces guardo el móvil y decido empezar una conversación con Kaede.
—¿Cómo te fue en la tarea del poema?—Pregunto por curiosidad; Kaede que estaba mirando por la ventanilla gira su cabeza para mirarme.
—Bien, la poesía no es lo mío, pero hay una primera vez para todo—Me responde con una sonrisa amable.
—Kaito estuvo toda la semana quemando las neuronas para escribirlo—Observo el festival por la ventanilla—Al final pudo escribirlo pensando en alguien.
—¿En alguien? ¿En quién?
Observo a Kaede; sospecho que ambas sabemos de quién estamos hablando.
—Supongo que en cualquiera—Miro devuelta por la ventanilla—En esa parte admiro a Kaito, siempre parece seguro en las cosas que hace, yo en cambio escribí un poema tan cutre que hasta un niño de diez años lo habría hecho mejor.
—Vamos, no debes criticarte demasiado.
—Es en serio, rimé manzana con mediana.
Kaede ríe suavemente; pero no es una risa de burla, sino de compañía. Lo que hace que comience a reír igualmente.
Nos quedamos en silencio, siendo una atmósfera agradable. Así que Kaede comienza a hablar.
—Mi poema no era la gran cosa, pero admito que fue divertido romperme la cabeza para saber qué palabras pueden rimar.
—Eres igual que Kaito, siempre optimista—Sonrío; gracias Kaede por hacerme reír tanto.
Charlamos un poco más hasta de nuevo quedar en silencio. Me gustan nuestras interacciones, me gusta sentirme así por ella; es una intensidad a la vez tan leve e indescriptible que se camufla en cada centímetro de mi cuerpo. No me atrevo a llamarlo amor, porque lo cierto es que desconozco hasta dónde puede llegar esta emoción por Kaede Akamatsu. De momento diré que es una sensación. Una sensación sin nombre que estoy dispuesta a disfrutar.
—Maki, me preguntaba si un día de estos...—Dice Kaede en voz baja.
—¿Si?
Kaede pudo haber dicho cualquier cosa, pero lo que me preguntó a continuación me era inimaginable.
—¿Saldrías conmigo?—Me pregunta con una sonrisa.
En ese mismo instante, los fuegos artificiales comienzan a colorear el cielo. Yo estoy procesando la pregunta de Kaede mientras siento que todo mi cuerpo parece estar disconforme con la realidad de Kaede.
Pero entonces regreso a la realidad con una respuesta en mente.
—¿Una cita?—Pregunto en voz baja, tanto que ni siquiera estoy segura de sí Kaede me escuchó.
—Si, cómo amigas, yo... yo quiero conocerte, pienso que podríamos llevarnos bien.
Si tu eres sincera Kaede, yo también lo seré contigo.
—Siempre he querido tener una mejor amiga—Siento mis mejillas sonrojarse, pero no me importa—Bien, ¿por qué no?
Kaede sonríe, se le ve emocionada, y esa sensación se me contagia, porque yo también me empiezo a emocionar.
¿Tendré una cita con Kaede? ¿Una cita con Kaede Akamatsu, así sea como amigas? Es un buen inicio.
—(Me esforzaré muchísimo)—Siento la emoción en mi piel, desde hace tiempo que no sentía tanta esperanza por un plan a corto plazo.
(★)
Kaito saca el dibujo de un par de ojos, con unas estrellas reflejadas en sus iris. Shuichi se impresiona al instante.
—Kaito... es hermoso—Shuichi toma el dibujo delicadamente, admirando cada trazo y deslizamiento del lápiz—No puedo creer que hayas hecho eso por mí.
—Shuichi, te mereces eso y mucho más—Responde Kaito; feliz con la reacción del detective.
—Realmente aprecio el esfuerzo y la creatividad que pusiste—Shuichi observa a Kaito con cariño—Prometo darte un regalo también.
—No tienes que hacerlo.
—Quiero hacerlo—Shuichi se inclina hacía Kaito—Sólo no sé el qué, pero lo haré.
Shuichi guarda el dibujo devuelta en la mochila de Kaito.
—No quisiera que se cayera al estanque—Dice Shuichi—Mañana le presumiré a todos el dibujo que hiciste para mí.
—De acuerdo—Responde Kaito entre risas.
Entonces Kaito se inclina a besar a Shuichi, con una suavidad que Shuichi siente un escalofrío en la espalda.
Para Kaito, besar a Shuichi en este pequeño rincón del mundo se sentía como un paisaje visual. Shuichi corresponde los besos de Kaito mientras tímidamente coloca sus manos en las mejillas del pelimorado.
Fue un momento mágico, un intercambio de emociones que no necesitaba palabras para ser entendido.
Los ojos de Shuichi se cerraron instintivamente, sumergiéndose en la experiencia única de sentir la calidez de Kaito. Sus manos se encontraron de forma natural, entrelazándose con suavidad mientras se entregaban al momento. El suave susurro de la brisa nocturna parecía ser el eco de sus latidos compartidos.
Cuando finalmente se separaron, sus ojos se encontraron de nuevo.
—Te amo, Kaito—Dice Shuichi con voz suave—Te he amado de diferentes maneras, y estoy feliz de amarte de esta manera.
—Shuichi...—Kaito acaricia la manera la suave mejilla de Saihara—Te prometo amarte en cada manera, estar contigo me hace feliz, y quiero que tu seas feliz conmigo.
Shuichi se acurruca junto a Kaito, frente al estanque, mirando los fuegos artificiales.
—Ya soy feliz contigo, Kaito.
—Me alegra escucharlo.
Permanecen en silencio, sintiendo que cualquier paso dado, vale la pena para tener este momento. Una ternura que ambos están dispuestos a sentir en cada mirada, roce, diálogo entre ellos; como amigos, y ahora, como pareja.
★ Fin ☆
No puedo creer que haya escrito un fic de más de 21k palabras en menos de un año JSJSJSJS
Muchas gracias a todos por leerlo!! Sé que me tardé horrores en actualizar; este año 2023 fue extremadamente pesado por la universidad; pero estoy realmente feliz de terminar esta historia ≧▽≦
Muchas gracias a tod@s por la paciencia y la espera; a pesar de ya no ser tan activa en el fandom de Danganronpa, agradezco a quiénes se tomaron la molestia de leer, lo aprecio un montón.
¿Cómo estuvo tu San Valentín? (>ᴗ•) ¿Y qué te pareció la historia?
Nos vemos en el siguiente especial San Valentín <3
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