Capítulo 1: Un bonito día de verano

¿C-cómo ha podido pasar esto? Ahora la mayoría de personas están muertas, los edificios están incendiados y el suelo se va agrietando cada vez más. Si tan sólo pudiera a ayer por la tarde... Si hubiese sabido el FATAL final que me esperaba ese mismo día...

  Era un día soleado. El viento mecía lentamente las palmeras al son del acompasado ritmo del vaivén de las olas. Debería de estar jugando en la playa o corriendo por el pueblo como los demás chicos, pero a mí me encantaba mirar el mar desde mi ventana. Era relajante y algo hipnótico. Me pasaba las horas así. Pero esta vez no pude quedarme mirándolo por mucho tiempo, ya que una voz chillona interrumpió mis pensamientos.

-¡Beatrice! ¿Te has vuelto ha quedar embobada observando el mar?-dijo mi hermana Helena mientras se cruzaba de brazos.

-Sí...-murmuré yo, sin apartar la vista del precioso mar.

-Da igual, ¡hoy me habías prometido que saldrías conmigo a jugar en la playa!¡No pienso ir otra vez sola!-respondió ella. 

-Está bien... Sólo déjame un ratito y me iré contigo.-dije.

Sus ojos verdes brillaron. Se ve que estaba de acuerdo.

-Vale... Pero no tardes mucho.-murmuró.

-Está bien.-le respondí, mientras le revolvía su larga melena morena mostrándole una amplia sonrisa.

-Adiós :D.

-Adiós. 

Me volvía a sentar en mi silla azul, apoyada en el escritorio. Mi cuarto no era una maravilla que digamos, pero a mi me parecía un lugar bastante confortable. Tenía una cama con las sábanas azules, mi escritorio, una mesita de noche y muchas muchas cajas. Acabábamos de mudarnos a Quiet, un pequeño pueblo cerca del mar. Allí todos se conocían y no había edificios, si no casas. Casas de madera gigantes y antiguas. Pero yo no las veía como casas viejas e medio derruidas. Me inventaba la historia de cada una de ellas. Por ejemplo, nuestra casa tenía una ventana rota. Pues esa ventana se rompió cuando unos militares se refugiaron en ella en mitad de una guerra. Iban perdiendo la batalla, pero de repente vieron al malvado que había empezado todo parado en frente de la ventana. Acto seguido, los militares se lanzaron por la ventana rompiendo el cristal por el impacto y capturando al hombre. ¿A que es genial :D?

 Mi casa estaba en bastante malas condiciones, pero yo ya tenía pensado cómo arreglaría mi cuarto. En una esquina iría el ordenador, en frente del gran ventanal un mejor escritorio de color blanco...

Mientras estaba sumergida en mis pensamientos noté un pequeño temblor. Al principio no me preocupé pero cada vez eran más fuertes...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top

Tags: