Extra: El Origen Y Desarrollo De Las Cuatro Fuerzas

Hace muchos años, en un espacio casi vacío, existió la pareja primordial. Ellos fueron el padre y madre de todo. Aunque si bien de momento, estaban sin una sola compañía, la representación de la feminidad quería más compañía que la de su pareja, el primer ser masculino. Este, aceptando las súplicas de su amada, decidió crear para ella, en enormes cantidades, un objeto al que llamó: Semillas de la vida.

La fémina tomó un par de estas y se picó un dedo para que su dorada y brillante sangre fluyera a través de las semillas, creando así a sus primeros dos hijos llamados Xenión y Xemián en aquel entonces. Estos tenían formas que hoy en día resultarían difíciles de explicar, ya que no se parecían a ninguna especie conocida por nuestra raza, pero hoy en día, estos pueden adoptar formas que podrían resultar atractivas o amenazantes para nosotros.

El par de hermanos, llenos de dicha, se aferraron a sus creadores, agradeciendo el don de la vida que les fue regalado. Los dos querían ayudar a sus padres para ganarse su afecto y corresponder a sus deseos y designios. Desde ese momento los llamaron el Padre Original y la Madre Código tras verlos como dioses creadores de vida y de estrellas.

Estos, al ver la lealtad mostrada por sus retoños, decidieron encargas a ambos la tarea de ayudar a esparcir el resto de las semillas a través de diferentes estrellas y universos, así que con ánimos, emprendieron la marca para cumplir con aquel deber que se les encomendó por parte de los seres primigenios.

Ellos iban dejando poco a poco las semillas de su padre que contenían la sangre de su madre, pero... Aquellos seres fueron bastante imperfectos. Comenzaron a atacarse los unos a los otros. Eran criaturas espantosas, deformes, monstruosas, quiméricas y de aromas parecidos al de algún ser que llevaba días en estado de descomposición.

Algo importante debió suceder. Así que regresaron nuevamente con sus creadores. Estos se decepcionaron tanto de aquellas nuevas aberraciones que las condenaron a una dimensión alterna para que no pudieran causar más daño. Fue así que el Padre Original creó más Semillas de la vida, y de poco en poco, la Madre Código fue dejando su material genético en estas. Volvió a tomar un par para crear a otros dos seres más a los que conoció como: Xonión y Xamían.

Estos también mostraron sus agradecimientos y respetos a sus creadores. Se les impuso unirse a sus hermanos mayores para acelerar el proceso de creación de vida en distintos puntos.

En esta ocasión, múltiples seres surgieron. Comenzaron a desarrollar múltiples habilidades que eran vistas por la Madre Código, quien hacía su papel de progenitora impulsando a estas a dar nuevos pasos y explorar nuevos horizontes. Tal vez no los podía tocar debido al diminuto tamaño que sus nuevos hijos tenían en comparación a ella, pero los amaba de todas formas. Los acogía en distintos biomas, y les brindaba alimento y sustento para que tuvieran su propia descendencia.

Pero pronto, a medida que nuevas especies surgían, la necesidad de comerse entre hermanos y la crueldad para matar a otros, surgió. La cadena alimenticia se empezaba a formar como parte del ciclo de la vida, pero también el matar por placer. El Padre Original estaba furioso de ver cómo estas otras creaciones eran igual de imperfectas, mientras su pareja lloraba en total desconsuelo al ser testigo de la vileza de sus hijos, o de los hijos de estos. Se acordó hacer que sus vidas fueran más cortas, pero ni así pudieron frenar las nuevas formas de sus hijos.

En varios mundos comenzó el concepto de la guerra y el de la toma de nuevos territorios a la fuerza. ¡He aquí la gota que derramó el vaso!

El primer ser masculino estaba cansado de ver a sus creaciones acabar con vidas, de las muertas injustificadas, de las relaciones sin amor, entre otros males más que afectaban universos enteros. Sus ojos parecían estar inyectados en sangre, y tomó el aspecto de un enorme dragón de múltiples cabezas. Llamó a Xenión, y lo nombró Okuros. Los dos comenzaron a destruir mundos enteros. No les importaba acabar con vidas de aquellos que no tomaban las de otros con fin de avanzar en la purga que tenían como nuevo objetivo. Soltaron a esos seres que habían encerrado con anterioridad, y los llamaron errores. Estos, tan sólo con un toque, tenían el poder de acabar con sus hermanos pequeños y sus hijos.

Pronto la Madre Código descubriría el actuar de su amado y el primero de sus hijos. Pidió ayuda a los tres restantes, pero Xonión estaba de acuerdo con su progenitor, por lo que se unió a su causa. Solamente quedaban Xemián y Xamián. El mayor de estos fue renombrado como Lefuto, y se le encargaría proteger el Orden natural de las cosas. Era valiente, joven y tenaz. Se enfrentó cara a cara con Okuros, mientras su hermano pequeño hacía lo propio con el que se convertiría en la encarnación del mal.

Eran guerras que parecían no tener fin. Finalmente, la Madre Código decidió entrar en acción. Se enfrentó cara a cara con su esposo, atacando con todo lo que tenía a su disposición. Los conceptos de tiempo y espacio creados por los hijos mayores dieron más poder a sus hermanos y a la descendencia de estos; no obstante, los enfrentamientos se intensificaron.

El Padre Original perdía más su cordura, convirtiéndose en una verdadera amenaza hasta para quienes lo llegaron a apoyar en la lucha que él mismo comenzó. Asesino a los primeros hijos del Señor del Caos, y este decidió darle la espalda. Xonión se unió a su hermano, y la Madre Código pidió ayuda a sus cuatro hijos para derrocar a su padre, mientras se sacrificaba para encerrarlo en una nueva prisión.

Unidos, los cuatro hermanos desterraron a su creador, rompiendo la llave en varios fragmentos que serían llevados a diferentes galaxias, unidos y universos, pero ya con nuevos nombres y naturalezas, estos mismos estaban destinados a continuar sus propias luchas. Su influencia no tardaría en llegar a nuestro mundo, uno que en aquel momento se recuperaba de varios resurgimientos propios de años de un desarrollo sin intervención de los señores de las cuatro fuerzas. Los conflictos también llegaron a nosotros, trayendo consigo una guerra que casi destruyó al mundo...

Y cuando todo parecía perdido, a nuestra raza, la humanidad, se nos dio una nueva oportunidad más para prosperar. Nuestras grandes ciudades, religiones, y casi toda nuestra tecnología fue destruida para comenzar desde cero. Los espíritus elementales llegaron juntos a otros seres de aspecto robótico para reeducarnos en el uso de los elementos de la naturaleza, algo que perdimos cuando nos sentimos superiores a esta.

El árbol de la vida nos mantenía en equilibrio. Un joven constructor fue uno de los primeros hombres en obtener fama dados sus diseños asombrosos que pronto pondría en marcha en compañía de varios de sus hombres. Nuevas poblaciones se erigieron, y la humanidad reconectaba poco a poco con sus nuevos poderes.

Desgraciadamente, los cuatro hermanos seguían en lucha, y acudieron a nosotros. Magia se enfrentó a Fuerza, cada una subdividida en los dieciséis elementos a su disposición. Los gobernantes de dos capitales también eligieron sus propios bandos, y la lucha cobró vidas inocentes. Y entonces, los hermanos se dieron cuenta de un error que no calcularon.

Debilitaron un sello que habían puesto en nuestro mundo, mismo que formaba parte de la llave que mantenía encerrado al Padre Original. Los errores resurgieron de esta, sumando en un trío de años de caos a los humanos. Crearon cuatro seres que ayudaron a mantener el equilibrio, pero su ayuda no fue suficiente,

Fue necesaria una intervención del Bien, Mal, Caos y Orden para devolver a los seres deformes a su encierro y reparar el daño al sello de su padre en compañía de los guardianes. Para detener el conflicto, el mundo fue dividido en dos, pero la naturaleza e influencia que tenían en nuestro mundo era imparable, así que ellos mismos también decidieron fragmentarla también.

Xamián y Xonión tendrían más presencia en el mundo de la fuerza elemental, mientras que Okuros y Lefuto en el de la magia. Para que sus energías también fluyeran, crearon montes en honor a ellos mismos.

Los guardianes también se dividirían. El de los cielos y el de los mares y sueños acompañarían a los hermanos menores, mientras que el de la tierra y el líder de estos a los Señores del Caos y el Orden.

Se había establecido un nuevo equilibrio, mismo que se rompió una noche de luna llena en la que un joven de tez morena clara y ojos negros irrumpió en un mundo distinto al suyo. Este fue encontrado por una fémina de su edad, misma de la que se enamoraría y la cual tuvo una promoción.

Estarían destinados a ser los ancestros de un hijo del Caos y el Orden.

Aquí @Al_Riv_91, el autor con un capítulo completamente inédito de esta obra. Han pasado muchos años desde que escribí Las Espadas Danzantes en un blog, para luego cerrarlo y volver a compartir, pero ahora en Wattpad, y un montón de cambios han llegado. El asunto es que noté que no cubrí mucho el tema de las semillas de la vida, ya que esta historia en realidad es una saga complementaria a la que antes se llamaba El Destino De Un Héroe, misma que estoy comenzando a reeditar una vez más en casa para volverla publicar desde cero, pero ahora con un nuevo nombre: Uniendo legados y destinos.

También quiero informar que volveré con un reboot de Un Brent Del Pasado, precuela de El Heredero Del Caos Y El Orden. Ahora tengo que encontrar parte del borrador que guardé y dar nuevos momentos a esta historia que lamentablemente no pudieron ser recuperados, ya que me fue robada hace ocho años en mi computadora de aquel momento.

En estos momentos estoy participando también en el el concurso de PremiosGemasPerdidas , así que dedico a ellos este nuevo capítulo de Las Espadas Danzantes.

Sin más que decir, me despido de ustedes hasta la siguiente actualización de esta historia.

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